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Octubre 17
Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el acto de inauguración de la nueva sede del periódico La Tarde, en Pereira

Pereira, 17 oct (SP). “Acudimos a La Tarde a rendir un homenaje a la libertad de prensa. Un homenaje a los valores de este periódico, que acaban de ser expresados, de manera clara, por su Gerente General, la doctora Beatriz Helena Mejía Londoño, y por el señor ex presidente de la República, doctor César Gaviria Trujillo.

Nos decía Beatriz Helena Mejía Londoño, en palabras sobrias que fluían del alma, sobre el compromiso de La Tarde con su ciudad, con su región, con la independencia de criterio, con la moral y con la ética.

Y acabamos de escucharle al señor ex presidente César Gaviria una pieza sobre lo que significan los valores democráticos expresados en los medios de comunicación. La tarea de vigilancia que tienen que cumplir los medios de comunicación.

Permítanme decir, haciendo eco de las palabras del señor ex presidente César Gaviria, que es la tarea más importante del Estado de Derecho.

En la génesis del Estado de Derecho se ha hablado de diferentes elementos, que en diferentes periodos de la historia lo caracterizan.

En algún momento se dijo: ‘Es el Estado de la Constitución escrita, de la ley heterónoma, ajena al criterio del gobernante’. En otro momento se dijo: ‘Es el Estado de los organismos de control, independientes al Ejecutivo; es el Estado de la adición de los poderes’.

Yo diría que todo eso ha sido muy importante y se ha venido ganando en un proceso histórico, pero el elemento diferencial, por excelencia, hoy, es el control de opinión. La amplia participación de opinión y el control de opinión.

Y esa es la tarea que hacen posible los medios de comunicación al ejercer las libertades: hacen posible el Estado de Derecho, a través de ese principio característico fundamental que es el control de opinión.

Quiero rendir un homenaje a este nuevo esfuerzo de La Tarde.

Fue muy grato, hace tres años, venir a compartir con ustedes los 30 años del periódico. Y es hoy muy grato que poco tiempo después asistamos a la inauguración de esta bellísima sede y de estos modernísimos equipos. Un homenaje a todos.

Uno entra al periódico, yo le decía al doctor Alejandro Galvis Ramirez, (Presidente de la Junta Directiva del Periódico La Tarde): ‘Que estructura tan bella y tan liviana, nada pesada’.

Me decía: ‘El diseño a cargo del ingeniero Luis Jaime Restrepo, la construcción de Felipe Calderón’.

Enseguida los equipos, modernísimos, que les permitirán producir, desde aquí, los periódicos para otras ciudades colombianas. Allá digitan, aquí reciben, aquí imprimen y en las respectivas ciudades distribuyen. Creo que es un esfuerzo periodístico encomiable.

Quiero rendirle un homenaje a todos, encabezados por el doctor Alejandro Gálvez Ramirez.

Doctor Alejandro, pocos países en el mundo se dan hoy el lujo de estar inaugurando una sede como la que inaugura La Tarde.

Diría yo que en América Latina hay temores -a los que ya se refería el Presidente Gaviria- de que algo puede querer afectar la libertad de prensa, que frena estas inversiones.

En otros países, los conglomerados han confundido la prensa con negocios de oportunidad y, entonces, también han afectado los recursos para defender la prensa.

Usted es un caso excepcional: buscando todos los días cómo se fortalece este grupo de periódicos que tanto ayudan a la democracia colombiana.

Le rendimos un homenaje a usted, a su familia, a todos sus colaboradores.

Yo tuve la gratísima oportunidad de conocer a su padre. Esa gran personalidad de los principios democráticos. Y en esta tarde de felicidad en el periódico, le queremos extender nuestra más sentida solidaridad por el fallecimiento, hace pocas semanas, de doña Alicia Ramirez de Gálvez, su señora madre.

Lo felicitamos de todo corazón, doctor Alejandro.

Confianza basada en tres pilares

Apreciados compatriotas, Presidente Gaviria, doctor Alejandro:

En este Gobierno trabajamos una visión elemental para la Patria, pero muy sentida; anclada en las convicciones y en el corazón: construir confianza en Colombia, fortalecer la confianza en Colombia sobre tres pilares:

La SeguridadDemocrática, la confianza con responsabilidad social y la cohesión social.

La SeguridadDemocráticay la confianza para invertir crean un marco de prosperidad sin el cual no es posible avanzar en las políticas sociales. Y en la medida en que estas avanzan se constituyen en validadores que permiten que en el Estado de opinión, que es el nuestro, la Seguridad Democrática se entienda como un valor democrático, como una fuente de recursos; se le dé sostenibilidad en el tiempo, y que se entienda, también, que es imposible hablar de cohesión social si no se dan las garantías para que prospere la inversión.

Esta tarde encontramos aquí la mejor fotografía de cómo se relacionan la Seguridad Democrática y la confianza inversionista.

La SeguridadDemocráticaentiende la seguridad como un valor democrático; como un principio fundamental para el ejercicio de las libertades.

La libertad de prensa

La libertad de prensa es la libertad por excelencia; la libertad insignia. Y justamente hoy vemos que se da confianza inversionista justamente en el ejercicio de la libertad de prensa.

