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Agosto 14     Versión imprimible
Palabras del Presidente Álvaro Uribe al clausurar el Congreso de la Asociación de Comisionistas de Bolsa de Colombia, Asobolsa

El Presidente Álvaro Uribe Vélez asistió este viernes en Cartagena al Congreso de la Asociación de Comisionistas de Bolsa de Colombia (Asobolsa): 'Una mejor opción para los empresarios'. El evento se realizó en el Hotel Hilton. El Jefe de Estado agradeció los esfuerzos de los operadores del mercado bursátil en una época difícil. Foto: Felipe Ariza - SP.

 

Cartagena, 14 ago (SP). “Quiero agradecer a ustedes el esfuerzo que diariamente realizan por el país, especialmente en épocas que han sido tan difíciles.

Cuando leemos afanosamente qué están haciendo los diferentes países en materia de política anticíclica para enfrentar las dificultades de la economía, tenemos que llegar a una conclusión: nosotros llevamos muchos años en política anticíclica, llevamos muchos años en crisis.

Cuando empezó este Gobierno, entendimos que estábamos en una profunda crisis; en septiembre de 2002 no había con qué pagar a los soldados y la tasa de inversión se había caído en el sector privado al 8 por ciento, y la tasa de inversión total era del 12, del 14 por ciento.


Yo no creo que pueda decirse que la economía colombiana, como otras economías del mundo, haya estado en un proceso de crisis después de un largo periodo de bonanza, nosotros no lo tuvimos. Mientras otras economías del mundo pudieron disfrutar esa bonanza, la situación particular nuestra nos llevó a presentar unos resultados económicos bastante peregrinos.

Por eso, cuando el Gobierno se pregunta qué es lo que puede hacer el Gobierno fundamentalmente por un sector, como este sector que fomenta todo el mercado de capitales, la respuesta es: hay mucho que hacer, que las regulaciones, que el Conpes. Creo que después de haberse aprobado la reforma financiera última en el Congreso, ya el Gobierno no tiene disculpa para avanzar en el documento Conpes, creo que deberíamos proponernos desde hoy a tenerlo rápidamente, por supuesto con una gran concertación con ustedes.

Colombia tiene una institucionalidad de regulación y de supervisión bastante respetable, ustedes lo reconocen, pero creemos que esos son capítulos sectoriales, que la gran contribución del Gobierno tiene que ser su esfuerzo por construir confianza en Colombia. He ahí la palabra que nos guía, la palabra que nos compromete todos los días, la palabra con cuyo cumplimiento en la práctica nosotros creemos que le puede hacer el mayor beneficio al país entero y a cada uno de sus sectores.

Y todos los días les repito a mis compatriotas la necesidad de trabajar en la profundización de la confianza en Colombia, y es necesario grabar eso en el corazón de cada compatriota; los pueblos necesitan tener unos valores elementales y, al mismo tiempo, profundos, que nos guíen, un esfuerzo de llegada y que la mayoría de la población los visione.

Esa confianza nosotros procuramos sustentarla en el avance de la seguridad, en el avance de la inversión y en la política social.

Voy a hacerles algunas referencias sobre el tema de seguridad y algunas referencias sobre el tema de inversión y política social, enmarcados estos en lo que podríamos llamar las políticas de Colombia frente a la crisis, nuestra crisis particular, a los efectos de la crisis del mundo en nuestra economía.

En materia de seguridad hemos avanzado, pero los retos son muchos.

Los intangibles de la Seguridad Democrática

Quiero referirme a algunos avances que podríamos denominarlos no cuantificables, los intangibles.

El país ha recuperado monopolios que nunca debió perder, el monopolio de la justicia, el monopolio de la fuerza pública, ha recuperado la eficacia de instituciones que nunca se debieron debilitar, de instituciones políticas, de instituciones administrativas, de la descentralización.

En Colombia se ha recuperado ese monopolio para combatir a los criminales por parte del Estado. La palabra paramilitar surgió para denominar las bandas privadas criminales, cuyo propósito era combatir a la guerrilla. Hoy es el Estado a través de sus fuerzas institucionales el único que combate a todas las fuerzas criminales.

Hemos tenido más de 50 mil desmovilizados de los diferentes grupos violentos, algunos de ellos han reincidido, aproximadamente unos 3 mil, y aquellos que reinciden provenientes del paramilitarismo, están simplemente dedicados al narcotráfico. Las bandas privadas del narcotráfico hoy tienen una especie de alianza con las guerrillas, en unas partes del país proceden en equipo para repartirse los dineros del narcotráfico y en otras partes del país se enfrentan también para disputarse el botín del narcotráfico.

Lo importante de todo esto es la recuperación por parte del Estado del monopolio para combatirlos.

Y hemos recuperado el monopolio de la justicia. Apreciados compatriotas, la justicia estaba bastante desplazada y bastante reemplazada. Había sido víctima de lo que llamaríamos las restricciones territoriales y las restricciones jurisdiccionales.

En muchas partes del país, jueces y fiscales habían sido reemplazados de facto por integrantes del terrorismo guerrillero, por integrantes del terrorismo paramilitar.

La justicia había sido desplazada para conocer pleitos de vecinos, pleitos de familias, crímenes mayores, crímenes menores y además tenía otras restricciones jurisdiccionales de gran envergadura.

Apenas fue la Seguridad Democrática la que permitió que se empezara a investigar crímenes sucedidos con anterioridad a este Gobierno, como aquellos que se relacionan con el nombre de la parapolítica, cuando la farcpolítica sigue en la impunidad.

Hemos recuperado el monopolio de la justicia en todo el país.

El país había avanzado mucho en descentralización, a propósito de quienes nos visitan de otros países. Este es un país profundamente descentralizado, el 52 por ciento del gasto del Estado colombiano lo realizan las regiones.

¿Pero qué había pasado con la descentralización? La descentralización estaba bastante afectada por el avance del terrorismo.

