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Octubre 22

Alocución del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez

Bogotá, 22 oct (SP). “Compatriotas, buenas noches.

He querido ocupar los espacios de la televisión esta noche, con la presencia y acompañamiento de buena parte de mis compañeros de Gobierno, de los Altos Mandos, para referirnos al tema de las dificultades que se han venido presentando con algunas comunidades indígenas del departamento del Cauca.

Primero, quiero hacer una rectificación.

Me he propuesto, a lo largo de este Gobierno, buscar que asuntos tan delicados como el orden público, el restablecimiento de la seguridad en Colombia, se manejen por el Gobierno, con el ejemplo del Presidente de la República diciendo la verdad y nada más que la verdad a los colombianos.

Siempre he buscado la verdad, porque la Seguridad Democrática necesita una total confianza del pueblo colombiano.

Expresé, desde la semana pasada, después en el Consejo Comunitario de Quetame, en Cundinamarca, y hace dos noches en la Rendición de Cuentas del Ministerio de Protección, que la Policía y la Fuerza Pública no había disparado y también mostré las heridas que ha sufrido la Fuerza Pública, por explosivos y por acciones terroristas.

Pregunté, en varias ocasiones, a la Fuerza Pública que me confirmaran cómo habían ocurrido los hechos.

Me manifestaron que la Fuerza Pública no había disparado. En realidad, los Esmad, que son esos grupos de reacción antimotines de la Policía, utilizan escudos y utilizan bastones, pero no armas.

Ha aparecido en un canal de televisión un video que muestra a un integrante de la Fuerza Pública disparando. Entonces, aparece que el Presidente de la República le ha mentido al país y eso afecta la Seguridad Democrática.

Nosotros necesitamos toda la confianza de los colombianos en la Seguridad Democrática y eso no le permite al Presidente de la República mentir.

Hemos investigado esta tarde y hemos encontrado lo siguiente: el señor Ministro de Defensa, por la misma información que recibió el Presidente de la República, también ha salido a los medios de comunicación a expresar, como lo ha hecho el Presidente de la República, que la Policía, que la Fuerza Pública no disparó.

La investigación adelantada esta tarde por la Policía concluye lo siguiente: la Policía sí disparó.

El patrullero de la Policía que disparó, que debe pertenecer a una fuerza distinta a los Esmad, ha reconocido que disparó porque los estaban atacando con explosivos. Él lo ha reconocido esta tarde.

Inicialmente el señor general Naranjo (Director General de la Policía Nacional), los señores comandantes en el Valle del Cauca, no tenían esa información. Nos transmitieron, a mi persona y después yo le transmití al Ministro (de Defensa) cuando él regresó, y ellos también le afirmaron al Ministro que no se había disparado.

En este momento tengo que decirle al país y a la opinión pública que la Policía disparó, que el patrullero lo ha reconocido.

El señor general Óscar Naranjo nos va a explicar en qué circunstancias disparó el Policía y también algo bien importante: ¿qué ha causado la muerte de los indígenas?

Porque los exámenes de Medicina Legal que tenemos demuestran que los indígenas no han muerto por disparos de la Fuerza Pública, sino por explosivos terroristas.

Y el país debe recordar esto, a lo cual le pido al señor general Oscar Naranjo que se refiera:

La semana pasada, el intendente Aldíver Giraldo Galeano sufrió mutilación de sus dos manos y también sufrió algunos traumas -está en la Clínica Valle de Lili en Cali-. Y fueron heridos otros 32 policías con explosivos terroristas.

En el último año, en los últimos tiempos, han muerto en el departamento del Cauca varios integrantes de la Fuerza Pública, enfrentando la acción de invasiones que se han acompañado de acciones terroristas.

