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Apartes de la rueda de prensa Uribe – Chávez

Caracas, 14 abr (SP). Pregunta: Quisiéramos hacerles dos preguntas. La primera al Presidente Álvaro Uribe. Quisiéramos saber si en esta reunión usted habló con su colega Hugo Chávez acerca de la propuesta que usted ha hecho a las Farc para que cesen sus acciones durante cuatro meses. Y si fue así, ¿qué le respondió el Presidente Hugo Chávez?

Y la segunda. Hoy el Comandante General de las Fuerzas Militares, el general Freddy Padilla de León, dijo, y ya confirmó, que algunas de las funciones de la Base de Manta, que está en Ecuador, van a pasar a Colombia. Para el Presidente Uribe: quisiéramos saber qué funciones van a ser específicamente. Y si se va a hablar de un lugar específico, como el de La Guajira, como se decía en algún momento.

Y para el Presidente Hugo Chávez: quisiéramos saber qué opinión le merece esta noticia, ya que en meses anteriores, cuando se había rumorado esta situación, usted había estado en contra, ya que las acciones militares norteamericanas estarían mucho más cerca de su territorio.

Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez: (…) Colombia ha tenido con Estados Unidos un acuerdo para combatir el narcotráfico. Una ayuda práctica que nos da Estados Unidos. Diría que nace del principio de la corresponsabilidad.

Primero se hablaba de que había narcotráfico, porque hay muchos países consumidores. Yo tengo mucho miedo a hacer esas imputaciones. Porque infortunadamente, por ejemplo, en Colombia, ha crecido bastante el consumo.

Este proceso del narcotráfico ha sido muy doloroso. Primero empezó simplemente el tráfico y se decía: Colombia nunca será productor, nunca será consumidor. Después aparecieron 5 mil hectáreas de producción de narcóticos.

Y la Policía colombiana dice que de haberse medido el área de narcóticos en el año 2000, con los mismos parámetros con que fue medida en el año 2007, en el año 2000 Colombia habría tenido que registrar 400 mil hectáreas de narcóticos.

Colombia tiene un 51 – 52 por ciento de territorio todavía en selva. Y el cultivo de narcóticos ha sido el gran enemigo de la selva. El cultivo de narcóticos ha destruido más de 2 millones de hectáreas. A las nuevas generaciones hay que hacerles el llamado de ver en el cultivo de narcóticos la gran amenaza para destrucción de todo ese pulmón de la humanidad que es la selva amazónica.

Se decía: ‘Bueno, pero no vamos a ser consumidores’. Infortunadamente Colombia tiene hoy un número de consumidores que no nos debe dejar tranquilos. Eso hace muchísimo daño.

Entonces creo que la vieja teoría de la corresponsabilidad tiene que en alguna forma ser revaluada. Porque definitivamente uno no puede decir: es que usted produce, es que usted consume. Muchos países que otrora no eran productores, hoy son productores de sustancias enajenantes, alienantes, adictivas. Y muchos países que otrora no eran consumidores, hoy tienen un problema de consumo grande.

Entonces hoy somos corresponsables no en el viejo significado: porque yo soy productor y usted es consumidor. Somos corresponsables porque todos tenemos el mismo riesgo de ser afectados por la producción, de ser afectados por el tráfico, de ser afectados por el consumo.

Y Estados Unidos nos ha dado una ayuda práctica. Como lo he explicado en tantas ocasiones, eso es así de simple: una cooperación entre los dos países para combatir el narcotráfico. Ese es el alcance.

Me extraña la pregunta de la periodista. Porque la verdad es que nadie está pensando en Colombia ni está autorizado para dar ese tipo de declaraciones que mencionen la palabra Manta. Eso simplemente crea espectacularidad. Crea entusiasmo y espectacularidad periodística y genera dificultades. Nosotros el único propósito que tenemos es fortalecer esa cooperación práctica para la derrota del narcotráfico.

