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Palabras del Presidente Álvaro Uribe durante la Asamblea de Gobernadores en Medellín

Medellín, 18 mar (SP). “Un saludo muy afectuoso, Gobernadora y Gobernadores. Permítanme hacer unas referencias a los principios simples que guían la acción de este Gobierno. A nuestras decisiones para enfrentar la crisis de la economía. A un elemento transversal, que es el reto del empleo.

Pilares de la confianza

Los Gobiernos tienen que persistir, apreciados compatriotas, en principios de largo plazo, simples pero profundos, y que se puedan ir grabando en el corazón de las mayorías populares, para que jalonen en largo plazo la marcha de un país.

Para nosotros es fundamental construir confianza en Colombia. ¿De dónde ha surgido esa obsesión? En 2001 – 2002, preguntábamos a los universitarios colombianos si en alguna ocasión habían pensado abandonar el país sin tiquete de regreso. Y nos golpeaba mucho al constatar que la mayoría decía que sí.

Confianza en Colombia para invertir en el país, vivir en el país, trabajar en el país, emprender en el país, para que las nuevas generaciones confíen que aquí pueden vivir felices.

Sustentamos la búsqueda de confianza en Colombia en la seguridad democrática, en el estímulo a la confianza inversionista con responsabilidad social y en la cohesión social.

En el diálogo de todos los días con mis compatriotas, insistimos en el tema. Creo que se ha venido consolidando el entendimiento en amplios sectores de la población de que ello se necesita, y que esos tres pilares tienen que marchar en armonía.

Antes era más predominante la tesis de que la seguridad se convertía en un riesgo del fascismo o en una anulación de las reivindicaciones sociales. Y que solo podía obtenerse a partir de resolver todos los problemas sociales.

Creo que la práctica y la teoría han venido demostrando que la seguridad es una fuente de recursos, es un valor democrático. Que la inseguridad se convierte en la gran afectación a los esfuerzos de ampliación democrática de Colombia. Que la inseguridad se convierte en un factor de desempleo, de empobrecimiento, de inequidad, de desplazamiento.

Creo que hemos ganado terreno en aquello de que todos los colombianos veamos que se requiere avanzar en la prosperidad y la cohesión social. Que proponer un discurso social en un marco ausente de prosperidad, es simplemente realizar una agitación electoral y conducir a unos resultados frustrantes.

Y que al mismo tiempo la cohesión social se requiere como validador de la prosperidad.

Pensamos que es necesario entender que la seguridad y la confianza inversionista pueden crear un marco de prosperidad, que debe ir acompañado de un avance en cohesión social. Y que esa cohesión social se convierte en el elemento legitimante de la seguridad y de la inversión.

Intangibles de la Seguridad Democrática

En materia de seguridad, como en todos estos temas, reivindicamos lo que se ha hecho, pero reconocemos todo lo que falta.

El Gobierno tiene toda la determinación de avanzar cada minuto en procura de la seguridad con valores democráticos. Que es lo que diferencia nuestro proyecto de seguridad de aquel que en su momento enarbolaron dictaduras del continente, o de aquel que recorrió el continente en la época de ingrata recordación de la doctrina de la seguridad nacional, que suprimía el pluralismo, censuraba a los medios de comunicación, afectaba las libertades.

Permítanme hablar de algunos intangibles, de aquello no cuantificable, que se ha venido obteniendo con la política de Seguridad Democrática.

Todos sabemos la reducción del crimen, pero todo lo que falta frente al crimen. Todos sabemos la evolución de los diferentes delitos, pero todo lo que falta.

Hablemos de intangibles, de lo no cuantificable. El país ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los grupos criminales.

La palabra ‘paramilitar’ surgió en Colombia para denominar bandas privadas criminales cuyo propósito era combatir a la guerrilla. Creemos que se ha recuperado ese monopolio del Estado, que nunca debió perderse.

Hoy encontramos bandas criminales del narcotráfico que tienen algún porcentaje de paramilitares desmovilizados que han reincidido. Pero hoy esas bandas, en lugar de erigirse en organizaciones criminales creadas con el objetivo de enfrentar a la guerrilla, simplemente en su predica y en su práctica están en la extorsión, en el secuestro, en el narcotráfico y, en muchos sitios del país, en alianzas con la guerrillas.

Creo que es bien importante, apreciados compatriotas, resaltar que se han desmovilizado en este Gobierno 50 mil 170 integrantes de organizaciones terroristas. Eso no tiene comparación con país alguno. Y se está haciendo un enorme esfuerzo presupuestal para poder reintegrarlos a la vida constitucional.

Otro intangible: los colombianos han recuperado confianza. Confianza para denunciar, confianza para apelar a las instituciones estatales en busca de seguridad, confianza para reclamar los derechos de las víctimas.

Se temía denunciar a los criminales. Hoy los colombianos denuncian ante las autoridades competentes, o lo hacen a través de los medios de comunicación, con gran libertad efectiva.

La libertad formal nunca ha faltado en Colombia, pero los grupos terroristas estaban quitándole al país la eficacia de la libertad.

Los colombianos en muchas regiones habían perdido confianza en las instituciones del Estado para reclamar el servicio de seguridad. Se aislaban, querían no tener que ver con el entorno que los rodeaba, y muchos querían enfrentar los riesgos de seguridad por propia cuenta.

