El Gobierno Nacional ha respetado y profundizado la descentralización en nuestra Patria. Colombia es un país ejemplar en descentralización: descentralización política, descentralización en ejecución de recursos.
Los terroristas se habían convertido en los destructores de la descentralización, asesinando a alcaldes, coaccionándolos, tratando de penetrar las gobernaciones.
Mientras Colombia fortalece y respeta la descentralización, los terroristas se habían convertido en los sicarios de las autoridades de la descentralización.
Mientras el Gobierno Nacional aumenta año tras año los recursos de la descentralización, el terrorismo se los robaba, imponiendo las armas, imponiendo los procedimientos de sangre para penetrar las entidades territoriales descentralizadas con la corrupción.
Mientras el Gobierno respeta profundamente las libertades políticas, el terrorismo sometía a los políticos en muchas regiones. Y un día, con el fusil en la nuca, obligaba a los políticos a someterse a la guerrilla, al otro día a los paramilitares. Y el país lo que ha hecho con la seguridad, es avanzar en el rescate de las libertades políticas.
Mientras el Gobierno protege a los periodistas, el terrorismo asesinaba a 15 periodistas por año. Mientras el Gobierno protege a los sindicalistas, el terrorismo los asesinaba.
Mientras el Gobierno tiene hoy un programa de protección individual de 10 mil colombianos, que ha sido una protección eficaz, también nosotros en el Gobierno llevamos ese programa a dos mil líderes sindicales que son beneficiarios de esa protección individual; mientras el Gobierno protege a 10 mil colombianos individualmente, de ellos dos mil son líderes sindicales, el terrorismo asesinaba a nuestros líderes sindicales.
Mientras Colombia construye confianza para la inversión, confianza para el emprendimiento, el terrorismo quiso imponer que el único proyecto de emprendimiento que prosperara en nuestro país, fuera el cultivo de coca y la producción de cocaína.
Mientras el Gobierno avanza en una gran Revolución Educativa, lo que quería hacer el terrorismo era someter a nuestros niños al reclutamiento para las actividades terroristas.
Mientras Colombia avanza en programas sociales, como lo hemos visto hoy en Cúcuta, que ya tiene 37 mil Familias en Acción, un avance enorme de la Revolución Educativa, un avance enorme de Bienestar Familiar, el terrorismo lo único que le dejó a Colombia era desempleo, pobreza, desplazamiento.
Ustedes, queridos compatriotas nortesantandereanos, tienen derecho a vivir en Cúcuta sin carrobombas. Ustedes tienen derecho a vivir en Norte de Santander sin los cultivos de coca en el Catatumbo. Ustedes tienen derecho a vivir tranquilos en el disfrute permanente de sus libertades, sin ese asedio permanente del terrorismo. Por eso nuestra insistencia en derrotar al terrorismo narcotraficante.
Ustedes tienen derecho a que todas las condiciones de Cúcuta, su seguridad, su prosperidad, el avance hacia la cohesión social, los haga sentir orgullosos de Cúcuta, de su Área Metropolitana.
Ustedes tienen derecho a que una Cúcuta segura, próspera y equitativa sea una ciudad atractiva a toda la comunidad internacional. Tienen derecho a que el terrorismo no convierta a Cúcuta, como quiso convertirlo en el pasado, en una ciudad que expulsara a los propios y no dejara llegar a los visitantes.
Ustedes tienen derecho a vivir en plena hermandad con los compatriotas venezolanos, como lo determinó el Creador, como se ha surtido a lo largo de la historia, como es inevitable hacia el futuro.
Aspiramos a que todos los pueblos y gobiernos del mundo nos ayuden a los colombianos a derrotar esta larga hora de terrorismo narcotraficante.
Aspiramos recibir de todos los pueblos ayuda práctica, como la recibimos de los Estados Unidos.
Muchas gracias, apreciados compatriotas de Norte de Santander y de Cúcuta”. |