Esta inversión de La Tarde, que hace parte de nuestro segundo pilar de confianza, la confianza inversionista, está profundamente relacionada con el carácter democrático de nuestra seguridad, que es el primero de esos pilares para construir confianza en Colombia.

Nosotros le rendimos un homenaje a la historia de Colombia en materia de respeto a las libertades. No han estado afectadas por los gobiernos, pero sí seriamente amenazadas por el terrorismo.

Años antes de la Seguridad Democrática, Colombia asistió a que en periodos de un año se asesinaba a 15 periodistas y estaban bastante amenazados en las regiones de Colombia.

Con valor, en muchas partes resistieron, como lo ha referido el Presidente Gaviria al equipo periodístico de La Tarde. En otras partes, la intimidación los obligó a guardar silencio o a abandonar sus lugares de trabajo.

El año pasado fue asesinado un periodista en Villavicencio, gran amigo, por razones diferentes al ejercicio periodístico. Este año, a la fecha, las autoridades no registran asesinato de periodistas.

Encontramos en las regiones de la Patria un periodismo menos amenazado, más tranquilo, en un mejor ambiente para el ejercicio de sus libertades, para su tarea de defensa del Estado de opinión.

Nuestro compromiso es persistir en esa lucha, para que a través de la seguridad los colombianos recuperemos plenamente las libertades.

Este esfuerzo también es un esfuerzo derivado de la confianza inversionista en Colombia.

Tenemos que hablar de las condiciones para esa confianza inversionista y de la manera como el Gobierno la estimula, para referirnos a las circunstancias difíciles que enfrenta la economía mundial y nuestro país.

Hemos hablado de la responsabilidad social como condición para la confianza inversionista.

¿Cómo entendemos esa responsabilidad social?: En una relación absolutamente transparente entre la inversión y el Estado. Transparencia en la asignación recontratos, transparencia en la solución de disputas, transparencia en la tributación.

La libertad de prensa posibilita la vigilancia para que quede esa transparencia.

Responsabilidad social

Entendemos la responsabilidad social como la responsabilidad de la inversión con la comunidad, más allá de los mínimos legales.

Esta mañana, al inaugurar en su tierra, doctor Alejandro, en Barbosa (Santander), una planta de alcohol carburante para apoyar a los pequeños productores de caña, que ha sacado adelante el Ministerio de Agricultura, nos daba mucho orgullo poder expresar que es tecnología colombiana, desarrollada en Colombia, de pequeña escala, para un país de tantos núcleos de pequeños productores dispersos por toda la geografía y con la última tecnología en materia de protección ambiental. Esa planta no vierte ningún desecho contaminante.

La responsabilidad social de la inversión tiene hoy grandes compromisos con la comunidad, como ese compromiso en materia ambiental.

Creemos que la responsabilidad social de la inversión es fraternidad laboral. Y de eso sí que hay que hablar en estos días.

Al país le ha hecho mucho daño el odio de clases que nos trajeron en los años 70. Por un lado lo encarnaron las guerrillas; después, por otro lado, el paramilitarismo y, finalmente, se unieron a través del narcotráfico, que encarna el desprecio por la Ley, por la ética y por la moral. Y al mundo entero le ha hecho mucho daño el capitalismo salvaje.

Por eso, nosotros creemos profundamente en la fraternidad laboral. Estamos procurando trabajarla en todo el país.

El Congreso de la República acaba de aprobar dos leyes de gran importancia en esa dirección: una que restringe las cooperativas de trabajo asociado y otra que hace unas redefiniciones sobre calificación de la ilegalidad de la huelga y tribunales de arbitramento.

Creemos en el cooperativismo, en sus valores cristianos y democráticos. Pero no se puede utilizar para maltratar los derechos de los trabajadores.

La nueva Ley obliga que las cooperativas de trabajo asociado no puedan ser intermediarios laborales; que tienen que cumplir con todas las obligaciones en materia de remuneración, de prestaciones sociales; en materia de pago de impuestos parafiscales.

Esperamos que rápidamente trabajadores, cooperativas e ingenios del Valle del Cauca puedan llegar a un acuerdo fraterno.

Es tan grave la administración de lo público a través de esa mezcla perversa entre la politiquería y los excesos sindicales, como la administración de lo público maltratando los derechos de los trabajadores, con la apelación a un cooperativismo mal entendido.

La segunda ley es la Ley que traslada la competencia del Ejecutivo para calificar la ilegalidad de la huelga a la Justicia.

Hasta hace dos meses era el Ejecutivo colombiano el que calificaba la legalidad o ilegalidad de una huelga. Ahora es la Justicia.

Esa Ley también dice que ya el Gobierno no mantiene la competencia de convocar a un tribunal de arbitramento obligatorio, cuando una huelga complete 60 días. Esa competencia desaparece y se crea la capacidad del consenso entre empleadores y trabajadores para hacer esa convocatoria.

Tenemos preocupaciones, por supuesto, porque acaba de empezar la vigencia de la Ley y tengo que hacer un comentario respetuoso, pero claro.

Tengo que expresarles a mis compatriotas, ante una audiencia tan importante como la que se congrega hoy en La Tarde, la preocupación por la circunstancia de que no se haya declarado la ilegalidad de esa huelga, de ese paro.

Una Ley Estatutaria de la Justicia establece, sin ambigüedad, de manera expresa, que la Justicia es un servicio público esencial.