Hoy hay confianza para acudir a las instituciones estatales. Eso es un factor muy importante de reconstrucción del capital social.

Se hablaba de las víctimas en los velorios, pero en la agenda nacional no figuraba la reparación de las víctimas. Y las víctimas no se atrevían a reclamar porque venían que era estéril reclamar. Y además temían.

Hoy han hecho su reclamación más de 180 mil víctimas. Hay un esfuerzo presupuestal enorme para repararlas, porque reparación total no habrá, apreciados compatriotas. Pero el esfuerzo de reparación es lo que finalmente anula el germen de la venganza, disipa la posibilidad de odio, crea las posibilidades reales de reconciliación.

Hemos recuperado el monopolio de la justicia. En muchas regiones de Colombia la justicia la ejercían guerrillas y en otras paramilitares. Atendían los pleitos entre vecinos, las querellas de familia, atendían los casos de homicidio con sus diferentes agravantes, de lesiones personales.

Hoy, a pesar de las dificultades que denunciaba el señor Alcalde de Medellín, preocupación que compartimos, la justicia ha recuperado su vigencia en todo el territorio. Estos son intangibles importantes, apreciados compatriotas.

Inversión con responsabilidad social

Hemos avanzado en inversión. Me permitiría decirles esto: nuestro compromiso con apoyar la inversión no es un compromiso de fin sino un compromiso de medio. Es un compromiso de medio para producir el resultado de superar pobreza, de construir equidad.

Las tasas de inversión en Colombia han mejorado sustancialmente. No quiero detenerme en los esfuerzos del Gobierno para lograrlo. Voy a hacer unas referencias en la política anticíclica. Pero sí quiero referirme a lo que es el condicionante para esa inversión: responsabilidad social.

Hemos entendido que la responsabilidad social es transparencia en las relaciones entre los inversionistas y el Estado. Transparencia en la tributación, transparencia en la contratación, transparencia en la solución de disputas. Responsabilidad social es compromiso de los inversionistas con las comunidades.

No se puede extraer carbón, aquí está el ejemplo, si no hay un acuerdo que se renueve todos los días, entre las empresas que invierten y las comunidades que están en el área. Para no hablar de otros sectores de la economía, para significar a través del ejemplo lo que tiene que ser la relación permanente entre la inversión y la comunidad.

Responsabilidad social es la noción que se tenga del capital. Vendrán los historiadores a interpretar las causas de esta crisis de la economía mundial. Lo que parece obvio es que esta no es la crisis de la iniciativa privada, sino la crisis de la especulación.

Responsabilidad social es entender que el capital es una herramienta de construcción de riqueza social, no un factor especulación. Responsabilidad social es manejar las relaciones laborales con fraternidad. Con aquella fraternidad que se excluye por igual de esa asunción de posturas de capitalismo salvaje y de aquella otra práctica de la lucha violenta de clases. Extremos que han hecho tanto daño.

Descentralización y transferencias

En el tema de las políticas anticíclicas, haré algunas referencias a los esfuerzos en el tercer pilar de la confianza: la cohesión social. En este tema de construir confianza en Colombia, transversal a los pilares, es la gobernabilidad. Es la descentralización.

Nosotros hemos procurado mantener un diálogo creativo, sincero, respetuoso, con todos los gobernadores y con todos los alcaldes de Colombia, sin detenernos en el origen político de su elección, sin detenernos en su pensamiento, sin detenernos en su orientación política o ideológica.

Ha sido muy grato ese diálogo productivo, de buenos resultados, con quienes eran gobernadores y alcaldes en 2002, con aquellos que estuvieron de 2004 a 2008, y con ustedes, apreciados gobernadores de mi patria.

Un diálogo sincero, un diálogo respetuoso, un diálogo que nunca se puede estancar, pero nunca se puede pensar que es milagroso. Ustedes saben que la vida pública es una dinámica de mil esfuerzos para un pequeño resultado. Lo importante es amanecer todos los días en la disposición de otros mil esfuerzos, para otro pequeño resultado.

En un país muy descentralizado. Cuando escuchaba con toda atención y admiración al Gobernador del Atlántico, nuestro Presidente, anotaba unas cifras que él daba sobre la participación de las diferentes entidades del Estado, los diferentes niveles de Gobierno en el recaudo de tributos.

Quiero agregar otra: este país tiene descentralización real. El 51 por ciento de la inversión en Colombia lo realizan las entidades territoriales. Diría, apreciados gobernadores, que el tema hoy no es de falta de descentralización, sino que a todos nos faltan recursos. Nos faltan en el nivel municipal, en ese nivel intermedio de gobierno tan importante para que opere la descentralización, como es el nivel departamental, y sí que nos faltan en el Gobierno Nacional.

Pero hemos avanzado bastante en descentralización. Miremos, por ejemplo, el último acto legislativo, tan controversial, porque el Gobierno dijo con toda sinceridad que era imposible volver a la fórmula original de la Constitución del 91. Las finanzas públicas no lo permitían. Simplemente habríamos conducido al país a una quiebra de la Nación, y por el mismo camino a una frustración de la descentralización.

