Después de un merecido día de descanso en Santa Rosa de Viterbo, una bella población rodeada de extensos cultivos de papa y maíz, la Ruta Libertadora cogió muy temprano el camino que lleva a la ciudad de Duitama, un polo de desarrollo industrial y transportador de Boyacá.

Atrás quedaron los caminos de herradura y los páramos de frailejón. En estas tierras del altiplano boyacense sube un poco la temperatura, el camino es más tendido y de la vegetación de alta montaña se pasa a los sembrados de trigo y habas y a las fincas ganaderas.

En el camino también quedó Santa Rosa de Viterbo, con dos de las instituciones más importantes de la región: el Tribunal Superior del Distrito Judicial, instituido en 1834, y la Escuela de Policía Rafael Reyes, fundada en 1973, en la que se forman y especializan agentes de esta institución.

Los habitantes y las autoridades de Duitama se levantaron muy temprano, y con música de la banda sinfónica, el quinteto de clarinetes y del dueto la Hoja de Roble, recibieron a la caravana de la libertad.

Pasado el mediodía, los integrantes de la Ruta Libertadora fueron recibidos por los habitantes y las autoridades de Paipa en el Pantano de Vargas. En este lugar histórico se llevó a cabo el 25 de julio de 1819 una de las batallas más importantes de la Campaña Libertadora, en la que el Ejército Patriota derrotó a las tropas realistas.

En honor del coronel Juan José Rondón y los 14 lanceros, héroes de esa jornada, se levantó el Monumento de los Lanceros, una escultura de 33 metros de alto, en la que se destaca la imponencia arquitectónica del maestro Rodrigo Arenas Betancur.

Varios niños y jóvenes de los colegios de la región con música y obras de teatro representaron la batalla del Pantano de Vargas, y como hace 190 años, retumbó  sobre los campos boyacenses otra vez la voz de Simón Bolívar: “Coronel Rondón, ¡Salve usted la patria!”.

En el Pantano de Vargas el recibimiento fue muy cálido por parte de la administración municipal en cabeza del señor Alcalde Jorge Alberto Herrera Jaimes, quien destacó el esfuerzo y compromiso de los participantes en la Ruta Libertadora y exaltó “la labor de la Fuerza Pública en la seguridad de los departamentos y ciudades de Colombia”.   

Llenos de júbilo patriótico, los jinetes de la Ruta Libertadora y una caravana de vehículos acompañantes partieron hacia la Casona del Salitre. Allí fueron recibidos por los aires musicales de la Banda Sinfónica Juvenil de Paipa, las danzas del Ballet Folclórico del municipio y una exposición fotográfica y de antigüedades en la Casa de Vargas.

La noche empezó  a caer y a lo lejos la luz de las estrellas se refleja sobre el Lago de Sochagota, en medio de un complejo hotelero que sirve como refugio a los jinetes y acompañantes que mañana muy temprano buscarán el camino que los lleve a la población de Toca.