En Caloto (Cauca), el 29 de noviembre de 2006, fue asesinado el patrullero Jorge Hernán Lenis Pacheco, pertenecía al Esmad. Fue víctima de un artefacto explosivo improvisado, papa bomba con metralla, que fue arrojado por indígenas. El Policía recibió el impacto en el pecho y el poder del explosivo penetró el escudo de seguridad y la armadura.

El 19 de septiembre de 2008, recientemente, unidades del Batallón Pichincha del Ejército que se movilizaban a apoyar la unidad que estaba siendo atacada en la hacienda La Emperatriz, cayeron en campo minado, resultando muertos los soldados Yesid Ramos Gómez y Gustavo Cifuentes Bedoya. En total, muertos de la Fuerza Pública: tres.

En esos intentos de invasión, acompañados de acciones terroristas, han sido heridos alrededor de 70 policías.

Yo les decía esta tarde a los generales y se lo comentaba a los ministros: a mí lo que me preocupa no es que se haya disparado o no. A mí lo que me preocupa es que el Presidente de la República no le diga la verdad al país.

Yo le ruego a la Policía, al Ejército: cuando, en circunstancias en que se encuentren atacados por acciones terroristas, tengan que responder disparando, por favor, que lo sepamos todos. Aquí no puede haber mentiras ni puede haber verdades a medias. Eso es lo que nos preocupa.

Y es muy importante, también, para que se sepa la verdad completa, que el país conozca la manera como ha sufrido la Fuerza Pública, y que el país sepa que no obstante que la Policía, un patrullero disparó -y se está averiguando si hubo otros disparos- no obstante que eso ha ocurrido, los indígenas que han fallecido, han fallecido, como lo ha certificado Medicina Legal, a causa de los explosivos terroristas, de terroristas infiltrados en esas marchas.

Voy a pedirle al señor general Naranjo que nos explique estos hechos. Y a continuación de una breve explicación del general Naranjo, volveré a referirme al tema de tierras del departamento del Cauca.

Le pido, general, que les explique a los compatriotas estos hechos.

General Óscar Naranjo, Director de la Policía: Gracias, señor Presidente. Es mi obligación, como Director General de la Policía, comunicar a la opinión pública nacional e internacional, los hechos que han rodeado la llamada Minga de Resistencia Indígena, actividad que se inició desde el 11 de octubre y que aún persiste.

Y que ha significado, por momentos, la agrupación, la reunión y la movilización hasta de siete mil indígenas, que han tenido pretensiones de bloquear la vía Panamericana y que, al mismo tiempo, han agredido a transportadores, han inmovilizado vehículos y esa situación ha significado, para la Policía Nacional, la necesidad de emplear hasta 700 efectivos policiales.

Por política, por disposición presidencial, por directrices ministeriales y por procedimientos y protocolos institucionales, la Policía Nacional, para contener manifestaciones y disturbios, no usa armas de fuego.

Los escuadrones móviles antidisturbios, unidad especializada para atender estas situaciones, se emplea con elementos protectivos, básicamente constituidos por un casco que lleva el propio funcionario policial, un escudo y un bastón de mando.

Por esa razón, a lo largo de estos días y en la seguridad de que esa es la política, la decisión y además la reglamentación institucional, como Director General he informado al señor Presidente que la Policía no había usado armas de fuego.

No obstante lo anterior, y como quiera que hay una prueba evidente e incontrovertible, radicada en un video transmitido por una cadena internacional, un medio de comunicación, debo asumir esa inconsistencia que transmití al Gobierno Nacional, al señor Ministro de la Defensa y al Presidente de la República.

Pero con la misma seriedad y entereza que asumo esa inconsistencia, como responsable policial, afirmo, de manera categórica, y así podrá ser demostrado ante instancias nacionales e internacionales, que la muerte de los tres indígenas, acontecida entre el 14 y el 21 de octubre, para nada tienen que ver con el uso y empleo de las armas de fuego señaladas en el video.

