Diciembre 24

   

Mensaje de Navidad del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez

Puerto Ospina, Putumayo, 24 dic (SP). “Esta mañana fue muy triste en el Aeropuerto Militar de Catam, recibir el cadáver de nuestro Gobernador del Caquetá (Luis Francisco Cuéllar). Muy triste saludar a su familia, a sus amigos, a sus compañeros de Gobierno, a los gobernadores de la Patria que estaban allí, en estas condiciones.

Hemos estado con el señor Ministro (de Defensa, Gabriel Silva), con los Altos Mandos, mirando cómo vamos a fortalecer nuestro accionar en todo el territorio.

Creo, apreciado general (Leonardo) Barrero (Comandante de la Sexta División del Ejército) que nos toca hacer un gran esfuerzo en el Caquetá y en todo este sur de la Patria.

Allá hay mucha preocupación por presencia de la guerrilla en algunos barrios de Florencia, como La Pradera; en un sitio en el sur, en La Liberia, donde al principio del Gobierno se desmovilizaron los paramilitares y ahora vuelve a llegar la guerrilla; mucha preocupación por presencia de la guerrilla extorsionando a los ciudadanos en la cordillera.

Hablábamos con el señor Ministro, el señor general Padilla (Comandante de las Fuerzas Militares), los señores comandantes de Fuerza, el director de la Policía (general Óscar Naranjo) sobre la necesidad de revisar todo nuestro plan en esta región de la Patria.

Durante estos años de gobierno ha sido muy grato acudir a sitios de la Patria el 24 de diciembre, el 31 de diciembre, a saludar a los compatriotas integrantes de nuestras Fuerzas Armadas. Hoy venimos en esta ocasión de Navidad, con todo el afecto por nuestros soldados, nuestros policías, nuestros infantes, los integrantes de la Fuerza Aérea, y con inmensa tristeza por el asesinato del Gobernador del Caquetá.

Estamos en un sitio bien importante de la geografía de la Patria, de la geografía del continente, de la geografía del mundo. Estamos en lo que podríamos decir en un corazón amazónico, a la orilla del río Putumayo, que aquí sirve de límite entre Colombia y Ecuador, justo al frente de Puerto Ospina desemboca el río San Miguel en el río Putumayo. El río San Miguel viene del occidente marcando frontera, y llega un momento en que deja de marcar frontera y se entra exclusivamente al Ecuador y cae al río Putumayo aquí en Puerto Ospina.

Una confluencia de dos ríos bien importantes, un corazón amazónico, un límite bien importante de Colombia con la hermana República del Ecuador.

Una selva y unos ríos maravillosos.

¡Qué bueno que pudiéramos despertar toda, toda la atención del país por esta selva y por estos ríos!

Viéndola desde el helicóptero recordaba esa hazaña, bellísima, del general Rafael Reyes, en su juventud, mucho antes de ser Presidente de Colombia, que remontó el nudo de los páramos; había remontado parte del gran macizo colombiano primero, y a lomo de mulares descendió al Putumayo, construyeron embarcaciones, se embarcaron por el río, navegaron al río Amazonas, por el río Amazonas al Atlántico, y bordeando el Atlántico a Río de Janeiro.

En el viaje murió uno de sus hermanos. Fue descubrimiento, aventura y tragedia. Hay unas bellísimas narraciones y descripciones de ese viaje en el libro sobre el general Rafael Reyes, del historiador cartagenero Eduardo Lemaitre.

El general Rafael Reyes, a no dudarlo, es uno de los hombres más importantes de la Patria. Él evitó uno de los intentos de separación de Panamá. Panamá se quería separar porque encontraba que Colombia no la protegía, que no se ejercía autoridad. Cuando quemaron la ciudad de Colón, los panameños, desesperados, se iban a separar, y gracias a que intervino allí el general Rafael Reyes, enviado por el Gobierno colombiano de la época e impuso autoridad y la ciudadanía se sintió protegida, no se separó Panamá en ese momento.

