Barranquilla, 24 abr (SP). “Muchas gracias por realizar esta reunión de Ministros del Caribe en esta ciudad de Barranquilla.
Los colombianos nos sentimos muy honrados con ello, y que lo hagan en este edificio, donde se viene construyendo con gran esfuerzo un museo iluminante sobre todo ese inmenso significado del Caribe, el significado histórico, el peso específico del presente y todo el potencial.
Una ciudad que está en ebullición para bien, con unas autoridades muy legitimadas, queridas por los ciudadanos, en proceso de concepción y de iniciación de ejecución de obras de extraordinario progreso.
La presencia de ustedes anima a Barranquilla para sacar adelante una obra trascendente, como es el centro de convenciones, aquí muy cerca; para sacar adelante todas las obras que han sido concebidas para que avance la construcción de hoteles, que estaba bastante estancada en la ciudad, no obstante la importancia de la ciudad, y que por fortuna ya en este Gobierno se han construido algunos, pero lo más importante son los que están en proyecto.
No saben ustedes cuánto significa para nosotros los colombianos, que requerimos del turismo, que estuvimos muchos años abandonados del turismo por la circunstancia de violencia, cuánto significa para superar el olvido y poder regresar a insertarnos en las grandes corrientes del turismo, la presencia de ustedes aquí.
Yo casi debería reducir mi intervención a decirles muchas gracias. Para el Gobierno Nacional es de enorme importancia que ustedes estén aquí, que en sus países sepan que ustedes están aquí, que la comunidad nacional e internacional tenga conocimiento que esta reunión se lleva a cabo acá en Barraquilla.
Nosotros hemos buscado, apreciados visitantes, hacer de la palabra confianza la mayor palabra, la de más importante peso en Colombia.
Buscar confianza para que los colombianos vivan, emprendan, estudien, realicen la vida felizmente en Colombia, y para que la comunidad internacional nos pueda tener toda la confianza.
Seguridad con valores democráticos
Esa confianza la soportamos en el avance de la seguridad con valores democráticos, en el estímulo a la inversión con responsabilidad social y en la lucha por la cohesión social.
En seguridad las cifras muestran una tendencia positiva, pero reconocemos lo que falta. El mundo puede saber que hay toda la determinación para vencer lo que aún subsiste del flagelo de inseguridad.
Y creo que hay unos intangibles, unos resultados de aquellos que no suelen cuantificarse, que son del mayor interés.
Colombia ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los criminales. Se había perdido. Aquí después de muchos años de sufrir el terrorismo guerrillero, el narcotráfico, surgió otro terrorismo como reacción a la guerrilla: el paramilitarismo.
La palabra paramilitar se acuñó para denominar a las bandas privadas criminales cuyo propósito era combatir la criminalidad guerrillera.
Colombia ha desmontado el paramilitarismo.
Ustedes observan en el país hoy, que en medio del avance de la seguridad hay aún una guerrilla decadente pero todavía con capacidad de hacer daño, unas bandas del narcotráfico unidas en muchos lugares de Colombia con la guerrilla, pero fundamentalmente un Estado que ha recuperado el monopolio para combatir a los criminales.
Ese es un valor democrático de gran importancia.
Como también se ha recuperado el monopolio estatal sobre la justicia. En muchas regiones de Colombia la justicia había sido sustituida por los paramilitares o por la guerrilla. Ellos se hacían cargo de los pleitos de familia, de las querellas entre vecinos y de todas las disputas que se presentaban en el territorio del cual ellos habían desplazado a las instituciones del Estado.
Hoy, además de que tenemos una justicia independiente, que ha sido la tendencia siempre de Colombia, tenemos una justicia que viene recuperando aquello que nunca debió perder: el monopolio para realizar está actividad en todo el territorio.
Cuando hablamos de Seguridad Democrática ello tiene muchas implicaciones: seguridad para todos los colombianos, seguridad por igual para los amigos que para los críticos del Gobierno, seguridad para combatir el secuestro de empresarios y el asesinato de trabajadores.