Las circunstancias de hoy muestran que la fórmula finalmente adoptada, que garantiza unos ingresos fijos hasta 2016, no caprichosamente escogida la fecha, es que el Gobierno Nacional ha tenido que absorber un problema de costo pensional enorme. Solamente este año, debemos trasladar al Instituto de los Seguros Sociales una suma de alrededor de 9 billones, y los costos pensionales a cargo del Gobierno Nacional pueden superar este año los 22, los 23 billones.

Los gobiernos centrales en América Latina asumen costos pensionales de orden del 2 por ciento del PIB. El Gobierno central de Colombia, del orden del 5 por ciento del PIB.

Y hemos hecho un gran esfuerzo, que es un esfuerzo social. Desde 2003 debió este Gobierno asumir la tarea de pagarle al Seguro Social para que el Seguro Social les pague a los pensionados, porque se agotaron las reservas en el Seguro. No les hemos quedado mal a los pensionados de Colombia.

En otros países, que posan de ser democracias de avance social, se licuaron las pensiones, se deterioraron con los procesos inflacionarios, que no tuvieron cláusulas correlativas de ajuste, que nosotros las hemos tenido en todo momento en Colombia.

Hasta el año 2016 hay una fórmula de incremento de las transferencias a las regiones, fija. El riesgo lo corre el Gobierno Nacional. Veamos 2008 y 2009: las transferencias crecen en inflación + 4, + 4,5.

El año pasado, infortunadamente, es difícil que la economía haya crecido por encima del 3,2. Y este año enfrentamos un reto muy, muy complicado de la economía mundial.

Sin embargo, las regiones están aseguradas con la disposición constitucional, que obliga al Gobierno, cualquiera sea el resultado de la economía, a transferir inflación + 4,5.

Y a partir del 2016, algo bien importante: deben crecer esas transferencias en el promedio en que crezcan los ingresos ordinarios de la Nación.

Pienso que aquello que generó tanto debate, que expuso al Gobierno a un gran desgaste político, que lo hicimos, y las mayorías del Congreso nos apoyaron, simplemente pensando en el futuro fiscal y de la descentralización en Colombia, creo que eso ha puesto a las regiones en tierra firme, en piedra, en un momento tan difícil de las finanzas públicas.

Estado Comunitario y control de opinión

El otro elemento trasversal es nuestra idea de Estado Comunitario. Nosotros creemos que el neoliberalismo y el burocratismo, que es esa distorsión de los principios originales de la socialdemocracia, han hecho daño enorme en América Latina. Ambos han confluido a destruir al Estado. El neoliberalismo por convicciones ideológicas y por decreto, y el burocratismo lo ha destruido porque lo ha quebrado.

Por eso nuestra idea de Estado Comunitario, es una idea que preserva el Estado haciéndolo sostenible. Que preserva y fortalece el Estado sin que sea un factor que anule la creatividad de las personas. Que fortalece el Estado con mayor participación de la comunidad. Mayor participación de la comunidad para la toma de decisiones, para la ejecución de decisiones, para el control de decisiones. Todo lo que tiene que confluir a que en el país haya más eficiencia y más transparencia. En cuanto más participe la comunidad, más acertada la definición de prioridades, y menos las probabilidades de corrupción.

¿Por qué lo digo? Porque en el proceso evolutivo de Estado de Derecho, desde la Carta de Juan Sin Tierra en Inglaterra, hemos visto que en esa cesión gradual de poderes a la comunidad, un día apareció el control fiscal a cargo de las contralorías, después apareció el control administrativo disciplinario a cargo de las procuradurías, apareció el control penal sobre los funcionarios, el control político de concejos, asambleas y Congreso. Pero pienso que el control más importante es el control de opinión.

En cuanto más diálogo haya con la comunidad, más posibilidades de participación de la comunidad, más transparencia y más eficiencia. Ha sido la práctica de este Gobierno.

Ahora, por ley, inicialmente por voluntad del Gobierno, se tomó la decisión de que ningún contrato se adjudique o se discute su adjudicación, por fuera de una audiencia pública.

Y ese Estado Comunitario lo hemos practicado con alcaldes y gobernadores. Ustedes saben que no siempre el Gobierno puede decir que sí, pero han notado siempre la voluntad de buscar con ustedes soluciones, opciones. Creo que el problema no es de posiciones inconciliables. El problema es de compromiso con una gran dinámica creativa de opciones practicables.

Miren: nosotros no hemos cerrado un hospital, pero hemos reestructurado 120. Nosotros en el Seguro Social pasamos del desgreño estatal a una apuesta de eficiencia social. Se eliminó la vieja EPS y nació una nueva, aprovechando las cajas de compensación, instrumento social sui generis en Colombia.

Nosotros hemos estado en la tarea de reestructurar hospitales para hacerlos sostenibles, para que nos sigan privatizados por la politiquería y excesos sindicales, pero no hemos estado dando la espalda a ver si se cierran, sin que los miremos. Al contrario, el esfuerzo que hemos hecho es para garantizar la sostenibilidad de los hospitales, y su mejoramiento.

Falta mucho que hacer en salud. Como lo decía el señor Gobernador de Antioquia, como lo hemos venido discutiendo con los gobernadores. Y hay unos problemas serios de recursos, pero también hay unos procesos de transformación bien importantes.

