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Marzo 24   Versión imprimible
Palabras del Presidente Álvaro Uribe al intervenir en foro de la Universidad Autónoma

Bogotá, 24 mar (SP). “Un saludo afectuoso a todos ustedes. Me complace mucho, después de algunos años, regresar hoy a una Universidad, donde en el pasado tuvimos un diálogo bien amplio y bien importante. Quisiera hacer una introducción para recibir las preguntas de ustedes sobre dos temas: los principios que rigen el Gobierno y el tema de la crisis de la economía.

La palabra fundamental que el Gobierno busca es la de crear confianza en Colombia. Confianza en Colombia de manera integral para vivir en el país, para estudiar en el país, para invertir en el país, para trabajar en el país.

Un día esa confianza es afectada por el orden público, al otro día es afectada por la crisis general de la economía, y el Gobierno Nacional tiene que ser perseverante en la búsqueda de confianza en Colombia.

Esa confianza la sustentamos en tres pilares. El avance de la seguridad, a pesar de dificultades, de obstáculos. Seguridad con valores democráticos. No seguridad con restricciones democráticas, no seguridad con disminución de libertades, no seguridad con censura. Seguridad con valores democráticos. Seguridad para todos los colombianos, independientemente de que tengan una actitud favorable o desfavorable frente al Gobierno.

El segundo es confianza inversionista. Y sí que se necesita en un momento de tanta crisis de la economía, de tantas dificultades.

Y el tercer tema es el tema de cohesión social, el avance en la política social.

Intangibles de la Seguridad Democrática

¿Cómo se relacionan? Los grupos violentos en Colombia siempre dijeron que querían ampliar la democracia. Y finalmente lo que hicieron fue asesinar a alcaldes y gobernadores que habían sido productos de la ampliación democrática.

Siempre dijeron que querían que el país avanzara en lo social. Y produjeron más pobreza, más inequidad, más desempleo, un desplazamiento enorme al interior de Colombia y un desplazamiento enorme de colombianos hacia el exterior.

Nosotros pensamos que solamente un marco de seguridad, acompañado de las disposiciones de manejo económico, que sean capaces de garantizar la inversión, puede generar una tendencia de prosperidad, con la cual es posible avanzar en la superación de la pobreza, en la construcción de equidad. Lo que venimos a llamar la cohesión social, que finalmente se convierte en el factor legitimante de la seguridad y de la inversión.

En materia de seguridad, no voy a hablarles de la disminución de homicidios, de la disminución de secuestros. Deberíamos tener ceros casos. Hay una gran disminución, pero el Gobierno no puede solazarse por ello. El Gobierno tiene que buscar todos los días avanzar más en esto de proteger la vida de los colombianos.

Diría que hay unos intangibles importantes, de ser resaltados en una facultad de derecho. El primer intangible es la recuperación del monopolio del Estado para combatir a los violentos.

Hoy podemos decir que en Colombia ya no existen los grupos paramilitares. En el país la palabra ‘paramilitar’ surgió para denominar bandas privadas criminales cuyo objetivo era combatir a la guerrilla. Hoy el Estado ha recobrado el monopolio para combatir a cualquier grupo criminal. Creo que eso es bien importante.

Tenemos guerrillas debilitadas, tenemos las bandas emergentes del narcotráfico, en las cuales hay algunos reinsertados del antiguo paramilitarismo, pero ya no hay grupos privados criminales, cuyo objetivo sea combatir a otros grupos criminales.

Estos grupos pelean por la coca o se unen por la coca. Pero el Estado ha recuperado el monopolio para combatirlos. Eso es bien importante.

En muchas regiones de Colombia la justicia había sido suplantada, de hecho, por las organizaciones criminales. En unas partes del país las guerrillas resolvían los pleitos de familia, los pleitos de sucesiones, resolvían las querellas de vecinos y también aplicaban justicia penal (entre comillas). En otras partes esa función era usurpada por los paramilitares.

Creemos que hoy el paso importante que se ha dado es que el Estado ha recuperado el monopolio para la justicia democrática, para la justicia constitucional, para la justicia institucional.