Todo lo contrario: exámenes y peritazgos de Medicina Legal lo que acreditan es que los tres indígenas han fallecido como consecuencia de la manipulación de artefactos explosivos de bajo poder y que sus lesiones letales, fatales, que los llevaron a la muerte, básicamente son producto de esquirlas que han impactado su cuerpo.

Reitero, por lo tanto: la muerte de los tres indígenas no tiene relación de causalidad con los disparos que muestra el video y que fueron básicamente hechos por el patrullero John Prieto Vásquez, quien esta tarde, al finalizar la tarde, ha reconocido ante el mando que evidentemente disparó y que evidentemente no informó al mando superior inmediato que había hecho uso de su arma de fuego.

Ha significado también el patrullero que ha disparado básicamente al aire, sin un objetivo fijo, como puede demostrarse en el video y que lo hacía básicamente porque observaba que cerca de 250 indígenas, desde una colina, en el resguardo La María, de Piendamó, proseguían lanzando artefactos explosivos.

Señalo, por lo tanto, que asumiendo la inconsistencia transmitida al Alto Gobierno, en particular al señor Presidente de la República y al señor Ministro de la Defensa, en el sentido de que la Policía no ha hecho uso de armas de fuego y, ahora, con la demostración evidente del video transmitido por el medio de comunicación, debo decir: asumo la inconsistencia transmitida, pero al mismo tiempo reitero, y lo digo con entereza y de forma categórica, los indígenas muertos no han sido víctimas del uso de esas armas de fuego institucional de la Policía y su muerte corresponde a unas causas distintas. Básicamente, a la manipulación de artefactos explosivos de bajo poder y de armas no convencionales, con que ha sido atacada la Fuerza Pública y, en particular, la Policía Nacional.

Del 11 de octubre a la fecha, 32 policías han resultado gravemente heridos, y destaco que a uno de ellos, como el país y el mundo lo conoce, le han sido amputadas sus dos manos, como resultado del empleo de explosivos usados por esta movilización de resistencia indígena.

Señalo, adicionalmente, que por lo menos en uno de los casos de un indígena fallecido, los dictámenes de Medicina Legal lo que señalan es que su muerte se produce mientras estaba manipulando una especie de mortero artesanal con que agredía a la Fuerza Pública.

En este sentido, las imágenes que han transmitido los medios de comunicación nacional e internacional también son elocuentes y son patéticas de una agresividad demostrada por este movimiento de resistencia indígena.

Hablan también del uso de explosivos, llamadas papas explosivas o granadas de fabricación artesanal, y hablan de morteros; unos lanzacohetes con explosivos, de fabricación indígena, que han usado desde el 11 de octubre en todas las movilizaciones, concentraciones de la llamada Resistencia Minga Indígena.

Presidente Álvaro Uribe: Gracias general. Debo agregar lo siguiente: el señor general Naranjo, Director de la Policía Nacional, salió el lunes a la hermana República de Costa Rica y regresó hoy.

El lunes en la noche, a raíz de un debate que se dio aquí en la Rendición de Cuentas del Ministerio de Protección, yo llamé al señor general Ricaurte, quien es el responsable de la Policía en la región, y él me confirmó lo que me había dicho el general Naranjo: que la Policía no había disparado, que no tenía armas para disparar y me lo habían dicho, también, dos días antes, no solo, también me lo dijo el señor general Páez, quien estaba al frente de contener la agresión terrorista.

Quiero decir, también, a los colombianos lo siguiente:

La única prueba no es el video. También ha habido un hecho que aplaudimos: la confesión del patrullero que disparó. Porque todo indica que sus superiores no sabían que se había disparado.

Y, además, en el video no se puede identificar al patrullero, porque el patrullero tiene una vestimenta que impide identificarlo. Esa confesión del patrullero también hay que valorarla. Yo creo que es importante.

Aquí, lo grave es no haberle dicho eso a la opinión pública, con total ceñimiento a la verdad, desde el primer momento en el cual nos referimos públicamente al tema.