Cunado uno ve, por ejemplo, el proceso de transformación de las clínicas del Seguro Social, que se habían convertido en motivo de vergüenza para el Estado. Se les defendía ideológicamente, pero uno entraba a ellas y encontraba los pacientes arrumados en los callejones.

La discriminación en materia hospitalaria, que habíamos eliminado con la Ley 100, revivió con el mal tratamiento a los pacientes de las clínicas del Seguro Social. Allí hay un gran avance.

Y uno mira con ilusión hospitales como el Universitario de Barranquilla, con la transformación. El Universitario de Santa Marta. La transformación que, con una gran voluntad del Gobernador de Cundinamarca y todo el empeño y dedicación del Ministro de Protección Social, empieza a darse en el Hospital de Girardot.

Un Estado al servicio de la comunidad, con más participación comunitaria, sin dejarse llevar por las tentaciones neoliberales de la eliminación del Estado, ni por el engaño del burocratismo de llevar al Estado a la quiebra, por negarse a reformarlo.

Política anticíclica

La política anticíclica. Llegamos nosotros a este momento difícil de la economía mundial con ventajas, pero también con enormes riesgos.

Ventajas. En este Gobierno hemos pasado de 10 mil 600 de dólares de reservas, a 23 mil 600.

El seguro de depósito era de 400 millones de dólares, hoy es de tres millones de dólares.

En este Gobierno hemos ahorrado dos mil 600 millones de dólares. Ahorros del Gobierno, que está hoy en la suma del seguro de depósitos.

La cobertura de los bancos frente a los malos créditos era de 39 centavos por cada peso de cartera morosa, hoy es de 1 con 10.

Hemos desmontado gradualmente el subsidio al combustible ¿Qué tal que no lo hubiéramos hecho y que hoy nos estuvieran diciendo: se necesita una mediada de choque para desmontar el subsidio al combustible? Estaríamos creando una conflagración en la democracia.

Tenemos riesgos. El país había visto crecer sus exportaciones de 11 mil 500 millones de dólares a 37 mil 650. Este año vamos a tener una reducción de entre el 15 y el 20 por ciento. Ojalá no fuera de más del 15 por ciento.

Veníamos creciendo los recaudos, pero haciendo un gran esfuerzo. No les cito sino algo, para que lo guarden en su mente: antes de este Gobierno, Colombia tenía 380 mil contribuyentes de renta. Estamos llegando a un millón 700 mil contribuyentes de renta. Y semejantes esfuerzos se han hecho en el tema de IVA ordinario y de IVA especial.

Nos preocupa este año. Que no podamos cumplir las metas de recaudo. Nos estamos preparando para un faltante, frente a la meta de recaudo, de cinco billones.

El tema lo miramos con temor todos los días. Vamos a ver cuánto va a ser el impacto en nuestra meta de recaudo por esta crisis de la economía.

La política anticíclica tiene cinco capítulos: infraestructura, la red de protección social, el buen cuidado para que perdure la confianza inversionista. Cuarto capítulo es la financiación del Estado y de los empleadores. Y el quinto capítulo es el de los alivios tributarios.

Infraestructura

Infraestructura. Este año debemos invertir 55 billones: 32 a cargo de concesionarios y contratistas, y 23 a cargo de recursos del Estado.

Recursos de los concesionarios: concesiones de vías, aeropuertos, puertos, contratistas, vinculados al Estado. Por ejemplo, desarrollo de las nuevas hidroeléctricas.

Allí hay un tema bien importante, que es un tema de vías. Todavía hay unos proyectos del Plan 2.500 no concluidos.

Hemos construido la primera etapa del Túnel de la Línea, pero ahora hemos adjudicado ya la etapa definitiva. Nos han dado la noticia de que en abril empiezan las obras.

Tenemos hoy una licitación para pavimentar, en concreto, mil 600 kilómetros.

Los corredores de competitividad. Solamente se haría en asfalto aquello que tiene que ver con la vía del Caquetá, desde San José de Fragua, pasando por Florencia, hasta San Vicente del Caguán.

Ese esfuerzo del concreto genera más empleo y da también más durabilidad, en un país con problemas estructurales de costos y de cultura de mantenimiento.

Ojalá en mayo, en la primera semana de mayo, estén adjudicadas esas licitaciones y se empiece obra en junio.

Tenemos que cumplir nuestro programa de las nuevas concesiones. Todas las que encontramos en pleito, hoy están operando. Hemos superado esos pleitos. Solamente aquí había dos en pleito. La de Bello – Hatillo y la Autopista Medellín – Bogotá. Superados esos pleitos, se les ve un avance importante en todo el país.

Y avanzan las concesiones adjudicadas por este Gobierno. El reto es la adjudicación de las nuevas concesiones este año. La doble calzada Bogotá – Santa Marta, convertir todas las concesiones del Caribe en una sola, que garantice esa gran carretera entre Palo de Letras, en la frontera con Panamá, y Paraguachón, en la frontera con Venezuela.

