Bogotá, 17 nov (SP). “Compatriotas. El delito de captación masiva e ilegal de dinero, cualquiera sea la modalidad, cualquiera sea la ficción detrás de la cual se esconda, cualquiera sea la carta de presentación, es un delito contra el orden económico y social, genera profundas perturbaciones sociales.
En un principio, ilusionan a los ciudadanos con la oferta del pago de altas tasas de interés a sus aportes, y después terminan o con el dinero robado o con la ‘pirámide’ quebrada y todos los ciudadanos desfalcados, y se pierde el dinero de las familias para la educación de los hijos, para la manutención de todos los integrantes de la familia etcétera. Una grave perturbación social.
Hoy a un ciudadano se le ocurre formar una ‘pirámide’, hace un aporte, mañana llegan dos, se va ampliando la base, hacen aportes y cada uno se compromete a traer otros dos, y entonces al otro día llegan cuatro y al otro día llegan ocho, y con lo que los últimos aportan se pagan los intereses de los anteriores aportantes.
Pero llega un momento en que después de que la pirámide se amplia mucho, empieza otra vez a adelgazarse, porque ya no hay tantos nuevos aportantes, van llegando menos aportantes y no alcanzan a aportar el dinero para pagarle los intereses a los que habían aportado previamente.
Y generalmente se combinan esos faltantes de dinero con robos del dinero, porque estas entidades no tienen vigilancia de instituciones oficiales, además no cumplen los requisitos de la ley y todo termina en un agrave perturbación social.
Por eso el Gobierno ha tomado, por legislación extraordinaria de emergencia, con alcance social, una serie de medidas.
Primero: el delito de captación masiva e ilegal de dinero tiene una pena baja, esa pena hace que ese delito sea excarcelable. Hemos introducido la reforma de elevarle la pena, para que no sea excarcelable.
Y algunos compatriotas me dicen: ‘bueno Presidente, pero qué ocurre si alguien dice, bueno yo capté dinero pero antes de esta legislación, no me pueden aplicar la nueva legislación, me tienen que excarcelar, la legislación nueva va a ser ineficaz, va a ser inocua’.
Entonces hemos creado allí otra norma: quienes hubieran captado en el pasado y no hayan devuelto, no devuelvan la totalidad de los dineros a quienes ahorraron o a quienes condujeron y depositaron sus dineros en esas formas ilegales, esas personas que no devuelvan esos dineros, incurrirán en un delito también no es excarcelable, de una elevada pena.
Hemos acordado con el señor Fiscal, incluir en esa legislación –y así se ha hecho- el principio de oportunidad. ¿Qué es esto? Los fiscales, en una pequeña audiencia, con presencia del juez de garantías, pueden tomar la decisión de suspender un proceso penal a favor de alguien que se comprometa a devolverle a las personas que pusieron sus dineros, todas estas cantidades.
Pues bien, ese principio de oportunidad solamente para aquellos que captaron ilegalmente en el pasado y que ahora se comprometan ante el fiscal y ante el juez de garantías a la devolución total del dinero.
Ese principio de oportunidad no aplica hacia delante, porque el país, sin ningún atenuante, tiene que erradicar esta malsana práctica.
Las normas extraordinarias también han facilitado, facilitan a las superintendecias Financiera y de Sociedades, detectar estos fenómenos ilegales. Y a la Superintendencia de Sociedades se le atribuye la competencia de tomar posesión de estas entidades, de oficio o a solicitud de la Superintendencia Financiera.
Se define un mecanismo administrativo, de devolución rápida de los dineros que se encuentren en estas interceptaciones. Una devolución rápida y equitativa.
La suma que se encuentre, se divide por igual entre todas las personas que habían aportado. Eso favorece a aquellos que hicieron los menores aportes, y se presume que la regla general es que quienes hicieron los menores aportes son las personas más pobres y vulnerables.
En el caso de DMG, la Superintendencia ha nombrado como agente interventora a la doctora María Mercedes Perry, de una trayectoria de transparencia y de eficiencia que los colombianos reconocemos.
Esta legislación ha entregado a alcaldes y gobernadores competencias, para que ellos, al ser informados de la existencia de pirámides, inmediatamente con la policía, procedan a sellarlas y a informar a la Superintendencia.
El Gobierno Nacional reconoce que hay que hacer esfuerzos adicionales en el país, para poder que el sistema financiero atienda mejor a los sectores más pobres y vulnerables.
