Bogotá, 22 jul (SP). El clima fue mucho más favorable que ayer, el sol repuntó, las nubes se dispersaron casi en su totalidad a las 11:00 de la mañana, hora en que inició el recorrido de la caravana en Nunchía. La temperatura sobrepasaba los 30 grados centígrados.

Cuenta la historia que el 26 de julio de 1819, el municipio de Nunchía, más exactamente en ‘la piedra de pensar’ a las afueras del municipio, partieron Bolívar, Santander y Anzoátegui, con sus aguerridos llaneros para atravesar la cordillera; pasaron Morcote, Paya y Pisba, hasta llegar al Puente de Boyacá, donde culminó la hazaña.

Hoy (22 de julio), más de 300 binomios se prepararon para cruzar el páramo que va de Nunchía a Morcote, la puerta de Boyacá, 22 kilómetros de ascenso que los llevarán al alto de Peñas Negras a 3.600 metros sobre el nivel del mar en el Páramo de Pisba.

La logística, tanto del Ejército como de la Policía, es milimétrica: alojamientos, alimentación, médicos, enfermeros, médicos veterinarios y hasta odontólogos, son algunas de las precauciones que han tomado estas instituciones para cubrir casi en su totalidad las necesidades de los hombres y mujeres que hacen parte de esta Ruta Libertadora.

Son muchas las historias que se viven en este recorrido, como la de la patrullera Diana Galvis, que con sólo 26 años de edad -cuatro de los cuales ha estado en los carabineros de la Policía-, planea hacer el recorrido completo con su fiel compañero Luján. “Es un orgullo para nosotros estar aquí, la Escuela de Carabineros de Facatativá está presente en la Ruta Libertadora”, afirmó la uniformada.

La jornada fue enlutada por un acto de barbarie del grupo terrorista del Eln, que cobró la vida de un carabinero de la Policía, que participaba en la Ruta Libertadora. Este hecho ensombreció el buen ánimo de los 300 jinetes que al igual que Bolívar y sus hombres atraviesan la cordillera en busca del puente de la libertad.

Esta noche es triste y un rechazo profundo es la constante entre militares, policías, periodistas y todos aquellos que acompañan la caravana. Todos calificaron este asesinato como un acto de cobardía.