El gran experimento de Antioquia: la contratación con ISA de las dobles calzadas que conecten con Manizales, con Urabá, con el Caribe. Con algo singular: para un aporte estatal de 2 billones en 15 años, el departamento se compromete con 600 mil millones y Medellín con 400 mil.

Interconexión eléctrica no correría riesgos. El país confía en ISA. Sería en un contrato en cual ellos procedan, como ellos lo hacen, con libros abiertos, para confianza de la opinión pública. Y el Estado colombiano les garantiza que no correrán riesgos.

Creo que es un experimento bien importante, que podría irse extendiendo a otras áreas de la patria.

Allí vienen temas como el Plan Departamental de Vías. Sé las dificultades de financiación de las gobernaciones. Y ustedes también saben las dificultades del Gobierno Nacional.

Por lo pronto hemos hecho un esfuerzo de un crédito de Findeter, con un subsidio parcial de tasa de interés del Gobierno Nacional. Subsidios de tasa de interés los hemos venido practicando, del presupuesto nacional. Que para salud, que para educación. Ahora para los Planes Departamentales de Agua y para el Plan de Vías.

Sé la angustia de ustedes para encontrar nuevas frentes presupuestales, y ustedes saben las dificultades del Gobierno.

Es de la mayor importancia el Plan Departamental de Agua en este capítulo de infraestructura. Antes, los complementos presupuestales a los municipios desde el Gobierno Nacional para acueductos, se daban casi caprichosamente. ‘Miren, ayúdenle a ese alcalde, porque aquí vino con el gobernador, o porque aquí vino con el señor tal, integrante del Congreso’.

Ahora lo que hemos hecho es, con los Planes Departamentales, congregar a todos los municipios a través del ente departamental, lo que fortalece también la razón de ser de los departamentos.

Se ha empezado la ejecución de obras en algunas partes del país, pero, apreciados gobernadores, necesitamos acelerarlas. Eso contribuye en el corto plazo a la generación de empleo, a detener esta caída del empleo proveniente de esta crisis. Y a medida que se culminen las obras, contribuirá enormemente a la competitividad.

Ustedes saben que estamos haciendo un gran esfuerzo para entregar a cada municipio 140 millones/año para vías terciarias. Es muy poco para cada municipio. Es mucho para la Nación. Multipliquemos 140 por 1.102 municipios.

Y lo interesante ahora es que ese dinero se entrega religiosamente año tras año. Una cosa es entregarlo de manera esporádica de manera electoral, y otra cosa es estar entregándolo disciplinadamente año tras año.

Queremos avanzar con ustedes en la construcción de infraestructura escolar. Hay un gran atraso en ejecución de proyectos de Ley 21. Queremos desatrancar con ustedes esa ejecución. Y poder convenir con ustedes, como lo hemos venido anunciando, que no solamente se entreguen este año los recursos de Ley 21, vigencia de 2009, sino que se anticipen las vigencias 2010 y 2011.

Red de Protección Social

El otro capítulo, el segundo, la Red de Protección Social. Los pobres no tienen la culpa de la crisis. Y la primera obligación de un Estado Social de Derecho es proteger en crisis a los sectores más vulnerables.

Por eso nos hemos propuesto metas exigentes. El país tenía 220 mil Familias en Acción. El programa lo convirtió este Gobierno en permanente. Lo está volviendo masivo. En junio debemos tener tres millones de Familias en Acción.

¿Por qué defendemos que es un programa social estructural y no una simple medida de alivio? Porque aquello que distingue en política social los programas estructurales de los programas paternalistas, es que los programas estructurales finalmente inciden en mejorar la distribución del ingreso.

Nada mejorará la distribución del ingreso en Colombia, distinto a la educación.

En la medida en que las familias pobres puedan garantizar la educación de sus hijos, esta nueva generación no va ha estar condenada a ser pobre, por herencia de pobreza de sus padres.

Además, en el corto plazo, ese dinero que va a calzado, a vestuario, a salud, a nutrición, tiene que ayudar mucho a contener la caída de la dinámica en económica.

El país entregaba tres millones 300 mil porciones alimentarías al día. Este año estamos entregando 13 millones. Esfuerzos de Bienestar Familiar, Familias en Acción, departamentos y municipios.

Hemos venido aumentando el número de días, de 122. Vamos por 156. La meta es llegar a 180 días.

Reconocemos lo que falta. Claro, en Familias en Acción deberíamos llegar a cuatro millones rápidamente, vamos a llegar a tres millones, y a hacer todos los esfuerzos para que sea sostenible.

Los 13 millones de porciones, cuyo aportante principal es Bienestar Familiar, para niños menores de cinco años y para escolares, hay que hacer también que sean sostenibles.

En estos programas tenemos 857 mil ancianos. El país atendía 60 mil. Un enorme salto, pero el Gobierno reconoce lo que falta, porque el país tiene dos millones de ancianos sumamente pobres.

Entonces me dicen algunos críticos: es que eso no es estructural. Es cierto, pero ese es un imperativo ético de la democracia. La democracia no puede estar tranquila con dos millones de ancianos en condiciones paupérrimas, y un Estado que no se compromete con ellos.

Estamos haciendo un gran esfuerzo con Banca de Oportunidades. En este país hay más tendencia ciudadana al emprendimiento que a la subalternidad laboral.