El general Rafael Reyes fue gran constructor de paz después de que había participado en las guerras y cumplió a cabalidad con los pactos de 1902; ejerció la Presidencia por cinco años y fue un gran realizador.

Es difícil llegar al río Putumayo sin evocar la memoria de uno de los grandes de la Patria: el general Rafael Reyes.

Protección de la selva

Quiero invitar a la Fuerza Pública a proteger esta selva. En este día de Navidad invito a todos los soldados, policías, infantes, integrantes de la Fuerza Aérea Colombiana, a proteger la selva.

Nuestra gran contribución a la política mundial contra el cambio climático, es proteger esta selva.

Viniendo en dirección norte-sur, de Tres Esquinas, en el río Caquetá, aquí a Puerto Ospina en el río Putumayo, encuentra uno que hay unos claros en la selva viejos, en los cuales se está recuperando la flora, pero hay otros nuevos, recién abiertos, con la selva recién tumbada.

Voy a pedir que –señor Ministro, señores comandantes- que en todo sitio en donde haya una tala de bosque, llegue la Fuerza Pública a hacer un pacto con quien está haciendo esa tala, para que no continúe esa tala.

Nosotros tenemos que acreditar ante el mundo nuestra capacidad de frenar la destrucción del bosque. Es una necesidad.

Y por supuesto están los programas sociales para ayudar en esto: Familias en Acción, Familias Guardabosques, programas que han avanzado bastante.

A mí me preocupa mucho cuando el Gobierno y el pueblo del Ecuador manifiestan quejas de que Colombia no cuida bien su frontera. Ustedes saben que esta frontera ha sido maltratada por los terroristas, que los terroristas se han querido apoderar de esta frontera.

Nosotros hemos hecho un gran esfuerzo para mejorar la protección de esta frontera, pero esta frontera con el Ecuador yo creo que tiene alrededor de 580 kilómetros de longitud; y después tenemos la del Perú, con más de mil 600;  y después la de Brasil, con mil 670; y después la de Venezuela, con  2 mil 216.

Mi general Barrero, ¿cuánto tiene la frontera con el Perú? Me equivoqué en 26.

Venía preparado, ahí lo veo con la libretica. Brasil debe ser mil 600. A él no le toca Brasil.

Bueno, Almirante (Guillermo) Barrera (Comandante de la Armada Nacional), ¿cuántos kilómetros tiene el río Magdalena?

Almirante Barrero: Aproximadamente mil 300 kilómetros, señor Presidente.

Presidente Álvaro Uribe: ¿Cuántos kilómetros en territorio colombiano tiene el río Putumayo? ¿Cierto que son mil 800? ¿Mil 880?

Esa comparación del río Putumayo, mil 880 kilómetros, contra el río Magdalena, algo más de mil 300, nos pone de presente la dimensión del río Putumayo.

Pero son mil 800 (kilómetros) de su nacimiento a Tarapacá, Tarapacá, la población del departamento de Amazonas, limítrofe con Brasil.

¿Y cuántos kilómetros tiene el río Caquetá? En un 31 de diciembre con los comandantes, inaugurando el Batallón de Alta Montaña de Valencia, en el Páramo de las Papas, en el Gran Macizo Colombiano, tuvimos la oportunidad de conocer el nacimiento del río Caquetá. Nacen cerquitica el río Caquetá, el río Cauca, el río Magdalena.

De allá a la población colombiana limítrofe con el Brasil, por donde cruza el río Caquetá, es La Pedrera; del Macizo Colombiano a La Pedrera el río Caquetá debe tener mil 500 kilómetros. O sea que –esto es un poquito más me dice mi Almirante- es una tarea bien grande, una tarea muy grande, muy compleja, lo sabemos.

Esta selva que vemos aquí hace parte de 460 mil kilómetros de selva amazónica que tiene Colombia, de un total de 580 mil kilómetros de selva total que tiene la Patria, que hay que protegerla.