Este Gobierno ha sido de la idea de que sea la jurisprudencia en cada caso la que diga si un servicio público es esencial o no es esencial. La Constitución prohíbe la huelga en el servicio público esencial. Pero, por vía excepcional, en el caso de la Justicia, no es la jurisprudencia la que debe decir si el servicio es esencial o no es esencial, porque ya lo dijo la Ley Estatutaria.

Definido eso, el carácter esencial del servicio por la Ley Estatutaria, la Justicia, en ejercicio de la nueva competencia de la cual se despojó al Gobierno, está en mora de decirle al país que ese paro es ilegal.

Les he dicho a los compatriotas de la Justicia, a lo largo de todos estos meses, que este Gobierno no puede incurrir en el extremo de ser irresponsable, ofreciéndoles unas remuneraciones que no se podrán honrar en el futuro. Pero que este Gobierno tampoco ha estado en el otro extremo de ser indolente.

La Ley4ª de 1992 ordenó unas nivelaciones que en gobiernos anteriores al nuestro se cumplieron, con un gasto anual para el Estado que representa 700 mil millones de pesos.

El Gobierno nuestro ha procedido a reconocer sabias reivindicaciones adicionales: un decreto de 2004 reconoció un incremento para los magistrados de los tribunales; un decreto de 2005, para los jueces y empleados; un decreto de 2006, una prima para los empleados.

Esos tres decretos, el año entrante valen 200 mil millones de pesos y los nuevos decretos para mejorar especialmente la situación de los empleados, valen 111 millones de pesos.

Este Gobierno ha hecho un esfuerzo enorme que le representa al país, en 2010, 311 mil millones de pesos anuales, para mejorar todavía más las asignaciones de la Justicia.

Presidente Gaviria: al comparar el Presupuesto Nacional 2001-2009, casi que duplicamos las apropiaciones presupuestales para la Justicia.

Hemos hecho un esfuerzo enorme; no fácil, dados nuestros problemas fiscales y de endeudamiento.

Estamos haciendo el esfuerzo, con presupuestos adicionales, para que toda la Justicia colombiana quede en línea; para que todos los juzgados colombianos estén conectados, en línea con los tribunales y las cortes y, también, en línea con los usuarios.

Hemos asistido casi todos los años a las asambleas de la Justicia, a tener prácticamente un consejo comunitario con ellos y a ir definiendo estos temas que le implican al país un enorme esfuerzo presupuestal.

No entendemos por qué se hizo este paro.

La conmoción interior

¿Y por qué la conmoción y cómo aspiramos a manejar la conmoción?:

Porque durante este paro salieron de la cárcel 2 mil 720 criminales de alta peligrosidad; se dejaron de notificar 36 mil tutelas; se atrasó la notificación de 500 mil providencias de los despachos judiciales y se dejaron de realizar miles de audiencias, especialmente de jueces de garantías. Y cuando un juez de garantías no realiza una audiencia, la persona que ha sido físicamente aprendida por la Policía con una orden del Fiscal, tiene que ser puesta en libertad.

Eso es lo que para el Gobierno configura el cuadro de la conmoción.

¿Cómo aspiramos manejar la conmoción? Con valores democráticos.

Lo repito hoy en La Tarde: no hemos ejercido la facultad de conmoción para fortalecer competencias del Ejecutivo. En lugar de trasladar una sola competencia de la Justicia al Ejecutivo, lo que hemos hecho es fortalecer las competencias de la Justicia.

Se discutió, cuando se decretaba la conmoción, que el Gobierno recuperara transitoriamente la facultad de declarar ilegal la huelga. Y el Gobierno definió no hacerlo. Dijimos: esa facultad se le ha entregado a la Justicia por Ley de la República, dejémosla allá. Eso sí, esperamos que la ejerza.

Porque, además, desde el punto de vista jurídico, el Gobierno entendió que la solución es desatrasar lo atrasado y que necesariamente la problemática creada no se resuelve con la declaratoria de ilegalidad. Habría ayudado a prevenir. Habría ayudado a prevenir la problemática que se creó.

Pretendemos con esta conmoción, exclusivamente, desatrasar el atraso adicional de la Justicia ocasionado por este cese de actividades. El atraso histórico, el Gobierno es conciente que no podemos pretender enfrentarlo con la conmoción.

Pero aspiramos, la semana entrante, entregar a consideración del Congreso de la República dos materias, en un proyecto o en dos proyectos de ley:

Primera materia: proponer que algunas de las normas de conmoción se conviertan en legislación permanente. Más competencias a la Justicia para el nombramiento de los jueces, más facilidades a la Justicia para poder enfrentar periodos de dificultad.

Por ejemplo, que también la Justicia pueda contratar, de acuerdo con su criterio, con el sector privado, las notificaciones. En 35 días se nos atrasaron 500 mil notificaciones. ¿Por qué va a ser malo que la Justicia, ella misma, contrate con el sector privado una tarea fundamental que es la tarea de notificación?

Y aspiramos a agregarle a ese proyecto otras normas para buscar un objetivo: que en 2010 la Justicia colombiana esté básicamente al día. Eso cuesta. Hay que hacer adiciones presupuestales y estamos dispuestos a hacerlo.