Paso al tema de tierras en el departamento del Cauca:

Primero, los colombianos deben saber que este Gobierno ha dialogado permanentemente con esta comunidad indígena del Cric. El señor Vicepresidente de la República ha hecho enormes esfuerzos, los diferentes ministros y, en algunas ocasiones, también lo he hecho yo.

El Gobierno, con mi presencia, estará, Dios mediante, a las 9:00 de la mañana, el próximo domingo en la ciudad de Popayán, para tener el nuevo diálogo que están reclamando estas comunidades indígenas con sus representantes. Un diálogo público.

Este es un país de opinión, este es un Estado de derecho, un Estado de opinión, y la ciudadanía tiene el derecho a conocer todos estos temas en detalle.

Tierras. Colombia tiene 115 millones de hectáreas. Las comunidades indígenas de la Patria, 30 millones 733 mil 796 hectáreas, el 2.2 – 3.2 (por ciento) de la población tiene el 27 por ciento de la tierra.

A mí me preocupa cuando veo esos vídeos en la televisión internacional, que desconocen que este país ha sido un país respetuoso de la diversidad, que este país ha sido un país respetuoso de aquellos compatriotas que constituyen lo que se llama minorías étnicas, que este país ha hecho esfuerzos democráticos muy grandes, como este esfuerzo que arroja el resultado de que el 2.2 (por ciento), 3 por ciento, 3.2 (por ciento) a lo sumo de la población, que es el porcentaje que representa la población indígena en universo poblacional de la Patria, tiene el 27 por ciento de la tierra.

Eso no se puede ignorar. Yo le pido a los medios de comunicación internacionales, que tienen en Colombia todas las garantías, que están en esas protestas, que vigilan milímetro a milímetro a la Fuerza Pública, milímetro a milímetro al Gobierno, que también le digan al mundo la verdad completa de cómo ha sido este país en materia de respeto democrático a la diversidad nacional.

En el Cauca. El departamento del Cauca tiene 2 millones 930 mil 800 hectáreas, 721 mil 763 son de las comunidades indígenas. Esto es: tienen las comunidades indígenas el 24.6 por ciento del área total del departamento del Cauca.

El departamento tiene un millón 268 mil 937 habitantes, de ellos 248 mil 532 son integrantes de las comunidades indígenas.

Las comunidades indígenas del Cauca representan el 19.6 por ciento de la población y tienen el 24.6 de la tierra.

Me dirán: ‘toda esa tierra no es productiva’. En realidad, mucha tierra de esta es páramo. Hay que cuidarlos porque son los nacimientos de agua.

Del área productiva, los compatriotas de las comunidades indígenas, que repito, representan el 19.6 por ciento de la población, de la tierra productiva tienen el 33.1 por ciento.

Hay que hacer una aclaración. Algunos sectores de opinión en el país y por fuera dicen: ‘no, es que es un departamento de latifundistas, que maltrata a las comunidades indígenas’. La realidad es otra, como lo acabamos de demostrar.

Además es un departamento que tiene una muy numerosa y muy importante comunidad afrocolombiana, y tiene una gran cantidad, muy importante, de campesinos mestizos.

Cuando miramos el tamaño de la propiedad rural en el Cauca, encontramos que hay un inmenso predominio de la propiedad pequeña.

Predios. De cero a 20 hectáreas, el 27 por ciento. De 20 a 200 hectáreas, el 33 por ciento. Empresariales: de 200 a 1.000 hectáreas, el 15 por ciento.

Predios grandes, de más de 1.000 hectáreas, hay 83 en el Cauca. De esos 83 predios de más de 1.000 hectáreas, 75 pertenecen a las comunidades indígenas.

Es bueno que esto lo conozcamos todos los colombianos.

