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Marzo 16   Versión imprimible
Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante la inauguración de planta de biocombustibles en Tocoa, Honduras

Tocoa, Honduras, 16 mar (SP). “Un saludo con cariño a todos, con enorme afecto. Muchas gracias, Presidente José Manuel Zelaya. Muchas gracias a todo su equipo de Gobierno. Muchas gracias por tanta calidez y tanto afecto del hermano pueblo de Honduras.

Nos complace mucho dar estos pequeños pasos de hermandad, porque siempre se dice: es que nuestros países no investigan, compran tecnología. Aquí hay un resultado de esfuerzos investigativos. Hace algunos años estas plantas no se encontraban en el mundo, sino para producción en gran escala.

El aporte que han hecho estos colombianos, sus compatriotas, sus hermanos, apreciada comunidad, es un aporte de investigar plantas pequeñas que estén al alcance de pequeños productores de palma o de otras fuentes de biocombustibles.

Pero eso instalarla aquí, lo hacemos con cariño, con compromiso. Esta mañana recordábamos, en una reunión del señor Presidente, el Congreso, la Corte Suprema, en esa ciudad progresista, tan importante ciudad de San Pedro Sula, a Morazán y a Bolívar.

Siempre hablaron de la hermandad de nuestros pueblos. Obras son amores y no buenas razones. La hermandad hay que producirla en hechos. La hermandad no puede ser una carrera loca de discursos. La hermandad tiene que irse construyendo hecho tras hecho.

Muchas gracias, Presidente, por habernos recibido en el Plan Panamá-Puebla. Colombia esta muy a gusto de poder estar en el Plan Panamá-Puebla. Muchas gracias por reconocer esa posición geográfica de Colombia, que es el vínculo entre esta gran Centroamérica, esta gran visión de Mesoamérica y Suramérica.

Muchas gracias por haber firmado el acuerdo que nos integra comercialmente. Y queremos seguir construyendo, profundizando la hermandad con Honduras. Colombia y Honduras pueden producir mucho biocombustible, sin tumbar la selva. Me sorprende mucho y hay que decírselo al mundo. Honduras tiene un 70 por ciento del territorio en selva. Y la decisión de Honduras es proteger totalmente esa selva.

Colombia tiene 51 – 52 por ciento del territorio en selva. Y nuestra decisión es proteger totalmente la selva. Podemos producir ambos países biocombustibles, sin afectar la selva. Y ambos países tenemos condiciones para producir biocombustibles sin afectar los alimentos. Expandir el área de biocombustibles y simultáneamente expandir la seguridad alimentaria. Y esto contribuye al medio ambiente, porque este es un combustible oxigenante, un combustible limpio.

Es posible que en 40 años no haya petróleo. Lo que sí es claro es que en 40 años es muy posible que no se pueda consumir combustible fósil. Que las circunstancias ambientales hayan obligado a que definitivamente abandonemos los combustibles fósiles. Entonces hay que buscar todas estas alternativas energéticas y este es un paso importante.

Nosotros en Colombia hemos hecho lo siguiente: primero, estamos obligando a una mezcla. Este año debemos terminar el año con un 5 por ciento de biodiesel mezclado al diesel proveniente del petróleo. Vamos a ir subiendo esa mezcla para que llegue rápidamente al 20 por ciento.

En Bogotá, una ciudad que esta a 2.680 metros sobre el nivel del mar, unos buses grandes, articulados, de un sistema de transporte masivo, se ha hecho un experimento y han trabajado a la perfección durante 20, 24, 30 meses, con unas altas mezclas de biodiesel. Incluso algunos de ellos han trabajado con biodiesel al ciento por ciento. Y con mucha altura sobre el nivel del mar, donde los riesgos son mayores.

Entonces lo que requerimos es que los fabricantes de motores se ajusten a nuestros requerimientos de poder acelerar la mezcla de las energías limpias.

Lo otro que hemos hecho en Colombia es trabajar en esquemas asociativos, como ustedes. Allá hay hoy miles de pequeños productores de palma. El Gobierno procura que se asocien. Y que se asocien con empresarios que les puedan ayudar con las semillas, con los fertilizantes, con el conocimiento, con las prácticas culturales del sembrado, y después con la instalación de la planta de extracción y también con la comercialización.

El Estado, a esos pequeños productores, los está apoyando con el 40 por ciento del costo de llevar la producción de palma, desde el almácigo, desde el jardín clonal, donde están germinando las semillitas de palma, hasta el día que empieza a producir la palma.

Y al gran productor lo integramos con el pequeño productor. El gran productor, por ejemplo, tiene el siguiente apoyo del Estado: el gran productor, durante los primeros 10 años de producción de aceite, no paga impuesto de renta. O sea que hay estímulo muy grande para el pequeño, un dinero que saca el Estado, y se lo aporta a título de subsidio, 40 por ciento del valor de una manzana, por manzana sembrada, hasta el día que empiece a producir. Y al gran productor, 10 años de exención de impuesto de renta, desde el momento en que empieza a producir.

Pero también tenemos una política importante para estas plantas de biodiesel. Las plantas grandes se pueden instalar en zonas francas. No se paga IVA ni arancel para la maquinaria importada y tampoco se paga la renta ordinaria. La renta ordinaria en Colombia es del 33. En las zonas francas es del 15.

Y para que haya confianza se firma con el inversionista un acuerdo de estabilidad de reglas de juego a 20 años. Eso da mucha seguridad jurídica.

Y oyendo el pragmatismo del Presidente Zelaya pensábamos lo siguiente: nosotros en Colombia hemos adoptado una política de precios, donde preferimos que esto haya que venderlo caro, el biodiesel, pero que se genere empleo para la gente en la producción de combustibles biológicos. En el largo plazo conviene mucho más.

Sea hoy la última intervención pública ante el hermano pueblo de Honduras, en nombre de los colombianos. En nombre de mis compañeros de delegación, en nombre de Corpoica (Confiamos en que Corpoica se convierta en una de las primeras entidades de investigación agropecuaria del continente), en nombre del equipo de la planta que ha desarrollado esta tecnología, en nombre de mi ciudad de Medellín, de su Concejo (doctor Federico Gutiérrez, concejal de la ciudad, quien está aquí, haciendo acuerdos para invitar al alcalde allá), en nombre de todo el pueblo colombiano, muchas gracias, Presidente Zelaya. Nuestra gratitud inmensa por tanta generosidad. Y muchas gracias a ustedes, mis compatriotas de Honduras. Juntos, trabajando juntos, salimos adelante.

Tenemos otros compromisos, que los vamos a cumplir con Honduras. El Presidente Zelaya lo sabe. Que de una vez nos vayan mandando a las personas que quieran capacitar en Colombia, para venir a ser instructores de nuevos empleos en Honduras. Y que de una vez vayan remolcando los equipos de la Armada, al astillero de la Armada de Colombia en Cartagena, que lo vamos a hacer con la mayor eficiencia, al menor costo, a lo que cueste, pero barato y bueno, y con los libros abiertos, de confianza.

La hermandad es con obras. El amor es con obras, no con buenas razones. Muchas gracias a todos”.