Diciembre 20

   

Palabras del Presidente Álvaro Uribe en el Consejo de Seguridad celebrado en la Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez, de Cali

Cali, 20 dic (SP). “A todos ustedes un saludo muy afectuoso.

En la mañana de hoy tenemos dos propósitos en esta visita a Cali. Primero, en compañía del señor Gobernador (del Valle del Cauca, Juan Carlos Abadía), del señor Alcalde (Jorge Iván Ospina) visitamos la urbanización Altos de Santa Elena, en la cual hay una contribución importante del municipio y el Gobierno Nacional está invirtiendo, como nos habíamos comprometido con el Valle del Cauca, los recursos de los escondrijos que se le decomisaron al narcotráfico.

Esa es una urbanización social ejemplar, se llama Altos de Santa Helena, sumamente bella, confortable, una vista hermosísima sobre la ciudad, un clima muy agradable y con muy buena infraestructura.

Ministro (de Defensa, Gabriel Silva), allá vimos unos temas que hacen falta y quería traerle la petición a usted. Contiguo hay un lote de Indumil (Industria Militar). La ciudad necesita que Indumil le tramite dos permisos: un permiso para pasar por ahí una vía, que es una de las vías estructurales de la ciudad, y un permiso también de servidumbre de servicios públicos para esta urbanización. Eso lo han tramitado con Indumil desde hace rato y no ha habido respuesta de Indumil. Yo me comprometí en la reunioncita que sostuvimos allá hace un rato que le planteaba el tema directamente a usted.

Esa es una urbanización llamada… (Altos de Santa Elena). Va a entregar las primeras viviendas en un mes, mes y medio. Ya tiene 400 viviendas muy adelantadas. Es muy bella, muy cómoda, es muy digna; uno quisiera que los compatriotas todos tuvieran una vivienda digna. Yo creo que el problema de vivienda social no es masificar la mala vivienda, sino dar soluciones como esta que observamos esta mañana aquí en Cali y que nos llena de mucho entusiasmo.

Seguridad

Y el segundo motivo es este Consejo de Seguridad. Quiero decirles lo siguiente: este año el homicidio en el Valle del Cauca ha caído un 9 por ciento. Sin embargo, en la metropolitana de Cali ha aumentado un 13 por ciento.

Nosotros vemos una gran reducción en Buenaventura, una gran reducción en el departamento, un preocupante incremento en la ciudad. Pero esto no es para lamentarnos sino para enfrentarlo. Y hoy vamos a revisar qué más podemos hacer para inducir nuevamente una tasa de disminución del homicidio en la ciudad. Repito, gran disminución en Buenaventura, gran disminución en el resto del Valle del Cauca; un aumento preocupante en la ciudad de Cali.

Hasta la fecha en el país la totalidad de los delitos, que incluyen el homicidio, el secuestro, las lesiones comunes, las lesiones en accidente de tránsito, los hurtos a residencias, comercio, personas; la piratería terrestre, el hurto a entidades financieras, el abigeato, el terrorismo; todos esos delitos en su conjunto presentan este año en el país una disminución del 6 por ciento frente al año anterior.

Aquí tenemos lo siguiente: disminución del conjunto de delitos en Buenaventura, 27 por ciento. Buenaventura tiene una disminución del 27 e infortunadamente Cali tiene un aumento del 5 por ciento. Entonces nos toca revisar a ver cómo trabajamos con más eficacia el tema de la inseguridad en la ciudad.

Ahora, si uno compara esto con las cifras de hace algunos años, hay una gran disminución. Pero es que el tema de la seguridad es como el tema de las necesidades básicas: la ciudadanía aspira y con toda a razón a que todos los días mejore. Nosotros no nos podemos quedar celebrando aquello que celebrábamos a final de 2002, de que los colombianos recobraron el derecho a la locomoción. No, nosotros todos los días tenemos que mirar dónde estamos mal y cómo lo mejoramos.

Hace algunos años un secuestro en Colombia se sumaba, pero no conmovía. Un asesinato más no conmovía, se sumaba; causaba mucho dolor en la familia, pero no creaba una reacción en el colectivo. Por fortuna, hoy el país está mucho más sensible, el país reacciona de inmediato ante cualquier caso de criminalidad. Un país más exigente, lo que está bien.

En una Nación que en 200 años de vida de independiente lleva escasos 47 años de paz. Unas generaciones vivas que desde los años 1940 no han vivido un día completo de paz; un país que necesita recuperar plenamente la seguridad.

Un presupuesto es una ciudadanía altamente exigente. Y eso, no solamente lo comprendemos, sino que lo aceptamos. Si la ciudadanía no es exigente no se supera definitivamente, como se requiere, el problema de la inseguridad.

