Bogotá, 3 nov (SP). “Nuestra gratitud a todos. Creo que fue una convocatoria bien importante para Colombia, haber tenido la oportunidad de desarrollar ese seminario, ese congreso de tanta trascendencia en nuestro país.
Hemos aprendido estos años en un tema tan difícil. La experiencia del congreso nos ayudó.
Creo que es afortunado publicar esta memoria y permítanme hacer un resumen enunciativo de diez puntos que Colombia presenta para calificar de democrático nuestro proceso de seguridad:
1. Es seguridad para todos los colombianos. Es una seguridad sin sesgos, es seguridad para los amigos de las tesis del Gobierno, para aquellos que diariamente confrontan las tesis del Gobierno. Seguridad para acabar ese delito que fue el secuestro contra los empresarios y ese delito que es el asesinato de los líderes sindicales. Y esto lo venimos haciendo desde que empezó el Gobierno. Es democrática nuestra seguridad.
2. Es una seguridad con libertades. Nosotros, a pesar de este desafío del terrorismo no hemos adoptado leyes marciales, no hemos suspendido libertades; no nos hemos regido por poderes extraordinarios. Hemos respetado plenamente tres elementos: las garantías políticas, las garantías individuales y la legislación ordinaria.
3. Esta seguridad es democrática porque es una seguridad que le asigna toda la importancia a los Derechos Humanos, que reconoce las falencias y dificultades y que busca todos los días cómo el país llega a un récord de excelencia de respeto a los Derechos Humanos.
4. Esta seguridad es democrática porque busca ser, no retórica, sino eficaz. En la medida en que el numeral tres y el numeral cuatro se cumplan —una seguridad con Derechos Humanos, una seguridad eficaz—, se da el elemento número cinco que la caracteriza.
5. Es una seguridad que siempre ha buscado credibilidad de opinión.
6. El elemento número seis: es una seguridad que estaba abierta a la vigilancia internacional. Países con menos desafíos de seguridad, sus gobiernos para enfrentar la inseguridad, se cerraron e impidieron la vigilancia internacional. Colombia ha estado totalmente abierta a la vigilancia internacional. Aquí muchas veces yo he discutido con ONG, he presentado mis argumentos en contra de ellos, de los argumentos de ellos, pero aquí hay un total respeto por la vigilancia internacional. Llevamos siete largos años en este proceso de puertas totalmente abiertas a la vigilancia internacional.
7. Característica número siete para una Seguridad Democrática. Es una seguridad totalmente preocupada por las víctimas. Aquí estamos haciendo un gran esfuerzo de reparación de víctimas. Sabemos que reparación total no hay, pero también somos concientes que todo esfuerzo de reparación evita semillas de odio, interrumpe acciones y reacciones de venganza. Por eso nos parece bien importante este esfuerzo de reparación. Crea un ambiente sicológico y sociológico propenso a la reconciliación. Pero también tengo que anotar ante ustedes, la principal reparación es el derecho a la no repetición. Nada ganamos con hacer el esfuerzo de estos años para reparar víctimas si no se interrumpe esta violencia, por eso nuestro afán superior es que las nuevas generaciones de colombianos no la tengan que sufrir, el derecho de los colombianos a la no repetición.
8. Esta seguridad es democrática por su preocupación por la reinserción. Creemos que en la medida que hay esa preocupación por las víctimas y al mismo tiempo por la reinserción de los victimarios, se va a crear —como lo decía el señor Nat Colletta—, una sociedad donde ya no vamos a estar divididos entre víctimas y victimarios, sino una sociedad que puede estar reconciliada para enfrentar los retos del futuro.
9. El número nueve es justamente éste. Como resultado del número siete, que es la atención a las víctimas; del número ocho, que es el esfuerzo de reinserción, se crean los pilares para que la sociedad dé un salto hacía la reconciliación.
10. El número diez es que si esta seguridad se acompaña con una política de prosperidad económica y con una política de equidad social para todos los ciudadanos, tiene que ser un camino de paz, que lo necesitamos.
Estamos próximos a iniciar las conmemoraciones del Bicentenario. Y en el trabajo que se ha hecho hasta ahora a manera de preludio, a manera de prólogo, encontramos que esta Nación en el siglo XIX no tuvo paz, en el siglo XX vivió escasos 40 ó 42 años de paz. Que esta Nación ha tenido buenos líderes, buenos gobiernos, buenas políticas públicas, pero los resultados no han sido tan buenos.
Y que si fuéramos a escoger una variable determinante de esa desproporción entre los buenos liderazgos, buenos gobiernos, buenas políticas públicas y los menos buenos resultados, diríamos una de las variables determinantes en mi concepto —desde mis juicios de valor la más incidente— ha sido la violencia.
O sea que para nosotros es muy importante la reinserción como uno de los diez elementos que caracterizan la política de seguridad en Colombia. Sin un esfuerzo mayor de reinserción no podríamos estar hablando de política de Seguridad Democrática.
Nuestro afán mayor no es dar de baja ni llevar a la cárcel a los victimarios. Aquello que más gozo nos da es cuando nos informan que están desmovilizándose e ingresando al proceso de reinserción.
A todos ustedes muchas gracias”. |