Los colombianos se declaraban indiferentes o buscaban resolver el problema de inseguridad por su propia actividad, y tenían una gran desconfianza de acudir a la Fuerza Pública, a las instituciones, para buscar la protección en seguridad. Hoy lo hacen. Allí ha ganado mucho el país.

Los colombianos temían denunciar los delitos o no se atrevían o no se resolvían a hacerlo, porque consideraban que eso era ineficaz. Los colombianos hoy denuncian.

En el país las víctimas no reclamaban, y el tema de las víctimas no estaba en el primer renglón de la agenda política. Las víctimas temían reclamar o lo consideraban ineficaz.

Hoy las víctimas reclaman. Ya llevamos más de 180 mil víctimas que han presentado sus reclamos. Y el país empieza a hacer un enorme esfuerzo presupuestal para la reparación de las víctimas.

Reparación total no habrá. Pero por lo menos un esfuerzo para reparar a víctimas, anula las semillas de violencia, contrarresta los gérmenes de odio. Ese esfuerzo contribuye a crear unas condiciones de reconciliación en la sociedad colombiana.

Estos son algunos intangibles derivados de la política de Seguridad Democrática.

Y es pertinente, en una facultad de derecho, referirse a un tema de gran importancia: la política de Seguridad Democrática se ha adelantado con legislación ordinaria. No con legislación extraordinaria o Estadio de Sitio.

Pienso que el mundo reconocerá cómo Colombia ha enfrentado este grandísimo desafío terrorista con legislación ordinaria, no con legislación de Estado de Sitio.

Colombia frente a la crisis de la economía

Quiero no referirme al tema de la inversión ni al tema de cohesión social como capítulos que soportan la construcción de confianza en el país, sino involucrarlos en la medida en que pueda hacerles una introducción a ustedes sobre la crisis de la economía.

Una crisis muy honda. Era insospechable. Se dudaba de que habría crisis y nunca se aceptó que podría ser tan honda. Inmensamente preocupante. A nosotros nos llega por la vía de la disminución de nuestras exportaciones.

Si a eso se le suma lo que pasó en el año anterior con el incremento del valor internacional de los alimentos, con los precios de los fertilizantes, con la inflación, con las tasas de interés.

Y a eso, estas circunstancias ambientales tan difíciles. El último invierno destruyó 174 mil hectáreas. Y no ha cesado. El país no tuvo ese período de verano que suele haber, ese periodo de sequía. Ha llovido incesantemente.

El país ha tenido buenas condiciones para enfrentar esta crisis, pero la crisis es honda y nos trae inmensos riesgos.

Teníamos 10 mil 600 millones de dólares de reservas. Tenemos 23 mil 600.

Teníamos un seguro bancario de 400 millones de dólares. Tenemos 3 mil.

Teníamos 39 centavos en coberturas financieras por cada peso de cartera de mora. Hoy por cada peso de cartera en mora, tenemos más de 1 con 10.

Allí hay mejoramientos indudables.

Tenemos dificultades. Habíamos pasado las exportaciones colombianas de 11 mil 600 millones de dólares, a 37 mil 650. Y están cayendo. Caen a los mercados de los vecinos, caen a Estados Unidos, caen a Europa.

Se había recuperado enormemente el crecimiento de la economía, ahora ese crecimiento de la economía se cae.

Veníamos en una gran fase disminución del desempleo y de formalización del empleo. Tememos. Porque si bien los últimos registros todavía no han mostrado destrucción del empleo, sí una tremenda desaceleración en la creación de empleo. Y nos preocupa el tema de que esto puede llevar a destrucción del empleo.

Política anticíclica

El Gobierno tiene cinco capítulos para enfrentar la crisis de la economía: el capítulo de infraestructura, la Red de Protección Social, el tercero es el cuidado a la confianza inversionista, el cuarto es la financiación del Estado y del sector privado, y el quinto es el tema de los alivios fiscales.

Infraestructura

Este año debemos invertir 55 billones de pesos en infraestructura: 32 billones deben ser invertidos por concesionarios y contratistas, con sus recursos, que han celebrado convenios con el Estado, y eso se da en concesiones de puertos, de aeropuertos, de carreteras, en el tema de la instalación de las nuevas planta de generación de energía, en la exploración, explotación, refinación, distribución de petróleo, de todos los combustibles derivados.

