Valparaíso, Antioquia, 31 may (SP). “Da mucho gusto estar en esta mañana, para conmemorar con ustedes los 150 años del natalicio de uno de los grandes de la Patria: el General Rafael Uribe Uribe, quién nació en esta montaña y desde aquí divisó todo el panorama nacional, que lo comprendió y lo proyecto.
Antes de complementar unas palabras a las aquí escuchadas esta mañana, como se han hecho presentes algunas delegaciones y algunos alcaldes, quiero hacer las siguientes anotaciones:
Tenemos en nuestras manos ya el proyecto de ley sobre el sesquicentenario (celebración de los 150 años del natalicio del General Uribe Uribe). En medio de las dificultades de los presupuestos, en una época difícil de la economía, teniendo en cuenta nuestro compromiso con Familias en Acción, Bienestar Familiar, el Sena, muchas carreteras, vamos a buscar con el Congreso de la República algunos recursos para responderle algunas de las inquietudes de Valparaíso.
Nos llevamos este proyecto que ha presentado, este mañana, el señor Alcalde (Roberto Antonio Cardona Pérez) y el doctor Gonzalo Gaviria (Presidente del Comité Organizador del Sesquicentenario del Natalicio), y lo vamos a mirar con todo el cuidado.
El General (Rafael Uribe) Uribe visitó mucho Colombia. Por todas las regiones, en la guerra y en la paz, en la Guerra de los Mil Días, en sus visitas, en sus recorridos y en sus acciones bélicas por la costa colombiana, por el Cesar, por el viejo Magdalena, por La Guajira, tuvo la oportunidad de visitar un día a la familia de Gabriel García Márquez, a su abuela, a la abuela de Gabriel García Márquez, nuestro Nobel (de Literatura 1982), a Tranquilina, y eso causó una inmensa impresión en la familia de Gabriel García Márquez, nuestro Nobel no había nacido.
Y dice algo muy bello sobre el concepto que su familia tenía del General Uribe Uribe. Dice Gabriel García Márquez en el libro ‘El General en su Laberinto’: “Lo primero que me llamó la atención de Uribe Uribe fue la voz metálica y bien impostada que me llegó por la ventana, cuando mi abuela Tranquilina me enseñaba a cortar rosas en el jardín. ‘Es el hombre más importante del mundo’, me dijo ella sin asombro, refiriéndose a Rafael Uribe Uribe.
“Sólo al final de la escuela tuve que enfrentarme a la verdad de que aquella visita histórica de la cual oí hablar por el resto de mi infancia, no podía ser sino un invento de mi imaginación, pues sólo entonces me enteré por casualidad de que el General Uribe Uribe no estuvo más de una vez en la casa de mis abuelos, al término de la Guerra de los Mil Días, y que había sido asesinado a golpes de hacha a las puertas del Congreso Nacional, cuando faltaban más de 14 años para que yo naciera”.
Fue asesinado en 1914. Hace dos años, tres años, celebramos los 80 años de edad de nuestro Nobel Gabriel García Márquez.
Nos reunimos hoy en Valparaíso para honrar la memoria de uno de los grandes de Colombia.
El 20 de julio del año entrante celebraremos los 200 años del grito de Independencia.
Este 20 de julio habrá un Concierto Nacional en todo el país. Nosotros confiamos que todos los municipios de Antioquia se van a vincular al Gran Concierto Nacional.
La Policía y el Ejército harán una representación de la campaña libertadora. El 20 de julio, en un concierto en Tame (Arauca) empezará un recorrido de nuestra Fuerza Pública, para subir desde Arauca, en el Llano, al Páramo de Pisba, al Pantano de Vargas y a Boyacá. Esa representación la seguirá la televisión, para llevarla a todas las escuelas de Colombia y crear en nuestra Patria una gran movilización de la reflexión y del corazón sobre el bicentenario
Pero este bicentenario también nos tiene que iluminar para estudiar a los mejores hijos de la Patria, y entre ellos sobresale Rafael Uribe Uribe. En la guerra, infortunadamente, en las convicciones, en el Congreso, en la paz, en la investigación, en la ayuda de diferentes gobiernos, en la empresa privada, en la familia: el hijo, el hermano, el esposo, el padre.