Cuando empezamos, 400 alcaldes de Colombia estaban desplazados de sus municipios, no podían atender allí sus funciones. Recursos de muchos departamentos y de muchos municipios estaban interferidos por los grupos violentos y esos grupos violentos se habían apoderado de la capacidad de determinar la marcha de la descentralización en muchas regiones de Colombia.

El avance de la seguridad ha regresado a la práctica las competencias jurídicas, fiscales y financieras de la descentralización. Los alcaldes colombianos despachan hoy desde sus municipios, los recursos de las entidades estatales ya no tienen ese tamaño de interferencia que tenían de los grupos violentos, los fenómenos de corrupción por fortuna se han venido aislando. Yo creo que allá hay una muy importante contribución de la Seguridad Democrática, los colombianos creen más en las instituciones.

Se ha superado la tendencia, que era creciente, de que los ciudadanos buscaran resolver los problemas de inseguridad por sus propios medios, se ha reconstruido ese factor de capital social, que es la decisión de los ciudadanos de acudir a sus instituciones en procura de este tipo de servicios públicos.

Las víctimas. Antes se hablaba de las victimas en los funerales. Las victimas no reclamaban, no reclamaban por temor a retaliaciones, no reclamaban porque lo encontraban inútil. Hoy tenemos 220 mil víctimas inscritas, el país está en un proceso de reparación costoso difícil.

Reparación total no hay, pero todo esfuerzo que hagamos en reparación es una esfuerzo que anula venganza, es un esfuerzo que rompe la cadena del odio.

El país va a gastarse en los años que viene aproximadamente 14 billones en reparación de víctimas. El Gobierno ha tenido objeciones a proyectos de ley que pretenden que el gasto sea de 86 billones, en un país que recauda 67 billones, la reparación de las víctimas que es compromiso ético, político, un compromiso con la sociedad colombiana, para que sea realista, para que se pueda cumplir nos debe exigir un esfuerzo, pero no puede rebasar nuestra posibilidades.

El Gobierno, este año, viene ejecutando los primeros 200 mil millones para el componente monetario de la reparación de las primeras 10 mil víctimas y estamos incorporando otra suma al presupuesto del 2010, pero tendremos que mantener también el cuidado para no llegar por afanes electorales a aprobar sumas que desborden totalmente las posibilidades fiscales de la Nación.

Colombia lucha contra el terrorismo

Diría esto: Colombia ha enfrentado un desafío terrorista inmenso, el problema de seguridad de Colombia ha sido mayor que el que vivieron otros países del continente.

Aquí hemos tenido un terrorismo rico, más que autosuficiente, y lo hemos enfrentado con pleno respeto a las libertades.

Diría que las circunstancias de haber conducido la política de Seguridad Democrática con legislación civil, no con legislación marcial, con respeto absoluto a las libertades, a las garantías políticas, a las garantías civiles, honra al Estado de Derecho de Colombia y nos permite presentar esta política como una política de seguridad auténticamente democrática.

Hoy hay 10 mil colombianos que reciben protección directa del Estado, protección individual, el costo de ese rubro supera este año los 40 mil millones del presupuesto nacional, un esfuerzo enorme y además ha sido eficaz.

Están protegidos los voceros de la oposición, los líderes sindicales, los líderes de ONG´s, de grupos de derechos humanos, 10 mil colombianos reciben protección directa.

Los retos de seguridad siguen siendo muy grandes, el país los tiene que afrontar con toda firmeza. Yo creo que tenemos que reflexionar sobre la necesidad de que la firmeza nos conduzca a la derrota total del terrorismo, no quedarnos en las aguas tibias del apaciguamiento, ni tampoco en las metas parciales de la contención.

La invitación que les hago a los colombianos es que vayamos más allá de la contención o lo que sería un periodo apenas de apaciguamiento y el país avance con toda firmeza a la derrota total del terrorismo.

Los pasos que venimos dando en esa dirección, hacia allá apuntan, en lo doméstico y en lo internacional.

Pensamos que lo que finalmente disuade a los terroristas es que pierdan la ilusión de que van a encontrar nuevos espacios políticos para seguir acrecentando la violencia en Colombia.

Si ellos advierten que aquí hay firmeza total, que no hay debilidad para tomar las decisiones pertinentes, tienen también que advertir que sus días están contados.

Acuerdo de cooperación con Estados Unidos

Por eso en la sicología del terrorista es muy importante la decisión que vaya tomando el país sobre todas estas materias. He ahí la importancia del acuerdo de cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos.

Ese acuerdo se constituye en una señal necesaria, de la cual debe derivarse que nosotros no estamos por el apaciguamiento ni por la contención, sino por la derrota total del terrorismo narcotraficante.

En buena hora Colombia viene avanzando en la construcción de este acuerdo.

Política anticíclica: Infraestructura

Para hacer algunas referencias al tema económico y al tema social, quisiera ubicarlo en la organización que ha hecho nuestro Gobierno de la Política Anticíclica, que tiene el capítulo de infraestructura, que tiene el capítulo de la red de protección social, que tiene el capítulo de la confianza inversionista.

Este año el país debe invertir más de 50 billones en infraestructura. Una gran inversión del sector privado, una más reducida del sector público.

Una inversión, cuyo resultados los vamos a dar en el largo plazo, otra inversión que debe despegar y cuyo resultado en empleo y en dinamismo de la economía se pueden ver en el corto plazo.

Por ejemplo, las inversiones en el sector energético son fundamentales para el largo plazo.

Muy grave sería que, por efecto de la crisis, el país bajara la guardia en materia de inversiones en el sector energético. El mundo puede correr el riesgo de que la crisis conduzca a una disminución de inversión en el sector energético y que una vez se esté superando la actual crisis de la economía vuelva a aparecer una deficiencia en el suministro de insumos energéticos.