Eso se da en el tema de los acueductos. Se da en el tema de las nuevas vías, de la pavimentación y la rectificación de viejas vías, etcétera.

Red de Protección Social

El segundo tema es el de la Red de Protección Social. Los sectores pobres no tienen la culpa de la crisis, hay que protegerlos. Por eso nos hemos propuesto este año llegar a 3 millones de Familias en Acción, y pasar de 13 millones de porciones alimentarias para niños menores de cinco años y para escolares, y lograr millón y medio de microcréditos.

Las Familias en Acción: ese es un programa mediante el cual se subsidian familias de estratos uno y desplazados, a condición de que garanticen la asistencia escolar de sus hijos, y sometan periódicamente sus hijos a programas de verificación de nutrición y de salud. Meta: tener en el mes de junio 3 millones de Familias en Acción.

En el corto plazo eso ayuda a que no haya deserción escolar, ayuda a que sea menor la caída de la economía, porque todo peso que reciben estas familias lo invierten en calzado, en alimentación, lo invierten en salud. Y en el mediano y largo plazo, siempre y cuando estas familias garanticen que sus hijos cumplan con todo el ciclo de estudios, eso tiene que habilitar a sus hijos para que puedan incursionar en la escalera de la movilidad social, que es un fundamento esencial de la democracia.

Creemos que esos programas son programas que ayudan en la coyuntura y que también producen impactos en la estructura de la sociedad colombiana en el largo plazo.

Estamos haciendo un esfuerzo para colocar este año millón y medio de microcréditos y ayudarles a los microempresarios a defenderse en un momento tan difícil de la economía.

Confianza inversionista

El tercer capítulo es el que se refiere a la protección de la confianza inversionista. En el país se sigue presentando inversión, a pesar de la crisis.

Teníamos, cuando empezó el Gobierno, once zonas francas. Con la nueva legislación empezamos enero de este año con 41 nuevas zonas francas. La meta es terminar el año con 66. Ya vamos en 45. Nos faltan 21.

Toda zona franca tiene la obligación de hacer sus inversiones en tres años, tiene la obligación de contratar los trabajadores a término indefinido, sin intermediarios, con afiliación a la seguridad social, al Sena, a las Cajas de Compensación, a Bienestar Familiar.

Y tienen los beneficios en las zonas francas de no pagar IVA ni arancel por la importación de bienes de capital, de insumos y materias primas vinculados a la producción para importar. Y mientras la renta tributaria ordinaria en Colombia es del 33 por ciento, la tarifa de renta en las zonas francas es del 15 por ciento.

Alguien me dice: ‘Bueno, Presidente, pero dará lo mismo tener confianza o no tenerla, porque la crisis es tan honda que no se invertirá en los países que no tienen confianza inversionista, pero tampoco en los países que la tienen’. Hasta ahora, a pesar de la crisis, en Colombia continúa la inversión.

Lo que sí tiene que hacer el país es pensar en la postcrisis. Tan pronto se empiece a superar la crisis, es necesario que Colombia sea considerada un destino de inversión de primera categoría en el mundo. Las inversiones llegarán allí donde haya confianza y serán esquivas frente a los lugares donde no haya confianza.

Por eso mi invitación a los colombianos, que hoy la hago aquí en la Universidad Autónoma, para que en medio de esta crisis, de estas angustias, de estas dificultades, perseveremos en el camino de confianza, de inversión.

Financiación del Estado y del sector privado

El cuarto capítulo es el de la financiación del Estado y del sector privado, de los empleadores. Colombia es un país que ha tenido buen crédito internacional, y las condiciones de endeudamiento en este Gobierno han mejorado: debíamos el 48 por ciento del PIB, debemos el 22 (por ciento).

El 70 por ciento de nuestra deuda pública estaba en moneda extranjera. Hoy el 25 – 27.

Somos menos vulnerables frente al mercado financiero internacional, tenemos que ser más cuidadosos con el financiamiento en pesos para no quitar los cupos que corresponden a los empleadores.