El Gobierno intensificará los esfuerzos para expandir Banca de Oportunidades. Nos propusimos entregar cinco millones de créditos entre 2006 y 2010. A la fecha se han completado desembolsos para dos millones 958 mil microempresarios.
De ellos, un millón han recibido crédito por primera vez.
Cuando el Gobierno empezó, el crédito en manos de los microempresarios ascendía a 732 mil millones. En agosto de este año, a seis billones 700 mil millones.
Antes, de cada 100 pesos que se colocaban en crédito en Colombia, apenas un peso con 50 llegaba a los microempresarios. Hoy llegan cinco y medio pesos a los microempresarios, por cada 100 pesos de crédito que se colocan en nuestro país.
Hemos asignado especial importancia a los créditos de valor tope de 25 salarios mínimos. Allí se ha presentado el mayor crecimiento. Pero en un país que tiene tantas, tantas dificultades para que los sectores populares accedan al crédito, todo esto es insuficiente.
Para estimular las cuentas de ahorro, la legislación reciente permite que cada colombiano pueda tener una cuenta certificada por la Dian, en la cual movimientos mensuales hasta siete millones 700 mil pesos, este año no paguen el cuatro por mil.
Cuando empezó nuestro Gobierno, el 32 por ciento de los colombianos tenía alguna relación con los bancos. Hoy el 57 por ciento.
Sin embargo, vamos a hacer nuevas tareas. Estamos estudiando incluir en esta legislación extraordinaria, obligaciones para el sector financiero, a fin de que los servicios que presten a los sectores de las cuentas menores, que se presumen son los sectores pobres y vulnerables, a fin de que el costo de esos servicios sea infinitamente menor a lo que hoy se cobra.
No podemos olvidar que se ha hecho un gran esfuerzo para sanear el sector financiero de la Patria.
Cuando nuestro Gobierno empezó, por cada peso de cartera en mora, había una reserva de 39 centavos. Hoy por cada peso de cartera en mora hay una reserva de un peso con 10. Eso nos protege, sobre todo en esta crisis de la economía mundial.
Cuando nuestro Gobierno empezó, el seguro de depósito ascendía a 400 millones de dólares. Durante este Gobierno se han hecho ahorros adicionales por 2 mil 600 millones de dólares, y hoy tenemos un seguro de depósito de tres mil millones de dólares.
El sector financiero, de sus utilidades, tiene que pagarle al Gobierno el 33 por ciento, a título de impuesto de renta. Y sobre el sector financiero ha recaído una parte muy importante del impuesto para financiar la Seguridad Democrática.
Compatriotas, el mundo atraviesa hoy una crisis enorme por el dinero especulativo. Ese dinero especulativo tiene al borde de la quiebra a muchos países. Miren el daño que ha hecho en los Estados Unidos, en Europa, en Asia. Países como Ucrania, Hungría, Islandia, que tenían una gran prosperidad con dineros especulativos, están hoy sumidos en profundos problemas.
El dinero especulativo acaba con la economía de los países, acaba con la economía de todos los ciudadanos, ilusiona a los pobres y finalmente los deja más pobres.
Las autoridades que están investigando estos ilícitos en Colombia, han venido allegando pruebas que podrían comprometer a personas dueñas o promotoras de estos ilícitos, no sólo en el delito de captación masiva e ilegal de dinero, sino también en delitos como el enriquecimiento ilícito, el narcotráfico, el lavado de activos y otros.
Es mejor, es mejor, ir por el camino de la ortodoxia, así la ganancia sea menor, que dejarnos ilusionar por estas tendencias especulativas que terminan quebrando a todas las familias.
Hago llegar un saludo lleno de afecto a todos los compatriotas que han sido damnificados por esta ola invernal.
Nos duele mucho lo ocurrido en la ciudad de Medellín, en Ibagué, en Venadillo, en Manizales. Vamos a ver cómo esta semana podemos estar en estas ciudades colombianas acompañando a nuestros compatriotas, como lo hicimos la semana anterior en Ibagué, en Rionegro y en Soledad, Atlántico.
Compatriotas, es mejor tomar unas medidas que protejan la economía contra los riesgos de las graves perturbaciones económicas y sociales, que, por evitar contradicciones, que por evitar algún malestar, no se tomen esas medidas y mañana o pasado mañana millones de colombianos terminen arruinados.
Ayúdenos, denuncien las ‘pirámides’. Vayan donde su alcalde, donde su gobernador, para que las podamos intervenir.
Muchas gracias, feliz noche”. |