La LeyEstatutariareciente permite que en la Justicia comercial y civil se derrame un arancel. Lo vamos a hacer; lo vamos a proponer en la ley.

La Justiciaes un servicio público, por regla gratuito. Pero en un país de dificultades y de desigualdades y en un país de restricciones fiscales, yo creo que es oportuno, para los juicios civiles y comerciales de alta cuantía, imponer un gravamen que ayude a financiar la Justicia.

Estos pasos que hemos dado con esas leyes son pasos de fraternidad laboral. Pero la fraternidad laboral no se puede convertir en permisividad.

Situación de la economía

También creemos que otra condición de responsabilidad social es revisar el capital especulativo. En buena hora el Presidente Gaviria se ha referido a la materia.

En los últimos dos años el Gobierno ha enfrentado un debate. Hace dos años el Gobierno expresó que la confianza inversionista no se puede dar sobre la base de entregarle rienda suelta al capital especulativo, para que proceda como un potro chúcaro, sin barreras.

Por eso mantuvimos, en contra del debate, una serie de restricciones a los capitales de corto plazo, que por las circunstancias del momento y porque cambió la tendencia de la tasa de cambio, se han modificado.

Hemos acabado ya de desmontar esos controles.

Creemos que el mundo y el país tienen que estar atentos. El capital especulativo finalmente es el gran enemigo del capital productivo y es el gran enemigo de la confianza inversionista.

A mí me decían: ‘Presidente, a Colombia no le van a devolver el grado de inversión porque su Gobierno no ha querido desmontar los controles a los capitales de corto plazo.

Creo que los hechos nos han dado la razón. Que los gobiernos no pueden renunciar a esas herramientas de intervención. Y en buena hora se utilizaron.

Cuando hablamos de las condiciones para la inversión, hablemos también de los estímulos.

El primero: este es un Gobierno garantista de la inversión privada, doméstica e internacional; de la libertad de iniciativa de emprendimiento. Y hay que repetirlo. Eso es muy elemental, pero no está totalmente ganado.

Vemos lo que pasa en el vecindario. En muchas partes quieren hoy sustituir la creatividad de la iniciativa privada, regresando a los monopolios estatales como soportes del desarrollo. Mientras allá hay hostilidad frente a la iniciativa privada, aquí hay toda la amistad frente a la iniciativa privada.

Regresar a esos monopolios estatales hace mucho daño.

Pienso yo, apreciados compatriotas, que la historia todavía no ha dado respuestas a cuál fue la variable más determinante de la caída del Muro de Berlín, del colapso de Unión Soviética, de la transición de la China de Mao Tse Tung a la de Deng Xiao Ping: si la falta de libertades o la falta de calidad de vida.

Uno se imagina que incidió mucho la falta de calidad de vida. Desde Alemania del este, por las rendijas del Muro de Berlín, observaban la prosperidad en la calidad de vida en la Alemania Occidental. El pueblo soviético era testigo de una gran carrera armamentista y de un gran atraso en calidad de vida. La revolución socialista de Mao Tse Tung empezaba a mostrar profundos signos de fatiga, por mala calidad de vida del pueblo chino.

Y esa mala calidad de vida la causaron los monopolios estatales en los que se fundamentaron esos modelos económicos, que también fracasaron en América Latina.

Fracasaron en el Brasil, entre los años 30 y los años 60; en la revolución boliviana de 1950; fracasaron en la revolución del general Velasco Alvarado en el Perú.

Uno teme muchísimo que, al rebajarse el precio del petróleo y al estancarse la posibilidad de producción en países de América latina, nos venga una crisis allá, que produzca impactos aquí. Que puede tener el agravante de que esa crisis de petróleo, esté acompañada de una destrucción de la iniciativa privada y de una gran recesión en la capacidad de producir, por temor del sector privado.

Es un momento en el cual hay que tener en Colombia mucha confianza para la inversión. En eso hemos avanzado y ese activo hay que preservarlo ahora en la amenaza de esta crisis.

Mejoramiento macroeconómico del país

Nosotros hemos avanzado en el mejoramiento macroeconómico del país. Usted sabe, Presidente Gaviria, que encontramos un déficit en el Gobierno Nacional Central del 6,2 por ciento. Que si a eso se le suma lo que empezó a ocurrir desde 2003, que venía de atrás: la insuficiencia de las reservas del Seguro Social, ese déficit era del 7,5 por ciento. Lo hemos reducido al 3,2. Solamente el año entrante le tenemos que trasladar al Seguro Social 7 billones de pesos para que complete el pago de pensiones.

El Gobierno Nacional Central el año entrante pagará 22 billones en pensiones. Este es un país que ha honrado las pensiones. En otros países de América Latina los procesos inflacionarios deterioraron la capacidad adquisitiva de las pensiones y no hubo reajustes. En Colombia las pensiones fueron defendidas. Han sido defendidas de los procesos inflacionarios. Pero aquí nos cuesta mucho. Y eso ha sido responsabilidad social.

Mientras que en resto de América Latina el promedio del costo pensional es del 2,5, aquí solamente en el Gobierno Nacional Central excede el 5 por ciento del PIB. Sin todavía sumarle a eso que las pensiones de Ecopetrol, que las de la vieja Telecom, que las de los departamentos, que Risaralda, que la ciudad de Pereira, etcétera. El costo pensional del país es bien alto.

