Cali, 1 mar (SP). “Un saludo lleno de afecto. Cuando el doctor Julián Domínguez (Presidente de la Cámara de Comercio de Cali) nos invitó a esa bella inauguración del Centro de Convenciones del Pacífico, allá en aquella avenida que sugerimos llamar ‘La Milla de la Esperanza’, soñábamos con este momento.

Cuando pudimos venir a la inauguración de los Juegos Nacionales, que dio la oportunidad de renovar la infraestructura deportiva de Cali, construida con ocasión de los Panamericanos, soñábamos con este momento.

En cada visita a la capital vallecaucana, hemos soñado con este momento.

Este sistema de transporte masivo mejora sustancialmente la calidad de vida urbana, mejora sustancialmente las condiciones de los ciudadanos más vulnerables.

Nuestra gratitud a todos. A usted, señor Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina. A la Junta Directiva, al señor Gerente, a quienes han sido alcaldes en este período. Han ayudado todos a sacar adelante una obra no fácil. Una obra que requiere toda la perseverancia, toda la disposición de superar obstáculos cotidianos.

Muchas gracias, señor Gobernador del Valle, Juan Carlos Abadía. Recordaba usted su pasó por la Presidencia del Concejo de Cali. Las vigencias futuras. Recuerdo que por alguna razón de salud, debí reunirme en Cartagena con el Concejo de Cali, para acordar algunos detalles que permitieran superar impases políticos, económicos. Y allí, con el Ministro de Ambiente, Juan Lozano, llegamos a unas conclusiones que fueron refrendadas en el acuerdo municipal. Muchas gracias.

Muchas gracias a los congresistas, por su empeño permanente. Los congresistas, inaugurado el Gobierno, inmediatamente asistieron a la oficina sobre la necesidad de revolver la financiación del MIO (Sistema de Transporte Masivo) de Cali. Y con ello llegamos aquí, el 21 de diciembre de 2002, a entregar los aportes presupuestales. Pero eso no fue suficiente.

Después, más adelante, en 2005, los congresistas llegaron a un acuerdo con mis compañeros del Ministerio de Transporte, del Ministerio de Hacienda, del Departamento Nacional de Planeación, para unos mayores aportes presupuestales de la Nación. Son dos documentos Conpes (Consejo Nacional de Política Económica y Social), en lo cual ellos han tenido gran influencia.

Muchas gracias a la Junta Directiva, garantía de eficiencia, garantía de transparencia. Muchas gracias a los constructores, a los trabajadores. Muchas gracias a los operadores.

La ciudadanía de Cali, en el proceso de construcción, ha sufrido. Recuerdo muchas reuniones con el comercio. Me decían: ‘Presidente, nos vamos a quebrar. Esas obras se demoran, Presidente’. Y que las estaban adelantando desordenadamente, que no terminan un tramo, que se concentran en muchos, que el comercio ha dejado de vender.

Esto tiene traumas. Para sacar un buen pescado, hay que mojarse las rodillas. Esto no es fácil, apreciados compatriotas. Cali ha tenido dificultades en este proceso constructivo. A todos muchas gracias.

Y quiero agradecer, muy especialmente, también al Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, y al Viceministro. Los dos Viceministros de Transporte, desde un principio, han tenido la responsabilidad de los Transmilenios. Y el Ministro Andrés Uriel es un hombre con formidables conocimientos en su área de ingeniero y totalmente transparente.

Creo que la manera como el condujo diferentes audiencias, donde se discutió tanto el tema de las licitaciones, de los proponentes, ayudó a ponerle a esto un sello de transparencia en el corazón de los vallecaucanos, una razón de confianza. Que este proceso haya tenido una razón de confianza, es trascendental.

Muchas gracias a todos, apreciados compatriotas. Y nos gusta mucho por la ciudadanía.

Beneficios del MIO

Cuánto ayuda esto en ahorro de tiempo. Un ciudadano que se ahorre 45 minutos, una hora al día, en desplazamientos, esos 45 minutos, esa hora, los puede dedicar al descanso, al estudio, a la familia, al deporte. Ese ahorro es calidad de vida. Ese ahorro es menos contaminación ambiental. Ese ahorro es menor costo económico en el transporte para los sectores más vulnerables.