Sin seguridad es imposible el disfrute de las libertades. Seguridad para proteger la prensa, no invocación de la seguridad para recortarla.
Eso distingue el proceso de seguridad de Colombia con procesos de seguridad que se realizaron en otras partes del continente. Allá, de pronto con unos desafíos menos graves que el desafío terrorista de Colombia auspiciado por el narcotráfico, allá en muchos sitios, suprimieron libertades, eliminaron el disenso, expulsaron a los críticos.
Aquí las libertades se ejercen a plenitud, dejan de ser retóricas, se han convertido en libertades totalmente eficaces gracias al avance de las instituciones en la lucha contra el terrorismo.
Es bien importante señalar como valor democrático, que esta política de seguridad se ha adelantado con legislación civilista, ordinaria, sin apelar a la legislación extraordinaria del Estado de Sitio.
Colombia ha enfrentado este desafío terrorista con una legislación plenamente garante de las libertades. Eso queremos destacarlo, que ustedes lo lleven consigo, se lo trasmitan a sus comunidades.
Y la seguridad es fundamental para el turismo.
Nunca pensé yo que estas ciudades del Caribe colombiano podrían afectarse por la violencia. Los colombianos suponíamos que estas ciudades se mantendrían como oasis de paz, que la corriente turística interna nunca se les afectaría.
Sin embargo, para mal, qué sorpresa. Prácticamente se interrumpió el turismo del interior del país al Caribe por la violencia. Se ha recuperado mucho en los últimos años.
En un país que tiene mil 600 kilómetros de costa en el Caribe, 1.300 kilómetros de costa en el Pacífico, que tiene bastante diversidad en ambas costas, que tiene el macizo montañoso de la Sierra Nevada, el más alto del mundo en proporción a la distancia sobre el nivel del mar, que tiene una Región Andina con sitios como la Sabana de Bogotá, la sabana más grande, verde y bella de toda la Cordillera de los Andes, que tiene la Orinoquía, que tiene la Amazonía, un país con todas estas posibilidades, y es un país que había entrado en la corriente del olvido del turismo internacional, por la violencia.
Lo habrán compartido con el Ministro Luis Guillermo Plata (Ministro de Comercio, Industria y Turismo), con los compañeros del Ministerio con Nubia Stella (Martínez, vicepresidenta de turismo de Proexport), que Colombia viene en un proceso bien interesante de recuperación del turismo internacional.
El turismo es un ejemplo para poder decir si las diferentes políticas que confluyen a la búsqueda de confianza sirven o no sirven. Yo creo que la recuperación paulatina del turismo va indicando la conveniencia, la necesidad y el avance de la política de seguridad en Colombia. También de la política de confianza inversionista
Confianza inversionista
Nosotros, para estimular la confianza inversionista, damos todas las garantías a la inversión privada: domestica, internacional. Le exigimos es responsabilidad social.
Esa responsabilidad social que la entendemos como transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado, como compromiso de los inversionistas más allá de los mínimos legales con el bienestar de la comunidad, por ejemplo en temas ambientales, como fraternidad laboral.
Nos parece que hace igualmente daño una política laboral de odio de clases, como una política laboral de capitalismo salvaje. Por eso nuestra prioridad se llama fraternidad laboral.
Nos parece que es muy importante, también, para responder a esta crisis de la economía, agregar como factor de responsabilidad social de la inversión el concepto del capital.
Esta crisis, pensamos muchos, no es la partida de defunción de la iniciativa privada, pero sí tiene que ser la partida de defunción del concepto especulativo del capital.
El capital tiene que ser un factor de construcción de riqueza social, de bienestar comunitario, no puede seguir siendo en adelante un factor de especulación que, como tal, tanto daño ha hecho al mundo.
Con esas exigencias de responsabilidad social, nosotros damos todas las garantías a la inversión. Y hemos buscado disminuir sustancialmente el déficit, el endeudamiento, a pesar de que ahora, para atender la crisis, tenemos que tener algo de reversa en esas tendencias.