A pesar de eso, el déficit del Gobierno Nacional Central se ha bajado al 3,2. En agosto de 2002 el déficit consolidado de la Nación era del 4,2 por ciento. Ha venido oscilando, en los últimos meses, entre el 0,8 y el 1,4 por ciento. El ideal es llegar al equilibrio.

En unos minutos me voy a referir al tema del gasto oficial y el equilibrio, porque ahí hay una controversia nacional. Y bienvenidas todas las controversias constructivas en este momento, cuando tenemos que pensar muy bien cómo enfrentar esta crisis de la economía.

El endeudamiento estaba casi en el 50 por ciento del PIB. Se ha bajado al 27 por ciento. La meta del Gobierno es terminar 2010 con el mismo endeudamiento, en cifras absolutas, que 2009: 147 billones.

Si hoy incluyéramos a Ecopetrol en las cuentas nacionales –ya no podemos incluir a Ecopetrol porque el 10,5 por ciento es de propiedad de 465 accionistas–, el endeudamiento nuestro estaría en el 25 por ciento. Porque Ecopetrol es un acreedor neto y no debe dinero. Hemos hecho un gran esfuerzo en el endeudamiento.

Reforma del Estado

Hemos reformado 411 entidades del Estado. Creo que en la discusión del gasto público es bien importante mirar eso. ¿Qué fuera del país sin la reforma de Telecom? ¿Ustedes se imaginan el gerente de Telecom pidiéndole al Ministro de Hacienda 500 mil millones para el pago de pensiones? ¿Una Telecom sin capacidad de invertir? La nueva puede invertir en este cuatrienio 8 billones. Ecopetrol, antes de la reforma, tenía capacidad para invertir 700 millones de dólares. La reforma este año solamente le da capacidad para invertir más de 4 mil millones de dólares.

El país ha venido extendiendo la autosuficiencia en materia petrolera. Estaba para el año 2008. Confiamos que al terminar este año, a pesar de que no ha habido hallazgos grandes, se pueda certificar ya autosuficiencia hasta el año 2017.

Estamos reformando ahora todas las clínicas del Seguro Social. Estamos pasando del desgreño estatal a la eficiencia social.

Ustedes van a las clínicas de Bogotá del Seguro Social: en un gran proceso de mejoramiento. Ya no las maneja esa mezcla de politiquería y excesos sindicales. Las maneja una sociedad de la caja de compensación Compensar, la Universidad del Rosario y la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios.

Van a Santa Marta. La clínica del Seguro Social de hoy es excelente. Manejada por la Fundación Cardiovascular de Bucaramanga.

Cartagena: manejada por otra fundación.

Vamos a reformarlas todas.

La reforma del Estado hasta ahora nos ha ahorrado 6,28 del PIB, para un periodo de seis años. Vamos a seguir en esta reforma. Creo que es la gran contribución de este Gobierno al saneamiento fiscal de la Nación.

Reformas muy difíciles. El Presidente César Gaviria sabe lo difícil que era emprender la reforma de Telecom, la reforma de Ecopetrol. Esos radicalismos ideológicos que la impedían.

Y en una América Latina donde hoy prevalece la tendencia de que todo lo petrolero tiene que ser estatal, haber hecho Colombia la reforma laboral, la pensional y la reforma de capitalización de Ecopetrol, es una excepción, que para muchos era imposible. Seguiremos en esa tarea. Eso crea confianza inversionista.

Gasto público

Se discute el gasto público. Sí. Creo que no podemos dejar de hacer los esfuerzos que requerimos en seguridad, infraestructura y programas sociales básicos.

Cada vez que vengo a Risaralda, mis compatriotas de Risaralda, con toda razón, me reclaman: ‘Presidente, sí, se superó el pleito de la Autopista del Café’. Pero antes me reclamaban el puente de Boquerón. Ahí ya se ve. Se está construyendo. Y la variante sur – sur. Primero logramos financiar cinco kilómetros. Hay que hacer el resto.

Me dicen: ‘¿Cómo vamos a ser competitivos si no tenemos salida al Pacífico?’. Ahí estamos en la tarea de rectificar y pavimentar toda la carretera de Risaralda al Chocó, a Las Ánimas. Y de hacer la carretera de Las Ánimas a Nuquí.

Para no hablar de todos los temas de infraestructura.

Mire, Presidente Gaviria: hemos logrado este año 145 millones para cada municipio para vías terciarias. No les alcanza. Para el Gobierno es un esfuerzo enorme. Vaya hable con los Alcaldes. Vamos a ver si para el año entrante, en medio de estas dificultades, logramos colocarle a cada municipio entre 180 y 200 millones. Para el Gobierno, y más en esta crisis, un gran esfuerzo. Vaya a ver las dificultades para los municipios.

Esta mañana me decía el doctor Horacio Serpa, Gobernador de Santander, en un discurso en Barbosa. Me decía: ‘Presidente, no vaya a hacer eco de algunos economistas de Bogotá que recomiendan, para resolver la crisis, que se recorten las transferencias’.