Y eso ayuda a bajar la agresividad, a mejorar el capital social, la eficacia en la solidaridad colectiva. Contribuye muchísimo al comportamiento ciudadano. Tenemos mucha esperanza.

Los colombianos, en diferentes ocasiones, hemos venido a Cali a aprender de civismo. Por eso estamos seguros de que el MIO de Cali va a tener una apropiación y un cuidado por la ciudadanía, ejemplar. De que lo van a mantener como una tacita de plata. De que va a ser motivo de admiración de todo el mundo la buena administración, el buen estado del MIO de Cali.

Colombia, a la vanguardia en sistemas de transporte masivo

En 2002, Colombia tenía dos principios de transporte masivo: 34 kilómetros del Metro de Medellín y 34 kilómetros del Transmilenio de Bogotá. El Metro de Medellín lo habíamos iniciado 17 años antes. Fue muy traumático el proceso. Y el Transmilenio de Bogotá le da una gran idea a todo el país, que se la debemos al doctor Enrique Peñalosa.

Nosotros le propusimos a los colombianos, en un Manifiesto Democrático, antes de la elección de mayo de 2002, un artículo de construcción de calidad de vida urbana. Y el liderazgo se lo asignábamos a la construcción de sistemas de transporte masivo.

En Bogotá hemos pasado en estos años de 34 kilómetros a 84. Ahora se están construyendo 20. Pudimos, con las autoridades de Pereira, hacer el Transmilenio de Pereira. Y nos honra mucho que hoy los caleños tengan este esquema. Qué importante.

Ahora me decían cómo tienen acordado una cosa muy importante de la cual da ejemplo Cali. Han hecho la reestructuración de rutas de transporte a tiempo. Porque el paralelismo hace mucho daño. El paralelismo los quiebra a todos.

Entonces tienen definido un proceso gradual para que en el mes de julio, esté totalmente superado el paralelismo. Y el sistema del MIO tenga una captación de pasajeros que le dé orden a Cali y le dé a la ciudad la consecuencia de calidad de vida que se espera en estos procesos de transporte.

Bogotá: un gran avance de 34 y ahora más de 100 kilómetros. En Pereira funcionando. En Cali ya operando. Estamos construyendo en Medellín – Valle de Aburrá. Estamos construyendo Cartagena. Estamos construyendo Barranquilla. Estamos construyendo Bucaramanga. Y estamos construyendo Soacha.

Recientemente se han aprobado dos aportes. Uno para la ciudad de Santa Marta y otro para la ciudad de Pasto, donde hay una recomposición total del transporte. Una financiación del Gobierno Nacional también del 70 por ciento y algunos kilómetros de solobús.

Y están otras ciudades colombianas en fila. Vamos a ver, en medio de las restricciones fiscales, cómo podemos atender rápidamente la solicitud de estas ciudades colombianas.

Creo que Colombia es el país hoy proporcionalmente en América Latina que más esta avanzando en transporte masivo. Yo veo hoy un país muy importante en América Latina, y está haciendo un solo Transmilenio. Y han tenido mil dificultades.

Diría que un país que está construyendo nueve sistemas de transporte masivo, en nueve ciudades, que ha autorizado otros dos sistemas, y que tiene en estudio otros ocho sistemas, es un país vanguardista, como en alguna forma lo refería el Ministro de Transporte. Eso honra a los colombianos.

Ahora, apreciados compatriotas, esto no se ha hecho con dinero de sobra. Esto se ha hecho con déficit y con endeudamiento. En un país con muchas dificultades económicas. Si se hubiera hecho con dinero de sobra, eso no importaría ni sería gracia. Hacer las cosas con plata, no es gracia. Hacerlas con amor, con afecto, para poder compensar el déficit del dinero, es lo importante.

El país ha venido haciendo todos estos esfuerzos. Un país todavía con un alto déficit, con un alto endeudamiento, y está haciendo todos estos esfuerzos. Y vamos saliendo adelante.

