“Propondremos al Congreso un ajuste tributario como decisión de responsabilidad fiscal frente a la crisis, sin afectar la esencia de los estímulos a la inversión aprobados por el Congreso en los últimos años”, subrayó el Mandatario, al explicar que sería absurdo desmontar los estímulos cuando apenas empiezan a producir frutos.
Así mismo, ratificó que el Ejecutivo tomó la decisión de presentar una propuesta de ajustes tributarios, en lugar de una reforma estructural que afectaría la inversión.
“Una reforma estructural, de tarifa plana reducida, eliminaría la progresividad, necesaria en la justicia social, y también aboliría el tratamiento más favorable a la inversión”, indicó el Presidente Uribe.
En cuanto al nuevo impuesto al patrimonio, reiteró que la propuesta es que el gravamen sea transitorio y comience a pagarse dentro de dos años.
“La democracia colombiana se ha honrado con el hecho de que los sectores más pudientes hayan financiado la Seguridad Democrática con el impuesto al patrimonio. Se pedirá un nuevo esfuerzo, transitorio, con contribuciones que empiecen a recaudarse en 2011”, señaló el Mandatario.
Deducción tributaria
En su discurso, el Presidente Uribe dijo que el proyecto de ajuste tributario incluye una propuesta para reducir al 30 por ciento el beneficio de la deducción tributaria para la reinversión de utilidades.
“En 2006 el Congreso de la República elevó del 30 al 40 por ciento la deducción tributaria que promueve la reinversión de utilidades y la hizo definitiva. Proponemos regresarla al 30 por ciento de 2003 y mantener la norma más reciente que no la deroga al darse un reparto posterior de utilidades”, anunció el Mandatario.
De igual forma, reveló que el proyecto prohíbe acumular los estímulos de zona franca y deducción de inversiones.
Y recordó que los contratos de estabilidad, también autorizados por el Congreso, no han incluido la suma de los estímulos de zona franca y deducción de inversiones, por lo cual se ha resuelto garantizar como deducción un tope del 30 por ciento de la inversión y no excluir la posibilidad de tarifas transitorias al patrimonio.
Dijo que los ajustes no solo permitirán equilibrar la seguridad sobre las reglas de juego y las necesidades fiscales de la Nación, sino también contribuirán a recuperar el grado de inversión y a obtener financiación en medio de la difícil coyuntura de la economía.
Al respecto señaló que el Gobierno Nacional no comparte la tesis de que en lugar del impuesto al patrimonio se incremente el endeudamiento, porque sin el tributo la obtención de crédito puede ser más costosa y más difícil.
A propósito del gravamen a los patrimonios, resaltó que gracias a la actividad del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, durante el período de Gobierno el avalúo inmobiliario –exceptuando los catastros autónomos- ha pasado de 204 billones de pesos a 452 billones, con un aumento promedio anual del 10,6 por ciento.
Confianza inversionista
El Mandatario también insistió que el objetivo del Gobierno es que Colombia sea un país líder en inversión con responsabilidad social, que contempla, entre otros aspectos, la transparencia en las relaciones entre inversionistas y el Estado, el compromiso con el bienestar comunitario, la fraternidad en las relaciones laborales y el concepto del capital como factor de creación de riqueza social.
Hizo énfasis en que la confianza inversionista requiere, aparte de la seguridad física y jurídica, determinación política para estimularla, buen manejo de la economía y capacidad de introducir ajustes en cada momento.
Sin embargo, advirtió que estos ajustes deben hacerse en función de objetivos definidos con claridad, “sin incurrir en el extremo del estancamiento y tampoco en alteraciones bruscas de rumbo, o bandazos”.
Resaltó que la Inversión Extranjera Directa (IED) ha crecido de picos de 2 mil millones de dólares anuales, a cifras de 8 mil, 9 mil y más de 10 mil 500 millones de dólares en los últimos años. Al cierre de junio –recordó el Presidente Uribe- la IED acumulaba 4 mil 149 millones de dólares. |