A mí me correspondió vivir una época de universitario en la universidad pública colombiana, en universidad estatal, de guerrillas doctrinarias que vivían ideológicamente en un extremo que uno llamaría antagónico del narcotráfico.

Nunca pensó mi generación, en las bancas de la universidad, que lustros después se fueran a confundir, se fueran a asociar, se fueran a identificar esos grupos que estaban alzados en armas en nombre de una doctrina, que se fueran a identificar con el narcotráfico, que parecía ser su principal antagonista.

El narcotráfico ha sido el sustento de las guerrillas y el sustento de los paramilitares en Colombia. Paramilitares que este Gobierno ha desmontado. Lo que le da a este Gobierno una gran autoridad moral para pedirle a toda la comunidad internacional que nos ayude en el propósito de derrotar a los grupos armados terroristas, que hoy no tienen una causa noble de luchar contra una dictadura, sino la causa innoble de atentar contra una democracia plena, como es la democracia colombiana.

En muchas ocasiones, sobre todo cuando van llegando procesos electorales, los grupos violentos de Colombia hacen pensar a sectores de opinión que quieren la paz. Pero en muchas ocasiones han engañado.

Son muchos los testimonios internacionales que se conocen. Y también de nacionales. Y no cito fuentes por respeto a sus autores. Y con el Presidente Chávez lo hemos conversado en privado. Son muchos los testimonios internacionales que se conocen de personas que hablaron con ‘Manuel Marulanda’, el comandante terrorista del grupo narcoterrorista de las Farc, en la época en que el Gobierno del Presidente Pastrana, en un gesto de buena voluntad, concedió la zona desmilitarizada de El Caguán para construir la paz.

El comandante del grupo terrorista dijo que ellos no iban a hacer la paz, que no estaban interesados, que simplemente estaban tomando esa oportunidad para poder fortalecerse para avanzar.

Colombianos que fueron allí a suplicar que liberaran a sus familiares que estaban secuestrados, la respuesta que obtuvieron fue: ‘Nosotros aquí no estamos por la paz ni por liberar a secuestrados. Estamos aprovechando estos 42 mil kilómetros para poder fortalecernos. Para poder fortalecernos en lo militar, para poder avanzar hacia la toma violenta del Estado’.

En muchas ocasiones a Colombia le ha ocurrido eso. De buena fe, con todo el espíritu civilista, varios gobiernos han hecho esas ofertas de paz. Y los grupos terroristas han respondido simplemente aplicando aquello que Maquiavelo les enseñó a través de Marx: cuando el Estado al cual tú quieres destruir te haga un gesto de paz, no lo tomes como un gesto de paz sino como una expresión de debilidad, y aprovecha para avanzar en la destrucción de ese Estado.

El Gobierno de Colombia tiene que ser muy cuidadoso. Por eso nosotros hemos dicho: queremos la paz. La necesitamos.

La seguridad con valores democráticos que se practica en Colombia no es un fin en sí mismo. Es un medio para llegar a la paz.

Yo le decía al Presidente Chávez, se lo he contado en múltiples, extensas, productivas conversaciones, que pertenezco a una generación que no ha vivido un día completo de paz. Y que queremos para nuestros hijos y para las nuevas generaciones que Colombia pueda vivir en paz.

Pero la paz no puede ser una farsa. La paz tiene que ser con seriedad. Por eso nosotros hemos dicho: si hay propósito de paz, el Gobierno está listo. Lo quiere.

Lo que yo más quisiera sería la paz, pensando en el futuro como padre de familia, pensando en las nuevas generaciones de colombianos. Cuánto mejor poder hacer el tránsito de la seguridad hacia la paz definitiva.

Lo que pasa es que para que la paz no se convierta en un engaño que reverse la seguridad, la paz tiene que construirse sobre bases firmes.