Política anticíclica

Estamos en un mal momento de la economía. Una economía internacional en muy serías dificultades. Por eso el Gobierno ha puesto en marcha una política anticíclica. Esa política anticíclica tiene cuatro capítulos: el capítulo de infraestructura, el capítulo de la red de protección social, el capítulo del buen cuidado de los proyectos de inversión privada y el capítulo de la financiación estatal y pública.

Infraestructura

En infraestructura, Colombia debe invertir este año 55 billones de pesos: 32 billones a cargo de los concesionarios y ejecutores asociados con Estado, y 23 billones de recursos directos del presupuesto.

Concesionarios. Concesionarios de aeropuertos, concesionarios de puertos, concesionarios de carreteras. Contratistas en alguna forma vinculados al Estado, pero que ponen sus propios recursos. Aquellos que deben construir las plantas de generación de energía, asignadas recientemente por el Ministerio de Minas, gracias a un nuevo esquema que ha traído bastante inversión a Colombia. La construcción de los Transmilenios es fundamental en esta inversión.

Las vías por concesión, los planes departamentales de aguas, los planes de construcciones escolares, la vivienda social, que tiene dos epicentros muy importantes Cali y Buenaventura. Y tenemos todo el afán de ver el avance de la vivienda social en Cali y en Buenaventura.

Invertir 55 billones en infraestructura es un gran reto. Se ha convertido, Ministro, en un imperativo, porque estas circunstancias de la economía mundial nos obligan a cumplir con esa inversión, para defender la calidad de vida y para defender el empleo de los colombianos.

Red de Protección Social

La Redde Protección Social es le segundo capítulo, apreciados compatriotas. Los pobres no son los culpables de esta crisis. A los pobres no les podemos transferir la factura de esta crisis. En época de dificultades económicas, obliga a acentuar la protección a los sectores más vulnerables. Por eso nuestro segundo capítulo de política anticíclica es la Red de Protección Social.

Este año, 3 millones de Familias en Acción. Cuando empezó el Gobierno, eran 220 mil, en un plan experimental. Terminamos diciembre con millón 700 mil, y en junio tendremos 3 millones.

Tres millones de Familias en Acción que reciben un pago del Estado, y su obligación es mantener la asistencia escolar de sus niñitos, el control nutricional y médico de sus niñitos, y certificar, con la cuenta de cobro ante el Gobierno, que están cumpliendo con esas obligaciones.

Eso garantiza que las familias pobres no se vean condenadas a que sus hijos sean pobres por falta de educación. Finalmente la educación es lo único que abre las puertas de la movilidad social, que se requiere en una sociedad democrática. Finalmente un proyecto de educación es el único camino seguro hacia el mejoramiento en la distribución del ingreso. Tres millones de Familias en Acción.

He pedido al Congreso de la República que nos sirva de veedor para cumplir ese compromiso del alma con los sectores populares de la patria, antes de que termine el mes de junio.

Colombia tiene más sentido de emprendimiento que de subalternidad laboral. Por eso Banca de Oportunidades. Hemos avanzado en estos años, pero no suficientemente.

Este año debemos entregar millón y medio de microcréditos. Un microcrédito es un estímulo a la creatividad, al emprendimiento. Es una solución de familia. El microempresario garantiza que el cónyuge o la cónyuge puedan atender sus hijitos en el hogar.

El microempresario que va saliendo adelante, garantiza la asistencia escolar, universitaria de sus hijos. La microempresa que crece, inmediatamente tonifica la demanda agregada de la economía.

Debemos estregar este año 13 millones de raciones alimenticias a niñitos menores de cinco años y a escolares. Cuando empezó nuestro Gobierno, el país entregaba 3 millones 400 mil raciones al día. Este año, con el liderazgo de Bienestar Familiar, el liderazgo de Familias en Acción, el acompañamiento de las gobernaciones y de las alcaldías, se entregan 13 millones de raciones alimenticias a escolares y a niñitos menores de cinco años.

Claro, son avances. Pero es mucho más lo que falta.

