La Casona del Salitre que sirvió como cuartel general a Simón Bolívar y al Ejército Libertador, después de la batalla del Pantano de Vargas, alojó a varios de los integrantes de la cabalgata libertadora que esta mañana (martes 4 de agosto) salió rumbo a la población de Toca.
Cuenta la historia que al amanecer del 5 de agosto de 1819, el Ejército Patriota llegó a la Villana, situada en el camino que conduce a Firavitoba y que forma parte del actual municipio de Toca. En este punto, el Libertador ordenó que una compañía de infantería se adelantara para ocupar la ciudad de Tunja.
Al caer la tarde, los primeros jinetes que entraron a las calles del municipio de Toca fueron los niños del Colegio Plinio Mendoza Neira, en caballitos de madera construidos por ellos mismos, acompañados de sus profesoras de la Sección de Primaria de Segundo Grado. A los jinetes infantiles los siguieron los policías y soldados y los incontables voluntarios que se han unido a la Ruta Libertadora.
La pólvora, la banda de música del municipio, el grupo de teatro del Colegio Rafael Uribe Uribe y las danzas del Mendoza Neira, fueron protagonistas en el recibimiento de la cabalgata, antes de empezar un recorrido por los sitios históricos de la población.
Esta vez, el teatro representó a las Juanas, esas valerosas mujeres que el 4 de agosto de 1819 suministraron vestuario y víveres a las tropas libertadoras.
Hoy, los jinetes de la Ruta Libertadora atravesaron algunos valles cultivados de trigo y cebada y alcanzaron el punto más elevado en el Alto del Pastorero, nada comparado con los páramos de vientos cruzados de los primeros días de la cabalgata.
Después del recorrido a pie, para dejar descansar los caballos, los integrantes de la Ruta Libertadora buscaron el mejor lugar para recuperar las fuerzas, porque mañana el camino los llevará a Tunja. |