Como lo he informado al país en los últimos días, este Gobierno encontró dos compromisos: uno a raíz de la masacre de Nilo de 1991, que obliga al Estado colombiano a comprar 15 mil 663 hectáreas. Han sido adquiridas 11 mil 866. Faltan 3 mil 796 hectáreas.

Segundo compromiso: un decreto de 1999. El Estado colombiano se obliga a comprar 8 mil hectáreas. Ha adquirido 4 mil 673. Ha titulado 7 mil 648. Los compatriotas indígenas dicen que no aceptan las tituladas, porque ellos eran poseedores o tenedores.

El pasado sábado expresé que el Gobierno no alega eso. Lo ha titulado pero está bien, que no lo contabilicen para el cumplimiento de los compromisos, dejémoslo aparte. Es otro gran esfuerzo que ha hecho este Gobierno, pero no lo incluyamos para restarle a estos dos compromisos.

¿Cuánto falta por adquirir? Los dos compromisos suman 23 mil 587 hectáreas. Se han adquirido 16 mil 539, faltan 7 mil 48. De las 7 mil 48 ha habido especialmente dificultades con mil, que se deberían adquirir en Caldono (Cauca). Pensábamos que se adquirían con un presupuesto entre 2 y 3 millones por hectárea, y eso ha adquirido un valor comercial alrededor de 15 millones por hectárea.

Pero el Gobierno ha dicho: así como hemos hecho el esfuerzo en estos años de comprar ya 16 mil 539 hectáreas, vamos a hacer el esfuerzo para comprar las 7 mil 48, en medio de todas dificultades presupuestales.

Lo adquirido hasta ahora vale 33 mil millones, y estamos adquiriendo otras tierras.

El Gobierno reitera su voluntad de cumplir esos compromisos.

Quiero decir lo siguiente: en un acuerdo que se hizo en Popayán hace algunos años, durante este Gobierno, con la comunidad indígena representada por el Cric (Consejo Regional Indígena del Cauca), el Gobierno se comprometió a honrar estos compromisos derivados de Gobiernos anteriores, y los indígenas se comprometieron a no realizar hechos de fuerza.

¿Cuándo se suspendió la adquisición de tierras en uno de estos compromisos? Cuando se presentaron los hechos de fuerza, los hechos de invasiones, los hechos de ataques terroristas contra la Fuerza Pública.

El Gobierno, el Ministerio de Agricultura, validamente dijo: estoy comprando tierras para honrar estos compromisos, no puedo seguir comprando porque ustedes han violado su compromiso, que era no apelar a los hechos de fuerza.

La protesta social

El Gobierno respeta la protesta social, el Gobierno lo que no permite es la violencia.

En alguna forma a este Gobierno lo ensayaron en septiembre de 2002, cuando acabamos de llegar, y bloquearon las vías del Cauca.

Yo le dije a la Fuerza Pública y a la entonces Ministra de Defensa, Marta Lucía Ramírez de Rincón, que más se demoren en llegar a bloquear, que nosotros en llegar a desbloquear.

Yo tengo una imagen que me golpea mucho: visité a Popayán en 1999 y la ciudad estaba con hambruna, por un bloqueo indígena de las carreteras.

Este Gobierno no permite bloqueos, y este Gobierno no convive con violencia.

La violencia la enfrentamos con toda la dureza, como con toda la contundencia democrática respetamos la protesta social.

Protesta social la respetamos, la violencia no la admitimos.

Estaremos en Popayán, Dios mediante, el domingo en la mañana, para tener ese diálogo público.

Un indígena de Tierradentro, que hoy pude hablar con él gracias a una intervención de Mauricio Puerta, quien ha realizado una muy noble tarea de construcción de convivencia en Tierradentro, me decía hoy que tienen cinco puntos para manifestarle al Gobierno.

Allá estarán los Ministros acompañándome para responder esos cinco puntos en un dialogo público, como públicos tienen que ser estos temas en un Estado de opinión.

Compatriotas buenas noches y muchas gracias”.