Estos programas de la Red de Protección social tienen una virtud: ayudan mucho a detener la caída de la economía. ¿Las Familias en Acción a qué dedican ese dinero? Lo dedican al vestuario, al calzado, a la alimentación de sus niñitos, y eso le ayuda mucho a la demanda, en momentos tan riesgosos de la economía.

Confianza inversionista

El tercer capítulo es el capítulo de cuidar la confianza inversionista en Colombia. En los últimos años, el Congreso nos ha aprobado una serie de estímulos a la inversión con responsabilidad social, de gran importancia.

Para nosotros la inversión no es un fin. Es un medio para que, realizado con responsabilidad social, se pueda resolver el problema de la necesidad de empleo de buena calidad, el problema de la pobreza y el problema de la calidad inequidad distributiva.

El Congreso nos ayudó, por ejemplo, a crear un nuevo esquema de zonas francas. En toda la vida del país se habían instalado 11 zonas francas. Con la nueva legislación, llevamos 45 aprobadas.

Necesitamos que esos proyectos se ejecuten, que la restricción crediticia internacional no los frene, y que sigan llegando solicitudes de zonas francas, porque las zonas francas tienen unos requerimientos muy importantes en empleo.

Y óigase esto: el empleo en las zonas francas tiene que ser un empleo directo, sin intermediarios, con contratos a término indefinido, no con precariedad laboral. Además tiene que ser un empleo con afiliación a los organismos de seguridad social. Eso tiene que contribuir mucho a que los colombianos tengan mejores oportunidades de empleo de calidad.

El temor es que la situación económica internacional nos frene esas inversiones. Por eso el Gobierno las tiene que cuidar muchísimo.

Pero les tenemos que decir a los colombianos: si el país persevera en aquello de crear confianza inversionista, como un medio para resolver problemas sociales, al país le ira bien.

Alguien me decía: ‘Presidente, pero es que este año en ninguna parte del mundo va haber inversión con esta crisis. No es la oportunidad de que los pueblos diferencien entre los gobiernos que construyen confianza y aquellos que la destruyen’.

Creo que, a pesar de las dificultades, Colombia está demostrando que puede seguir recibiendo inversión aun en la crisis.

En el caso extremo, que tenemos que considerar como hipótesis en estas dificultades, de que se suspendieran las inversiones a consecuencia de la crisis, el país no debe desesperarse. Porque en el momento en que empiece a superarse la crisis, la inversión llegará a los países que han construido confianza. Y Colombia hace parte del liderazgo de los países que vienen construyendo confianza.

Colombia es un país hoy que está de moda, muy bien calificado internacionalmente como un gran destino de inversión. Eso hay que cuidarlo, apreciados compatriotas.

Este MIO es una muestra de la confianza inversionista. Aquí hay una inversión del Estado muy grande. Y una inversión de los particulares en estos buses, en estos sistemas, muy grande.

Si el país no estuviera construyendo esta confianza, los inversionistas no harían esta inversión tan grande, que escapa al alcance del Estado. He ahí la confianza de tenerla.

Financiación

Es muy importante también el capítulo cuarto: la financiación.

Gracias al buen nombre de Colombia, a que se ha acentuado la confianza, ya hemos financiado al Estado para el año 2009. Y estamos explorando cómo lo financiamos desde ya, lo prefinanciamos, para los años 2010 y 2011.

Creo que esta semana se dio un buen paso, que ayuda a la financiación: la venta de las electrificadoras, liderada por el Ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez, el Viceministro Manuel Maiguashca.

No de cualquier modo. Algunos departamentos dijeron: las queremos comprar. Y el Gobierno dijo: si las quieren comprar los departamentos, magnífico. Lo que no podemos permitir es que un clientelismo que queremos eliminar en lo nacional… Es que enfrentar la politiquería no es tema de discurso. Enfrentar la politiquería es tema de acción…

Veo que en una candidatura presidencial todo el mundo habla de enfrentar la politiquería. Otra cosa es enfrentarse ya a eliminar de manera concreta las fuentes y las oportunidades de clientelismo donde se da la politiquería. Eso trasciende el discurso.

Y muchos se arrugan. Por razones electorales, lo ofrecen en campaña. Pero después les da miedo reformar las empresas del Estado, para no desacreditarse. Esto exige correr riesgos.