Tenemos despejado el camino de financiamiento de 2009, y estamos buscando las ventanas de oportunidad para que el Estado financie 2010.

Nos preocupa la prolongación de la crisis, porque puede darse en una coyuntura en la cual los bancos multilaterales tengan dificultades para atender todos los requerimientos de crédito.

Por eso una de las soluciones tiene que ser que todos los países, empezando por los países industrializados, hagan el esfuerzo de capitalizar los bancos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo. Financiar un año es posible, pero si la crisis se prolonga por varios años, será más difícil.

Para financiar a los particulares hemos venido haciendo un gran esfuerzo con las entidades estatales, a fin de evitar el mayor deterioro del empleo. Por ejemplo, nos preocupa mucho la industria automotriz por todo el impacto en la cadena. La industria de autopartes puede ser una de las industrias competitivas de Colombia en el escenario internacional.

Venezuela impuso unas cuotas, se disminuyó nuestra exportación. Este año no se ha podido exportar al Ecuador, cuando le exportábamos 14 mil vehículos, y también le comprábamos otro tanto. Estamos movilizando un crédito en Bancoldex para que los colombianos puedan comprar vehículos de producción nacional a cinco años de plazo y con una tasa de interés razonable.

Los colombianos, hasta diciembre de 2007, aun en el primer trimestre de 2008, se proveyeron de bienes de consumo durable. Estamos haciendo un esfuerzo para reactivar esa tendencia. Hay doce fábricas de electrodomésticos importantes en el país. Estamos buscando con crédito que los colombianos puedan comprar esos bienes con plazos de entre 24 y 48 meses, y tasas razonables.

Nos preocupa enormemente el tema de la vivienda. Se ha caído mucho el ritmo de edificación. Confiamos en que la construcción de vivienda media, que es bastante demandante de empleo, de materiales, de implementos, pueda irse reactivando con la disminución de la tasa de interés, y el Gobierno está buscando esquemas para poder acelerar esa recuperación.

Estamos haciendo un esfuerzo para cumplir con todo el presupuesto de construcción de vivienda social este año, que incluye los planes parciales, los macroproyectos, que incluye también los subsidios de mejoramiento.

Y hemos tomado la decisión de hacer una colocación masiva de créditos para los estratos uno, dos y tres, a fin de que mejoren sus viviendas. En este momento estamos definiendo es cómo otorgar garantías. Ojalá podamos, rápidamente, ver irrigados esos recursos.

En los últimos años, Colombia ha hecho una leve reducción de impuestos generales, la tasa de renta pasó del 35 al 33 por ciento, y ha habido disminuciones en impuestos como el impuesto de timbre.

Pero lo más importante ha sido la orientación de incentivos específicos a la inversión. Un nuevo hotel que se construye en Colombia tiene hoy 30 años de exención.

Una fábrica de biocombustibles no paga IVA ni impuesto global al combustible. Los cultivos de tardío rendimiento como cacao, palma africana tienen 10 años de exención tributaria, desde el momento en que empieza el periodo productivo.

Toda inversión que se hace en Colombia tiene una deducción del 40 por ciento. Ustedes invierten 100 pesos, pueden deducir de su renta líquida gravable 40. Lo cual ayuda muchísimo a estimular la inversión. Además de las zonas francas, tema al cual ya he hecho referencia.

Diría que con esos estímulos nos anticipamos a la crisis. Hoy hay muchos países que los están introduciendo, nosotros ya los habíamos introducido.

Nosotros teníamos un programa de infraestructura, un programa de Familias en Acción, que todo venía en desarrollo, con lo cual, en alguna forma, nos anticipamos a la crisis.

Pero reconocemos que esta crisis es tan honda, que todos los días tendremos que hacer nuevos esfuerzos.

El Gobierno tiene toda la voluntad de estar buscando caminos a ver cómo evitamos que esta crisis produzca mayores estragos sobre el pueblo colombiano.

No quiero prolongar esta introducción sino agradecer enormemente a los directivos de la Universidad, a los docentes y estudiantes de la Facultad de Derecho y, con el mayor gusto, atenderé algunas preguntas que ustedes quieran formularme”.