Así lo señaló hoy, ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU, el Ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio. Dijo que Colombia ha sustentado en la coherencia sus políticas en la lucha contra las drogas y, consecuente con esa premisa, el país no puede asumir una postura permisiva frente al consumo interno, el cual también acaba por incentivar la oferta.

Bogotá, 11 mar (SP). Colombia ha sustentado en la coherencia sus políticas en la lucha contra las drogas, la criminalidad, el terrorismo y las amenazas a la salud pública”, dijo hoy el Ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio, ante la ONU, tras precisar que, consecuente con esa premisa, el país no puede asumir una postura permisiva frente al consumo interno, el cual también acaba por incentivar la oferta.

Valencia Cossio expuso la posición colombiana frente al problema de la droga ante el Segmento de Alto Nivel del 52º periodo ordinario de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas, en Viena (Autria).

Destacó que desde el multilateralismo, aunando esfuerzos entre los países, se adelanten acciones de lucha contra este flagelo, pero reconoció que ante la diversificación y expansión de las redes de narcotraficantes, “estos esfuerzos han sido importantes pero no suficientes”.

Por eso, reiteró la tesis del Gobierno colombiano frente a este tema, apelando al principio de responsabilidad común y compartida.

“Frente a este desafío, Colombia está firmemente convencida que solo trabajando bajo el principio de la responsabilidad común y compartida, atacando todos los eslabones de la cadena de manera simultánea y equilibrada, podremos hacer frente a este flagelo, de manera que en diez años no tengamos que decir que ‘el problema mundial de las drogas se ha podido contener pero no resolver”, expresó el Ministro.

El titular de la cartera del Interior y de Justicia expuso los resultados de la reciente encuesta sobre consumo de droga en el país y expresó la preocupación del Gobierno colombiano porque lo ubican en el segmento de naciones de consumo intermedio, “pero con notoria tendencia al aumento”.

Señaló que la investigación muestra que el 9.1 por ciento de los colombianos encuestados, es decir, 1.8 millones de habitantes, afirma haber usado alguna droga ilícita al menos una vez en su vida, y el 2.7 por ciento de la población colombiana encuestada, es decir 540.000 habitantes, admite haber consumido alguna droga ilícita en el último año.

Por eso, indicó que “en relación con las preocupantes cifras de consumo, el Gobierno colombiano prepara un conjunto de iniciativas que comprenden la creación de una nueva instancia basada en la aproximación de salud pública, que sin penalizar el consumo desde la perspectiva punitiva tradicional, tampoco permita su liberalización y menos la legalización de la producción y distribución de las drogas ilícitas”.