Diciembre 5

   

Palabras del Presidente Álvaro Uribe en el Consejo Comunal 259 en Bosa

Bogotá, 5 dic (SP). “Un saludo muy afectuoso a todos. Nos gusta mucho poder hacer esta reunión en Bosa. Siempre las habíamos hecho allí en Soacha. Y qué bueno pode mirar hoy con ustedes cómo va la política social del Estado.

¿Está mi general Pinzón? El general Pinzón (César Augusto Pinzón) es el Comandante de la Policía de Bogotá. Yo recuerdo mi visita a Bosa; la queja de la ciudadanía fue muy grande en materia de seguridad.

Quiero hacer algunos comentarios. Mi general Pinzón viene, antes de ser Comandante de la Policía de Bogotá, de ser uno de los oficiales de las Fuerzas Armadas más distinguidos por acciones eficaces. Ahora le toca ratificar esos títulos, mi general.

Ayer en su ascenso –démosle un aplauso, porque ayer ascendió a general de la República–, tuvimos oportunidad de leer su hoja de vida.

Bogotá debe ser la ciudad más segura del continente

Nosotros tenemos que hacer de Bogotá, no una de las ciudades más seguras del continente, sino la más segura. Esa es la meta: hacer de Bogotá la ciudad más segura del continente.

Nuestra capital, la vitrina de Colombia; por aquí nos ven, por aquí nos buscan. Es una ciudad generosa, una ciudad cosmopolita, una ciudad que ha recibido con amplia generosidad a compatriotas de todas las regiones. Un país que necesita garantizar la seguridad tiene que demostrar que es capaz en su capital.

Cuando empezó el Gobierno la ciudad estaba muy asediada en los alrededores y en su interior. Recuerdo las milicias ‘Antonio Nariño’ de las Farc y los grupos paramilitares de Miguel Arroyave y de Martín Llanos. Eso ha mejorado.

Sin embargo, todos los días uno tiene que entender que la seguridad es como las necesidades básicas del hombre. Aquel sociólogo que escribió sobre ellas ¿Cómo es que se llama? Maslow (Abraham).

El hombre, a medida que satisface una necesidad básica, no piensa de dónde viene, sino que aspira inmediatamente le surge la necesidad de resolver la otra, la que está más arriba. Lo mismo ocurre con la seguridad.

Reducción de delitos

Yo recuerdo aquellos días de fiesta, en finales de 2002, cuando empezó la Seguridad Democrática y los colombianos pudieron volcarse a las carreteras. Parecía la liberación de un secuestro colectivo, la felicidad de la gente. Pero hoy no podemos quedarnos en ese punto.

Eran tantos los secuestros y los crímenes, que un crimen más le dolía a la familia, lo sumaban, pero no producía conmoción social; lo mismo un secuestro adicional. Hoy hay un reclamo ante cualquier crimen, ante cualquier secuestro, lo cual está muy bien.

El país era un país de 66, 68 asesinatos por cada 100 mil habitantes; este año es un país de 32 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Pero, si bien hemos mejorado mucho en relación del punto de dónde venimos, todavía estamos muy lejos del punto al cual tenemos que llegar.

Es un año en el que van 127 secuestros extorsivos en Colombia. Un país que llegó a tener más de 3 mil secuestros extorsivos. Hemos mejorado mucho, pero tenemos que llegar a cero.

Hoy la ciudadanía se preocupa por unos delitos. Era tanta la conmoción con el homicidio y tanta la conmoción con el secuestro, con la destrucción de municipalidades, con los actos terroristas, que los otros delitos no importaban. Hoy sí.

Por eso nos vemos en la obligación de asignarle toda la importancia a las lesiones, al hurto callejero, a personas, hurto al comercio, hurto a residencias. Les tenemos que asignar toda, toda la importancia a estos delitos.

Estos delitos en el país este año se han reducido en un siete por ciento; en Bogotá se han reducido en un 14 por ciento. Creo que es importante destacar esto: La reducción general de delitos en Colombia este año es del siete por ciento, en Bogotá es del 14 por ciento.

En Bogotá tenemos este año 17 casos menos de homicidio, este año. Tenemos mil 1.645 casos menos de lesiones personales. Los accidentes de tránsito no nos ha ido bien: tenemos 46 casos más de muertes en accidentes de tránsito.

En hurto de automotores, ahí hay que poner mucho cuidado, mi general, tenemos 43 casos más. Eso hay que volverlo a poner negativo. Hurto de motos, 412 casos más; hay que ponerlo negativo.