Seguridad de la mano de la Política Social

Nosotros hemos procurado en estos años de gobierno que la seguridad vaya de la mano de la Política Social. El Congreso de la República en buena hora acaba de aprobar en el ajuste fiscal una prolongación del Impuesto al Patrimonio, para que los sectores más pudientes de la Nación nos ayuden a financiar la seguridad, que el país pueda seguir por un curso que ha seguido tratando. En todos estos años hemos financiado la seguridad, pero no a expensas de la Política Social, sino que hemos procurado llevar la seguridad, avanzando en seguridad y también en Política Social.

¿Qué ejercicio queremos hacer? Queremos hacer un examen integrado de ambas y que los beneficiarios de Política Social nos ayuden comprometerse como promotores de vida. Y tenemos unas políticas sociales muy indicadas para eso: las Madres Comunitarias, las Familias en Acción. Todos estos grupos de beneficiarios de Política Social, en la medida que nos ayuden actuando como promotores de vida en las comunidades, eso puede contribuir a ir disminuyendo, ojala, a eliminar el asesinato que tanto daño nos hace.

Esta Patria era una Patria de 30 mil asesinatos al año, 66, 68 asesinatos por cada 100 mil habitantes; este año es un año por ahí de 32 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Hay una gran reducción, pero todavía son, ojalá no toquemos los 16 mil este año. Vamos a estar un poquito por debajo de 16 mil; eso todavía es mucho, apreciados compatriotas Y el Gobierno tiene que vivir examinando allí donde hay dificultades y a ver cómo las mejoramos.

Entonces yo les voy a proponer la siguiente metodología. Escuchemos el informe de los señores comandantes, que nos digan qué están haciendo para poder inducir una tendencia nuevamente hacía la reducción del homicidio en la ciudad. Escuchemos el informe de los responsables de Política Social, para que nos digan qué van a hacer, qué están haciendo para crear en todos los beneficiarios de Política Social esa responsabilidad como promotores de vida.

Y entonces en el momento en que el señor Gobernador, señor Alcalde, quieran reaccionar, intervenir, en cualquier momento que ellos quieran hacerlo y las veces que necesiten hacerlo, los escuchamos.

Una vez hayamos escuchado este informe de los comandantes y de los directores de Política Social, entonces se escuchan unas intervenciones de la comunidad que nos ayuden a mejorar.

En las reuniones anteriores de seguridad en Cali hemos procedido al revés. Vamos hoy a escuchar primero a los comandantes de cara a la comunidad. Porque en las ocasiones (anteriores) escuchábamos la comunidad y después hacíamos una reunión cerrada con los comandantes.

Vamos a dar hoy los informes con los comandantes de cara a la comunidad. Y después escuchamos la comunidad.

En el tema puramente de seguridad hay que tener en cuenta cómo tenemos distribuidas las responsabilidades en los diferentes sectores de la ciudad. Por eso celebro que estén presentes los señores comandantes de los distritos, porque aquí hay que ponerle nombre propio a las responsabilidades.

En una ciudad del tamaño de Cali es muy importante saber quién es el comandante responsable de cada distrito. Yo creo que nosotros tenemos que ir descendiendo todos los días a la asunción de responsabilidades; eso nos parece necesario.

Cooperación ciudadana

Y también examinar como está el tema de cooperación ciudadana con la Fuerza Pública en la ciudad. El tema de los cooperantes, el tema de las redes de apoyo, el tema de los frentes locales de seguridad y a las escuelas de seguridad; la organización entre ellos y su comunicación con la Fuerza Pública.

La verdad es que —yo quiero repetirlo— nosotros no tenemos los recursos para seguir con un aumento infinito de efectivos de la Policía y de las Fuerzas Armadas. Y aún si lo pudiéramos hacer —que no lo podemos hacer— por grande que llegue a ser el tamaño de nuestras Fuerzas Armadas, por atención que les dediquemos a su calidad, si no hay colaboración ciudadana es imposible lograr la eficacia dentro de la transparencia.

La colaboración ciudadana le ayuda a las Fuerzas Armadas a cumplir con los dos parámetros de credibilidad de una política de seguridad: el parámetro de la eficacia y el parámetro de la transparencia. Entonces es interesante que veamos hoy cómo está esa integración de la Policía de Cali, del Ejército con la ciudadanía; cómo está esa cooperación ciudadana.

Algunos ciudadanos me dicen: ‘Presidente, no se debía pagar recompensa, éste es un Estado Social de Derecho donde el principio de solidaridad obliga a cada ciudadano a colaborar con la institución responsable —en estos casos las Fuerzas Armadas— para un bien superior de todo el colectivo que es la seguridad’. Ese sería el ideal.

Pero la política de recompensas ha sido muy importante para estimular desarticulación de grandes grupos terroristas y para estimular colaboración ciudadana con la Fuerza Pública; para estimular denuncias que permitan la captura de grandes delincuentes. Vamos también ha revisar cómo va eso.

Entonces yo los invitaría a que escucháramos los informes de los comandantes. Ministro, mi General, vamos a empezar con quién. Entonces el señor general Miguel Ángel Bojacá, Comandante de la Policía Metropolitana de Cali”.
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