Cuando empezamos, la cartera de los microempresarios era de 732 mil millones de pesos. Ahora esa cartera de los microempresarios es de más de 6 billones. Aspiramos que al final del Gobierno sea de 8 billones como mínimo.

Representaba el 1,5 por ciento del total de la cartera financiera. Hoy representa el 5,5.

Ese avance puede ser un avance para ir desconcentrando el crédito y vinculando a la economía formal a los sectores que tradicionalmente han tenido que financiarse de gota a gota, del mercado negro financiero.

Protección de la inversión

El tercer capítulo es el capítulo de la protección de la confianza en la inversión.

Empezamos el año con 41 zonas francas aprobadas, hemos aprobado otras 4, aspiramos a que todos ustedes puedan sacar zonas francas adelante. Y el buen cuidado del Gobierno es para que esos proyectos de inversión no se paralicen.

Para que no se paralicen los proyectos de inversión en Colombia, por ejemplo, en el sector de generación de energía, que en el proceso de construcción deben generar mucho empleo.

Financiación

El cuarto capítulo es la financiación del Estado y la financiación de los empleadores. Tenemos financiado para el Estado colombiano 2009. Se está haciendo todo el esfuerzo para financiar 2010 y 2011.

Nos ayuda que Colombia nunca ha desconocido deuda, que ha sido un buen pagador, nunca ha llegado a una crisis de pagos.

Nos ayuda que hemos mejorado los indicadores fiscales y financieros. La deuda del país era del 48 por ciento del PIB. Hoy la meta es del 22.

En agosto de 2002 el déficit consolidado era del 4,2. Terminó 2008 con el 0,1. Prácticamente en equilibrio. Un factor positivo, pero uno negativo. Se muestra un alto superávit en las entidades territoriales por falta de ejecución. Confiamos que en este segundo año de gobernadores y alcaldes la ejecución va a ser más rápida.

En el Gobierno Nacional central este déficit, sumando el compromiso con el Seguro Social, era de más del 7 por ciento. Contra todos los pronósticos, terminamos 2008 con el 2,3.

A quienes decían: ¿por qué el Gobierno no reduce gastos?, creo que ahí tienen una explicación de lo que ha hecho el Gobierno: reducir, a pesar del desafío, de haber multiplicado por 2 el presupuesto para desplazados, de la Seguridad Democrática, de Familias en Acción, de esfuerzos de educación, etcétera, esa reducción del déficit del Gobierno Nacional Central. Este año lo tendremos que aumentar.

La financiación de los generadores de empleo. Este año nos proponemos desembolsar en Bancóldex 5 billones. En época de crisis no se puede dejar secar la caja. Hay que proveer la caja y gastarla lentamente. Estamos haciendo ese esfuerzo con Bancóldex, a ver cómo protegemos el empleo.

Alivios tributarios

El país ha tenido una serie de alivios tributarios. Los más importantes son los alivios para estimular la inversión.

Miren esto filosóficamente: este Gobierno no ha participado la tesis neoliberal de reducirles los impuestos a todo el mundo. Lo que ha hecho es crear incentivos para la inversión, dentro de la idea de inversión con responsabilidad social. Aspiramos que esos incentivos sigan produciendo buenos resultados en Colombia.

Alguien me preguntaba: ‘Presidente, ¿pero para qué se habla de confianza inversionista, si la crisis es tan honda, que este año, y seguramente en el entrante, van a sufrir por igual los países que tienen confianza inversionista, que aquellos países que carecen de confianza?’.

A mi casual interlocutor, le dije: ‘Puede que eso se dé. Sin embargo, el Gobierno confía en que se mantenga una tasa de inversión en Colombia. Pero aun en el extremo de que se suspendiera totalmente la inversión por obra de la crisis, el Gobierno piensa que si Colombia persevera en la confianza inversionista, en el momento en que empiece a superarse la crisis, Colombia será de nuevo estrella en captación de inversión’.

Por eso, apreciados compatriotas, hay unos caminos de largo plazo que no se pueden abandonar, así haya que hacer ajustes todos los días, pero tener unos fundamentos, unos puntos de la esencia, que se prolonguen hacia el largo plazo.

Pero también hay que cuidar otro riesgo. Uno temería que después de la crisis de la economía, venga una nueva crisis de deuda. Por eso Colombia se tiene que preparar para crecer el déficit, hasta donde prudentemente lo pueda financiar con endeudamiento que no genere temor.

Uno teme que el mundo entre en un círculo vicioso, fatal: crisis de la economía, reactivación de la economía con inyección de recursos fiscales provenientes del crédito, incapacidad de superar problemas estructurales, y que después aparezca una nueva crisis de deuda.

Colombia tiene que activar la economía, mirar que esa activación sea sostenible y preservar su financiación con toda la prudencia para no correr el riesgo, que van a correr otros países, de una nueva crisis de deuda.

Decisiones en materia de crédito

En los últimos días, dentro de estos pilares de reactivación económica, hemos tomado estas decisiones: 168 mil millones en créditos para medianas y pequeñas empresas de zonas de frontera.

Que las empresas de Nariño, que empresas del Putumayo, que empresas de La Guajira, que empresas de Norte de Santander, Cúcuta, etcétera, para fortalecer el comercio de frontera.

