Medellín, 26 mar (SP). “En las bellas palabras del doctor Laureano Forero recordaba él como, en septiembre de 1819, el Libertador impuso por primera vez la Orden de Boyacá.

La imponemos hoy, esta Orden que él nos legó, a un luchador de todas las horas: a Álvaro Villegas Moreno. Esta nutrida concurrencia de coterráneos y de compatriotas que lo acompañan, no usual en los actos de imposición de la Cruz de Boyacá, demuestra el afecto y el reconocimiento del pueblo a uno de los mejores de todas las épocas.

Ese ejemplo de afortunada simbiosis de dirigente empresarial y hombre público, que siendo hombre de partido ha sabido proceder como líder de Patria, con sagaces y pragmáticas fórmulas de bienestar colectivo.

Su nombre está asociado a inmensas realizaciones en el sector público, en el sector privado. Su paso por el sector público ha dejado siempre profunda huella: Gobernador, Gerente del Idea, Alcalde de Medellín, Concejal de la ciudad y del Retiro, Secretario de Obras Públicas, Director del Hospital de San Vicente, Senador de la Republica, Presidente de su partido, Presidente del gremio que agrupa a su profesión, tan importante en esta tierra donde nació la Escuela de Minas.

Como Alcalde de Medellín inició los grandes proyectos de solución habitacional. Lo recordaban hoy aquí más de 3 mil viviendas. Dio un gran impulso a la salud, duplicó las horas de servicio en los centros de salud. Fue un gran visionario de un imperativo nacional del momento: de la renovación urbana. Él se anticipó, con esa visión, durante muchos años, a los proyectos de renovación urbana que apenas empiezan hoy a comprenderse debidamente en el país.

Siempre ha tenido una gran ambición por aquella necesidad del colectivo que es la infraestructura. La ciudad todavía recuerda cuando veíamos con grato asombro que se le rompía con una gran avenida, la Avenida Oriental.

Su Gobernación fue un hito histórico en el continuo proceso de modernización de Antioquia. Por su iniciativa se creó la Secretaría Departamental de Valorización, ejemplo en el país. Que las otras regiones colombianas hubieran manejado la valorización como lo ha hecho en Antioquia, como se ha hecho en Antioquia, con el impulso que ha dado el doctor Álvaro Villegas Moreno, la situación de infraestructura de Colombia sería mejor.

Se creó el Área Metropolitana. Bogotá había absorbido a los municipios que con ella formaban una conurbación. Al traerlos y vincularlos al Distrito perdieron su autonomía administrativa. Aquí no se permitió que ello ocurriera. La fundación del Área Metropolitana, a cargo del doctor Álvaro Villegas Moreno, trajo un gran concepto de integración para infraestructura, para servicios públicos, para planeación de largo plazo y de corto plazo, sin que ninguna localidad renuncie al derecho de regir sus destinos y de tener cercanas sus más importantes autoridades.

Los municipios mantuvieron su entidad, sus autoridades, pero se unieron para la infraestructura, para la planeación, para los servicios públicos, en el Área Metropolitana. Allí el país veía una opción diferente a la absorción de municipios que se produjo cuando se creó el Distrito Especial de Bogotá.

El país, en alguna forma, había perdido la dinámica de la descentralización, desde el fracaso de los Estados Unidos de Colombia, desde que fue derogada la Constitución de 1863.

El señor (Rafael) Núñez habló de la unidad política y de la descentralización administrativa. Muchas décadas después el Presidente Carlos Lleras Restrepo impulsó el situado fiscal para garantizarles a las regiones una participación en las rentas nacionales. El siguiente impulso importante a la descentralización, en ese largo recorrido, entre 1863 y la década de 1970, lo dio el doctor Álvaro Villegas Moreno, al decir que la descentralización no debía solamente obedecer a un reclamo de las regiones frente a la Nación, sino de las regiones de cada departamento frente a los centros más poblados.

Y creó, anticipándose a lo que tendrá que ser el desarrollo futuro, los centros administrativos de servicios regionales o polos de desarrollo.

La remodelación urbana de Medellín ha tenido aspectos muy importantes. Es bellísimo para propios y para visitantes ese conjunto de la vieja Gobernación Museo Antioquia, Museo Rafael Uribe Uribe y de la vieja Alcaldía y de uno de los edificios de las Empresas Públicas de Medellín, donde hoy reposa un centro cultural de significativa importancia.

Eso se hizo posible gracias a la visión del doctor Álvaro Villegas Moreno, de impulsar el Centro Administrativo de La Alpujarra, que trasladara a esta área de la ciudad la parte administrativa y destinara aquella a una gran renovación cultural.