Nosotros les dijimos a las gobernaciones: magnífico, creamos un mecanismo que les permita comprar las electrificadoras, pero no podemos transferir el clientelismo nacional al departamental. Asóciense con operadores independientes, que garanticen transparencia, buen gobierno en el futuro.

Se hizo. Y el Estado avanzado. Y hoy gracias a que entran esos 750 mil millones, la situación fiscal tendrá menos traumas.

Y por una suma exacta habrá menos solicitud de crédito del Gobierno. Y en la medida en que haya menos solicitud de crédito del Gobierno, hay más espacio para financiar en estas restricciones crediticias al sector privado, a los generadores de empleo.

Y tenemos que financiar al sector privado, a los generadores de empleo.

Cuando uno está entrando en una crisis y tiene una buena empresa o un buen país, tiene que proveer la caja, tiene que llenar la caja y enseguida no vaciarla, no dejarla secar.

Lo que estamos haciendo en el Gobierno, lo tenemos que hacer con el sector privado. Financiarnos, pero manejar las cosas muy prudentemente para no dejar secar la caja.

El Gobierno tiene varios instrumentos. Uno de ellos, Bancoldex. Bancoldex, antes de este Gobierno, prestaba un billón 800 mil pesos al año. El año pasado prestó tres billones 900 mil millones de pesos. Este año va a prestar cinco billones de pesos.

Para no dejarles secar la caja a los empleadores, nuestra idea es: aquellas buenas empresas que están trabajando en Colombia, van a tener un apoyo del Gobierno, para que no se les seque la caja y puedan mantener sus fuentes de empleo.

En la noche del viernes anunciamos una línea de crédito de 163 mil millones de pesos, en condiciones de tasas de interés favorables, para las zonas de frontera, porque tenemos mucha dificultad en el comercio internacional, para estimular el comercio en la frontera.

Y no vamos a esperar a que el Gobierno, a que los empresarios pequeños y medianos de la zona de frontera, vengan a reclamarla. Desde mañana, el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, irá a las zonas de frontera a ofrecer la línea de crédito.

Yo le dije: ‘No esperes que la montaña venga a ti. Muestra que hay un Gobierno brioso, no apelmazado en unas butacas en Bogotá. Tienes que irte, Ministro, a las regiones con la chequera, a promover y a entregar esos créditos. Porque en épocas de dificultades, nosotros no nos podemos quedar llorando, ni haciendo análisis de prensa. Lo que tenemos que hacer es trabajar más’.

Y el jueves, apreciados compatriotas, vamos a anunciar cómo vamos a apoyar la industria automotor, a los colombianos compradores de vehículos populares, a los trabajadores de la industria automotriz. Me muero de la gana de anunciarlo desde ya, pero me tengo que contener porque estamos haciendo unos ajustes.

Y el jueves, vamos a anunciar cómo vamos apoyar otro gran generador de empleo: la industria de electrodomésticos: neveras, fogones, etcétera, a los colombianos consumidores de durables. Vamos a ajustar bien esto, para poderlo anunciar de manera concreta, de aquí al jueves, para que los colombianos puedan tener credibilidad en esas acciones.

Compromisos del alma con el Valle del Cauca

Y renuevo hoy nuestro compromiso con el Valle del Cauca. En la vida lo cuantificable es importante, los presupuestos se necesitan, se necesitan las sobretasas de gasolina, los Conpes, se necesita todo eso. Pero lo fundamental es el amor a la patria, el afecto a los compatriotas.

Yo tengo un compromiso del alma: es que el Valle del Cauca me acepte como hijo del Valle del Cauca. Esa es la aspiración del alma. Poder venir aquí de viejo, con el cabello ya no rucio sino palomo, y poder sentirme entre amigos. Ese es el gran esfuerzo.

Lo único que ha tenido este MIO del Gobierno Nacional es amor, compromiso con el Valle de Cauca. Y tenemos todos los afanes. Eso necesita obsesiones. En esto hay que pensar a mañana, a mediodía y a tarde. Y ahora tenemos que pensar a mañana, a mediodía y a tarde en la carretera de Buga a Buenaventura.