Segunda decisión: 500 mil millones para apoyar la financiación a los colombianos de vehículo popular producido en el país, y de electrodomésticos de fabricación nacional.

Nos preocupa el tema de los vehículos, porque Colombia venía haciendo un gran desarrollo en materia de competitividad de producción de autopartes. Colombia puede ser un país de primer mundo en producción de autopartes. Y este estancamiento, este retroceso, nos puede hacer daño.

El compromiso es entregar, a compañías vigiladas por la Superintendencia Financiera, recursos de Bancoldex que permitan que les financien a los colombianos, a plazos de cinco años, la adquisición del vehículo popular producido en Colombia. Y plazos de entre 24 y 48 meses para la adquisición del electrodoméstico producido en Colombia. Todo para favorecer el empleo en estos sectores.

Mejoramiento de vivienda

Un tema en el cual queremos la vinculación de los departamentos, es el tema de la financiación del mejoramiento de vivienda. El Banco Agrario debe comprometerse a fondo para financiar materiales y mano de obra de mejoramiento de vivienda a estratos uno, dos y tres. En los próximos diez días deben lanzarse los primeros créditos.

Esperamos que eso se masifique, que los proveedores de materiales de construcción se inscriban en la página de internet del Banco Agrario. Y que el Banco, a través de los diferentes mecanismos, asigne los créditos a colombianos de estratos uno, dos y tres, en condiciones favorables, para que un 70 por ciento del crédito lo dediquen a compra de materiales, y un 30 por ciento a mano de obra.

Las grandes ciudades colombianas tienen una gran posibilidad de plan terrazas. Hay la posibilidad de ampliar una casita, de mejorar los servicios de esa casita, de mejorar los materiales de esa casita. Creo que allí tenemos una posibilidad para enfrentar la crisis.

Sena

El Sena ha crecido enormemente en este Gobierno. Ha pasado de un millón 100 mil estudiantes al año, el año pasado tuvo más de 6 millones. Ha pasado de cinco millones de horas de enseñanza, a más de 15 millones de horas de enseñanza.

¿Qué vamos a hacer? En la primera semana de mayo, el Sena debe empezar va recibir matrículas para un programa técnico de año y medio de duración en oficios innovativos. Eso es cambio estructural.

En oficios innovativos. Por ejemplo, en el tema del desarrollo del software. Por ejemplo, en el tema del riego por goteo, en agricultura. Oficios innovativos. Doscientos 50 mil estudiantes. Para algunos de ellos, subsidio de alimentación y de transporte. Duración del programa: año y medio.

Educación

Tenemos que hacer un gran esfuerzo en esta crisis, para dar posibilidades educativas. Por ejemplo, ojalá llegáramos rápidamente en todas las ciudades al ciento por ciento en cobertura de educación básica, en lo cual hemos avanzado mucho.

A eso tiene que ayudar el tema de gratuidad de la educación. Por segundo año consecutivo, entregaremos los recursos de gratuidad de educación.

Y para avanzar en la educación de primera infancia, por segundo año consecutivo entregaremos a las regiones los recursos del Conpes 115, para infraestructura de hogares múltiples, de jardines infantiles.

Calidad del empleo y parafiscales

El tema del empleo. El momento es muy difícil, pero también hay que provocar algunas reflexiones. Unos colombianos piden: ‘Acaben con los parafiscales para generar empleo’.

Estudios muy serios muestran que si el país acabara con los parafiscales, se podrían generar 150 mil empleos, por una ocasión, y perder cinco billones 400 mil millones de política social, que se canalizan a través del Sena, Bienestar Familiar y las Cajas de Compensación.

Por eso el Gobierno no se atreve a dar ese paso. En un país con tanta pobreza y tanta inequidad, los parafiscales, y lo que se requiere, su mejoramiento en eficiencia de todos los días, tienen que ayudar.

Nosotros llamamos la atención del país sobre la necesidad de que la crisis no nos lleve a deteriorar más la calidad de empleo.

En este Gobierno hemos avanzado en calidad de empleo. Cuando empezamos había 13 millones de colombianos beneficiarios del régimen contributivo de salud. Estamos llegando a 18 millones de colombianos beneficiarios del régimen contributivo de salud.

Cuando empezamos, había 4 millones de colombianos en riesgos profesionales. Estamos llegando a 6,5 millones de colombianos en riesgos profesionales.

Cuando empezamos, en febrero de 2003, eran 2 millones 200 mil colombianos los afiliados a los fondos de cesantías. En febrero de este año se afiliaron 5 millones y medio de colombianos.

El tema del empleo no hay que verlo solamente a través de la tasa de desempleo, sino del avance de la afiliación a la seguridad social.

Por eso tememos mucho que, por la angustia que genera la crisis, deterioremos más el empleo en Colombia. Hay que pensar equilibradamente cómo evitamos el avance del desempleo y, al mismo tiempo, podemos avanzar en formalización del empleo.

Nada hacemos en favor de la sociedad colombiana si mostramos altos índices de reducción de desempleo, pero al mismo tiempo no garantizamos la calidad del empleo.