Por eso nosotros le asignamos toda la importancia a la búsqueda de producción de hidrocarburos, a la generación de energía, a los combustibles alternativos.

Colombia exploraba 10 pozos de petróleo al año, este año explora cerca de 100 pozos. Nosotros esperábamos perder la autosuficiencia petrolera en 2008, la tenemos extendida hasta el 2019.

De acuerdo con las proyecciones deberíamos estar produciendo menos de 300 mil barriles, estamos produciendo cerca de 600 mil barriles. El país ha venido recuperando enormemente esas posibilidades.

Y estamos agregando a la generación de energía otros 4 millones de kilovatios, sin que tenga que correr riesgos el fisco con su financiación directa ni tampoco con sus avales. Creemos que es la primera vez que empresas independientes con su propio riesgo abocan en Colombia la instalación de una capacidad energética tan sustancial.

Y el país avanza en los combustibles alternativos. A pesar de que Brasil nos lleva mucha ventaja en etanol, nos hemos convertido en el segundo productor en la región de etanol y ya somos el primero en biodiesel.

El país está produciendo un millón de litros al día de etanol, que tiene como fuente caña de azúcar y estamos llegando a una producción de millón 800 mil litros de biodiesel, a partir de palma africana.

El futuro del país en las energías limpias es un futuro bien, bien importante.

Y en este caso de los biocombustibles es un futuro que no afecta el recurso de la selva y que no limita el área de seguridad alimentaria.

Esas son las dos básicas objeciones a los biocombustibles. Cuando los biocombustibles por buscar su fuente destruyen la selva o limitan las áreas de seguridad alimentaria.

Colombia solamente en la Orinoquia tiene 180 mil kilómetros de sábana, en los cuales cabe una gran expansión de la seguridad alimentaria y una gran expansión de los biocombustibles sin necesidad de que tengan que excluirse seguridad alimentaria y energías alternativas.

El país ha avanzando en puertos. La sociedad principal portuaria de Cartagena movilizaba 100 contenedores al año, este año debe movilizar cerca de millón y medio de contenedores. Buenaventura está realizando inversiones en varios puertos que superan mil millones de dólares.

¿Qué se ha hecho? Se han renovado concesiones, se han adjudicado nuevas concesiones y se le ha dado a los puertos el tratamiento de zonas francas, que les permite pagar una renta no del 33, sino del 15 por ciento. No pagar IVA ni aranceles, especialmente, por unos equipos que son tan costosos y tienen los acuerdos de estabilidad a 20 años.

Confiamos que las inversiones que se vienen adelantando en los servicios portuarios de Colombia pongan al día este reglón de infraestructura.

Hemos avanzando en las concesiones aeroportuaria. Confiamos en que Bogotá tenga el mejor aeropuerto de carga de la región, y en los próximos días y en los próximos años uno de los mejores aeropuertos de pasajeros de la región.

El aeropuerto de Bogotá implica que el Estado ceda al concesionario, el 46 por ciento de esos ingresos que antes lo dedicaba a financiar lo otros aeropuertos colombianos.

Y hemos adjudicado otras concesiones por la vía de agrupar aeropuertos y seguimos agrupando aeropuertos. Creemos que es mejor la concesión grupal de aeropuertos para el caso colombiano, que las concesiones individuales.

Avanzamos en la recuperación de los ferrocarriles, con una inversión que supera los 150 millones de dólares, hemos recuperado el ferrocarril de Buenaventura a Cartago (Valle del Cauca) y ahora lo estamos recuperando al sur de Cartago en busca de La Felisa (Caldas).

El concesionario inicial construyó la obra pero no prestó el servicio, entramos en una difícil disputa que se ha superado, hay un nuevo concesionario y se esta avanzando en la prestación del servicio en esa red férrea.

Se superó también una larga disputa que estaba en el Tribunal de París, sobre el ferrocarril del Magdalena. Y se esta estudiando ya la construcción del ferrocarril del Carare (Santander), que nos permita recuperar el Valle del Magdalena con la Meseta Cundiboyacense.

Hemos recuperado el ferrocarril del Atlántico hasta La Dorada (Caldas) y está próxima a adjudicarse la licitación para continuar su recuperación hasta el Tolima, y hasta el Huila.

El país tiene una enorme preocupación vial. Nuestra geografía es bastante difícil, la ubicación de nuestros centros productivos.

Si ustedes miran en el mapa la ubicación de La Paz, capital de un país que no tiene acceso al mar como Bolivia, y la ubicación de Bogotá, encontraran que La Paz esta mas o menos a 450 kilómetros del pacifico, Bogotá esta a 580 y esta a mil kilómetros del caribe.

Nuestros retos viales son enormemente grandes.

Hemos superado los pleitos de todas las viejas concesiones. Las concesiones de primera generación que estaban todas en pleito, están hoy operando normalmente, las concesiones nuevas adjudicadas por este Gobierno operan normalmente.

Además, estamos adjudicando en los meses que vienen obras de gran envergadura. Por ejemplo, La Ruta del Sol, la doble calzada Villeta-Santa Marta, no digo Bogotá-Santa Marta porque el tramo Bogotá-Villeta está en plena construcción.

Esa Ruta del Sol estructurada por la institución financiera adscrita al Banco Mundial, es una gran oportunidad para todos los inversionistas en Colombia.

Hemos venido examinando el tema con los fondos de pensiones y a raíz de la preocupación del doctor José Emilio Archila, presidente de Asobolsa, yo creo que ahí tienen un gran proyecto para participar y creo que pueden hacerlo en cualquiera de las modalidades. Bien sea con unos aportes de financiación, sin riesgo en la obra a quienes resulten concesionarios o contratistas o también participando en los grupos de concesionarios y contratistas. Las posibilidades están abiertas.

Viene otro ensayo de gran importancia. Lo que se llama la concesión de la montaña, Caldas y Antioquia, su comunicación con el Caribe.