Se acaba de abrir la licitación para los últimos 14 kilómetros. Compromiso de este Gobierno: dejar todos los trayectos financiados y en debida ejecución, para que el Valle del Cauca y Colombia tengan esa doble calzada de Buga a Buenaventura, como parte de las vías de competitividad nacional. Que este país se pueda atravesar algún día del Orinoco al Pacífico, pasando por el corazón vallecaucano, con carreteras de óptima calidad.

Renovamos todos los compromisos con el Valle del Cauca: nuestros compromisos con la seguridad, con la inversión, con la cohesión social.

Captura de ‘Juancho’

Generales, a ustedes, señores Coroneles, a las Fuerzas Armadas de Colombia, nuestra gratitud porque hoy, cuando apenas había empezado a despuntar el sol y nos disponíamos a venir a Cali, nos dieron la buena noticia de que fue capturado en el Pacífico vallecaucano un tal ‘Juancho’, de las Farc, explosivista, que ha hecho bastante daño aquí.

Los periodistas me preguntaban: ¿Usted por que no cortó la cinta? Y les dije: porque yo no soy bueno para la tijera si no para repartirla. Y porque también quería ver la tijera no solamente en las manos del Alcalde, del Gobernador, del Ministro, del Viceministro, sino en las manos de los soldados y de los policías de la patria, porque un país sin seguridad no construye infraestructura.

Emcali

No olvidamos en ningún momento nuestro compromiso con Emcali. Quiero hacer unas referencias a mis compatriotas vallecaucanos. Esta semana, en la reunión en la que nos acompañaron el señor Alcalde y el señor Presidente del Concejo, en representación de la Corporación, avanzamos bastante.

Interés del Gobierno: preservar esa empresa como una empresa de propiedad total de la comunidad de Cali, como una empresa estatal del orden municipal de propiedad, ciento por ciento, de la comunidad de Santiago de Cali.

Segundo interés del Gobierno: Dejar aquí la deuda que ha pagado el Gobierno por Emcali, y que le debería Emcali al Gobierno Nacional, que hoy suma más de 700 mil millones. Y que puede llegar, por los pagos que aún faltan y que tendrá que hacer el Gobierno Nacional como avalista de Emcali a los acreedores, que podrá llegar a un billón de pesos.

Ese dinero de la Nación se va a dejar aquí. Esta semana les pedí a mis compañeros del Ministerio de Hacienda, que esa ha sido una palabra nuestra empeñada con Cali, desde agosto de 2002, y que no la podemos incumplir. Lo que Emcali le pague a la Nación, la Nación lo deja aquí. Puede ser para capitalizar la administración de la empresa o para capitalizar el fondo social.

Tercero: este Gobierno no está ni en el neoliberalismo ni en el burocratismo. El neoliberalismo y la distorsión burocrática de la socialdemocracia, aparecían contrapuestos, y finalmente tuvieron un elemento común: ambos acaban con el Estado. El neoliberalismo acaba con el Estado por decreto, y el burocratismo acaba con el Estado por quiebra y por insolvencia.

Nosotros hemos estructurado el Estado sin acabarlo. En este Gobierno no se ha cerrado un solo hospital en Colombia, pero hemos recuperado y reestructurado 217 hospitales.

En lugar de haberle extendido partida de defunción a Telecom, creamos Colombia Telecomunicaciones. En lugar de haber dejado que, en medio del discurso de extrema, se continuara debilitando en el largo plazo a Ecopetrol, la formamos en lo laboral, en lo pensional, y la fortalecimos con el aporte de 480 mil colombianos.

Quiero expresarle a la comunidad de Emcali que cuando a mí me dicen los técnicos: ‘Emcali puede vender la empresa de telecomunicaciones por mucha plata, porque es una de las pocas que se conservan estatales en América Latina, con un mercado de ese tamaño’, contesto: ‘Justamente por la misma razón hay que conservarla de propiedad de la comunidad de Cali y no venderla’.