Nació en 1859, aquí en el Palmar y –me corregirán Héctor Quintero (Asesor del Gobernador de Antioquia) y Gonzalo Gaviria- le tocó como adolescente la primera guerra en 1876. Tenía menos de 20 años, tenía 17 - 18 años y lo hirieron en la Batalla de los Changos, y le dijeron al papá que estaba herido y lo trajeron a la casa. ¿Saben qué le dijo el papá? ‘Rafaelito me gusta mucho verlo herido, porque se comportó como un hombre’.
A ese lo criaron en la molienda, lo templaron como al acero. Por muchas causas participó en otras guerras. La del 85, en las vísperas del grito de (Rafael) Núñez, la constitución del 1863 ha dejado de existir.
La verdad es que una cosa es el momento histórico y otro el análisis posterior. Yo hoy no enfrentaría las figuras de Núñez y de Uribe Uribe que se enfrentaron en su momento. Las destaco como dos grandes valores de la vida nacional.
Ya lo decía Héctor Quintero: fue sólo vocero de su partido en el parlamento, su lucha era el federalismo, las libertades.
El país se demora mucho en dar pasos. Estamos hablando de los años 1890, y la elección popular de alcaldes, que era un punto muy importante en su ideario, sólo se vino a aprobar por allá en 1986 - 1988 en el gobierno del Presidente (Belisario) Betancur.
Paradojas: los contrarios del Uribe Uribe fueron los que después sacaron adelante la elección popular de alcaldes.
A Uribe lo asesinan en el 14 y en 1923 el Congreso Ideológico de Ibagué, el oficialismo liberal, presidido con el General Benjamín Herrera, habló de aquello que había conducido a Uribe Uribe a la participación en la guerra, del federalismo, de la descentralización, de la necesidad de la elección popular de alcaldes.
Las guerras destrozan al país. Él anticipó que se iba perder a Panamá. Y yo diría más que lo que dijo Héctor Quintero: cuando perdimos a Panamá era la cabeza del país, y quiero que lo reflexionen los estudiantes. Cartagena estaba reducida a las murallas, Bogotá era un centro de jurisconsultos y de políticos, en nuestra Medellín se perfilaban las chimeneas de la industrialización, la cabeza la teníamos en Panamá.
La declaración de independencia de Panamá se produce el 3 de noviembre de 1903, la Guerra de los Mil Días no fue de mil días, fue de mil 126 días, dejó más de 100 mil colombianos muertos. ¡Qué guerra, qué derramamiento de sangre, que época fraticida! El país quedó destruido. A causa de la destrucción del país, los panameños se sienten que Colombia no les brinda las oportunidades que requieren, se independizan.
Como el país estaba destruido, todos se dieron cuenta sobre la inutilidad de la guerra, y el General Uribe se apresta a la paz.
En Barranquilla le dice a sus soldados: “Soldados, es el tiempo de dejar la guerra. Que nada se nos de, ya que la suerte veleidosa nos ha dado la espalda”.
Y les dijo una frase muy bella: “Despidámonos como soldados y saludémonos como ciudadanos”.
Hay unas frases muy bellas del General. Creo que Gonzalo decía hoy una frase bellísima del General, cuando él deja atrás la guerra y se propone a hacer la unión entre todos los colombianos. Dice: “Allí donde yo haya escrito la palabra partido, que en adelante se lea la palabra Patria”.
La Guerra de los Mil Días concluye con tres pactos: un pacto que se firma en panamá, en el buque Wisconsin –se llamaba, Héctor- otro pacto que se firma en Chinacota (Santander) cerca de Cúcuta y el tercer pacto, en una finca del Magdalena que se llama Neerlandia. Ese es el que corresponde firmar al general Uribe Uribe.
Si la memoria no me traiciona, de parte de las fuerzas del Gobierno estaba el General Florentino Manjarrés, quien firmó el Pacto de Neerlandia con el General Rafael Uribe Uribe.
Pronunció unas bellísimas palabras ese día. Dijo: “Nuestros padres y nosotros mismos creímos hacer Patria con los fusiles destructores. Hoy tenemos la necesidad de hacer Patria con las herramientas fecundas del trabajo”.
¡Qué lección tan importante!
Y agregó en ese bellísimo discurso: “He renunciado a ser un revolucionario con las armas, pero jamás renunciaré a ser un revolucionario con las ideas. Por eso, cada mañana tocó la diana, paso revista a las ideas que he venido profesando, doy de baja aquellas que considero inútiles y obsoletas, y las sustituyo por otras más fuertes y robustas”.