Estamos en un acuerdo con ISA, para aprovechar la confianza que los colombianos tiene en ISA, a fin de que ISA se convierta en el concesionario de esa obra.

Inicialmente tendría un presupuesto de dos billones, 600 mil millones aportados por el departamento de Antioquia, 400 mil millones por la ciudad de Medellín y un billón distribuido en 15 anualidades por el Gobierno Nacional.

El contrato con ISA es un contrato de confianza, a libro abierto, para que ISA tenga toda la flexibilidad en la contratación o en la adjudicación de concesiones.

Creemos que allí se va a tener una gran oportunidad para diferentes inversionistas con una entidad sumamente seria, que tiene un bien ganado prestigio y que es objeto de la confianza de todos los colombianos.

El Caribe colombiano tiene hoy siete concesiones, cinco de las cuales han sido adjudicadas en este Gobierno.

Ahora estamos en un proceso de licitación pública para tener una sola concesión que las agrupe a todas, que incluya todos los trayectos y que agregue nuevos trayectos para garantizar una gran carretera por el Caribe colombiano, desde Palo de Letras hasta Paraguachón (La Guajira) en la frontera con, Palo de Letras en la frontera con Panamá, Paraguachón en la frontera con Venezuela.

Y se viene trabajando otras concesiones que están en plena marcha, por ejemplo, si nosotros pensamos en el corredor Caracas-Bogotá, Cali-Buenaventura, el tramo colombiano esta contratado en su totalidad.

Hemos avanzado muchísimo en lo que es la carretera de la capital de Arauca a Tame (Arauca) y a Yopal (Casanare). Allí se ha adelantado un kilometraje significativo con los ingenieros militares, disponiendo también de regalías de Arauca.

Esta empezando el contrato para dejar en óptimas condiciones la carretera del Piedemonte en Yopal a Sogamoso en Boyacá, totalmente contratado el trayecto. Y de Sogamoso-Duitama-Tunja-Bogotá ya tenemos 120 kilómetros de doble calzada de un total de 200, está a plena marcha la construcción de esa doble calzada.

Ya ha mostrado algún desorden por la compra de predios, porque cuando hay dificultades en la adquisición de predios, los ingenieros se tienen que ir acomodando a avanzar en la construcción de la doble calzada, solamente allí donde esta disponible el predio.

Para seguir de Bogotá al occidente, avanza bien todo lo que es el trayecto hasta Girardot (Cundinamarca).

Hemos completado la excavación del túnel del Sumapaz (Cundinamarca), en diciembre debe darse al servicio. Hemos pedido que se llame el túnel ‘Guillermo León Valencia’ para honrar la memoria del ex Presidente Valencia quien cumpliría cien años de edad, hace cien años nació el Presidente Valencia, una referencia de la determinación de valor en la lucha contra los violentos, una referencia de honradez patriótica.

El tramo Girardot-Ibagué avanza bien. Lo mismo hasta Cajamarca.

Construimos la primera parte del túnel de la Línea, la que nos permitió dimensionar los riesgos geológicos, y ya esta empezando la construcción del túnel básico de transporte, están en plena actividad en la cordillera central. Hemos pedido que el túnel de la Línea se denomine el túnel del ‘Segundo Centenario’.

La autopista del café y la autopista de la malla vial vallecaucana han avanzado sustancialmente después de superar los pleitos. Los colombianos pueden hoy hacer un recorrido por carretera casi toda de excelentes especificaciones de doble calzada, entre Santander de Quilichao, al sur de Cali y Manizales.

Y todo el trayecto más crítico que es el trayecto Buga-Buenaventura está contratado en todo su kilometraje, y está en plena ejecución.

Comprendo la angustia los colombianos por nuestras vías.

El Gobierno ha tenido muchas dificultades. Primero, todas las concesiones de primera generación estaban en pleito, las restricciones fiscales, la situación fiscal nos causaba temor para emprender todas estas obras, estaba bastante quebrada la ingeniería nacional, carecíamos de proyectos pero las cosas viene arrancando y arrancando bien.

Tenemos del Plan 2500 rectificados y pavimentados 2 mil 400 kilómetros, es un tema que se discute mucho, porque los congresos gremiales dicen con toda razón: el país necesita corredores de comercio exterior porque hacen vías municipales, pero llegamos a la reunión con los representantes de los 1102 municipios de Colombia y dicen: que estamos sin vías, y el Gobierno no puede llegar a los municipios solamente con soldados.

El Plan 2500 ha sido un modesto esfuerzo para acompañar a los soldados y policías en muchos municipios de Colombia, construyendo estas vías para acompañarlos en su tarea de regresar la seguridad.

Comprendemos las preocupaciones del país por infraestructura y en medio las dificultades fiscales están haciendo todos los esfuerzos para avanzar en infraestructura.

Y se avanza en un esfuerzo, y aparece la necesidad del otro.

Por ejemplo, en Cartagena estamos construyendo uno de los nueve Transmilenios que se construyen en el país, pero ahora estamos ante necesidad de contratar rápidamente las obras básicas para evitar que el canal del Dique siga en ese proceso de contaminación de la bahía de Cartagena.

El informe que tuve esta mañana es que estamos cumpliendo el cronograma acordado recientemente con la señora Alcaldesa (Judith Pinedo), con las diferentes instituciones del Estado y que en los próximos días ya sale el aviso de la apertura de la licitación publica.

Política Anticíclica: Cohesión Social

En el tema de cohesión social quiero referirme solamente al tema educativo. Allí el país viene dando un avance sustancial.

Hemos pasado de un 78 por ciento de cobertura en educación básica y estamos llegando al 100 por ciento.

El país graduaba 420 mil bachilleres. Estamos graduando 650 mil.

Teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios. Nos estamos aproximando, con la nueva convocatoria de técnicos y tecnólogos del Sena, a millón 700 mil estudiantes universitarios.

