Barranquilla, 11 mar (SP). “Un saludo lleno de afecto. Muchas gracias por este gran esfuerzo y esta gran confianza en Colombia, de Telefónica. Por este gran resultado de Colombia Telecomunicaciones, la vieja Telecom quebrada, sin con qué pagarles a los jubilados, amarrada por un discurso obsoleto. Hoy, al día con los jubilados; los trabajadores contentos.
Aquí, en algunos pisos de este edificio, hablamos con los ingenieros que están manejando la sala de controles del Cable. Algunos de ellos estaban vinculados a Telecom y reconocen el gran cambio: Una Telecom que no tenía con qué invertir; una Colombia Telecomunicaciones que en estos primeros años invierte casi siete billones.
Muchas gracias por ese gran salto. Ese gran salto que nos hace posible confirmar que el camino de las reformas es necesario; que así como el mundo necesita las telecomunicaciones, también necesita superar anquilosados discursos políticos, tener el coraje de innovar, de no matar las oportunidades.
Hemos visto hoy cosas sorprendentes. Seguramente los niños no se sorprenden; los viejos ya nos sorprendemos al ver un cable de 25 mil kilómetros.
Buena parte de su recorrido lo hace por lechos marinos de cuatro mil metros de profundidad, increíble. Controlado al minuto por unas pantallas de computador que detectan dónde puede haber un daño y cómo lo reparan en segundos. Humilde en la apariencia: termina con cuatro cabellitos de fibra óptica y es capaz de llevar al mismo tiempo millones de llamadas, como lo han dicho los doctores Alfonso Gómez (Presidente Ejecutivo de Telefónica Colombia) y don José María Álvarez Pallete (Director General de Telefónica para Latinoamérica).
Colombia, en los cuatro primeros años de nuestro Gobierno, hizo un gran salto en la telefonía celular; se desatraso bastante. Pasó de cuatro millones de aparaticos a 30 millones. Hizo una gran reforma Telecom: la televisión. Consiguió la reforma de Adpostal. Ahora estamos en el gran reto, que es la conectividad y banda ancha.
La Ministra de Comunicaciones (María del Rosario Guerra de La Espriella) nos daba hoy unas cifras sorprendentes de incremento de la conectividad en Colombia.
Ministra, déjanos compartirla nuevamente.
Ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra de la Espriella: Presidente, la penetración de Internet en Colombia pasó, en el 2002, cuando usted llegó, de 4,6 por ciento a 23,5 en junio del 2007, que es la última cifra que tenemos.
En materia de suscriptores, en el año 2004 teníamos cerca de 500 mil y ya vamos cerrando el año 2007 con cerca de un millón 180 mil suscriptores, Presidente.
Presidente Álvaro Uribe: Esta es una revolución. ¿Y es para qué? Para el empleo, para la superación de la pobreza, para la construcción de equidad, para una Colombia próspera, amable, igualitaria. Qué bueno ver estas oportunidades de empleo para nuestros ingenieros y todo lo que de aquí se deriva.
Nosotros tenemos el empeño de llegarles a muchos mercados del mundo. Pero no por razones ideológicas de comercio, sino por razones pragmáticas, de creación de oportunidades, de generación de empleo de alta calidad con afiliación a la Seguridad Social. Y esto es un apoyo totalmente necesario.
Mientras las mercancías van y vienen, las comunicaciones tienen que estar haciendo posible todo ese tránsito. Es difícil de describir lo que alguien ya de mi edad percibe cuando ve estos avances de la ciencia. Pero con un gran estímulo de que Colombia empiece a gozar de ellos.
Vemos grandes posibilidades para el país entero, para el Caribe colombiano, para el Atlántico, para Barranquilla.
Esto es absolutamente necesario para la competitividad empresarial. Es un factor de productividad sin el cual es imposible ganar la carrera de la creación de los buenos empleos. Es absolutamente necesario para crear nuevos empleos, de buena calidad, con afiliación a la Seguridad Social.
El país ya tiene hoy, en lo que se llaman los call center, esos centros de contacto, aproximadamente 30 mil empleos y se apresta a llegar a 100 mil.
Ahora nos contaban que el doctor Posada Carbó tiene aquí en Barranquilla un call center. Qué bueno que eso crezca.