Y le dije: ‘Gobernador, no pudimos hacer eco cuando nos decían que había que regresar a la Constitución del 91’. Y hago un paréntesis, porque el Presidente Gaviria sabe que he sido defensor de muchos aspectos de la Constitución del 91, como la carrera administrativa, la concepción de la seguridad social, la tutela, los derechos fundamentales. En esa materia, no por convicción sino por realidad fiscal, tuve que apartarme de la Constitución del 91.

Pero miren cómo es la vida. En el momento en que aprobábamos el último acto legislativo, una gran oposición porque no regresábamos a la Constitución del 91. Y ahora empieza a crecer una oposición que porque las transferencias fueron muy generosas.

Voy a tener que pedir unas ayudas, Presidente Gaviria. Vaya pensando cómo me va a ayudar a defender estas transferencias.

En este momento de crisis, cuando muchos me van a pedir que recorte estas transferencias, necesito ayudas para decir: a pesar de la crisis, este país no puede afectar la descentralización. En lo cual hemos avanzado bastante. Y dio una gran contribución la Constitución de 1991.

Miren: ¿qué falta en Colombia? ¿Recursos o descentralización? Creería que recursos.

Cuando uno ve el conjunto total del gasto público en Colombia y lo desagrega, encuentra que las entidades territoriales ejecutan el 51 por ciento del gasto estatal. Eso es un gran avance en descentralización.

Sin sumar otros aspectos. El sistema de transporte masivo de Pereira, el Gobierno Nacional lo financia en un 70 por ciento, pero lo ejecuta la ciudad. Hay otros rubros de gasto donde el Gobierno Nacional es el gran cofinanciador, pero ejecuta la entidad territorial.

Creo que tenemos que poner mucho cuidado sobre el tema del gasto público.

Se critica mucho algún gasto. Por ejemplo, de Familias en Acción. El Presidente Andrés Pastrana introdujo el programa como un programa experimental: 220 mil familias. Nosotros empezamos a verle virtudes. Porque es un subsidio directo a las familias pobres para garantizar la educación, la nutrición y la salud de los hijos.

Hemos pasado de 220 mil familias a un millón 700 mil. Y tenemos que llegar a 3 millones. Porque Colombia tiene en los estratos más pobres y populares 19 millones de ciudadanos.

Creo que en una época de dificultades como ésta, es prioritaria en un Estado Social de Derecho la protección a los sectores más pobres.

Armonía social y estabilidad política

Y les he propuesto a mis compatriotas otra reflexión: este país tiene más debate político que conflicto social, a diferencia de otros países del continente.

¿Para qué sirve un país que tenga muy buenos indicadores macroeconómicos, si no es predecible su futuro político, si no es predecible la estabilidad de las reglas de juego?

Nosotros creemos que lo que primero necesita Colombia es estabilidad hacia el largo plazo. Y que en la medida en que avancemos con programas sociales, se pueden crear condiciones políticas de estabilidad.

Sin estabilidad, los buenos indicadores macroeconómicos son flor de un día. Al otro día pueden estar desechos. Entonces nosotros preferimos aplazar la llegada del equilibro fiscal, pero anticiparnos con gastos sociales.

Les propongo a mis compatriotas, desde ‘La Tarde’, esa reflexión. Eso le puede dar al país muestras claras de que estamos luchando eficazmente por la armonía social, que es lo que finalmente garantiza estabilidad política en el largo plazo. Para tenerlo en cuenta sobre el debate sobre el gasto público.

Llamado a alcaldes y gobernadores

¿Qué les tenemos que pedir ahora a alcaldes y gobernadores? La mayor eficiencia. Ayer, por ejemplo, estuve en un municipio bien administrado, etcétera, pero con un exceso de personal. El Estado no puede estar al servicio de las nóminas. El Estado tiene que estar al servicio de la comunidad. Hay que escoger en qué gastamos, si en nóminas y clientelismo o en atención a la comunidad.

Con esta situación fiscal hoy de la Nación y estas complejidades de la economía mundial, los alcaldes y gobernadores nos van a tener que ayudar haciendo mayores esfuerzos. Porque todos los días es más difícil para la Nación atender sus requerimientos.

Un país con confianza inversionista

Veo dos países en esta crisis: un país con confianza inversionista y otro país en crisis también pero sin confianza inversionista. Creo que nosotros tenemos en la confianza inversionista una buena ayuda para tener menos dificultades en esta crisis. Esta obra de ‘La Tarde’, lo que vimos esta mañana en Santander, anoche asistimos a la inauguración de una planta cervecera de última tecnología, de 410 mil millones de inversión en la ciudad de Cali.

Estímulos tributarios

Y entonces viene el tema de los estímulos tributarios. En efecto, a nosotros este año se nos ha caído el recaudo. A primero de octubre, registrábamos un recaudo inferior en 312 mil millones a lo que habíamos esperado.

Hay que preguntarnos por qué. ¿Por lo estímulos tributarios? No. ¿Qué culpa tienen los estímulos tributarios que requiere la nueva planta cervecera de Cali en la caída del recaudo, si era una inversión que no existía, que apenas empieza.

El doctor Alejandro me confirmaba que estas inversiones de ‘La Tarde’ se apoyan en otro estímulo tributario. La de Cali se apoya en el nuevo concepto de zonas francas. Esta en la posibilidad de deducir el 40 por ciento la inversión. Y de hacer efectiva esa deducción en el número necesario de años, después del año en que se realiza la inversión. Es una inversión nueva. ¿Qué culpa tiene por la caída del recaudo este año? Les pediría a los compatriotas mirar ese tema: que estos estímulos tributarios hacen parte del conjunto de políticas para estimular la inversión.