Por eso hemos dicho: aquellos que quieran la paz, que cesen sus actividades criminales. Unos cuatro meses de cesación de actividades criminales, para empezar ese diálogo de paz.

Le explicaba hoy al Presidente Chávez que nosotros no exigimos que la paz empiece con el desarme, con la desmovilización. El desarme y la desmovilización son puertos de llegada. Pero el proceso sí tiene que empezar con la cesación de actividades criminales.

Y qué bueno poder explicarlo, aclararlo, ir más al detalle, desde Caracas: que estos grupos empiecen con una cesación de actividades criminales.

El Gobierno no les exige que el principio sea el desarme, la desmovilización. Esos son los puertos de llegada. Pero el principio sí tiene que ser la cesación de actividades criminales.

Nosotros queremos la paz de verdad. Pero tenemos temores de que una propuesta electoral de paz pueda ser una estafa, como la que la misma Farc confesó en el pasado.

A mí me asombra leer libros de autores internacionales de la mayor respetabilidad, que no menciono justamente porque, como Presidente de Colombia, debo proceder con toda prudencia frente a ese tipo de citaciones bibliográficas.

Me asombra el cinismo de las Farc de haberles dicho a sus interlocutores internacionales, lo mismo que les dijeron a tantos interlocutores colombianos que iban a suplicar allí por la liberación de rehenes: ‘No, nosotros no vamos a aprovechar esto para la paz, no tenemos interés en la paz, tenemos interés es en fortalecernos militarmente, en ganar tiempo’.

Nuestro propósito de paz es firme. Nuestro proyecto de seguridad, que hemos aplicado a lo largo de casi siete años de gobierno, ha sido un propósito de seguridad con valores democráticos.

Presidente Chávez: ¿por qué he hablado de Seguridad Democrática? Porque la seguridad que practicamos en Colombia es para todos los colombianos. Allí la oposición tiene todas las garantías.

El Presidente de Colombia es el Comandante de las Fuerzas Armadas. Y el Comandante de las Fuerzas Armadas, el Presidente de Colombia, es el primero en velar todos los días para que la seguridad proteja por igual a los amigos de las tesis de gobierno y a los adversarios de las tesis de gobierno.

Seguridad para todos los colombianos. A diferencia de la época de la doctrina de la seguridad nacional, que campeó por países del continente, que estimuló y alimentó dictaduras, que censuró libertades, que censuró a medios de comunicación, que expatrió a disidentes, la seguridad que nosotros hemos practicado en Colombia ha sido una seguridad con valores democráticos. Esa es la primera demostración de que queremos la seguridad para la paz.

En los años 90 se desmovilizaron en Colombia 4 mil guerrilleros. En nuestro Gobierno, además del desmonte del paramilitarismo, que le da autoridad moral a nuestra política de Seguridad Democrática, se han desmovilizado más de 15 mil guerrilleros. Y han sido recibidos con toda la generosidad.

Recuerdo que en mi época de estudiante universitario, las Farc decían: ‘El día en que Colombia amplíe la democracia, acoja la elección popular de alcaldes, la elección popular de gobernadores, ese día haremos la paz’. Fue un debate que duró más de una centuria.

Se aprobó la elección popular de alcaldes, la de gobernadores, y además la Constitución del 91 incorporó otros mecanismos amplios, profundos, de democracia directa. La respuesta de las Farc fue acentuar la violencia.

Un día dijeron: ‘El día en que en Colombia haya garantías para la oposición política, ese día haremos la paz’. Ellos denunciaban como falta de garantías lo que había sido el asesinato de los integrantes de la Unión Patriótica.

Creo que en esa época, cuando fueron asesinados integrantes de la Unión Patriótica, hubo dos errores.

Primero, muchos de los integrantes de la Unión Patriótica practicaron la combinación de las formas de lucha. Continuaban en la guerrilla y jugaban a la política. Las únicas armas que se pueden utilizar en la batalla democrática de todos los días son las armas argumentales.