Yo creo, don José María y Alfonso, que no se pueden ir esta tarde de Barranquilla sin comprometerse a instalar el call center para generar buena cantidad de empleos de alta calidad en Barranquilla.
Ustedes se han aprestigiado por lo que han hecho. Entonces, cuando se aprestigian, en lugar de darles las gracias les tenemos que pedir más. Dado todo lo que esta Patria necesita. Breguen a ver como se comprometen a instalar otro call center en Barranquilla.
Quiero recordar que la Legislación Tributaria hace de Colombia hoy un país totalmente competitivo para atraer inversión. El call center que instalen en Barranquilla o en cualquier ciudad del país, es un call center que puede funcionar como zona franca. No paga arancel ni IVA para la traída de los equipos que son costosos, y el impuesto de renta es apenas del 15 por ciento. Y además tienen socios.
Esto es muy útil en la medicina. Yo tengo la fe de que el país, que ha tenido una gran base médica, va a ser una potencia médica y va a ser un gran captador de lo que se llama el turismo internacional en busca de servicios médicos.
Ya hay muchos proyectos en el país para crear clínicas, en la modalidad de zonas francas, y competir por la captación del turismo médico internacional.
Para la educación. Pienso en muchas regiones colombianas. El sábado, en el Consejo Comunitario de Magangue (Atlántico), que está todavía en el centro de la civilización, nos decían: ‘Bueno, pero aquí los bachilleres no tienen universidad. Hay un gran crecimiento del Sena, pero todavía insuficiente’.
Ir allá a construir universidades convencionales, a sostener universidades convencionales es imposible. Y si eso es en Magangué, ¿qué diremos del Vaupés o del Pacífico o de muchas regiones colombianas?
Aún las grandes ciudades bien servidas para hacer una expansión universitaria, de formación tecnológica y técnica, a la altura de los requerimientos del país, van a necesitar, como las regiones remotas, una posibilidad: la posibilidad de la formación técnica, tecnológica, universitaria y de postgrado, a distancia – virtual, con estos sistemas de Internet de banda ancha, con estas grandes oportunidades que nos está trayendo la tecnología.
Para la educación en el país esto es fundamental. Por la vía convencional seguiríamos de por vida atrasados.
Yo deseo que esto esté dando sus frutos rápidamente, en el ingreso de los colombianos, en la capacidad de esta Patria de superar la pobreza, de construir equidad.
Hemos venido trabajando un modelo, apreciados compatriotas. En el techo de ese modelo hay una palabra que se llama ‘confianza’. Lo primero que tiene que construir hoy un país es confianza.
Y eso tiene tres pilares: Seguridad desde la democracia; El otro pilar, inversión desde la responsabilidad social; y el otro, cohesión social desde las libertades. Van integrados.
Sin seguridad no hay confianza para invertir. Es uno de los requisitos fundamentales, amen de otros, como el buen manejo macroeconómico, etcétera, la reforma del Estado. Y sin ambas, no hay los recursos para la cohesión social. Y cuando no hay recursos, la inversión social se convierte en discurso de campaña y en frustración de gobierno.
Yo los invito a que sigamos trabajando todo esto.
En el discurso político normalmente se habla de lo social. Pero el discurso político casi nunca se compromete con la seguridad; casi nunca se compromete con la confianza inversionista. Dos valores que hoy se requieren en nuestra Patria.
Además, una Patria con grandes posibilidades. Colombia, cuando a mí me preguntan: ‘¿Por qué Colombia merece confianza inversionista? Entonces, uno habla de que estamos avanzando en seguridad; que tenemos un modelo abierto a los inversionistas privados de todo el mundo y a los colombianos; que no estamos en el estatismo; que hemos venido reduciendo el déficit, el endeudamiento; que tenemos una tributación de incentivos, introducidos por este Gobierno, que nos hacen bien competitivo como país para captar inversiones; que a eso le hemos sumado recientemente el nuevo concepto de zonas francas, en cualquier parte del país; las puede crear una empresa, varias empresas.
Que una inversión en Colombia hoy puede hacer un pacto con el Gobierno para que le respeten las reglas de juego durante veinte años; que estas zonas francas pueden favorecer los call center, los puertos, que tienen inversiones costosísimas en todos sus equipos, etcétera.