Era una mente de gran evolución. Nunca se estancaba, siempre estaba pensando cómo aportarle al país. Se reintegra a la paz
En el Bicentenario (de la Independencia) tenemos que recordar a uno de los más fecundos colombianos: al General Rafael Reyes, un hombre de autoridad.
Si el país hubiera entendido a Reyes, Panamá no se habría separado. A él le tocó en la administración (del Presidente Rafael) Núñez proteger a los panameños, y lo hizo con autoridad y con acierto, que durante ese momento se evitó la separación de Panamá, pero finalmente se dio en 1903.
Reyes fue un gran reconstructor del país: ferrocarriles, carreteras, escuelas. Reyes tuvo en el General Uribe Uribe el gran apoyo.
Uribe nos trae al país el café Maragogype.
En la época había unos pastos naturales que dificultaban mucho la ganadería, trajo un pasto de crecimiento vertical –creo que lo trajo del Brasil- que después lo llamamos la yaragua Uribe, en la Costa Caribe denominan ese pasto el puntero.
Uribe Uribe en la empresa privada, en la caficultura, en todos estos oficios, era de primera línea, lo recordaba el señor Gobernador y el doctor Héctor Quintero, era un hombre de orden, de autoridad.
Disparó contra uno de sus soldados –Héctor, ese soldado se llamaba Resurrección Gómez, era capitán, era el Sargento, se llamaba así Resurrección Gómez- y Uribe con toda dignidad fue a la cárcel. Ya contaron como lo juzgaron y finalmente lo absolvieron.
Y escribió muchos libros: un diccionario de abreviados. Es bueno entrar a mirar esa faceta tan importante del General Uribe Uribe.
¿Por qué se le llama ‘el padre del Derecho Laboral de la Seguridad Social’? Fue el autor para que todas las empresas tuvieran que proporcionarle vestuario y calzado a sus trabajadores.
El país todavía no pensaba en las necesidades pensionales, Uribe Uribe fue el que dijo que todos los colombianos debían tener una pensión de vejez, que todos los colombianos debían tener un seguro de salud.
Hemos avanzado mucho en seguro de salud, Colombia tiene hoy 41 millones de colombianos asegurados, pero todavía tenemos problemas. Aquí me dice el Alcalde: ‘Presidente, dificultades en el hospital’; los gobernadores: ‘Presidente, nos falta dinero’.
Y me preocupa mucho esto, apreciados compatriotas –pensando en Uribe Uribe- Colombia tiene 19 millones de trabajadores, solamente ocho millones están afiliados al sistema pensional. Tenemos que resolver el problema de 11 millones de trabajadores de Colombia que no tienen posibilidades de pensión.
Hace dos días, reunido en Bogotá con las madres comunitarias -¿aquí hay madres comunitarias?- que fueron muy generosas en esa reunión de Bogotá, yo me fui de Medellín de una reunión con los Príncipes (de Asturias), le dije al Gobernador que dejaba en sus manos los Príncipes, y me fui a reunirme con otras princesas, que son ustedes las madres comunitarias, y me dijeron: ‘Presidente, le agradecemos al Gobierno y al Congreso, que nos ha apoyado aumentando la beca, que nos ha ayudado con muchos aspectos, pero todavía tenemos dificultades para la pensión’.
Esta semana, y lo recomendamos muy respetuosamente al Congreso, podría estar aprobado unos de los proyectos de ley mas importantes: el proyecto de ley que autoriza un ingreso de retiro a los trabajadores mas pobres que no tienen expectativa de pensión, a fin de que en la vejez puedan tener un pago mes a mes, de una suma que los apoye.
Nosotros estamos apoyando 800 mil acianos en Colombia, pero hay que llegar a dos millones. Y en el futuro hay que apoyar, en un proceso inevitable de envejecimiento de la población, a nueve millones de trabajadores colombianos sin posibilidades de pensión.
Apreciados congresistas aquí presentes, señor Vicepresidente del Congreso, doctor Óscar Suárez, señor doctor Óscar Arboleda, señor senador Oscar Darío Pérez, señor doctor (Óscar de Jesús) Hurtado, esta semana es de gran importancia que aprobemos esa ley, porque esta ley autoriza al Gobierno a hacerle un aporte a los trabajadores más pobres, para que ellos vayan haciendo un pequeño ahorro mes a mes y cuando lleguen a la vejez puedan tener una platica mes a mes. Y vamos a empezar con las madres comunitarias.
Propongo que una vez se apruebe este ingreso de retiro a los trabajadores más pobres, lo llamemos el auxilio Uribe Uribe, para honrar la memoria del primer colombiano que se preocupó por la pensión de los desvalidos.
