pueblos indígenas, Kankawarwa y Kantinurwa son el resultado de un trabajo de concertación entre las autoridades indígenas y las autoridades civiles nacionales, departamentales y municipales.
Durante el proceso se llevaron a cabo reuniones en las que se fueron diseñando los nuevos pueblos indígenas.
Kankawarwa
Kankawu: banco sagrado. Rwa: lugar.
Dice la tradición indígena que Kankawarwa es el lugar donde fue dejado el banco de la sabiduría. Según los Mamos Arhuacos, allí brotaron los conocimientos para cumplir con los ritos, ceremonias y pagamentos, para la protección de todas las formas de vida, como lo señala la ley.
Kankawarwa está ubicado en la cara occidental de la Sierra Nevada, por la vía que conduce de Santa Marta a Fundación, a la altura de la entrada al corregimiento Santa Rosa de Lima, a 16 kilómetros por carretera destapada.
Su altitud es de 300 metros sobre el nivel del mar, con el clima cálido y una temperatura promedio de 28 grados centígrados. Su topografía es plana en un 30 por ciento, y moderada en un 70 por ciento.
En este asentamiento indígena habitarán 18 familias arhuacas que serán ubicadas en las viviendas tradicionales, que fueron construidas con mano de obra de la propia comunidad.
Además, 200 indígenas se beneficiarán con la construcción de un espacio para reuniones. La escuela recibirá a 180 niños, 44 de ellos internos. El restaurante escolar atenderá a 250 niños, brindándoles desayuno y almuerzo.
Kankawarwa se construyó sobre un predio de 114 hectáreas, comprado por la Gobernación del Magdalena, con un costo de 78 millones 600 mil pesos.
Colinda al oriente con el río Nabusimake, al occidente con la quebrada La Cristalina, y al norte y sur con predio de campesinos.
Las obras tradicionales fueron el resultado de dos convenios firmados entre el Resguardo Indígena Arhuaco y Acción Social, con un costo superior a los 191 millones 600 mil pesos. Las obras contaron con una interventoría, cuyo valor fue de 30 millones de pesos.
El pueblo indígena, además, cuenta con un espacio comunal, cuyo diseño tuvo un costo de 45 millones de pesos. Las obras depararon de una inversión superior a los mil 938 millones de pesos y está constituido por la institución educativa, el internado, el restaurante escolar y el centro de salud. También se construyó el acueducto y un mini-distrito de riego
Kantinurwa
kantinu: diferentes clases de árboles. Rwa: lugar.
Según los Mamos Arhuacos, Kantinurwa es el lugar sagrado donde se hacen los pagamentos tradicionales a toda clase de árboles y maderas que le prestan utilidad al hombre, así como a todos los ecosistemas de la Sierra.
El asentamiento indígena está localizado en la cara sur occidental de la Sierra Nevada y su acceso es por la vía que comunica a Santa Marta con Valledupar, por la entrada al corregimiento Loma del Bálsamo, a una distancia de 25 kilómetros por carretera destapada.
Su altitud es de 400 metros sobre el nivel del mar, con un clima cálido y una temperatura que alcanza los 28 grados centígrados. Su topografía es plana en un 25 por ciento y moderada en un 75 por ciento.
En Kantinurwa habitarán 25 familias arhuacas, que estarán ubicadas en las viviendas tradicionales. Adicionalmente, el espacio para reuniones tiene una capacidad para 150 indígenas, el colegio podrá albergar a 50 estudiantes y el restaurante escolar atenderá a 50 niños, a quienes les suministrará desayunos y almuerzos.
El pueblo indígena se construyó sobre un predio de 300 hectáreas, compradas por la Gobernación del Magdalena, por un valor de 140 millones de pesos. La construcción de las 25 viviendas tradicionales, desde donde se brindará protección a la parte baja de la Sierra Nevada, tuvo un coto de 56 millones 537 mil pesos.
Gracias a un convenio firmado entre el Resguardo Indígena Arhuaco y Acción Social, las viviendas cuentan con una protección con la construcción de estriberillas en piedra y además se construyó el centro de reuniones. El costo de estas obras supera los 45 millones 778 mil pesos y el valor de la interventoría fue de 30 millones de pesos.
Como sucede con los demás pueblos indígenas construidos en la Sierra Nevada, Kamtinurwa también cuenta con un espacio comunal, compuesto por un centro etnoeducativo, un centro de salud y un restaurante escolar.
Estas obras, el mejoramiento de la vía Bellavista-Kantinurwa, la construcción de un puente peatonal y del acueducto, tuvieron un costo superior a los mil 378 millones de pesos.
Así, con la entrega a la comunidad indígena de Kankawarwa y de Kantinurwa, el Gobierno Nacional sigue dándole cumplimiento a su promesa de construir un Cordón Ambiental y Tradicional, para rescatar y preservar para Colombia y el mundo, la Sierra Nevada de Santa Marta. |