Yo creo que a eso hay que agregarle tres o cuatro cualidades adicionales que tiene Colombia: Colombia tiene una mano de obra muy inteligente, con una gran intuición, con una gran capacidad de adaptación.
A mí no se me olvida que cuando estábamos próximos a inaugurar el Metro de Medellín me desempañaba yo en la Gobernación de Antioquia, presidía la Junta, y empezamos con los alemanes un proceso que debía demorar un año para entrenar a las personas que irían a administra el servicio. A los dos meses mis paisanos les daban clases a los profesores europeos. Y eso se repite en toda Colombia.
Segundo, todo inversionista que venga a Colombia encuentra aquí muy buenos socios. Al inversionista le gusta llegar a un país donde encuentre buenos socios.
Tercero, a los inversionistas les encanta y necesitan encontrar muy buen nivel gerencial.
Don José María ha sido generoso y objetivo al reconocer los magníficos valores gerenciales de Colombia. Que se dan aquí, al tener gerentes como Alfonso, Gerente de Telefónica para Colombia; como el doctor Sergio (Regueros), colombiano, Gerente de Movistar; como el doctor Jorge Julián, Gerente de Colombia Telecomunicaciones. Y nuestro gerente de Atento, doctor Álvaro, ¿qué se hizo? Levántese, porque ese es el que les tiene que poner un call center grande en Barranquilla, para generar buenos empleos.
Bueno, los felicito. Me alegro muchísimo.
A dónde está Daniel, que me abandonó y se vino a trabajar aquí. Muy bien Daniel, esa es otra virtud que tiene Colombia.
Los felicito y qué bueno que esta Barranquilla, que ha vivido tan conectada con el mundo, hoy está más comentada al recibir este cable.
Los felicito, y qué bueno que esta Barranquilla, que ha vivido tan conectada con el mundo, hoy está más conectada al recibir este cable.
Nos queda un compromisito, pero entre muchos: el filósofo chino, mejor filósofo que gobernante, Mao Tse-Tung, solía decir que cuando se resuelve una contradicción, uno no se puede quedar celebrando; hay que emprender el camino de resolver la siguiente.
Hay muchas, una de ellas es dotar de un buen sistema de banda ancha a San Andrés.
Desde allí hemos empezado este año un gran programa, que es el programa de que nuestros compatriotas raizales del Archipiélago, a través de Internet, nos enseñen inglés a todos los colombianos.
Ya tenemos alrededor de doscientos profesores enseñando inglés desde San Andrés. La meta es terminar este año con 500 mil colombianos aprendiendo inglés a través de Internet, servicio del Sena, con profesores desde San Andrés.
San Andrés puede tener al final de este año 500 profesores. Van a devengar 12 mil millones al año. ¡Cuánto va a incidir eso para mejorar el tejido social del Archipiélago¡
Entonces, la Ministra de Comunicaciones, en breve, abrirá una licitación.
Como ese cable es costoso, el que conecta San Andrés, y además, por el tamaño de la isla y el número de habitantes se necesita un apoyo gubernamental, no tiene una tasa de retorno para que el sector privado o el sector mixto se atreva a hacerlo directamente, el Ministerio abre nueva licitación invitando a los diferentes operadores a que ofrezcan instalarlo, y el Gobierno Nacional ofrecerá un apoyo.
Confiamos que eso se dé muy rápidamente. Y qué bueno que dentro de no mucho tiempo, así como hoy hemos tenido el privilegio de asistir a la inauguración de este cable en Barranquilla, podamos asistir a la inauguración del cable en San Andrés.
Miren, compatriotas, San Andrés, este año, en diciembre, estará muy cambiado. Pero si pasamos de 500 profesores, a dos mil, desde allá enseñando masivamente la segunda lengua a los colombianos, San Andrés se convertirá en un centro de calidad de vida para todos sus habitantes.
Felicitaciones, muchas gracias.
En los próximos días tenemos varias citas en Barranquilla, con el Gobernador, con el Alcalde, para mirar muchos temas que hemos venido definiendo con ellos. Y no me atrevo aquí a abrir un Consejo Comunitario porque está muy tarde, y ya me lleno de tentaciones al ver aquí a nuestro Gerente del Metro y al pensar en otros temas. A todos, muchas gracias”.
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