Aquellos compatriotas que nos proponen eliminar los parafiscales, deben recordar que Colombia ha hecho dos profundas reformas laborales: una de 1990, y otra del inicio de este Gobierno.

Aquellos compatriotas deben recordar que hemos introducido unos estímulos a la inversión. Yo me pregunto: ¿por qué si hay estímulos a la inversión, hay que eliminar los parafiscales?

Yo me pregunto: ¿por qué si la tasa de renta era del 35 por ciento, y ahora es del 33, por qué tenemos que eliminar los parafiscales?

Miren: en la pequeña empresa, el que paga parafiscales crea más estabilidad, crea mayor acuerdo con los trabajadores.

La pequeña empresa que paga parafiscales, tiene menos presiones de aumentos salariales, porque los trabajadores tienen más beneficio del Sena, más beneficio de Cajas de Compensación, más beneficio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Por supuesto, tenemos que mejorar estas entidades. Se han eliminado 18 Cajas de Compensación, pero hay que eliminar muchas más. No hay derecho a que en una ciudad como Ibagué tengamos cuatro Cajas de Compensación, en una comunidad con un 18 por ciento de desempleo.

El Gobierno seguirá en estas reformas hasta el último día de la administración.

Piensen esto: algunos estudiosos dicen: ‘Hombre, eliminen los parafiscales, pero sostengan el Sena, las Cajas y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar con IVA’.

Habría dos opciones. Una opción: aumentar la base del IVA. ¿Qué ha pasado en este Gobierno? Cuando empezamos, la base del IVA era del 37 por ciento. Hoy es el del 54 por ciento.

No vemos hoy más espacio social ni político para seguir aumentando la base del IVA. Porque el aumento implicaría que entonces gravemos con IVA alimentos básicos, que gravemos con IVA matrículas educativas, que gravemos con IVA consultas médicas y gastos de salud, que gravemos con IVA servicios públicos.

El Gobierno cree que no hay razones en este momento de conveniencia social, ni razones políticas, para hacer esa ampliación de la base del IVA.

La otra opción sería aumentando la tarifa. Hagan esta cuenta: cada punto de los 16 de la tarifa del IVA, da 900 mil millones. Tendríamos que aumentarla en 6 puntos, para poder tener una compensación del recaudo de los parafiscales.

Por eso el Gobierno cree que la solución no es por la vía de eliminar los parafiscales. El Gobierno, al contrario, cree que la buena inversión de los parafiscales tonifica la economía, por la vía de ayudar a los sectores más vulnerables.

Seguiremos analizando, pues, examinando este tema del empleo, día a día.

Acabamos de producir un decreto reglamentario de la Ley 590. Estimúlenlo en sus regiones.

Las pequeñas empresas que hoy se creen en Colombia, durante el primer año solamente pagan un 25 por ciento de parafiscales. El segundo año, un 50 por ciento. El tercer año, un 75 por ciento. Y solamente ingresarán a pagar 100 por ciento de parafiscales en el cuarto año.

Una transición, para ir desde el nacimiento de la empresa hasta el cuarto año, gradualmente, asumiendo la obligación de los parafiscales.

Avances en recaudo

Creo que este diálogo con las gobernaciones ha producido muchos resultados y faltan otros.

Las dos primeras reformas tributarias nuestras, con la ayuda del Congreso de la República, se creo la segunda sobretasa al combustible. Se creó el IVA a la telefonía celular. Una porción se le traslada a las gobernaciones. Se cedió el IVA a los licores extranjeros a las gobernaciones. Se cambiaron las viejas disposiciones de licores para los aperitivos por el grado alcoholimétrico.

Creo que eso ha logrado un avance importante en el tema de recaudo.

Otros

No quiero referirme a los temas específicos de nuestra agenda. Se han venido discutiendo a lo largo de estos días. Y el señor Presidente de la Conferencia de Gobernadores, con la señora Ministra Consejera de la Presidencia, han definido una agenda para mirarlos hoy.

Espero que hayamos podido llegar con esos temas más avanzados a esta reunión, dado el esfuerzo que hemos hecho en las últimas semanas.

Y que aprovechemos este periodo del Congreso, que es un periodo relativamente corto, para poder sacar adelante el proyecto de mínimos de ordenamiento territorial, el proyecto de juegos de suerte y azar –donde puede introducirse un dinamismo a las rentas de los departamentos–, el proyecto rentístico de los departamentos, con un buen cuidado.

Así como en esta época de crisis hay que proteger a los sectores sociales, tampoco le podemos crear más trabas a la inversión ni al empleo.

Lo que le hemos dicho al Congreso: nosotros no estamos de acuerdo con desmontar los parafiscales, pero también nos parecería un error enorme derogar la reforma laboral de 2002.

Hemos querido avanzar en Bienestar Familiar. Queremos proteger a Bienestar Familiar. Pero no podemos aceptar la propuesta de que las 89 mil madres comunitarias se rijan por el Código Sustantivo del Trabajo. El día en que laboralicemos esa relación, ese día estaríamos expidiendo la partida de defunción de Bienestar Familiar.

Trabajemos entonces para avanzar en este momento de crisis, reconociendo la crisis, pero sin moridera, a ver cómo logramos superarla.

Muchas gracias, apreciados gobernadores y compatriotas todos”.