Luego del temblor de tierra que sacudió a la región hace cinco meses, uno de los planes preferidos por los habitantes del municipio es ir a cine en una improvisada sala de proyección. La promotora de esta iniciativa es María Estella Moyano, una profesora que decidió ofrecerles otra alternativa de recreación a los habitantes del pueblo .
Quetame, Cundinamarca, 18 oct (SP). La tristeza que produjo entre los habitantes de Quetame observar su pueblo en ruinas como consecuencia del sismo del 24 de mayo de este año, fue el principal factor que tuvo en cuenta María Stella Moyano para ofrecer a sus vecinos una actividad diferente, que le devolviera la alegría a la gente.
Así, de la tristeza de los quetameros y del empuje de esta mujer, surgió la primera sala de proyección de cine en el municipio.
No es una sala cualquiera, es la cafetería "donde Stellita", ubicada en un costado de la plaza central de Quetame, junto a la Alcaldía y al Concejo municipal, y que fuera de servir como salón de cine y cafetería, también funciona como restaurante.
Su interior no es confortable ni alberga sillas abullonadas como las de los modernos cinemas de las ciudades, por el contrario, el salón aún deja ver los estragos del movimiento telúrico de mayo pasado.
La furia del temblor obligó a María Stella a cambiar las paredes de bloque por lonas verdes y plásticos, que logran amainar solo un poco las ráfagas de viento que bajan de la Cordillera Oriental.
Sin embargo, la incomodidad y el frío no son impedimentos para que allí solo reine la alegría.
"Nos propusimos llevarles distracción a estas personas, porque vimos la falta de recreación. Buscamos algo que cambie la rutina, ya que después del sismo todo ha cambiado", explica María Stella, una mujer menuda, nacida y criada en Quetame, que antes de estar al frente de esta sala de cine era docente de párvulos, atendía a 13 niños en la Casa de la Cultura, que también se vino abajo por el temblor.
Aunque las funciones proyectadas hasta el momento se pueden contar con los dedos de una mano, esta nueva diversión ya se convirtió en una de las diversiones predilectas de la gente de Quetame.
El valor del ingreso tanto para adultos como para niños es de tan solo 500 pesos, que incluyen, además del “boleto”, una porción de maíz y una gaseosa, para que sean consumidos durante la proyección de la película.
Antes de preguntar por qué es tan barata la entrada, María Stella se anticipa y nos explica su principal motivación en este nuevo trabajo.
"La idea no es hacer plata, el interés es que la gente tenga diversión, por eso les damos a los niños maíz y gaseosa, pero cuando la película es dirigida a un público mayor, les damos tintico para el frío", explicó esta quetamera, con la propiedad que podría tener un gran empresario de salas de exhibición de películas.
Las funciones son los jueves o los miércoles, claro está, cuando el video been y los equipos necesarios para la proyección –que alquila por una módica suma- llegan a la población sin inconvenientes.
Precisamente un inconveniente de última hora, fue el que impidió que se cumpliera la función programada para el jueves pasado.
"Las películas que se buscan son las que dejan mensaje, que diviertan, que distraigan. Por ejemplo esta que se canceló, que se llama originalmente Pies Felices, pero para que suene más llamativa la llamamos el Pingüino Bailarín. Cuenta la agilidad de unos pingüinos a la hora de conseguir las cosas, a pesar de las dificultades. Precisamente queremos reflejar en estos personajes a los habitantes del pueblo", subraya Stellita, la encargada de cambiar el semblante de un pueblo que hasta hace tan solo cinco meses solo conocía de tristeza. |