Entendemos las dificultades, pero tenemos que asumir el reto. Indudablemente ha habido mucho mejoramiento, lo ha reconocido, con la instalación de estos esfuerzos de nuestras instituciones armadas, lo ha reconocido el Corregidor.

Cuando llegamos, el frente amazónico (de las Farc) estaba dominando todas estas orillas de ríos. Eso ha mejorado, pero nosotros nos tenemos que detener todos los días en lo que falta.

Creo que hay un gran avance de la Armada. La Armada protegía 3 mil kilómetros de río navegables, hoy protege casi 15 mil, de un total de 16, 17 mil 500  kilómetros de ríos navegables que hay en la Patria; un gran esfuerzo del Ejército, un gran esfuerzo de la Policía.

Cooperantes con bonificación económica

Yo quiero comprometer hoy a las Fuerzas Armadas de Colombia a trabajar con los cooperantes.

Miren, hemos hecho muchos grandes esfuerzos en esta frontera con Ecuador. Pero nosotros no somos capaces de poner un soldado cada metro, es imposible. Y los terroristas utilizan cualquier espacio.

Nosotros tenemos que demostrarles a los colombianos, al Gobierno del Ecuador, al pueblo ecuatoriano, toda nuestra voluntad y eficacia para cuidar la frontera. Hemos mejorado mucho sí, pero nos falta mucho.

Yo quiero invitar a los Altos Mandos, al Ministro (de Defensa, Gabriel Silva Lujan), a todos los comandantes regionales, a los oficiales, a suboficiales, a apoyarnos en la ciudadanía.

La cooperación ciudadana es fundamental para poder cumplir todas estas misiones de protección de la Patria, para poderle cumplir a la Patria y a  los países vecinos que nos reclamen que seamos efectivos en la protección de la frontera.

Sola, la Fuerza Pública no alcanza; no podemos poner un soldado cada metro, entonces nos tenemos que valer de la cooperación ciudadana, sin la cooperación ciudadana es imposible garantizar nuestra eficacia.

Nos tenemos que enamorar  de la cooperación ciudadana, si no nos enamoramos de la cooperación ciudadana, no le ponemos todo el interés para instalar la cooperación ciudadana.

Yo quiero invitarlos a que instalemos en toda esta línea del río, y en todos los sitios de la Patria, donde se requiera, las redes de cooperantes con bonificación económica. Se les da una plática cada mes, les ayuda a llevar sus obligaciones y los comprometemos más con la Patria, para informarle a la Fuerza Pública.

Y es un presupuesto finalmente muy barato el que se gasta  en cooperantes, y con una tasa de retorno muy elevada.

Administrar cooperantes, orientarlos remunerarlos, bonificarlos, finalmente cuesta poquito y ayuda muchísimo. Eficacia a un relativo bajo costo es igual a eficiencia.

Los cooperantes nos tienen que ayudar a cumplir bien estas tareas ante los colombianos, ante  la comunidad internacional. Enamorémonos del tema de cooperantes, hagamos es esfuerzo, pero hagámoslo con todos los brios, con todas las ganas, sin demoras.

Yo pensaba esta mañana en lo siguiente:

Aquel científico que se dedica a la observación de los astros ¿en qué tiene que pensar primero, en las estrellas que va a observar o en el buen estado del telescopio que va a utilizar? El telescopio es el medio que le permite al científico llegar a las estrellas.

Cuando uno quiere ver algo, tiene que ser conciente primero de que le funcionan bien los ojos, para poder llegar al objeto que quiere visibilizar, visualizar.

Las Fuerzas Armadas tienen en su inteligencia un medio muy efectivo para poderle llegar al delincuente. Si piensan en el delincuente y no en la inteligencia, se quedan sin el delincuente. Si se esmeran por toda la eficiencia en la inteligencia, le llegan al delincuente.