Financiábamos 60 mil estudiantes a través del Icetex. Estamos financiando hoy más de 250 mil.

La cobertura universitaria era del 22, estamos llegando al 34.

Me preguntaran ustedes: ¿Y cuáles son los grandes faltantes de educación?

Primero, cobertura de la primera edad, allí tenemos todavía un gran retraso.

Hemos avanzado mucho, en lo que es la nutrición infantil, el país se apresta a llegar a un 100 por ciento de nutrición infantil, haciendo esfuerzos infinitos aún en regiones donde es muy difícil alcanzar a las comunidades como en el Guaviare, como en el Choco, pero apenas estamos completando en los sectores pobres 300 mil niñitos menores de 5 años con la debida cobertura escolar, allí tenemos un gran reto.

Y tenemos otro gran reto en infraestructura. La infraestructura de colegios de Bogotá y de Medellín es muy buena, pero en el resto del país muy deficiente.

Por ejemplo, Cartagena ahora, con sus propios recursos y con un gran esfuerzo del Gobierno Nacional, está en el proceso de construir cuatro colegios concesionales, colegios de las mejores especificaciones en los sitios de mayor concentración de pobreza.

El país, tiene que hacer un gran esfuerzo en materia de infraestructura educativa. Las coberturas nos han desbordado la infraestructura y no obstante, que aspiramos llegar en julio del año entrante a un 80 por ciento de los estudiantes de las instituciones publicas con conectividad de buena banda, de todas maneras un gran número de escuelas de pequeños municipios y de la periferia todavía tienen serias limitaciones para poder atenderlas con la conectividad.

El Sena presenta un avance prodigioso. Ha pasado de formar millón 100 mil estudiantes por año a formar 6 millones. Tenía 41 mil colombianos matriculados en técnicas y tecnologías, ahora tienen 295 mil, y ha agregado otros 250 mil cupos como parte de la Política Anticíclica, para graduar colombianos en el nivel tecnológico pero con un pénsum orientado a los nuevos empleos, a las nuevas posibilidades de emprendimiento.

Aspiramos que en diciembre de este año podamos confirmar a los colombianos que ya el Sena completó un millón de estudiantes aprendiendo inglés como segunda lengua, avanzamos aceleradamente hacia esa meta. Lo hacemos, a través de internet. La mayoría de los profesores están en San Andrés Isla, hoy la transmisión es satelital pero ya hemos adjudicado una licitación para instalar el cable submarino entre Barranquilla y San Andrés, a fin de hacer de San Andrés un gran polo de informática.

Creemos que una revolución educativa sostenida, permanente, se va a traducir en un país con mejor productividad, con mayor competitividad y con mejor índice de redistribución del ingreso.

Tenemos mucha confianza en los avances educativos que viene logrando Colombia a los cuales se suma la reciente Ley de Ciencia y Tecnología que le da un estatus a Colciencias que le permite un mejor dialogo con todas las instituciones estatales.

El tema educativo viene siendo apoyado por una gran cobertura en nutrición infantil y por el programa Familias en Acción.

Hoy tenemos ya registrada en ese programa 2 millones 740 familias. Los sectores más pobres de la Nación. Cartagena va a llegar a más de 60 mil familias, familias pobres que reciben un apoyo económico permanente del Gobierno, a condición de que estén certificando la asistencia escolar de sus hijitos y el sometimiento de los hijitos a los exámenes médicos, de salud, y de nutrición.

Esto garantiza el cumplimiento total del ciclo educativo y también nos garantiza una especie de seguro a las familias colombianas para que la crisis económica no saque a sus niñitos de las escuelas.
Por esto, nuestra insistencia al programa Familias en Acción, en este subsidio de demanda condicionado al cumplimiento de los deberes educativos.

Política Anticíclica: Confianza inversionista

En el tema de confianza inversionista. Ha sido muy importante la actitud política ¿por qué? Porque cuando en el continente ya no se discutía la validez de la inversión privada, hay proyectos políticos del continente que la cuestionan, que la estigmatizan; hay proyectos políticos del continente que tienen propósitos todos los días más abiertos de estatización de medios de producción, de estatización de medios de comunicación.

Por eso, es muy importante que Colombia reafirme todos los días su compromiso con las libertades y su compromiso con la iniciativa privada.

Nosotros hacemos de nuestro compromiso con la iniciativa privada el elemento político más importante para que haya confianza inversionista. Iniciativa privada con responsabilidad social.

Y la tasa de inversión ha mejorado. La tasa de inversión ha pasado en el país de unos niveles donde estaba entre el 12 y el 14 por ciento, a niveles superiores al 24 por ciento.

En el primer trimestre de este año, no obstante las serias dificultades de la economía, la tasa de inversión estuvo en el 25 por ciento; nuestro afán: que no se caiga del 25 por ciento.

Colombia requiere, con 46 millones de habitantes, una tasa de inversión sostenida y elevada no inferior al 25 por ciento, para poder superar condiciones de pobreza, para poder construir condiciones de equidad.

Desde el punto de vista práctico, la mejor contribución del Gobierno a todos los sectores de la economía, es hacer todos los esfuerzos conducentes a que el país mantenga una tasa de inversión elevada.

Ya los que es la actitud política frente a las libertades y frente al emprendimiento se suman las diferentes reformas. Hemos adelantado una serie de reformas y están pendientes otras.

Fue bien importante la reforma Constitucional de Pensiones, la reforma Constitucional de Transferencias; creemos que ha ayudado la reforma Laboral, la reforma Tributaria; que desde el punto de vista social hay unos ingredientes bien importantes que se derivan de la nueva reforma Financiera, y estamos empeñados en nuevas reformas, como el ajuste tributario que le de estabilidad a la visión tributaria que ha predominado, y también la necesidad de avanzar en las reformas que agilicen la justicia.

