“Lo importante hoy no es el reconocimiento monetario por el daño causado. Lo importante es que las autoridades del país, en cabeza del Presidente de la República, les estamos diciendo con el corazón en la mano que sentimos todo dolor que ustedeshan sufrido, que nos duele el daño que los grupos criminales les han causado y, ante todo, que a nombre de todos los colombianos que no fuimos capaces de impedir estos actos de barbarie queremos pedirles perdón”.
Popayán, 5 junl (SP). El Presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (Cnrr), Eduardo Pizarro Leongómez, destacó hoy que la reparación a las victimas de la violencia en Colombia, que encabezó hoy en Popayán el Presidente Álvaro Uribe, es la primera que se realiza en Colombia y por ello el de hoy es un día histórico.
“Hace solamente cuatro años, la idea de las víctimas como portadoras de derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación y a las garantías de no repetición no existía en la conciencia nacional. Y, apenas comenzaba a despuntar en la conciencia universal. Hoy, estos derechos de las víctimas han echado raíces sólidas en la agenda pública nacional e internacional y han surgido decenas y decenas de asociaciones de víctimas en todo el país”, señaló.
Pizarro Leongómez resaltó que “este es uno de los resultados más importantes de la Ley de Justicia y Paz: la visibilización de las víctimas y sus derechos. Por esta simple razón estamos hoy viviendo un día histórico. Es la primera vez en la historia de Colombia que las víctimas son objeto de políticas de reparación integral”.
Expresó que “para la Cnrr una política de reparación integral debe orientarse a apoyar a las víctimas para que puedan reconstruir su proyecto de vida. Un proyecto de vida que sufrió una ruptura brutal debido a una mina antipersonal, a un delito sexual, a un secuestro, a un reclutamiento forzado, a un homicidio o la desaparición forzada de un familiar cercano”.
Pizarro recordó que los crímenes atroces generan daños irreparables y nadie vuelve a ser el mismo después de una experiencia traumática de estas características, por lo cual la reparación es un intento de reparar lo irreparable.
“Siempre habrá secuelas psicológicas. Sin embargo, muchas víctimas nos han demostrado su capacidad para superar las heridas y reconstruir su proyecto de vida. Ese es el objetivo de este acto”, puntualizó.
Indicó que “no se trata simplemente de entregar una suma de dinero. Ni todo el dinero del mundo puede llenar el vacío que deja un hijo ausente. Pero, para las víctimas un acto de reconocimiento del daño que grupos criminales les han causado, el reconocimiento de sus derechos vulnerados, el compromiso de las autoridades de que estos actos jamás se volverán a repetir, constituye un alivio para su dolor.
“Por eso lo importante hoy no es el reconocimiento monetario por el daño causado. Lo importante es que las autoridades del país, en cabeza del Presidente de la República, les estamos diciendo con el corazón en la mano que sentimos todo dolor que ustedeshan sufrido, que nos duele el daño que los grupos criminales les han causado y, ante todo, que a nombre de todos los colombianos que no fuimos capaces de impedir estos actos de barbarie queremos pedirles perdón”, concluyó Pizarro. |