El cazador. ¿En qué tiene que pensar primero el cazador, en el venado o en el perro de cacería? El cazador tiene que tener bien cuidado el perro de cacería para poderle llevar el venado, si el cazador no tiene bien cuidado al perro de cacería no le llega al venado.

Los cooperantes equivalen al instrumento para poder ayudar a que la Fuerza Pública capture al criminal. Los cooperantes son los ojos que nos permiten visualizar al criminal. Los cooperantes son el telescopio que nos permiten llegar al criminal.

Pongamos todo el cuidado en los cooperantes. Yo creo que si nos dedicamos ahora, señor Ministro y señores comandantes, a instalar esas redes de cooperantes con alguna bonificación económica, como lo hemos hecho exitosamente en algunas partes del país, yo creo que vamos a avanzar mucho en materia de seguridad.

Propongámonos hoy esa tarea de inmediato. Yo creo que aquí podemos rápidamente tener esa línea de cooperantes que nos permita cumplir mejor nuestro deber de cuidar esta porción de la Patria, de cuidar a los ciudadanos y de cumplirle bien a la comunidad internacional, para que todos los días se vea que nosotros hacemos mayores esfuerzos.

Propongámonos intervenir allí donde quiera que se esté tumbando la selva, con criterio social, con amistad se llega donde el compatriota y le dice uno: mire, camine mejor en el pedacito que usted tiene produzca su comida, etcétera, pero no sigamos tumbando la selva.

Porque es que la tumban, son unos suelos en formación, siembran una cosecha y la tienen que abandonar porque no vuelve a producir nada. Esto así como es de bueno para la selva es de malo para la agricultura comercial, porque son unos suelos en formación que dan una cosecha y después no dan más.

Solidaridad con la Fuerza Pública

Hoy, en medio de la tristeza por el asesinato del Gobernador, don Luis Francisco Cuellar, del Caquetá, los colombianos celebramos la Navidad, se reúnen todas nuestras familias, y los colombianos podemos tener una Navidad más tranquila gracias al esfuerzo de los soldados, de los policías, de la Armada, a los esfuerzos de la Fuerza Aérea.

Yo invito a todos los colombianos que cuando estén reunidos hoy en familia destaquen con afecto, con amor, la labor de los integrantes de las Fuerzas Armadas.

Los integrantes de las Fuerzas Armadas hoy no pueden estar reunidos con sus familias, por estar dedicados a cumplir el deber que nos permite al resto de los colombianos reunirnos con nuestras familias.

Por eso, con inmenso amor por Colombia, con inmenso amor por las instituciones armadas de la República, yo quiero invitar a todos los colombianos a expresar esta noche en familia la gran solidaridad con los soldados, con los policías, con los infantes, con los integrantes de la Fuerza Aérea de la Patria, con todos los integrantes de las Fuerzas Armadas.

Quiero, muy apreciados compatriotas de nuestras Fuerzas, hacer llegar a cada uno de ustedes un saludo de Navidad, de gratitud, y por su conducto a sus familias; que ojala el celular les permita por lo menos una llamadita para saludar a sus familias. Digan a sus papás, a sus mamás, a sus hermanos, a sus esposas, a sus esposos, a sus hijos, que los colombianos tenemos mucha gratitud por la tarea de ustedes.

Que cuando esta noche las familias colombianas estén reunidas, seamos concientes que lo podemos hacer en un país que iba a ser devorado por el terrorismo, gracias al valor de las Fuerzas Armadas, a su abnegación.

Vamos a compartir con ustedes un buñuelito, un pedacito de natilla y una copita, para en este día de Navidad desearle a cada uno de los integrantes de las Fuerzas Armadas de la Patria, a sus familias, una feliz Navidad, y anticiparles un feliz 2010.

Muchas gracias por todo su esfuerzo, apreciados soldados, policías, infantes, integrantes de la Fuerza Aérea.

Muchas gracias suboficiales, oficiales, señores comandantes, muchas gracias señor Ministro”.
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