La Reforma Administrativa aspiramos que sea el mejor legado de nuestro Gobierno al saneamiento de las finanzas públicas.

Se han reformado 437 entidades del Estado, una de ellas Ecopetrol, a cuya colocación de acciones ahora se refería el doctor Archila (Emilio José Archila, Presidente de Asobolsa). Temas importantes para discutirlos con las entidades emisoras, una vez se tome este tipo de decisiones.

Pero más allá de eso, el proceso fue muy difícil, porque tiene que enfrentar fundamentalismos anti-ideológicos antagónicos. Era muy difícil hacer la reforma Laboral de Ecopetrol, se hizo; la reforma Pensional de Ecopetrol, la logramos.

Y en una Latinoamérica, en la cual se impone el criterio de que los recursos tienen que ser manejados exclusivamente por monopolios estatales, no era fácil que Colombia diera el paso; dadas también las condiciones políticas internas, adversas a esas ideas, de incorporar el capital privado a la empresa estatal de petróleos.

Y ha ayudado mucho. Desde el punto de vista político podemos decir que en lugar de haberse afectado el patrimonio del Estado, creció. Vale mucho más el 89 por ciento que es hoy del Estado, que lo que valía el ciento por ciento de la vieja Ecopetrol que correspondía al Estado.

Y esa empresa ha pasado de una capacidad e invertir 700 millones de dólares al año, a una capacidad de invertir este año 6 billones de dólares.

Creemos que este tipo de reformas crean valor, hacen de la propiedad pública una propiedad mucho más eficiente, y al mismo tiempo se constituyen en paso fundamentales para las altas tasas de inversión que requiere el país.

Podríamos predicar algo semejante de Telecom, de las clínicas del Seguro Social.

Si ustedes van a la Clínica Enrique de la Vega, de Cartagena, la comparan con lo que era en el pasado, encuentran que hemos hecho el tránsito de lo que llamaríamos: el desgreño estatal a la eficiencia social.

En esa clínica, como en las clínicas del Seguro Social, hemos eliminado la politiquería, los excesos sindicales; ésta la entregamos a un manejo por parte de la Fundación de los Hermanos de San Juan de Dios, y hay un gran avance de eficiencia.

Si miran las de Bogotá, son una cosa totalmente distinta al pasado. Hoy están entregadas a una sociedad que integran la Universidad del Rosario, la Caja de Compensación Compensar y la Fundación de Hermanos de San Juan de Dios.

El Gobierno sigue en la tarea de reformar la administración pública hasta el último momento de nuestro periodo constitucional.

Y eso ha ahorrado 6.28 del PIB. Porque a mí me preocupa que en la discusión fiscal financiera siempre se habla de gasto público de financiación, pero en pocas ocasiones de la eficiencia del gasto en las entidades del Estado.

Continuar la Reforma Administrativa es un imperativo del Gobierno, porque tenemos que garantizar la sostenibilidad de la reforma de las 437 entidades intervenidas, y aprovechar los meses que restan para poder llegar a las entidades que no hemos podido intervenir.

Ha sido fundamental también para la inversión el tema tributario y debo referirme a él para invitar a mis compatriotas a mantener una actitud de estabilidad, lo fundamental en el tema tributario.

La idea nuestra no ha sido bajar las tasas de manera general para todo el mundo. Tampoco lo que algunos llaman una reforma estructural, cuando yo pregunto que es una reforma estructural me dicen una reforma de tarifas planas, universales y bajas.

Eso tendría a mi juicio dos problemas, un problema que elimina la progresividad, tan cara a las ideas de política social en una sociedad con inequidades.

Y otro problema, que elimina los estímulos a la inversión.

La idea nuestra ha sido que en este periodo de la vida colombiana, por largo rato se le debe dar un tratamiento preferencial al contribuyente que invierte sobre lo que se le da al contribuyente que no invierte, por eso los estímulos adoptados.

Estímulos generales como la deducción del 40 por ciento de las nuevas inversiones, estímulos sectoriales como los estímulos a los cultivos de tardío rendimiento, estímulos como el nuevo concepto de las zonas francas que pueden instalarse hoy en cualquier lugar del territorio, por iniciativa privada puede ser uniempresariales o multiempresariales.

Los estímulos. Algunos dicen que cuestan mucho, pero, cuestan por unas inversiones que no teníamos, de no haberlos introducido quizá, nos se habría dado el monto de todas esas inversiones.

Eliminarlos sería en mi concepto muy grave, porque el país aparecería con falta de seriedad.

No es fácil tomar decisiones para invertir, no era fácil tomar decisiones para invertir en Colombia. Ahora que apenas se está pensando en proyectos de inversión grandes en Colombia, eliminar los estímulos que se acabaron de consolidar en el año 2006, sería una señal perversa.

¿Qué proponemos nosotros? Proponemos un ajuste manteniendo esos estímulos, un ajuste en la siguiente dirección: el impuesto al patrimonio, que lo continúen pagando los sectores más pudientes de la Nación y que nos ha permitido decir que la seguridad no se ha financiado a expensas de la política social.

Esto desde el punto de vista de la legitimidad popular, de la gobernabilidad social es bien importante.

Que tal que pudiera decirse lo opuesto, que tal que pudiera decirse que Colombia por financiar la seguridad ha abandonado lo social.

Que tal que tuviéramos que hablar de seguridad y no pudiéramos hablar de los avances en nutrición, en Familias en Acción, que no pudiéramos decir que tenemos 41 millones de colombianos con el seguro de salud.

Que tal que por hablar de seguridad, por haber financiado todo lo de seguridad, no hubiéramos podido financiar lo social.

Si algo ayuda que este país tenga hoy más debate político, pero menos conflicto social, es haber avanzado en la seguridad, pero al mismo tiempo en las coberturas sociales.

Por eso la importancia apreciados compatriotas, de que los sectores más pudientes hagan el esfuerzo de mantener ese impuesto al patrimonio.

