Aquí en Pitalito nació el doctor Héctor Polanía en 1924. Fue asesinado por el grupo narcoterrorista de las Farc el primero de mayo de 2001. 15 días antes se había convertido en uno de los primeros dirigentes colombianos, desde esta tierra, de anunciar públicamente a la candidatura que les proponíamos a los colombianos. Guardaré por él no sólo admiración, sino incancelable gratitud.
Se graduó en el Colegio de San Bartolomé, de Bogotá. Inició estudios de Derecho, también de Arquitectura. Muy tempranamente empezó a trabajar como periodista en el Diario de Colombia al lado de Gilberto Alzate Avendaño.
Fue reportero y editor político. Siempre combatió las estructuras de terror. Así como al final de su vida combatía grupos terroristas como las Farc, también había combatido las otras violencias que se expresaban en el país en su juventud.
Cuando el doctor Gilberto Alzate Avendaño era Embajador de Colombia en España, el doctor Polanía fue nombrado Primer Secretario. También estudió, después de su paso por la Embajada de España, Producción y Cine en la Universidad de la Sorbona.
Muy cercano a Eduardo Caballero Calderón, fundó con él un informativo sobre el cine.
Entre 1961 y 1964 fue Alcalde de Pitalito. Posteriormente, Secretario de Hacienda del Huila, representante a la Cámara. Entre 1971 y 1974 desempeñó la Gobernación del Huila. Recordado como uno de los gobernadores que le imprimió mayor prosperidad al departamento.
Entre 1982 y 1990 fue Senador de la República. Justamente lo conocí cuando compartimos el periodo del Senado entre 1986 y 1990.
Fue riguroso en el periodismo, riguroso en los debates parlamentarios, riguroso en los principios. Él decía que muchas veces por razones de principios, que él hacía prevalecer sobre los acomodamientos pragmáticos del momento, abandonaba el camino de su partido y se ponía por encima.
Tuvo muchas muestras de valor civil en todas las horas. Si los huilenses y mis compatriotas me preguntaran una descripción sobre Héctor Polanía, una sola, una síntesis, diría yo que fue un hombre de valor civil.
Óigase solamente esto. Era vicepresidente del Senado y fue a Casa Verde (cuartel principal de las Farc). Y no fue a hacer lo que se hacía en la época, no fue a abrazar a Manuel Marulanda, ni a los otros integrantes de las Farc. Fue a decirles en Casa Verde que él no era partidario de hacer acuerdos de paz mientras ellos persistieran en la violencia.
Yo creo que fue la única voz en ese sentido que en aquel periodo de la vida nacional se escuchó en Casa Verde.
Denunció el proselitismo armado de la guerrilla. Tuvo siempre un gran coraje para decir que la guerrilla a través de fusiles y explosivos, de amedrentamientos, pretendía en todas las horas penetrar la política colombiana. Él lo denunció sin ambages.
Cercano al arte, amigo de (Eduardo) Carranza, de León De Greiff, de (Oswaldo) Guayasamín, de Pio Baroja, el arte fue una de sus verdaderas pasiones. Hombre del campo, como buen huilense, como buen hijo del sur del Huila, como buen hijo de Pitalito, fue amante de los caballos, los conoció a plenitud. Ejemplo de carácter y rectitud.
Hoy, entregamos a su familia la Orden Nacional al Merito en el Grado de Gran Oficial, para recordar ante los colombianos lo que significó el valor civil y la honradez del doctor Héctor Polanía.
Me da mucho gusto reaccionar ante el clamor del pueblo para este homenaje ante el pedido del señor Presidente del Senado, de los congresistas del Huila, de sus autoridades. Un homenaje que sentimos en el fondo del alma.
Le pido al Presidente del Senado unas palabras para recordar al doctor Héctor Polanía, antes de entregar a su familia la Orden Nacional al Mérito”. |