Hurto a personas, casos denunciados, 1.066 casos menos; hurto en residencias, 598 casos menos. Pero cuando a mí me llama una familia de Bogotá y me dice: ‘Mire, Presidente, nos atracaron aquí en el apartamento. Entró una banda peligrosísima muy armados y nos desvalijaron el apartamento’.

Yo no puedo decirle a esa familia, no, no se preocupe, que este año tenemos 598 casos menos de atracos. No, lo que necesitamos es cero casos.

A pesar de que hay esta reducción, cualquier caso es muy grave para la sociedad. Esas bandas de atracadores que quedan en la ciudad hay que capturarlos a todos.
Hurto en entidades comerciales, también ha bajado en 238 casos. El año pasado llevábamos 16 casos de hurto a bancos, este año 10. Piratería terrestre no ha disminuido; en piratería terrestre tenemos un caso más.

Entonces yo diría que hay una reducción de homicidios, ojalá pueda ser mayor. Preocupante lo de los accidentes de tránsito, preocupante el hurto a automotores y hurto a motos. Eso ojalá lo pongamos rápidamente en negativo.

Entonces, tengamos en cuenta esto: en el país había una reducción de delitos del 7 por ciento, en Bogotá del 14.

Policía de barrio y Policía Comunitaria

General ¿Cuánto le da aquí el total de Bosa? Yo quisiera que midiéramos a ver si Bosa tiene una disminución como la de Bogotá del 14 por ciento, mayor o menor.

Bosa tiene este año 13 homicidios menos; en lesiones comunes 71 menos; en accidentes de tránsito, muertes por accidentes de tránsito, prácticamente lo mismo; hay un caso menos. Hurto de automotores tiene nueve más, hurto de motos ocho más, hurto a personas 29 casos denunciados más, hurto a residencias 33 menos, hurto en entidades comerciales tres más, hurto a bancos uno menos. Piratería sigue, tres casos el año pasado a esta fecha, tres casos este año. O sea que hay un esfuerzo muy grande por hacer.

Se va a aumentar la Policía Comunitaria, que en nuestra época equivale a al Policía de barrio.

Hoy el viejo concepto de Policía de barrio, en una ciudad tan grande, donde los ciudadanos viven tan a la carrera, no se conocen ya los vecinos. Hay sitios de Bogotá donde los vecinos no saben quién es el de la puerta que sigue. El viejo concepto de la Policía de barrio está revaluado, pero la Policía Comunitaria ayuda mucho”.

Seguridad y avances sociales

Cuando empezó el Gobierno, ya vimos que el Sena tenía 172 mil usuarios; hoy tiene 839 mil en Bogotá. En Bienestar Familiar teníamos 404 mil; hoy hay 708 mil. En el país entero, Bienestar Familiar tenía 6 millones de beneficiarios; hoy tiene 12 millones. Falta mucho en lo social.

Pero nosotros hemos procurado estos años adelantar la política de seguridad y la política social. Sin embargo quiero decirles una cosa, cómo relaciono yo la seguridad con lo social.

Esta es una ciudad muy atractiva y todo el mundo en el continente admira a Bogotá, y mucha gente le dice a uno: ‘Uy, yo quisiera irme para Colombia, quisiera irme para Bogotá. Y esta ciudad ha venido recibiendo una gran tasa de inversión en los últimos años.

Yo sinceramente creo que, sin una economía próspera, es imposible superar la pobreza. Uno necesita que haya prosperidad económica con responsabilidad social para superar la pobreza. De otra manera cómo financiamos las universidades, cómo financiamos al Sena, a Bienestar Familiar, cómo financiamos la salud. Y para que haya una economía próspera no basta con un buen manejo económico, se necesita la seguridad.

Entonces la seguridad nos ayuda a que haya una prosperidad económica y una prosperidad económica con responsabilidad social nos ayuda a superar pobreza y a construir equidad.

Emergencia social

Yo quiero mencionar un tema nacional para que ahora lo examinen en detalle, que es el tema de la salud. Esta Patria nuestra ha logrado 41 millones de ciudadanos con seguro de salud; es un gran salto. Cuando empezó el Gobierno eran 23 millones.

Pero hay unas alarmas que nos dicen que si no introducimos reformas, no vamos a garantizar mantenerles la salud a 40 mil millones de ciudadanos y mejorarla. Tenemos que llegar con salud a los 46 millones de ciudadanos y mejorarla y sostener los avances.

