Así lo afirmó el diplomático brasilero, al recibir del Gobierno colombiano la Gran Cruz de Boyacá, en una ceremonia realizada este lunes en el Palacio de San Carlos. “Debemos hacer una integración en beneficio de nuestros pueblos, de esa gran patria suramericana que estamos construyendo juntos. Una patria que respete la pluralidad, que no busca imponer modelos únicos”, indicó Amorim.

Bogotá, 8 jun (SP). “Me siento muy amigo de Colombia”, afirmó este lunes el Canciller de Brasil, Celso Amorim, luego de recibir de su homólogo, Jaime Bermúdez Merizalde, la condecoración de la Gran Cruz de Boyacá, en una ceremonia realizada en el Palacio de San Carlos.

“Me siento muy honrado, muy contento. Agradezco naturalmente esa distinción, en mi nombre, en nombre de mi Gobierno, pero agradezco también en nombre de mis colegas, que son parte de ese trabajo”, señaló.

“Debemos hacer una integración en beneficio de nuestros pueblos, de esa gran patria suramericana que estamos construyendo juntos. Una patria que respete la pluralidad, que no busca imponer modelos únicos”, indicó Amorim.

El Canciller brasilero aseguró, igualmente, que los presidentes de ambos países tienen la virtud de percibir que uno puede ser amigo, aunque sea diverso.

“Podemos ganar más en una amistad con la diversidad que cuando se busca una identidad artificial. Creo que en eso Colombia y Brasil son una dimensión muy importante de la integración suramericana”, concluyó.