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Octubre 31 Versión imprimible

Rueda de prensa del Presidente Álvaro Uribe Vélez, al término de la XVIII Cumbre Iberoamericana, en San Salvador

San Salvador, 31 oct (SP). Presidente Álvaro Uribe Vélez: La política de recompensas ha sido para estimular a los civiles a que con su información ayuden a la Fuerza Pública, para que la Fuerza Pública pueda desmontar la criminalidad.

La política de recompensas no incluye recompensas a integrantes de la Fuerza Pública. Más aún, es todavía más restrictiva. Por ejemplo, en la última circular podemos leer: “En ningún caso podrá pagarse una recompensa a funcionarios públicos”.

No solamente la restringe; no solamente se evita la recompensa, se prohíbe la recompensa a integrantes de las Fuerzas Armadas, sino a cualquier funcionario público.

Entonces ese punto debe quedar claro: la política de recompensas es para estimular a los civiles que conozcan de criminales, para que con su información le faciliten a la Fuerza Pública dar con el paradero de criminales.

Algunos dicen: ‘Bueno, pero es que la política de recompensas fuerza falsos positivos. Esa relación no se puede establecer. La política de recompensas lo que ha ayudado es a poder dar con el paradero de un ‘Raúl Reyes’, de un ‘Martín Caballero’, de narcotraficantes, etcétera.

La política de recompensas se ha manejado con procedimientos legales, legítimos y a mí me parece que es equivocado y dañino para el país tratar de justificar un hecho criminal en un procedimiento legal y legítimo.

Otra cosa es que hay gente, y ha habido gente en las Fuerzas Armadas, con designios criminales y eso se ha venido castigando desde el principio del Gobierno, porque este Gobierno siempre ha velado por la verdad, por la transparencia y por la eficacia.

Empieza el Gobierno, se presenta el fenómeno de Guaitarrilla, lo primero que pide el Gobierno es la verdad, transparencia.

El Gobierno siempre ha sido diligente frente a todos estos hechos que por fortuna han venido aflorando a la opinión pública; por eso, hoy hay más de mil 600 integrantes de la Fuerza Pública que están en las cárceles. Porque así como apoyamos a las Fuerzas Armadas de Colombia -es el Gobierno que más las ha apoyado, que ha defendido sus derechos humanos, porque ellos son personas de carne y hueso-, un país que ha sufrido tanto la guerrilla y los paramilitares, tiene que apoyar sus Fuerzas Armadas.

Con la autoridad moral de apoyarlos en cada momento, de desvivirnos por ellos, de jugarnos por ellos, este Gobierno, en ningún momento, a lo largo de estos seis años, ha tolerado violaciones de derechos humanos.

Pregunta: Se habla de pronto de incentivos, en el sentido de vacaciones, no necesariamente de plata, pero sí de otro tipo de incentivos.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Esto es bueno que lo mire el Ministerio. Es bueno que lo mire el Ministerio qué puede estar pasando en una u otra brigada. Pero la verdad es que los procedimientos legítimos, legales, que existen en las Fuerzas Armadas no pueden justificar acciones criminales.

Pretender relacionar los procedimientos legítimos con las acciones criminales es perverso; es una especie de desmotivación de procedimientos legítimos, que como en el caso de las recompensas, han ayudado a desmontar criminales.

No podemos ahora buscar un expediente para desmontar las recompensas, que tanto han ayudado al país a desmontar criminales.

Ahora, el ideal sería no pagar recompensas.

En un Estado Social de Derecho, los ciudadanos, en virtud del principio de solidaridad, todos deberían ayudar con su información al Estado. Pero dado el avance de la criminalidad que encontramos en Colombia, nosotros consideramos que la política de recompensas era necesaria. Por eso, la hemos estimulado, la seguimos estimulando, la debemos mantener.

Y a mí me parece que se le hace un daño al país, cuando se trata de mostrar una relación de causa-efecto entre una política legal y legitima, como es la política de recompensas -que excluye militares, que excluye integrantes de la Fuerza Pública, que excluye funcionarios públicos- y acciones de los criminales.

La política de recompensas es para poder desmantelar la criminalidad, no puede ser que nos vengan a decir ahora que la política de recompensas ha forzado, ha creado criminalidad. Al contrario, ha ayudado es a desmontarla.

Pregunta: El Fiscal General dice que de haber delitos de lesa humanidad, sería la Corte Penal Internacional la que debería entrar a investigar. ¿Qué posición tiene frente a ese punto?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: No creo que eso haya dicho, porque el es jurista; sabe que la Corte Penal Internacional ejerce una justicia supletiva. Y si algo bueno ha ocurrido en este Gobierno es que el Estado colombiano ha recuperado dos monopolios:

El Estado colombiano ha recuperado el monopolio de las Fuerzas Armadas para combatir organizaciones criminales. Por ejemplo, el país hoy no tiene organizaciones criminales, como eran los paramilitares, cuyo propósito era combatir a la guerrilla. Hoy el combate a la guerrilla o a cualquier organización criminal lo hace exclusivamente el Estado.