Cuando a mí me dicen los técnicos: ‘La idea suya, Presidente, de que se capitalice no a través de la venta parcial sino de un administrador que ponga recursos y ponga tecnología, nos da menos dinero’, les contexto: ‘Pero nos da más tranquilidad social en el largo plazo’.

Puede ser que venderla nos dé más dinero en lo inmediato, pero preservarla y capitalizarla, a través de un esquema de administración, nos da menos dinero en el corto plazo, pero más tranquilidad en el largo plazo.

Vengo a invitarlos a esta reflexión. En los próximos días, la firma estructuradora, consultora, con el señor Alcalde, consultando siempre al Concejo, trabajando siempre con la señora Superintendente, la doctora Evamaría Uribe, debe explorar esta fórmula: no vender la empresa de telecomunicaciones, ni parcial ni totalmente. De hacer una venta para capitalizarla, tendría que ser parcial. Pero preferimos no venderla, ni parcialmente.

Segundo: buscar un esquema de administración, que lo vemos posible, cualquiera sea la modalidad que tome, mediante el cual se contrate en el largo plazo la administración, la operación.

Hay muchas modalidades. Hablo de la figura genérica. Con el consultor estuvimos viendo modalidades. Ese esquema de administración debe exigirle al administrador que sea una empresa de gran volumen. Si es doméstica, con una gran presencia internacional, que aporte capital y que aporte tecnología. El contrato de largo plazo, con las debidas garantías, permite obtenerlas.

Tercero: que Emcali preserve la propiedad y sea socia de la empresa administradora. Y para ser socia de la empresa administradora, con el gran socio que tenga tecnología y capital, se puede permitir que los dineros que vaya pagando Emcali a la Nación, la Nación los vaya aportando a la empresa administradora. Y ahí vamos fortaleciendo la empresa administradora.

Cuarto: es de la mayor importancia que en la empresa administradora se abra un esquema de acciones especiales para que capitalice la ciudadanía. Recuerdo todos los debates por el Fondo de Capitalización Social. Y ha resultado bien. Tiene hoy alrededor de 70 mil millones. Y ha venido financiando unas obras bien importantes.

Algunos técnicos estructuradores me dicen: ‘Presidente, eso es muy difícil’. Yo les he dicho: ‘Esto es posible. Esta crisis de la economía mundial ha obligado a revisar paradigmas’.

Muchos que eran profesores, hoy están escondidos, porque le enseñaron al mundo todo lo que no le debieron enseñar. El capital, que es un factor de construcción de riqueza social, muchos de los profesores de la economía moderna lo convirtieron en un factor especulativo. Y llevaron al mundo a esta crisis. Por eso hay que cambiar paradigmas. Vamos juiciosa y tranquilamente a buscar esta salida.

Y a eso le debemos sumar un acuerdo de gobernabilidad, que garantice en el largo plazo la buena administración de Emcali, y ojalá cumplir este proceso rápidamente para poder formalizar el regreso definitivo a la ciudad, pero de una empresa sólida, con un horizonte despejado en el largo plazo, no de una empresa con profundos riesgos.

Si hoy la devolvemos como está, pues podemos decir: sí, negociamos el pasivo, tiene una situación mejor de caja. Pero si la miramos a futuro, vemos que lo que ha sido rentable, que es la empresa de telecomunicaciones, empieza año tras año a perder participación en el mercado, por el crecimiento de la telefonía móvil, de los sistemas de cable, de lo que llaman hoy los que distorsionan el idioma, los empaquetados, etcétera.

Entonces tenemos que resolver ese problema de las telecomunicaciones. Y vamos a buscar, como primera opción, como lo hablamos con el consultor, una solución que es mejor recibida política y socialmente, que es la solución del administrador independiente, con todas las garantías, para que haga unas inversiones de capital y unas inversiones de tecnología.

Yo le decía, desplazándonos en este bus, al Alcalde de Cali, que estos procesos todos son muy complejos. Pero que con patriotismo, con afecto a la patria, a Cali y al Valle del Cauca, los vamos sacando adelante. Vamos introduciendo los ajustes y vamos superando las dificultades que se van presentando todos los días.

Nuestro compromiso con el Valle del Cauca, nuestro afecto a esta gran tierra. Los felicito”.