En materia de los estímulos, la reforma que se propone, es que la deducción tributaria no sea del 40 por ciento sino del 30 por ciento.

Entre el 2003 y 2006 funcionó bien el porcentaje del 30 por ciento.

En el 2006, el Congreso de la República lo elevó al 40 por ciento. Nosotros creemos que el porcentaje del 30 es suficiente y mantendríamos algo que se introdujo en el 2006.

En la reforma de 2003 se dispuso que cuando un contribuyente se hiciera acreedor a la deducción, la perdería en el momento posterior que repartiera utilidades.

En el 2006 se dijo, no importa que reparta utilidades en el futuro, la deducción se mantiene en firme.

La idea ahora es bajarla del 40 al 30, pero mantenerla en firme, a pesar de que haya distribución de utilidades del contribuyente en un periodo subsiguiente.

Creemos que eso despeja muchas dudas, le puede dar estabilidad a estas normas y también definir que en los contratos que los contribuyentes no puedan utilizar dos estímulos simultáneamente, el de zonas francas y el de la deducción, que las zonas francas no puedan, además del beneficio de la reducción de la tarifa de renta, del no pago de IVA y el no pago de arancel, tener una deducción por las inversiones, que no sean convergentes, que no sumen esos dos estímulos, que sean excluyentes. Esto es lo que básicamente propone la reforma.

No lo hemos llamado reformas, hablamos de ajuste, porque queremos también aprovechar la oportunidad de este debate para invitar a los colombianos a que el corazón de este esquema tributario que le da un tratamiento preferencial al contribuyente que invierte, sobre aquel que no invierte, se mantenga.

Creemos que esto le puede ayudar mucho al país en el futuro a consolidar altas tasa de inversión.

Debemos mantener también estabilidad en la legislación laboral, el país ha logrado un gran equilibrio entre lo que llamaríamos la estabilidad de los trabajadores en la parte normativa y ese margen de flexibilidad que necesitan los empresarios en la contratación y en la desvinculación.

Tememos muchos nuevos movimientos sindicales normativos. Le hemos dicho al Congreso de la República, que es el momento de no crearle obstáculos al empleo y de no desmontar los beneficios de los trabajadores.

Pensamos que los parafiscales ayudan mucho a amortiguar las tensiones sociales de Colombia, que la financiación del Sena, Bienestar familiar y las cajas de compensación, a través de parafiscales, es una enorme contribución para atender necesidades sociales del país.

emos la posibilidad de financiar estas instituciones que deben tener unos ingresos este año, alrededor de 6 billones 400 mil millones, y una fuente de recursos distinta a la parafiscalidad.

Y pensamos que a la pequeña empresa, su contribución a estas instituciones le es altamente positiva, porque los trabajadores de las pequeñas empresas son los mayores beneficiarios del subsidio monetario de las cajas de compensación. Tienen grandes posibilidades en el Sena y sus hijos son los mayores beneficiaros de los programas de Bienestar Familiar.

Cuando una empresa pequeña esta al día en parafiscales puede exhibir eso para evitar presiones por alzas salariales excesivas.

Nosotros creemos que hay que continuar en el proceso de reformas de estas entidades, especialmente de las cajas de compensación. En el Sena se ha avanzado bastante en la reforma y en Bienestar Familiar, pero que el país no debería alterar la parafiscalidad.

Y eso también da autoridad para pedirle al Congreso de la República que sesenta iniciativas laborales que podrían afectar más al empleo, se vayan a aprobar. Creemos que es el momento de decir, congelemos en lo sustancial la legislación laboral, dediquémonos a aplicar la legislación laboral.

Si ustedes me preguntaran por la mayor preocupación en ese tema. Yo les diría: es la preocupación pensional. ¿Por qué? Porque hemos avanzado en cobertura pensional, no hay duda, y hemos avanzado mucho más en cobertura de riesgos profesionales y mucho más en cobertura de salud.

El país tiene hoy 41 millones de asegurados en salud. Qué hay que hacer ajustes, porque todavía tenemos hospitales sin reformar, porque el sistema de beneficios de los sectores más pobres es bastante inferior al régimen contributivo, porque hay muchos trabajadores que tienen hoy el sistema de beneficios de los más vulnerables y deberían estar en el régimen contributivo. Todavía tenemos un campo de reformas bien importante por delante.

Pero decir que Colombia ha logrado 41 millones de colombianos con seguro de salud es decir algo bien sustancial.

Cuando uno ve estas discusiones por la reforma a la seguridad social en salud los Estados Unidos, que en ese país faltan por seguro de salud 47 millones de ciudadanos, y que aquí de 46 millones de ciudadanos ya tenemos 41 millones con seguro de salud, vemos que comparativamente se ha presentado un gran avance en Colombia.

¿Cuál es mi preocupación en el tema pensional? Nosotros tenemos, que oscila entre 18 y 19 millones de habitantes la población ocupada de nuestra Patria. 18, 19 millones de trabajadores. Tenemos 8 millones 700 afiliados al sistema general de pensiones. Tenemos alrededor de 10, 11 millones de trabajadores que van a envejecer y que no han hecho cotización pensional. Allí tiene el país un enorme reto.

Por eso es bien importante lo que se aprobó primero en la reforma constitucional de 2006, y lo que acabamos de aprobar en el estatuto financiero, que le permite al Gobierno hacer una contribución a aquellos trabajadores de los sectores más vulnerables que abran una cuenta de retiro, a fin de que construyan una masa de ahorro, y se les pague, lo que no podemos llamar una pensión, pero si un beneficio permanente de retiro una vez cumplan unos requisitos de edad y de tiempo.

Entonces les diría a ustedes apreciados compatriotas que en política social de mediano y largo plazo, ese es el mayor reto, vincular paulatinamente esta enorme masa de compatriotas trabajadores de los sectores vulnerables a un ahorro con contrapartida del Estado a fin de que pueda garantizar un ingreso permanente de retiro.