Y nos hemos tenido que separar de la literatura. Los ensayos del Banco Mundial dan para todo. Unos dicen: los estímulos tributarios son necesarios. Y otros dicen: el crecimiento de la economía no es sensible a los estímulos tributarios.

La realidad muestra otra cosa. Cuba, República Dominicana y Costa Rica se han convertido en grandes atracciones al turismo, por estímulos tributarios a los inversionistas. Irlanda, con los estímulos tributarios, se convirtió en el gran milagro europeo. Nosotros hemos visto que la tasa de inversión nos ha pasado en estos años del 12 – 14, al 27,5. Y los estímulos tributarios han ayudado mucho.

Por qué la disminución del recaudo

¿Entonces qué nos ha causado la caída del recaudo? Quiero explicarlo esta tarde en ‘La Tarde’.

Primero, el comercio exterior. Un carro que iba a llegar a Colombia en el primer semestre, el Gobierno se había preparado para que ese vehículo se liquidara para impuestos aduaneros con dólar a 2 mil, 2.200 pesos. Ese carro vale 100 pesos. Debería haberse liquidado el impuesto sobre una base de 200 mil pesos, 220 mil. Pero como el dólar estuvo a 1.800 – 1.700, entonces se liquidaron los impuestos sobre una base entre 170 mil y 180 mil. Eso nos pasó con el comercio exterior hasta hace cuatro semanas.

Lo otro que nos ocurrió: se disminuyó la importación, que ha generado menos impuestos pero también menos déficit cambiario. El país este año tenía un presupuesto de déficit en la balanza del 5,5. Va a estar alrededor del 2. Del 2,15. Unas por otras.

El otro problema: llego a Pereira, a Medellín, a Cali, a Armenia. Y me dicen: ‘Presidente, con dólar de 1.700 pesos se quiebra la cadena textil-confección’. Y aquí sí que se perdieron empleos. Hay que entrar a protegerlos. ¿Qué nos tocó hacer? Nos tocó quitarle el arancel a materias primas de esa cadena, para que su producto final pueda ser más competitivo. Menos recaudo arancelario.

Me reúno con los cafeteros, con los agricultores: ‘Presidente, no somos capaces de producir con el costo de los fertilizantes’. Muchos asociados al petróleo, otros hermanos, como el potasio y el fósforo. ¿Qué nos tocó hacer? Nos tocó quitar el arancel a los fertilizantes. Menos recaudo.

Ese conjunto de medidas ha producido un recaudo en 312 mil millones menos de lo esperado. Y vemos con preocupación los meses que vienen.

Positivos y negativos

Veo que el país tiene unos puntos positivos para defenderse de esta crisis y unos riesgos. Voy a tratar de tener la mayor objetividad, porque el Gobierno tiene que ser objetivo, pero sin ser alarmista, porque Colombia ha ganado mucha confianza y no la ponemos afectar.

Aspectos positivos. Ya el Presidente Gaviria se refería. Tenemos mejor cantidad de reservas. Hemos pasado de 10.700 millones de dólares a casi 24 mil.

Segundo aspecto positivo. El sistema financiero está mejor. Fogafin no tenía reservas. Hoy tiene 6 mil millones de dólares en reservas, construidos en este Gobierno. Y lo encontramos negativamente. Cada año nos ha tocado del Presupuesto Nacional un billón, un billón 200 mil millones. Y le hemos construido 6 mil millones de dólares en reservas a Fogafin.

Otra expresión bien importante. Aquí no se puede hablar de tranquilidad sino de relativa tranquilidad. El Gobierno cambió, Presidente, los criterios para estimar los riesgos en la colocación de créditos. Se adoptó el sistema de riesgo implícito por sector. Eso nos ha permitido aumentar la cobertura. Por cada peso de deuda con vencimiento de más de un mes, antes se tenían 39 centavos en provisión. Hoy tenemos 1,10. O sea que hemos mejorado bastante.

Hasta aquí hemos hablado de tres factores a favor: confianza inversionista, más reservas y mejor situación del sector financiero.

Déjenme hablar de los aspectos negativos. La financiación, la liquidez. Nosotros no solamente hemos disminuido el endeudamiento como porcentaje del Producto, sino que hemos cambiado su perfil.

Antes la deuda pública colombiana en un 70 por ciento era deuda en moneda extranjera. Hoy en un 25 por ciento. Hemos aumentado la deuda pública sobre el mercado interno. Hoy el mercado interno financia el 75 por ciento de la deuda pública colombiana. Es mejor la situación.

Así y todo, el año entrante necesitamos 2.400 millones de dólares de deuda externa. Teníamos programados 1.400 con los bancos multilaterales y 1.000 con los mercados. Habíamos mejorado mucho la posición con unos y con otros. Hasta hace cuatro semanas a los bancos multilaterales les sobraba dinero y les faltaban requerimientos de crédito. Hoy están totalmente invertida la situación: hay una avalancha de solicitudes de crédito sobre los bancos multilaterales.