Hemos buscado adelantar todas las reformas estructurales posibles, y seguimos con reformas estructurales. Reformas estructurales en las relaciones fiscales entre la nación y las regiones, reformas estructurales para eliminar sistemas privilegiados de pensiones, reformas estructurales tributarias, laborales.
En la tributación, hoy el turismo está muy incentivado en Colombia. Todo nuevo hotel que se construya en Colombia tiene una exención tributaria de 30 años. Toda empresa de turismo ambiental que emprende actividades en Colombia, tiene también una larga exención tributaria.
Creemos que la tributación hoy es un factor que hace a Colombia muy competitiva.
Además, inversiones de determinado monto hacia arriba, pueden gozar del beneficio de contratos con el Estado para garantizar la estabilidad en las normas.
También, vale la pena destacar la reforma en la administración pública. Hemos reformado alrededor de 430 entidades del Estado.
En la idea de que América Latina se equivocó tanto, cuando pensó que el Estado se podía eliminar, como cuando pensó que el Estado tenía que ser la única expresión de la vía social, nosotros hemos descartado la eliminación del Estado y el estatismo.
Trabajamos por un Estado al servicio de la comunidad, que agregue valor, que estimule todas las iniciativas comunitarias, que garantice el avance hacia la equidad, que sea sostenible.
Una reforma difícil, en la cual hemos tenido que reformar la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, la Empresa Nacional de Petróleo, en la generalidad de las ocasiones contra fundamentalismos ideológicos, que en nombre del burocratismo históricamente se han opuesto a estas reformas, pero las hemos venido sacando adelante, y eso ayuda a que haya confianza en el país.
Tenemos ahora una política anticíclica para enfrentar estas dificultades de la economía, una política de construcción de infraestructura, de protección de los sectores más pobres y vulnerables, de diligencia para que el Estado se financie a tiempo y pueda enfrentar la crisis, y para garantizar en lo posible la financiación de los particulares, para preservar la confianza inversionista en este momento de crisis de la economía mundial.
Tenemos muchas dificultades de infraestructura, pero también son una gran oportunidad.
Si ustedes miran nuestro mapa de las Américas y se detienen en países hermanos y mediterráneos como Bolivia, encontrarán que de la capital boliviana al Pacífico hay una cantidad de kilómetros muy inferior a los mil kilómetros que hay entre la capital colombiana y estas ciudades del Caribe de Colombia.
Un país con muchas dificultades de infraestructura.
Entre la capital colombiana y el Pacífico hay 580 kilómetros de una topografía muy abrupta. La sola distancia para unir por el Caribe colombiano la frontera con Panamá y la frontera con Venezuela, es una distancia que de acuerdo con la línea de costa, es de 1.600 kilómetros.
Colombia tiene en este tipo de infraestructura mucho atraso, pero se convierte también en una oportunidad. Estamos haciendo el esfuerzo para que empiecen las grandes obras y el país se ponga a tono con los requerimientos.
Competitividad
Y haciendo todos los esfuerzos de competitividad durante dos años continuos, con la dirección del Ministro (de Comercio, Luis Guillermo) Plata el país ha ganado la mención del Doing Bussines del Banco Mundial, y se están haciendo las nuevas reformas para mantenernos en la vanguardia, en la primera línea de esa mención.
Diría yo que el esfuerzo más importante de competitividad es nuestra revolución educativa. Ya hemos logrado plena cobertura de educación básica.
Tenemos una institución de formación para el trabajo que alcanza el mayor nivel de América Latina, el Sena, Servicio Nacional de Aprendizaje, financiado por dos puntos que pagan los empleadores como porcentaje a la nómina. Atiende por año ya 6 millones de estudiantes colombianos en oficios vocacionales.
Ha pasado a esa cifra cuando solamente atendía un millón 100 mil. Tiene hoy matriculados 298 mil colombianos en cursos técnicos y tecnológicos de mediano plazo, de mediano alcance.