Porque me imagino el país dentro de 15 años sin hacer esto, qué puede pasar con estos 11 millones de trabajadores, estos 10 y medio millones de trabajadores en el momento de su envejecimiento, en le momento en que hagan en tránsito de la población laboral activa a la población pasiva y no haya recurso estatal, ni se hayan construido las reservas, las provisiones para poder hacer este pago. Allí tenemos uno de los mayores retos.

Yo creo que en el sector de ustedes, a pesar de todas las dificultades, a pesar del bajo porcentaje que comparativamente nos refería el doctor Emilio José Archila (Presidente de Asobolsa), hay grandes avances.

Uno se siente en alguna forma positivamente sorprendido con el dinamismo y con el valor de la Bolsa de Colombia. Tenemos a penas un 27 por ciento de participación del mercado de capitales.

¿Cuánto vale el mercado de capitales frente a un PIB de 450 billones? Lo que usted decía ahora era midiendo. ¿Qué media contra el PIB? El valor de todas las cotizaciones por el número de emisión.

¿Le da cuánto? 250, es algo más del 50. 56 por ciento. ¿Cuánto representa Ecopetrol? 45 por ciento, o sea que lo de Ecopetrol permitió un enorme salto. Ojala otros proyectos que hay en curso del sector privado y del sector público se pudieran concretar.

Yo no quiero anunciar los del sector público, porque están en una intensa discusión. Y cualquier anuncio de mi parte podría ser, en esa materia, imprudente, prematuro.

Pero, no obstante, que comparativamente todavía el país está bajo en esa materia, creo que ha dado un gran salto, creo que hay una gran confianza. La gente que ha estado en ese mercado bursátil está hoy, los ciudadanos están contentos. Y me parece que hay algo bien importante, el estrés fiscal y financiero no nos ha llevado a que el Estado cope en deuda pública un monto de recursos del mercado interno, que estrangule las posibilidades del sector privado.

Y lo digo por esto: ha habido disponibilidad de recursos y se anticipa que la habrá para que se copen todas las emisiones de títulos de grandes empresas de Colombia.

Si el Estado se hubiera excedido por los requerimientos de endeudamiento, de gasto en esta materia ese espacio no estaría asegurado. Yo creo que el éxito que han tenido en la colocación de bonos de muchas empresas y el que anticipan en aquellos que se están anunciando, también hay que entenderlo como que el Estado ha tenido moderación para no copar esos recursos.

Nosotros en el tema de endeudamiento somos conscientes que no podemos estrangular las posibilidades del sector privado. Habíamos llegado a un endeudamiento del 48 por ciento, bajó al 22. Seguramente este año terminemos en el 26, pero el Gobierno mide ahí muy cuidadosamente que sus afugias no lo lleven a ocupar los espacios que hay que reservarle a la financiación del sector privado.

El déficit fiscal del Gobierno Nacional central, que es el que más importa, porque es finalmente el que paga pensiones. Es que este año la facturita de pensiones del Gobierno Nacional central es de más de 22 billones. La factura de pensiones el año entrante al Gobierno Nacional central le cuesta 27 billones.

El año pasado el déficit del Gobierno Nacional central fue del 2,34, venimos del 6 y medio. Desde 2003 empezamos a tener otro factor que contribuye al déficit; el Gobierno Nacional le tiene que hacer una transferencia muy cuantiosa año tras año al Seguro Social, desde el 2003, porque el Seguro con sus cotizaciones no alcanza a pagar ya sino una mínima parte de su cuenta pensional.

Hemos bajado del 6 y medio al 2,34, este año seguramente estaremos alrededor del 3,7. Ojalá se nos estabilice allí, no suba más y el país pueda empezar a medida que se recupere la economía otra (…) descendente de ese déficit del Gobierno Nacional central.

Nuestro esfuerzo es que este país tenga confianza inversionista. Yo tengo fe que si hay inversión todo lo demás ustedes lo manejan. Doctores tiene la santa madre Iglesia.

Entre ustedes, el Superintendente, conforman una institucionalidad pública y privada muy competente. Miren lo que pasa en inversión extranjera, a 31 de julio ya tuvimos más de 4 mil 600 millones, menos que los 5 mil 300 que a la misma fecha del año pasado se habían acumulado.

Pero cuando uno habla de 4 mil 600, 4 mil 700 millones en los primeros siete del año, tiene que recordarse que en los períodos anteriores en un año eran 700 millones, de pronto hay unos picos excepcionales de mil 500, de 2 mil.

Ya llevamos una secuencia distinta 8 mil 500, 6 mil 500; en el 2007, si la memoria no me falla, fueron 9 mil 28; en el 2008 fueron 10 mil 564, y vamos a ver este año, a pesar de las dificultades de la economía, después de haber acumulado entre 4 mil 600 y 4 mil 700 en los primeros meses del año, como podemos terminar un año con un buen balance en esa materia, no obstante de las dificultades de la economía.

Tenemos fe, de los 80 mil créditos para subsidiar, a través de la tasa de interés, la construcción de vivienda de valor hasta 170 millones, se han desembolsado ya 11 mil créditos y hay 19 mil aprobados.

Camacol ha dicho que ha liquidado ya el stock que había sin vender y que empiezan las nuevas construcciones. Ojala esto se refleje en una disminución del desempleo en las 13 áreas Metropolitanas en los cinco meses que vienen, que todos esos proyectos estén en marcha.

Y confío que el tema del Conpes lo podamos sacar adelante, nos va a ayudar el doctor Roberto (Borrás). Yo de inmediato hablo con el Ministro (de Comercio) Luis Guillermo Plata y con el Viceministro Ricardo Duarte, a ver cómo convertimos esa aspiración de ustedes, rápidamente, en una realidad.

Muchas gracias. Y el éxito de ustedes es éxito de la Patria”.

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