Quiero anunciar lo siguiente: ayer se firmó un decreto que les da plazo a las EPS para cumplir con unos requisitos financieros, con unos requisitos de capital, de reservas, etcétera.

Segundo: se le ha dado orden a la Superintendencia de Salud que aquellas EPS que han cometido faltas, que nos crean un situación de inseguridad, las sancione severamente y cuanto antes. Por un lado, les damos posibilidades de que tengan plazo para cumplir los requisitos financieros, pero por otro lado hay que ser muy, muy exigentes con ellos para que cumplan todo el mandato de la Ley.

Hay alarmas por el crecimiento de la cartera de los hospitales, entonces las EPS se quejan de que el Fosyga (Fondo de Solidaridad y Garantía) no les paga, los hospitales, de que las EPS no les pagan. Las EPS también se quejan de que las entidades territoriales no les pagan.

Todo esto hay que revisarlo porque también el Ministerio (de la protección Social) dice: mire, este año se le han girado a las EPS más de 10 billones. ¿Por qué están las EPS en ese atraso con hospitales? Eso preocupa mucho.

Yo creo que hay unos temas de administración, de sanciones, y otros temas de reforma y recursos.

Nosotros estamos estudiando la Emergencia Social, se está estudiando juiciosamente, como se anunció en la Cumbre de Gobernadores, y en los próximos días vamos a dictar los decretos de Emergencia Social.

Pero yo diría que esto necesita dos soluciones, la emergencia social y unos ajustes al sistema. Ajustes en las EPS, ajustes en la Superintendencia, ajustes en los hospitales, ajustes en las entidades territoriales. El país ha logrado un gran avance, pero si no le ponemos cuidado, eso se nos derrumba. Entonces, ahora lo que nos toca es ponerle piso firme a ese avance para que se sostenga hacia adelante. Ese era un segundo tema que yo quería introducir.

Me preocupa que no se vaya a hablar hoy de las obras públicas de Bogotá, pero dediquémoslo a lo social.

Entonces, mi general Pinzón, empiecen una nueva etapa de contacto con la comunidad, y empiece aquí en Bosa. Pongan toda esta semana un equipo de la policía a revisar, en conversación con la comunidad, todos los frentes de seguridad en Bosa.

Dosis y ollas de drogas

Si quería mencionarles un tema, la droga.

Una visita a Bosa hace muchos años me causó a mi alarmas sobre esa permisividad que hay con el consumo de droga en Colombia. ¿Aquí hay un parque que se llama el Parque de los Naranjos?

Yo estuve allá. Aquí por la mañana sale un joven, o cuando llega del colegio y sale a jugar al parque, y lo reclutan distribuidores de droga y lo vinculan en la criminalidad. Se dice que lo que necesita la droga es tachar en la legalización. Si legalizada la tienen. Hay que hacer todo lo contrario, que es ilegalizarla.

Me van a decir a mí que no está legalizada, cuando hay esa permisividad y esa legalización del consumo,

La Policía captura un distribuidor de droga y si le encuentra dosis personal no lo pueden meter a la cárcel, porque la dosis personal no es penalizable. Eso es muy grave.

Uno se siente muy mal. Con más de mil extraditados y todos los esfuerzos que hacemos diariamente aquí para erradicar droga, la cantidad de erradicadores que han sido asesinados por la guerrilla y por los otros narcotraficantes. Nosotros trabajando la extinción del dominio, haciendo todos los esfuerzos, y el consumo libre. No puede ser eso.

Finalmente el negocio tiene un factor de consumo que es el que lo mantiene. Entonces por eso estamos tramitando el acto de reforma constitucional. Yo le agradezco al Congreso su esfuerzo. Confiamos que antes del 16 de diciembre quede finalmente aprobado. No le falta sino el último debate de la plenaria del Senado.

General, con ese acto no resolvemos el problema, porque después vienen las leyes implementarias, y eso toma tiempo. Además, muchos colombianos me preguntan ¿Van a meter a la cárcel al enfermo drogadicto? No, el Acto (Legislativo) no es para meter al enfermo drogadicto a la cárcel. Pero ¿A quien creo yo sí que hay que meter a la cárcel? A aquel distribuidor que va llevando de a dosis personal en dosis personal y va enganchando a la juventud en esos crímenes.

Mientras tenemos, esto mi general, yo le ruego un gran esfuerzo sobre las ollas de coca y extinción de dominio sobre las ollas de distribución de narcóticos. ¿Lo están haciendo?”.
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