Es inagotable el tema de Uribe Uribe. ¿Por qué lo asesinan? Se conocieron los autores materiales: Jesús Carvajal y Leovigildo Galarza. Yo diría que lo asesinó la incomprensión.
Después de la inutilidad de la guerra, él se dedicó a apoyar el progreso nacional. Con todo patriotismo apoyó al Gobierno conservador del General Reyes, como hoy generosamente los conservadores apoyan este Gobierno de un ciudadano que viene de la base liberal.
La Patria por encima de los partidos.
En 1914, meses antes de su asesinato, dijo que la mejor opción para Colombia era el doctor José Vicente Concha, y entonces votó por él.
Hubo incomprensión, sectarismo. En muchos sectores se promovió el odio contra el General Uribe Uribe y todo desencadenó en su asesinato.
En las largas horas de su agonía le llevaron un vaso de agua y le dijeron que si quería que le agregaran un poquito de coñac y dijo ‘no, agua pura’.
Uribe Uribe era un hombre totalmente puro.
En todos los actos de su vida, rendirle un homenaje es recordar ante los colombianos a uno de los ciudadanos más íntegros de todos los tiempos.
Guillermo Valencia –y esta semana en Popayán conmemoramos los cien años del nacimiento del doctor Guillermo León Valencia, gran presidente de Colombia- en el entierro de Uribe Uribe pronunció un bello discurso. En alguno de sus apartes dice, esto fue ante el féretro del General Uribe: “Así premia la democracia a los mejores de tus hijos, los vistes de escarnio y los paseas ceñidos por los cascabeles de los locos. A quien tuvo para ti palabras de miel, tu le contestas con la voz del agravio. A quien se desveló sirviéndote, tú lo galardonas con el frío medroso de los sepulcros. A quien cantó para ti con labio encendido el himno de tu gloria, tu le contestas con la voz del agravio. A quien se desveló sirviéndote, tú lo galardonas con el yambo de la venganza”.
Hay libros muy bellos y muy importantes. Estamos en mora de una nueva edición del libro de nuestro profesor y Magistrado Javier Henao Hidrón: ‘El paralelo entre Uribe Uribe y Gaitán’. Qué bueno que el Ministerio de la Cultura y la Secretaría de Cultura de Antioquia pudiéramos, con el doctor Henao Hidrón, promover una nueva edición. Y volver a editar las obras completas del Rafael Uribe Uribe.
Con motivo del Bicentenario yo creo que debemos llevar, Capitán Jorge (Espinel, edecán naval del Presidente de la República) ese tema a la Ministra Consejera del Bicentenario, y que me concrete con el doctor Héctor Quintero dos temas: la publicación de las obras del General Uribe Uribe y los libretos para enseñárselos a todos los estudiantes colombianos, que redacte Héctor Quintero sobre la campaña del Libertador en el Perú.
Uno de los mejores autores sobre el General Uribe Uribe ha sido Eduardo Zalamea. Tenía 7 años Eduardo cuando vio el cadáver del General Uribe Uribe, y escribió: “Desde un lugar sobre el cual podían inclinarse nuestros siete años, que vestían delantal y candidez, iba el cadáver del héroe entre el tañido de los cobres y el llanto femenino de las flautas. Adelante lanzaban su alarido las belicosas cornetas y los broncos tambores que mancillaban la atmósfera con sus voces militares. Era el mismo que habíamos mirado vivo sobre el papel y que otros vieron glorioso y victoriosos, glorioso y vencido entre la pólvora de (las batallas de) Peralonso y Palonegro, en Terán y en Los Changos
El General fue un hombre de mucho valor, no sólo en aquella batalla de los 17 años de edad, cuando sale herido y el padre le dijo: ‘Rafaelito, estás herido. La prueba de que te comportaste como un hombre’.
Estaban en la batalla de Peralonso, cerca de Cúcuta, de pronto en la época equivocada de la guerra, nadie se atrevía a cruzar el puente de Peralonso, el General era un hombre que enseñaba con su propio ejemplo. Se lanzó y cruzó el puente de Peralonso, y las balas quedaron en su sombrero. Era un hombre de mucho valor, Rafael Uribe Uribe.
Esta Patria necesita contagiarse de su valor para derrotar a los violentos.
Yo tengo que hacer un comentario para toda la Nación, desde Valparaíso.
