Al tiempo que elogió los resultados de la Fuerza Pública, como la acción eficaz y transparente que se dio en la liberación del ex congresista Óscar Tulio Lizcano, el Presidente Álvaro Uribe invitó a los miembros de las instituciones armadas a decir la verdad y a tener, en todos los niveles, rigor absoluto en materia de exigencia de derechos humanos.

Bogotá, 27 oct (SP). La credibilidad y sostenibilidad de la política de Seguridad Democrática requieren, además de eficiencia y eficacia, la transparencia de las Fuerzas Armadas en el respeto absoluto a los derechos humanos.

Así lo aseguró este lunes el Jefe de Estado durante la celebración de los 185 años de la Armada Nacional, al elogiar la acción eficaz y transparente de la Fuerza Pública en la liberación del ex congresista Óscar Tulio Lizcano, bajo el esquema de presión y bloqueo humanitario a los grupos terroristas, y el ofrecimiento de recompensa y estadía en el exterior a los guerrilleros que traigan consigo a secuestrados.

“Esta credibilidad y sostenibilidad de la política de Seguridad Democrática requiere, en el eslabón de la transparencia, que todos los días haya más eficacia en materia de respeto a los derechos humanos”, afirmó el Mandatario.

Y agregó: “No basta ser eficaz. Si la eficacia no está acompañada de transparencia, esa eficacia, en lugar de crear credibilidad, engendra sospechas. Si la eficacia no está acompañada de eficiencia, la eficacia se vuelve insostenible porque la destrucción de recursos puede superar a la misma eficacia. Se necesita eficacia con eficiencia”.

Uribe aseguró que actualmente las Fuerzas Armadas colombianas son las más admiradas por el mundo, pero también las más vigiladas del mundo.

“El mundo ha puesto en Colombia a prueba una política victoriosa de seguridad con valores democráticos. El mundo mira con asombro, con curiosidad y también con ojo de duda nuestra política. Por eso esta política tiene que ser exitosa y totalmente transparente. Sin transparencia, los éxitos quedan eclipsados”, señaló.

Explicó que Colombia tiene las instituciones armadas que más horas proporcionalmente reciben en materia de cursos y de sensibilización sobre derechos humanos, hecho que obliga al Gobierno a señalar, con toda verticalidad, y a denunciar, con todo coraje, a aquellos que con sus acciones manchan el buen nombre de las Fuerzas Armadas.

“En una página leo la acción contra ‘Martín Caballero’, la liberación del doctor Fernando Araújo, la Operación Jaque, los decomisos de coca, la operación contra ‘Raúl Reyes’, la liberación del doctor Lizcano y así sucesivamente, logros que llenan de júbilo al pueblo colombiano y de admiración a la comunidad internacional.

“Pero volteo la página, y en el reverso leo: Guaitarilla, Soacha, problemas como el de Cajamarca, y eso causa mucho dolor, eso nos hace inmenso daño. Todos los días tenemos que ser más estrictos y más rigurosos”, advirtió el Presidente.

Afirmó que en su Gobierno se ha emprendido la tarea de la reivindicación de los derechos humanos de los integrantes de las Fuerzas Armadas, y que por eso le ha dicho al Congreso que en la Ley de Víctimas no se puede poner en el mismo nivel a los integrantes de las Fuerzas Armadas y a los integrantes de las organizaciones terroristas.

“Necesitamos la ayuda para que erradiquemos totalmente cualquier espíritu perverso que quede en algún integrante de las Fuerzas Armadas y que no esté comprometido con el respeto absoluto de los derechos humanos, y que aprendamos en todo momento a decir la verdad”, manifestó.

Uribe Vélez insistió en que tiene que haber el compromiso, en todos los niveles de las Fuerzas Armadas, a decir la verdad: “Nosotros hacemos parte del conglomerado nacional de casi 45 millones de ciudadanos. Esos ciudadanos de la Patria han depositado en nosotros la confianza de portar las armas de la República. Y para ellos, darnos, mantenernos ese respaldo que tan sólidamente nos han otorgado, nos exigen unas reciprocidades: la de la eficacia, la de la eficiencia, la de la transparencia, la del respeto a los derechos humanos. Aquello de decir la verdad y decirla a tiempo”, dijo el Jefe de Estado.

Consideró que el desafío inmediato es comprometer a cada uno de los 400 mil integrantes de las Fuerzas Armadas con los derechos humanos. Y por eso expresó que le gustaría que la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navanethem Pillay, quien se encuentra de visita al país, hable con los oficiales de la Institución.

“Me gustaría que la señora Alta Delegada de los Derechos Humanos pudiera hablar con todos oficiales de nuestras armas y que percibiera, directamente, el compromiso de todos con los derechos humanos y que, también, percibiera que en el corazón de todos nuestros Comandantes hay un compromiso inquebrantable con los derechos humanos”, puntualizó.