El Presidente Álvaro Uribe Vélez propuso que el nuevo diálogo se realice el próximo domingo 2 de noviembre, en la ciudad de Popayán. Explicó a los facilitadores de las comunidades indígenas que la Presidencia de la República exigirá condiciones de seguridad para todos, y que, en ese sentido, deben decir cuántas personas irían y en qué lugar se daría la reunión. También deploró que en vez de haberse facilitado un diálogo, “hubo un proceso malicioso”.

Cali, 25 oct (SP). El Gobierno Nacional tiene toda la voluntad de volver a dialogar con las comunidades indígenas, el próximo domingo 2 de noviembre, en Popayán, afirmó el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.

El mensaje lo envió el Jefe de Estado a las comunidades indígenas, a través de varios facilitadores que se encontraban este domingo en la ciudad de Cali.

“En la última reunión que tuvimos con los facilitadores de las comunidades indígenas: el Padre De Roux, el Padre Darío, el ex Ministro (de Vivienda), Juan Meyer, y dos delegados de las Naciones Unidas, el Gobierno expresó que tendría toda la voluntad de volver a un nuevo diálogo con ellos el próximo domingo en la ciudad de Popayán”, dijo el Mandatario.

No obstante, dejó claro en que la Presidencia de la República exigirá condiciones de seguridad para todos, y que, en ese sentido, los representantes de los indígenas deben decir cuántas personas irían y en qué lugar se daría la reunión.

“¿Cómo sería el formato? Yo dije: el que quieran. Simplemente esto: la Presidencia de la República va a exigir condiciones de seguridad para todos, porque les conviene a todos. Tienen que decir cuántas personas irían, en qué lugar nos reuniríamos, para poder preparar eso debidamente. Y los escuchamos con todo respeto, y respetuosamente les damos todos los argumentos”, indicó.

Así mismo, el Presidente deploró que, este domingo 26 de octubre, no se haya podido realizar un diálogo respetuoso entre el Gobierno y las comunidades étnicas, y que, por el contrario, se haya llevado a cabo “un proceso malicioso”.

“Yo deploro que en el día de hoy, en vez de haber facilitado un diálogo, hubo un proceso malicioso. Llamaron al diálogo, pero con un proceso malicioso lo frustraron. Habría querido todos estos temas haberlos podido discutir con los representantes de las comunidades indígenas y haberlos escuchado a ellos ampliamente”, señaló.

Insistió en que el diálogo tiene que ser de argumentos y no se puede confundir la protesta social con la violencia.

“Nosotros respetamos la protesta social, pero rechazamos la violencia. No se puede confundir la protesta social con la violencia. El diálogo tienen que ser de argumentos, el diálogo no puede ser un proceso malicioso para dilatar el cruce de argumentos”, manifestó.

En vista de que no se llevó a cabo el diálogo, el Presidente y los ministros del gabinete se vieron en la obligación de aprovechar las instalaciones del Teatro Estudio del canal regional Telepacífico, para transmitirles a los colombianos los puntos relacionados con las inquietudes que han expresado las comunidades.

Uribe recordó que en el 2002, las comunidades indígenas recibían 64 mil millones de pesos de transferencias, y este año reciben más de 100 mil millones de pesos, que llegan directamente a los resguardos.