Así lo manifestó el Mandatario al entregarle al sacerdote salesiano la Orden de Boyacá, otorgada por medio del Decreto 856 del año en curso. Destaca la norma que con su fervoroso espíritu de entrega hacia el prójimo, el padre Nicoló representa un digno ejemplo a seguir por el pueblo colombiano.
Bogotá, 22 jul (SP). Al otorgarle este miércoles al padre Javier de Nicoló la Orden de Boyacá en nombre del Gobierno Nacional, por sus 50 años de servicio apostólico y apoyo a los jóvenes del país, el Presidente Álvaro Uribe Vélez indicó que Colombia debe sentirse orgullosa de contar con el sacerdote salesiano.
“Nos sentimos muy orgullosos de que Colombia haya podido contar y cuente con el padre Javier de Nicoló en los programas de extensión de este Gobierno; en la ampliación de todo lo que ha sido nuestra cobertura a través del Sena, ha sido también un componente fundamental”, manifestó el Mandatario.
La Orden de Boyacá, en el grado de Comendador, fue otorgada a través del Decreto 856 del Ministerio de Relaciones Exteriores, el cual destaca que el sacerdote “ha consagrado su vida de 50 años de apostolado al trabajo inalcanzable y abnegado y al bienestar de los mas necesitados, logrando con ello obras como el proyecto social Bosconia, que ha beneficiado a más de 60 mil niños, niñas y jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad”.
Agrega la norma que con su fervoroso espíritu de entrega hacia el prójimo, el padre Nicoló representa un digno ejemplo a seguir para el pueblo colombiano de amor, bondad, generosidad y solidaridad, en busca siempre de una sociedad y un país más justo y equitativo.
El Jefe de Estado sostuvo que el país no tiene sino gratitud con el religioso y le pidió que siga ayudando a los niños, niñas y jóvenes más necesitados.
“El Libertador (Simón Bolívar) creó la Orden de Boyacá para distinguir a los mejores. Su servicio a Colombia, padre Javier de Nicoló, lo hace uno de los mejores hijos de Colombia. No tenemos sino gratitud con usted. Ni la orden de Boyacá alcanza a explicar la gratitud que los colombianos debemos expresarle. Muchas gracias, siga ayudándonos”, indicó el Presidente de la República.
Al recibir la distinción, el padre Nicoló expresó su gratitud al Mandatario y dijo que la condecoración es un reconocimiento al método utilizado para apoyar a los pobres.
“Gracias, señor Presidente, y a esas gracias es importante añadir felicitaciones, felicitaciones por lo que usted hace por los pobres. Y este reconocimiento más que al padre Javier, hay que reconocer el método. Ya tenemos un método a través del cual, en menos de dos años, el joven sale de sus limitaciones, se capacita y se vuelve idóneo para trabajos sencillos”, afirmó el sacerdote.
Trayectoria de servicio
Conocido por su intensa labor a favor de los niños y niñas de la calle en Colombia, el padre Javier de Nicoló nació en 1928 en Bari (Italia).
A los 18 años, cuando terminaba la Segunda Guerra Mundial, decidió entrar a la comunidad de San Francisco de Sales, fundada por el italiano Don Bosco a mediados del siglo XIX en Turín.
Nicoló llegó al país en 1948 y al comienzo trabajó en la atención a los enfermos de lepra en Agua de Dios (Cundinamarca).
Se ordenó de sacerdote en 1958, tras cursar estudios de Filosofía y Teología, y más tarde estudió Matemáticas. Ha prestado sus servicios en Bucaramanga y Bogotá, entre otras ciudades del país. |