Como parte de la política anticíclica, en los próximos días empezará a recibir la matrícula para otros 250 mil colombianos en actividades técnicas y tecnológicas, especialmente orientadas a los nuevos oficios, porque algo que sí tenemos muy claro es que paradigmas que se rompen con esta crisis incluyen el decaimiento de muchos de los viejos oficios, que por más que se recupere la economía no tendrán nuevamente la dinámica del pasado.
Entonces, creemos que hay que orientar la formación laboral en la dirección de los nuevos oficios que quieren abrirse espacio en el mundo que viene.
El Ministro Plata ha hecho un trabajo para seleccionar con los emprendedores colombianos cuáles son los sectores nuevos en que el país tiene posibilidades. Que la producción de medicamentos, que la producción de cosmética, que los software, que los biocombustibles, que el valor agregado en los call center, todo lo que es la tercerización en este tipo de servicios, pero también se está trabajando para agregarle valor a los sectores tradicionales de la economía.
En eso tiene que ayudar muchísimo el tema de la investigación científica, del avance universitario.
Hace poco se aprobó la nueva ley de ciencia y tecnología. Y llegan ustedes a una ciudad con un gran dinamismo universitario, una ciudad que es ejemplo de su avance universitario.
Colombia cuando empezó nuestro Gobierno tenía un 22, 24 por ciento de cobertura en educación superior, ahora está llegando a un 35 por ciento.
Y hemos avanzado muchísimo en el crédito subsidiado a los estudiantes que no alcanzan a tener la matrícula más asequible, que es la matrícula de la universidad pública.
Hace pocos días, en nuestra nueva política de zonas económicas especiales, aprobamos una zona económica especial aquí cerca de la ciudad de Barranquilla, en su área metropolitana, en Puerto Colombia.
En el turismo de salud este país tiene presente y tiene futuro. La medicina colombiana es una medicina muy bien reconocida, y la infraestructura construida es una infraestructura bien importante, y la que empieza a construirse gracias a las zonas especiales económicas, dirigidas al área de la salud.
Vivimos un momento muy difícil de la economía mundial. En la Cumbre de Trinidad, que empezara justamente hace una semana, algunos países que tienen como principal el turismo, presentaban una preocupación muy elevada: esa caída del turismo internacional en los últimos meses.
Ojalá, todos los esfuerzos que se están haciendo en el mundo nos permitan recuperar esta dinámica.
Pero, también tenemos que pensar nosotros entre nosotros mismos. Hemos pensado siempre integrarnos con los que viven más lejos, y nos hemos dado la espalda entre nosotros mismos.
Aquí solamente, en el vecindario de Colombia, en el vecindario inmediato, hay más de cien millones de habitantes, que puede ser una gran fuente originadora de turismo hacia todos nuestros hermanos del Caribe; y por supuesto, internamente de todos, a cada uno de los países que integramos ese núcleo poblacional.
Celebro pues esta reunión. Agradecemos inmensamente a ustedes el desplazamiento a la ciudad de Barranquilla. Pedimos que cada uno de ustedes se convierta a su regreso en un embajador de Colombia. Y queremos trabajar muy cercanamente con ustedes.
Muchas gracias por su presencia, muy honrados. Siempre bienvenidos, y qué bueno que se hubiera seleccionado a esta ciudad de Barranquilla como sede de esta reunión.
Se que en eso influye un barranquillero típico, que expresa la espontaneidad y la alegría de esta ciudad: nuestro Embajador en Jamaica, Ventura Díaz Mejía, quien fuera Gobernador de este departamento del Atlántico.
Entonces ahora, con el compromiso de todos –y aquí hay un Alcalde y un Gobernador muy dinámicos- y un compromiso del Gobierno Nacional en no fallar con los aportes, a pesar de las dificultades, esperamos que se preparen las nuevas reuniones de Barranquilla, para estrenar dentro de no mucho tiempo un centro de convenciones de nivel internacional.
En todos los momentos, en la mente está Barranquilla hoy, igual a ‘centro de convenciones’.
A todos muchísimas gracias. Feliz estadía en Barranquilla”. |