Y hubo otro error: la falta de protección efectiva por parte del Estado a esos integrantes de la Unión Patriótica.

En el Gobierno nuestro han sido eficazmente protegidos los miembros de la oposición. Basta abrir un periódico, sintonizar una emisora, mirar un canal de televisión de Colombia, para quedar informado del nivel de garantías que provee Colombia.

Nosotros, si ese era un requisito para la paz, lo hemos cumplido. El 7 de agosto completaremos siete años en el Gobierno. Y hemos honrado la palabra por nuestra convicción democrática de proteger eficazmente a todos los voceros de la oposición.

Otro día dijo la Farc: ‘Si en Colombia se desmonta el paramilitarismo, haremos la paz’.

Primero, el paramilitarismo fue creado por la guerrilla. El paramilitarismo fue la reacción cruel a la crueldad guerrillera.

Cuando nosotros asumimos, muchas regiones de Colombia tenían el Estado desplazado, por la presencia martirizante de guerrillas y paramilitares. Hoy está desmontado el paramilitarismo.

De los paramilitares desmovilizados, hay muchísimos en la cárcel y líderes de ellos extraditados.

Han reincidido tres mil. De los tres mil reincidentes, han sido llevados a la cárcel o dados de baja por las Fuerzas Armadas dos mil.

Los mil que continúan activos en el delito, delinquen simplemente como extorsionistas, como narcotraficantes, muchos en asocio con las Farc y con el Eln. El Eln, la segunda guerrilla, la que posa ante la comunidad internacional de ser una guerrilla transparente, cuando en el país está totalmente vinculada al narcotráfico.

Si ustedes me preguntaran por resultados de la Seguridad Democrática, les diría que hay unos resultados intangibles, de pronto para el devenir más importantes que los mismos resultados que se pueden llevar a los números.

Intangibles: Colombia ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los criminales. Ha superado el paramilitarismo. En el país hay bandas de narcotráfico, guerrillas con narcotráfico, pero ya no hay criminales cuyo propósito sea combatir a otros criminales reemplazando al Estado.

En Colombia se ha recuperado el monopolio de la justicia. En muchas zonas del país, la justicia democrática del Estado había sido suplantada por la justicia terrorista de paramilitares y guerrillas. Eran ellos los que dirimían pleitos de vecinos, los que atendían querellas de familia. Hoy se ha recuperado la vigencia de la justicia democrática en todo el territorio.

De las víctimas se hablaba en los funerales. Hoy la reparación de las víctimas es el primer punto de la agenda nacional. Reparación total no habrá. Pero todo esfuerzo que se haga en reparar a víctimas, es un esfuerzo que anula gérmenes de venganza, que anula posibilidades de retaliación.

Hemos avanzado en Colombia. Nos falta mucho. Lo reconocemos. Yo creo que todos estos avances tendrían que contribuir a que los grupos que persisten en esa acción armada, terrorista, hagan una reflexión y cesen sus actividades criminales, para sentarnos al diálogo.

Y con ese diálogo llegar al puerto, en algún momento, del desarme, de la desmovilización y de la apelación exclusiva a los valores de la democracia.

Es una oferta muy simple, pero muy profunda. Nada más bello para un país que poder apelar exclusivamente a los valores de la democracia.

Hoy le he hablado al Presidente Chávez, como siempre lo hago, de todos estos problemas colombianos, contándoselos con incurable buena fe, casi en detalle. Esa es la razón de ser de aquel tema del cual hemos venido hablando en los últimos días.

Recuerden esto, apreciados compatriotas de Venezuela: durante la época de violencia en Colombia, la pobreza llegó casi al 60 por ciento. Hubo más de dos millones de desplazados internos. Y en pocos años, un país que tenía millón 200 mil ciudadanos en el extranjero, dio el salto a más de cuatro millones de ciudadanos en el extranjero.

