“Esta operación obedece a una labor conjunta con la Fiscalía, la cual permitió reconstruir la ruta del vehículo utilizado en contra del Palacio de Justicia. También agradezco la colaboración de la ciudadanía, que aportó información valiosa. Los elementos encontrados, así como los testimonios preliminares de los capturados, confirman que son las Farc las responsables del atentado”, dijo el General Óscar Naranjo, Director de la Policía.

Bogotá, 10 sep (SP). La Policía Nacional capturó en la madrugada de este miércoles a seis personas sindicadas como presuntos autores del atentado contra el Palacio de Justicia de Cali, hecho ocurrido el primero de septiembre de 2008.

El operativo fue adelantado por un grupo élite antiterrorista de la Policía, enviado desde Bogotá, en compañía de la Fiscalía General de la Nación, desde las 3:00 de la madrugada de este miércoles en el barrio Simón Bolívar de la capital vallecaucana.

En la vivienda allanada las autoridades encontraron una tonelada de explosivos. Se investiga si en el lugar fue armado el carro bomba que explotó frente al Palacio de Justicia de Cali.

Según el Director de la Policía, General Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, los capturados pertenecían a las Farc.

“Esta operación obedece a una labor conjunta con la Fiscalía, la cual permitió reconstruir la ruta del vehículo utilizado en contra del Palacio de Justicia. También agradezco la colaboración de la ciudadanía, que aportó información valiosa. Los elementos encontrados, así como los testimonios preliminares de los capturados, confirman que son las Farc las responsables del atentado”, puntualizó el General Naranjo.

El Alto Oficial anunció que se entregará la recompensa a los ciudadanos que colaboraron con información, ya que gracias a este hecho fue posible identificar a algunos de los autores materiales del atentado.

Cabe recordar que en la acción terrorista murieron cuatro personas, 26 resultaron heridas y se produjeron cuantiosos daños millonarios en la sede del Palacio de Justicia y establecimientos aledaños.

Las autoridades habían ofrecido una recompensa de 400 millones de recompensa, a quien ofreciera información que permitiera capturar a los responsables del atentado.