Así y todo, el fin de semana anterior en las asambleas del Banco Mundial y del Fondo Monetario, el Ministro de Hacienda de Colombia cerró la financiación para el año entrante. Banco Mundial, Banco Interamericano y Corporación Andina de Fomento se han comprometido a suministrarle a Colombia 2.400 millones de dólares el año entrante. O sea que vamos a obtener, con los bancos multilaterales, la cuota que teníamos definida con ellos, más mil millones que teníamos para proponerle a los mercados. Si la situación de los mercados nos favorece, replantearemos el tema.

El Gobierno desde ya está haciendo esfuerzos para por lo menos asegurar financiaciones para el país en los años 2010 y 2011. Nos parece eso de la mayor importancia.

Inversión extranjera directa

Estamos buscando también otras fuentes de inversión extranjera directa para el país. Porque tenemos algún temor de que la inversión extranjera directa, que ha crecido mucho en Colombia, se afecte porque los inversionistas necesitan créditos de los bancos extranjeros para poder desarrollar las inversiones que se proponen en Colombia.

Lo bueno y lo malo. Este país tenía una inversión extranjera directa menos constante y menos voluminosa. Aparecía Cupiagua, Caño Limón, Cusiana, y llegaba la inversión. La telefonía celular, y llegaba la inversión. Inversiones de 700 millones de dólares al año, 1.000 y 2.000. Altos y bajos muy pronunciados, más o menos entre ese rango.

En los últimos años hemos tenido inversión más constante y más cuantiosa. Cuando entró la cervecera, 10.500. Al año siguiente 6.500. El año pasado 9.028. Este año hasta julio todo nos estaba indicando que iba a ser un año entre 10 mil y 11 mil millones de dólares: 56 por ciento para minería y petróleo, 44 por ciento para el resto. Ahora no sabemos qué pueda pasar con los recursos de financiación que requieren los inversionistas. Por fortuna todos los días llegan inversionistas.

Los fondos árabes, que han perdido bastante en la pirámide financiera del Wall Street, ahora están bien interesados en invertir en Colombia. Estamos haciendo todos los esfuerzos para buscar diferentes fuentes de inversión extranjera en nuestro país.

Ayuda a cafeteros

Somos vigilantes y estamos dispuestos a escuchar cómo resolvemos esto. Ayúdenme todos para que no tengamos que afectar la descentralización, no tengamos que afectar la Seguridad Democrática, no tengamos que afectar las obras de infraestructura en un país que tiene tanto atraso en infraestructura, y no tengamos que afectar políticas sociales fundamentales como es Familias en Acción.

El Alcalde me decía: ‘Presidente, es que en Pereira hay 12 mil familias, pero necesito 30 mil’. Y el Gobernador me decía, del aeropuerto a aquí, me volvía a traer la radiografía de la pobreza del occidente de Risaralda, donde estamos haciendo un esfuerzo enorme de renovación de café.

Este año, Presidente, el apoyo del Gobierno Nacional a los cafeteros vale 200 mil millones. Alrededor de 100 mil para renovación cafetera, 40 mil en precios, porque estuvieron muy mal en el primer semestre, 36 mil en desmonte de aranceles para fertilizantes, y el resto en unos dineros para financiar parte de la extensión en asistencia técnica.

Y se acaba de hacer un acuerdo con los cafeteros que vale, para los próximos 4 años, al Gobierno colombiano, 900 mil millones, para apoyar a los más pobres en esos mismos programas. Muy difícil uno decirles a los compatriotas del occidente de Risaralda que no les va a seguir apoyando los programas de renovación cafetera.

O sea que esto es bien difícil, pero apretemos, no nos quejemos. Don Pepe Sierra decía: hay que sembrar caña cuando la panela está barata.

Colombia tiene hoy un factor a favor, que es la confianza inversionista. Estoy asombrado porque en todo el mundo hablando de crisis, y nosotros asistimos anoche a esa inauguración en Cali, esta mañana a esa inauguración en Santander, y ahora la de ‘La Tarde.

Doctor Alejandro: no nos deje perder la confianza. Siga haciendo inauguraciones como ésta. Que el país lo necesita, y lo necesita en este momento.

Presidente Gaviria: yo hablo con un común amigo, con Juan Guillermo Ángel, del poeta de la tierra, del bambuquero mayor, del maestro Luis Carlos. A las ediciones que ha hecho Risaralda se le escapó algo, que esta por ahí, en la tradición oral, que dice más o menos así: Si su norte el azar, si su aventura es su sino, si es la misma su actitud en la oquedad o en el pináculo, si en cada aldea campesina deja un poquito de su corazón en las trenzas de una mujer hermosa, si ha recorrido el mundo con las secretas repletas de su guarniel, ese a no dudarlo es el genuino paisa, a quien yo, de ser orfebre, tallaría sobre una roca con un bambuco en la guitarra y con algo que no puedo repetir en la boca.

Colombia no ha vivido pináculos. Colombia solamente ha vivido un pináculo: el pináculo infinito de sus libertades. Estamos en crisis, pero esta crisis tampoco puede ser oquedad. Y nuestra actitud de salir adelante, como en el canto del poeta, tiene que ser la misma en el pináculo o en la oquedad, la palabra con la cual él refería a los malos momentos.

Felicitaciones a ‘La Tarde’ y muchas gracias”.