Anoche concluimos en Medellín el Congreso Internacional de Víctimas. Antes a las víctimas no las escuchaban en Colombia, se hablaba de ellas en los pésames de los funerales, a las víctimas les daba miedo reclamar y lo encontraban inútil, gracias a la Seguridad Democrática han perdido el miedo, reclaman y empezamos la reparación de víctimas.
El Congreso nos aprobó la ley de reparación, la Ley de Justicia y Paz.
En este mes de junio, próximo a empezar, el Ministro (del Interior y de Justicia) Fabio Valencia, debe entregar –ojalá en la Universidad Sergio Arboleda, Ministro, que ha promovido tanto la reparación de las víctimas- con los congresistas, los primeros auxilios de reparación.
Un país pobre y con necesidades, este año entregará a las primeras 12 mil victimas 100 millones de dólares, para iniciar el proceso de reparación.
Me comprometí ante el Congreso Internacional de Víctimas que eso no pasaba de junio, tal cual está en nuestro cronograma.
Pero tenemos así que tener, como tenemos todo el deber del alma con las víctimas, tenemos toda la obligación de fortaleza con los violentos.
¡Qué dificultades para el Gobierno!
Al Gobierno le dicen: ‘deje que fulano o perano tramiten la liberación de (Pablo Emilio) Moncayo’. Y el Gobierno con esas dificultades por los engaños de las Farc.
Lo que yo le digo a todos los colombianos aquí, en el recuerdo del valor civil de Uribe Uribe, es muy difícil el tema: las Farc quiere hacer política con la liberación gota a gota y torturante de los secuestrados, pero mire, hace dos noches intentó secuestrar los 13 concejales de Garzón (Huila). Lograron secuestrar un concejal. Estamos en persecución de los bandoleros de las Farc para buscar la liberación de ese concejal. No saldremos de esa selva de la Cordillera Oriental hasta que lo liberen.
Por un lado abusan del dolor de los ciudadanos, pidiendo negociaciones para engañar al país. Y anuncian negociaciones para liberar a nuestro compatriota Moncayo.
Pero qué hipocresía la del terrorismo. A tiempo que pide eso, intenta secuestrar los 13 concejales de Garzón (Huila). Murió un policía, dos guardias de seguridad, en la reacción ha sido herido un soldado y murió otro. Es a estos héroes de la Patria a quienes debemos toda la solidaridad.
Estaremos atentos a proteger a todos los concejales de Colombia. ¿Qué nos pasó en Garzón? Habrá que clarificarlo en los próximos días, la prioridad ahora es el rescate del concejal secuestrado.
Apreciados compatriotas de Valparaíso: rendimos honor hoy a Rafael Uribe Uribe, a sus virtudes, al ejemplo entero que le dio a la Patria colombiana. Él era el mismo en la guerra que sembrando café; era el mismo en la cárcel que como académico, escribiendo un diccionario; era el mismo en la brillantez del parlamento, que en la capacidad de ayudarle al sector productivo a innovar.
Firmeza contra los violentos. Trabajemos como él decía: con las herramientas fecundas de la producción, para que este país genere empleo y de buena calidad.
Hoy nos inspiramos con él para comprometernos más y más en la seguridad con los valores democráticos que él predicó, en la producción para que haya empleo de buena calidad para todos los colombianos –tema que ha sido tan difícil- y en la política social.
Hemos llegado a 14 millones 156 mil porciones alimentarias de Bienestar Familiar, con mucha ayuda de los departamentos, como Resa (Red de Seguridad Alimentaria) en Antioquia, de municipios, pero seguimos para adelante.
Tres millones de Familias en Acción, millón y medio de microcréditos, 41 millones de colombianos con seguro de salud, la revolución del Sena, pero reconocemos todo lo que falta.
Siempre adelante, como lo dijera el general Rafael Uribe Uribe.
En la oficina de la Presidencia, que ocupó transitoriamente por la generosa voluntad de mis compatriotas, hay cuatro cuadros en sus cuatro paredes. En frente del escritorio el cuadro del General (Antonio) Nariño: los derechos humanos al servicio de la virtud; en la pared izquierda el General (Francisco de Paula) Santander: la ley al servicio de la virtud; en la pared contra la cual está el escritorio del Presidente de la República, el Libertador Bolívar: la espada al servicio de la virtud; y en el otro costado, en la pared que mira al Capitolio, el general Rafael Uribe Uribe: la virtud de carne y hueso.
Muchas gracias, apreciados compatriotas”.
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