Agosto 26

   
Intervención del Embajador Luis Alfonso Hoyos Aristizábal ante el Consejo Permanente de la OEA

Washington, 26 ago (SP). El siguiente es el texto de la intervención del Embajador Permanente de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso Hoyos, durante el Consejo Permanente celebrado este miércoles.

“El Gobierno de Colombia presenta ante este Consejo Permanente su más enérgica protesta por el proyecto intervencionista del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en los asuntos internos de Colombia.

Ese proyecto está violando principios fundamentales de las relaciones entre Estados, consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, como son el principio de la no intervención en los asuntos internos de los Estados y la no injerencia.

El plan de intervención del Presidente Chávez esbozado en su ‘Programa Aló Presidente’, el pasado domingo 23 de agosto de 2009, atenta contra elementos esenciales de la Carta de la OEA:

• El respeto al principio de no intervención consagrado en el Artículo 2º, Literal b, que establece los propósitos esenciales de la organización.

• El Articulo 3º, Literal e), en el que los Estados americanos reafirman que todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro Estado.

• El Artículo 19 en el que se reafirma que ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro.

• Adicionalmente se viola lo establecido en la Carta Democrática Interamericana en sus Preambulares Primero y Decimo, Cuarto que destacan que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto del principio de no intervención.

Señor Presidente:

Nuestros pueblos necesitan a sus gobernantes trabajando para el desarrollo y la eliminación de la miseria, no sembrando odio.

Los ciudadanos de la calle esperan que los dirigentes enfrenten todas las dificultades con valentía, pero también con respeto por la dignidad humana.

No es sembrando rencor y rabia como se construyen sociedades más humanas. No es despreciando a los que piensan distinto como se construye la democracia.

No es silenciando a la prensa y callando a los periodistas como se defiende la libertad de expresión. No es insultando ni ridiculizando a los demás como se respeta al ser humano.

El Mahatma Gandhi, Martin Luther King y la Madre Teresa de Calcuta, seres humanos reconocidos por sus valores, nos enseñaron con su ejemplo de vida un camino más difícil, pero más valioso para madurar como especie humana: respetar al otro, comprender al que piensa o actúa distinto, tener solidaridad con el que sufre, ser fraternos con los congéneres, perseverar en los propósitos, respetar las opiniones y acciones de los demás. Ellos hablaron con su ejemplo y obras más que con sus palabras.

Nuestros pueblos no quieren retórica sobre la pobreza sino hechos para disminuirla rápidamente. Nuestros pueblos no esperan discursos de guerra sino hechos de paz.

Nuestros pueblos no quieren gritos, ni insultos, ni ataques. Lo que quieren nuestros pueblos es solución a sus problemas.

Señor Presidente, Señores Embajadores:

Para el futuro del continente y, muy especialmente, para el futuro de América Latina, vale mucho más el esfuerzo paciente de una construcción colectiva en medio de las diferencias, con respeto, con afecto y con fraternidad. Eso vale mucho más que los insultos, y la siembra de odio.

América Latina tiene que aprender de su pasado para construir un futuro con equidad, desarrollo y paz para sus pueblos.

América Latina tiene una enorme riqueza en su biodiversidad, en sus diferentes pueblos y en sus culturas. Esta riqueza, nuestro mayor potencial, no puede destruirse con la siembra del odio. Debe por el contrario, utilizarse para hacer realidad el sueño aplazado de un continente donde la equidad, el desarrollo y la paz sean la realidad y no retórica en los discursos.

Señor Presidente: con gran sabiduría expresaba el Libertador Simón Bolívar que “Cada Estado debe darse el régimen que quiera y el resto de los Estados respetar esa condición”.

Esperamos que el presidente Hugo Rafael Chávez Frías aproveche sus capacidades y sus talentos para construir colectivamente en el continente sin sembrar más odio, respetando las diferencias y no interviniendo en los asuntos internos de Colombia”.

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