La violencia nació en nombre de la ampliación democrática. Y cuando se dio la ampliación democrática, esos mismos violentos que requerían la ampliación democrática en la víspera, actuaron como los sicarios de la democracia.

La violencia nació en nombre de la necesidad de reformas que mejoraran la equidad social y contribuyó a tener más pobreza, más desempleo, menos inversión, más desplazamiento.

El presente y el futuro de Colombia dependen de la paz y de los valores democráticos. Y el precedente que nosotros queremos sentar es el de la seguridad con valores democráticos.

Al Presidente Chávez, que es un insuperable narrador de anécdotas, le voy a contar una:

Llegué a Madrid, apenas se perfilaba una candidatura presidencial en mi nombre. Yo no conocía al Presidente Felipe González, personalmente. Simplemente conocía de él que era el líder de la izquierda, el joven que luchó contra la dictadura, un restaurador de la democracia española, un modernizador del Estado español.

Yo iba para la reunión acomplejado. ¿Qué le habrán dicho de mí? ‘Este fachista, este de extrema derecha, este paramilitar’.

Llegué acomplejado a hablar con él. La cita era de un cuarto de hora. Lo escuché hora y 55. Le hablé cinco minutos. Y terminó él con esta conclusión: ‘Persista, Uribe, que la seguridad es una fuente de recursos y un valor democrático’.

Como valor democrático, la hemos practicado en Colombia. Y por eso pido la comprensión de todos los gobiernos amigos. Y hoy nuevamente la comprensión del Presidente Chávez y del hermano pueblo de Venezuela. Muchas gracias”.

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías: Voy a ser breve, después haber oído anécdotas, reflexiones y posiciones que ya le conocemos al Presidente Uribe, en todos estos años de diálogo y de encuentros, de conversaciones.

Son dos temas los que usted ha tocado, que forman parte de un conjunto de temas que ya nosotros y nuestros cancilleres, ayudándonos, hemos definido como temas sensibles. Y con los cuales hay que tener siempre mucha prudencia, como el Presidente Uribe lo ha repetido en distintas ocasiones.

Sin embargo, voy a hacer dos comentarios, seguramente sobre la pregunta relacionada con las Farc. Porque la otra que usted hace, ya el Presidente la ha respondido suficientemente: el tema de la base de Manta.

Yo he tomado nota con mucha atención sobre lo que el Presidente nos ha dicho. Ya en privado lo habíamos conversado.

Y aprovecho para ratificar una vez más a Colombia toda, a toda Colombia, que Venezuela, y especialmente nuestro Gobierno, el Gobierno venezolano, no apoya ni apoyará a movimiento armado, a movimiento violento alguno en Colombia ni en ninguna otra parte del mundo.

Eso debe Colombia tenerlo claro. Porque de cuando en cuando siguen surgiendo afirmaciones que nos señalan como un Gobierno que apoya a movimientos de este tipo. Ya no sólo aquí, sino que ahora nos incluyen desde algunas partes con el Líbano, el Oriente Medio, Irán. Ya hablamos de la bicicleta atómica, pero no lo voy a contar otra vez.

(…)

Entonces nosotros no apoyamos ni apoyaremos a movimiento armado ni violento alguno, ni en Colombia ni en ninguna parte del mundo.

Ahora: es muy evidente, más que evidente, que mi Gobierno reconoce, y no sólo reconoce sino que apoya al Estado colombiano, al Gobierno colombiano. He aquí el Jefe de Estado, al Jefe de Gobierno. Y todos estos convenios que hemos elaborado, que estamos impulsando y hoy hemos acordado.

Y cómo queremos nosotros, cómo aspiramos nosotros, a que algún día, y ojalá más pronto que tarde, se logre la paz en Colombia.

El Presidente Uribe ha sido muy claro ahora cuando ha aportado algunas ideas que pueden muy bien permitirnos tener como una ruta hacia la paz.