El otro monopolio que ha recuperado el Estado, en buena hora, es el monopolio de la Justicia. La Justicia había sido usurpada, de facto, en muchas regiones de Colombia, que por guerrilla, que por paramilitares, por ambos.

Ahora se ha recuperado la Justicia del Estado colombiano y esa Justicia se está ejerciendo.

Entonces, cuando hay una Justicia que está avanzado en Colombia, cualquier organismo internacional, que es supletivo, no puede ponerse por encima de esa Justicia.

La Justicia internacional es una Justicia que puede entrar a actuar cuando la Justicia del país signatario no actúa. Y lo que hemos hecho en Colombia es crear condiciones de derrota de la criminalidad para que la Justicia colombiana recupere el monopolio en todo el territorio y pueda actuar en todo el territorio.

Pregunta: ¿Qué decirle, entonces, al Fiscal, acerca de esas aseveraciones?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: No. Yo creo que el tema es de una nueva reflexión. Yo le pido al Fiscal que haga esa reflexión. Una política que ha sido útil para desmantelar la criminalidad, como es la política de recompensas, no puede ponerse en duda, no puede establecerse una presunta relación entre esa política y esos criminales.

La política de recompensa es una política legal, legitima, manejada con toda responsabilidad; ha ayudado a desmantelar criminales y no puede ponerse como causa de crímenes.

Y mire, es bueno mirar lo que les he mostrado a algunos compañeros de ustedes: la política de recompensas ha sido exclusivamente para pagarles recompensa a civiles; no ha sido para pagar recompensas a integrantes de la Fuerza Pública.

Todavía más lejos fue la última circular del Ministerio de Defensa que dice: “En ningún caso podrá pagarse una recompensa a funcionarios públicos”.

Esto demuestra que la política de recompensas no solamente ha excluido a integrantes de la Fuerzas Armadas, sino que también ha excluido a cualquier funcionario público.

Pregunta: Presidente, usted habló de confabulaciones entre algunos integrantes de la Fuerza Pública y delincuentes. ¿Usted no cree que de pronto están utilizando esto para hacerle daño al Gobierno y utilizar estas recompensas y este tipo de cosas que se han dado en los últimos días?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: No, no. Primero, las recompensas se han pagado a lo largo de este Gobierno y han ayudado mucho. Y todos los casos de violación de derechos humanos que han ocurrido a lo largo de este Gobierno, el Gobierno ha tenido toda la entereza para enfrentarlos y los ha enfrentado con toda verticalidad.

Los que no nos conocen, los que no nos conocen, muchas ONG internacionales que no nos conocen y nos interpretan al revés, ignoran las profundas convicciones democráticas y de derechos humanos que nos animaron cuando le propusimos al país, por allá en el año 2000, una política de Seguridad Democrática.

Una política de seguridad cuando se propone desde el punto de vista democrático tiene unas profundas implicaciones. Una de ellas: que tiene que ser tan eficaz como transparente.

Desde la hora cero del Gobierno nosotros hemos mostrado un compromiso con buscar que esa política sea totalmente eficaz y totalmente transparente.

Lo que ha pasado ahora es otra decisión del Gobierno. Muchas se han tomando a lo largo de la administración para garantizar la transparencia, en un Gobierno que todos los días apoya las Fuerzas Armadas.

Inclusive, quiero hacer un llamado a los colombianos:

Nosotros tenemos que corregir situaciones anómalas que se presenten al interior de las Fuerzas Armadas en algunos de sus integrantes, pero no podemos desmotivar las Fuerzas Armadas de Colombia.

Al contrario, para los 400 mil integrantes de las Fuerzas Armadas de Colombia hay que hacerle llegar este mensaje: Compatriotas, soldados y policías, los necesitamos.

Un país que ha sufrido tanto por guerrilla, paramilitares y narcotráfico necesita de sus Fuerzas Armadas. Y en la medida que estas Fuerzas Armadas puedan superar casos excepcionales de delitos, casos excepcionales de falta de cuidado y de diligencia en la aplicación de los procedimientos, pues eso las muestra todos los días más transparentes, les da más solidez, les da más credibilidad, les da más respetabilidad.

Tomemos esto bien, en el buen sentido; tomémoslo como un paso para consolidar ese proceso de transparencia, que es el valor que acompaña el valor de la eficacia en las Fuerzas Armadas. No dejemos que el debate nos lleve al punto de desmotivar las Fuerzas Armadas de Colombia. Hoy más que nunca las necesitamos con la mayor motivación, con la más elevada moral, para este país supere definitivamente la tragedia de tantos años, de tantos años de guerrilla y paramilitares.