Villahermosa, Tabasco, México, 28 jun (SP). Presidente Álvaro Uribe Vélez: “Simplemente para hacerle dos comentarios al joven Ministro de Agricultura, que es el profesor de este viejo Presidente.

Se le olvido una cosita: para evitar la contradicción de los biocombustibes con el tema ambiental y de seguridad alimentaria, a él se le ocurrió que toda planta en Colombia, que se instale sobre esto, debe tener una certificación internacional, con una certificadora competente, que acredite que la planta no afecta la seguridad alimentaria ni destruye selva ni afecta el medio ambiente.

Y segundo, recordarle, también, que entre las medidas que se tomaron en Colombia para hacer posible el desarrollo de los biocombustibes, hay una medida que es la tributaria. Es un caso muy particular de Colombia, pero a  ustedes, de acuerdo con la legislación tributaria, esta reflexión que nosotros tuvimos que hacer de pronto les sirve:

Los combustibles fósiles en Colombia tienen básicamente tres impuestos indirectos: dos que recauda el Gobierno Nacional y uno que va a las regiones.

Cuando hicimos el cálculo para estudiar la factibilidad de los biocombustibles, encontramos que con esos impuestos indirectos no podían competir. Entonces, por Ley de la República se los eliminamos.

Y en los impuestos directos también se tomó una decisión: se tomó la decisión,  en el caso de palma africana y de cultivos de tardío rendimiento, de darles una exención del impuesto corporativo por 10 años, a partir del periodo productivo.

Y en cualquier caso de biocombustibles, las empresas pueden acogerse a  un sistema de Zona Franca Especial, donde no pagan IVA ni pagan tarifas para importar bienes de capital y tienen un gran estímulo en el impuesto corporativo que en Colombia queda con una tasa del 33 por ciento, que en este caso es del 15 por ciento.