Yo lo voy a decir de esta manera, con mucho respeto, pero lo voy a decir: difícilmente alguien pueda acusarme a mí o decir que yo soy enemigo declarado, enemigo de las Farc. Difícilmente alguien pudiera decirlo.

No soy aliado de las Farc ni apoyo a las Farc, pero ustedes lo saben: no soy enemigo de las Farc.

Ahora: por tal, lo que voy a decir creo que tiene algún valor moral: lo que el Presidente Uribe ha dicho creo que es necesario que de ello tomemos nota. Y que las Farc y los movimientos o los grupos en Colombia y los gobiernos amigos de Colombia también, como lo somos, veamos esto con cuidado y tratemos de amplificar esta señal y reclamar seriedad en esto. Dijo el Presidente, acaba de decirlo: si hay propósito de paz, el Gobierno está listo.

Que cesen sus actividades por cuatro meses, creo que dijiste. Cuatro meses. Que el desarme sería un punto o un puerto de llegada y no de salida. El desarme y la desmovilización.

Creo que es justo (ya lo he dicho, no es la primera vez que lo digo) que las Farc tomen nota de esto.

Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar, ojalá, en ese esfuerzo que creemos necesario de búsqueda de la paz. Respetando, por supuesto, las decisiones que el Gobierno de Colombia tome al respecto en su santa y sagrada soberanía.

Pero cómo va cambiando el mundo, cómo vemos señales de cambios verdaderos en el mundo, de cambios geopolíticos. La dinámica internacional creo que tiene que obligarnos a todos a revisar conceptos, a revisar criterios, a revisar fundamentos y buscar caminos hacia la paz.

Solo eso voy a decir, con mucho afecto, con mucho respeto y con mucha y grandísima fe en que se logre ese camino a la paz. Y que podamos, de esa manera, con mucha más facilidad, lograr eso que decía Bolívar hace casi dos siglos: una reunión, una sólida reunión entre nosotros, sin alteraciones de ningún tipo, sin perturbaciones de ningún tipo.

Vaya, pues, con este comentario, nuestro afecto ratificado a Colombia, al pueblo colombiano.

Y ojalá eso que tú decías, que una generación que no conoció un día de paz, que los hijos, los nietos, nuestros hijos, nuestros nietos, conozcan no un día de paz sino una eternidad de paz. Muchas gracias. Solo quería decir eso.

Pregunta: Quisiéramos saber si ustedes conversaron en esta reunión sobre el tema limítrofe...

Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías: Hemos hablado, ya lo dijo el Presidente, lo ha repetido, sobre los mil doscientos y tantos kilómetros de frontera que tenemos. ¿Cómo no vamos a hablar de ese tema?

Hemos hablado, por ejemplo, del tema de las cuencas, de los ríos comunes, del tema de la delimitación, de estar pendientes. Hay unas comisiones. Unas comisiones, que son permanentes, de delimitación de los hitos fronterizos, del tema de los ríos, del Arauca, etcétera. Los problemas propios de la frontera.

Ahora: si tú te refieres al tema que el gozo periodístico de algunos medios venezolanos ha estado alborotando en estas últimas horas, hoy no hemos hablado de ese tema en verdad.

Pero en varias ocasiones lo hemos conversado. Para nadie es un secreto que ahí está pendiente un tema de la delimitación de las aguas marinas y submarinas del Golfo de Venezuela. Un tema viejo. Como sabemos todos, todo venezolano, todo colombiano debe estar enterado de esto.

Ahora: que faltando pocas horas para la llegada del Presidente Uribe a esta visita de trabajo, de afecto…

Ahora, en otras ocasiones hemos hablado del tema. Pero han estado, pues, tratando algunos medios de comunicación venezolanos (sobre todo venezolanos, no lo he visto en otros), de generar una perturbación. Tratando de echarle basura a la visita. No lo van a lograr. Van a perder su tiempo.