Ha sido un destacado docente de la Facultad de Minas; un estudioso de todo el aporte de Antioquia a la ingeniería. Sus palabras de esta tarde nuevamente lo ratifican.

El Centro de Exposiciones y Convenciones, en uno de cuyos componentes estamos, también le debe mucho al doctor Álvaro Villegas Moreno. La primera parte, lo que siempre conocimos como el Palacio de Exposiciones y Convenciones, fue obra de su iniciativa.

Con los años -y después de haber trasladado la sede administrativa de Empresas Públicas a esta área, la Alcaldía de Medellín y la Gobernación a La Alpujarra- los alcaldes que lo sucedieron tuvieron la buena fortuna de complementar ese Centro de Exposiciones con estos salones tan importantes de convenciones.
Lo conocí también en el Senado de la República. Difícil encontrar un senador que estudiara el Presupuesto Nacional con más detalle. En mis ocho años de senador conocí dos personas que estudiaban el Presupuesto Nacional con rigor; que lo miraban con lupa; que no se limitaban a dar una ponencia para la aprobación: los senadores Gabriel Rosas Vega y Álvaro Villegas Moreno. Qué tarea tan difícil la de mirar número a número, rubro a rubro, con toda la responsabilidad, sin que nada pasara por alto, el Presupuesto Nacional.

Hoy nos ha demostrado cómo su visión no se agota, cómo es un trabajador de todas las horas por el bienestar colectivo. Qué bueno que el Ministro de Minas, ustedes, compatriotas, y mi persona, lo hayamos escuchado sobre la necesidad de enfrentar los nuevos desafíos en busca de hidrocarburos, desarrollar los nuevos conceptos mineros, poner en marcha los grandes proyectos de ingeniería de Bello, que regresen la riqueza que finalmente se perdió en la minería de aluvión.

Qué bueno haberlo escuchado esta tarde reclamar de nuevo la vocación forestal para Antioquia. Se impulsó bastante hasta 1974, cuando la reforma tributaria de la emergencia económica eliminó los incentivos tributarios. Una de las reformas tributarias de nuestro Gobierno ha regresado el concepto de ingresos exentos de impuestos nacionales, a los ingresos provenientes de la reforestación. Si a esos se suman incentivos financieros y de capitalización, que poco a poco van creciendo, la confianza de la inversión nacional y de la inversión internacional, que aumenta, creo que el país y el departamento pueden retomar el ritmo de reforestación comercial.

Es imposible hablar de la infraestructura de la Patria y de nuestra comarca sin escuchar al doctor Álvaro Villegas Moreno.

A él, a sus compañeros de la ingeniería, debemos que la Sociedad Antioqueña de Ingenieros sea el capítulo gremial regional más importante de la ingeniería colombiana. Allí hay permanente preocupación por lo que debe ejecutarse en el día, por lo que debe ejecutarse en los próximos años y por lo que debe planearse para las próximas décadas.

Alguna vez, cuando él ejercía la Gobernación de Antioquia, le escuché decir como Antioquia había tenido ese gran sentido de planeación; como las franjas principales por las cuales se construyó el Metro se reservaron con 50 años de antelación. Él ha heredado ese sentido de estar siempre conectado al futuro y no quedarse en lo cotidiano del presente.

Antioquia tiene una gran fortaleza en el Idea. Hemos expresado a los departamentos que reciben regalías en Colombia y a los municipios, que no se opongan aun proyecto de ley que está en el primer orden de prioridades de esta Legislatura que empieza, para que todos ahorren y lleguen a tener un fondo de financiamiento como el Idea.

El doctor Álvaro Villegas Moreno, en su carrera política, ha sido uno de los grandes gestores e impulsores de esta iniciativa.

Antioquia, pobre en regalías, tiene la fortuna de contar con el Instituto de Desarrollo, que es el gran banco del departamento, de los municipios, ejemplo para todo el país.

Nos reunimos hoy aquí muchos de los que hemos sido compañeros del doctor Álvaro Villegas Moreno, en su fecunda tarea pública y privada. Nos reunimos para decirle que lo admiramos, que le agradecemos, que le reconocemos su ejemplar liderazgo. Difícil encontrar a alguien que haya dado, con todo el entusiasmo, tantas batallas por el bien de su comarca antioqueña.

Nuestro Gobierno tiene tres empeños: la seguridad desde la democracia; la confianza inversionista, desde la responsabilidad social, y la cohesión social desde las libertades. En el doctor Álvaro Villegas Moreno hemos encontrado un infinito apoyo.

Quiero expresar el más efusivo saludo a Beatriz Mesa, su esposa, su compañera de todas las batallas; sus hijos, Pablo y Mauricio, que nos acompañan con sus señoras, sus hijitos, y Álvaro José y Andrés, que nos acompañan desde el Cielo.