Ese es un tema que está trabajándose a nivel de las comisiones correspondientes. No fue abordado en la agenda de hoy. Pero sin embargo estamos nosotros no solo en libertad de hablar del tema. Estamos en obligación. Es una obligación para nosotros. En una obligación de ambos Estados buscar la solución a ese viejo problema. Solucionarlo, como tiene que solucionarse entre hermanos los problemas de delimitación. Aun cuando, repito, no fue tema de la agenda del día de hoy.

Hay distintas propuestas. Y pudiéramos dedicarnos en una futura reunión a revisar eso.

Yo soy del criterio (y estoy seguro de que represento la voz, o recojo la voz, y la represento también legítimamente de la mayoría de venezolanos y venezolanas), siempre, incluso siendo militar en filas, estuve, y nuestro movimiento bolivariano, que nació en filas del Ejército, estuvo alejado de las posiciones extremistas o extremas sobre este caso.

¿Guerra entre nosotros? Sería lo último. No. Eso hay que solucionarlo en su momento, dando los pasos que hay que dar. Y luego, de esa manera, al solucionar ese problema pendiente, dinamizar un conjunto de proyectos binacionales en toda esa zona del Golfo de Venezuela.

Zona muy rica en recursos estratégicos. Entre otros, el gas. Y fíjate que nosotros, sabiendo que hay gas allí, por tener cuidado en un tema tan sensible, hemos tomado un margen, un colchón de distancia. Hace poco fuimos con los rusos. Vino un alto funcionario del gobierno ruso a hacer la primera perforación ahí, en aguas del Golfo de Venezuela.

Y más hacia el norte tenemos información de que hay reservas de gas importantes, que algún día debemos explotarlas conjuntamente. Y desarrollar en La Guajira un polo petroquímico. La Guajira tiene grandes potenciales para el desarrollo de distintos proyectos, para llevar felicidad no solo a la población guajira sino a toda esta región, en un área de suma importancia geopolítica.

Así que no lo hablamos. Pero lo estamos hablando de manera permanente, sin complejos de ningún tipo. El gozo periodístico es el gozo periodístico.

Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez: Poco tendría que agregar a lo que nos ha dicho el Presidente Chávez sobre este tema. Por supuesto, en nuestros años de gobierno han trabajado los integrantes de la Comisión a la cual se le ha asignado la exploración, desde hace mucho tiempo, de opciones de solución.

Yo desearía que eso se resolviera cuanto antes. Ojalá. Las nuevas generaciones no van a entender por qué nos demoramos tanto para superar ese diferendo. No deberían ser problemas de nuestra época ni de nuestros países. Debería estar superado hace rato.

Y además las nuevas generaciones, que tienen un sentido mayor de solidaridad que las generaciones de mayores, reciben muy bien que donde haya que hacer desarrollos socioeconómicos de ambos países, desarrollos exploratorios conjuntos, eso se haga. En las nuevas generaciones prevalece más la solidaridad. Y viven más desprendidas de los elementos de egoísmo que muchas veces evitan que estos problemas se resuelvan. Ojalá los resolvamos rápidamente.

Presidente Chávez, muchas gracias. Espero mi cumpleaños. Mándeme esa bicicletica. No tiene que ser muy grande. Usted más o menos sabe mi tamaño. No necesito nada distinto a que sea veloz, cual el apellido que usted le ha dado: la bicicleta atómica.

Muy apreciados compatriotas de Venezuela, muchas gracias. La reiteración de todo nuestro afecto. Es la patria común, de un gran potencial. Es que el mercado nuestro, si se fuera a examinar en términos de mercado, es un mercado de 75 millones de ciudadanos. De primera importancia en cualquier lugar del mundo.

La mayor integración, con toda la equidad, con todo el propósito democrático de cohesión social, será garantía de felicidad para las nuevas generaciones de venezolanos y colombianos. Porque finalmente todos somos de la patria grande del sueño del Libertador.

Feliz noche y muchísimas gracias.