Bogotá, 10 nov (SP). “Agradecemos inmensamente que esta conferencia (Tercera Conferencia Internacional de Gobernanza Electrónica) se pueda llevar a cabo en Colombia.
Quiero expresar nuestra gratitud a los organizadores: a la Universidad de las Naciones Unidas, Centro para la Gobernanza Electrónica; a nuestro Ministerio de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones; a la Universidad Externado de Colombia.
Realizar esta conferencia aquí estimula muchísimo a Colombia, nos da muchas energías para avanzar en este proceso tan útil.
Nosotros, apreciados visitantes, hemos procurado en estos años que Colombia sea un país que gane más confianza de parte de la comunidad doméstica y de la comunidad internacional. Por eso, nos hemos propuesto trabajar permanentemente por la seguridad, por la inversión para la prosperidad y por la política social. Van de la mano: seguridad, inversión y política social.
A lo largo de estos siete años hemos procurado que estos tres caminos sean inseparables y que vayan llegando a un fin que es obtener gran confianza para Colombia.
Permítanme hacer una enumeración de la manera como las acciones prácticas, en esta gran ciencia moderna de la tecnología de las telecomunicaciones, se inserta en estos caminos de construcción de confianza.
Papel de las comunicaciones en la Seguridad Democrática
Por ejemplo, en el tema de seguridad:
Hay un estudio reciente de la Universidad de Los Andes. Pude conocerlo a través del ex director de Planeación (Nacional), doctor Santiago Montenegro, en el cual se ve una gran correlación entre el avance de las coberturas de la informática en Colombia y el mejoramiento de la seguridad.
En la praxis de nuestros años de Gobierno, eso no es difícil corroborarlo.
Recuerdo cuando empezaba nuestra política de Seguridad Democrática, al amanecer del 8 de agosto del 2002 en el Cesar. La ciudad de Valledupar estaba incomunicada no por falta de carreteras, sino por falta de seguridad.
Los retenes de la guerrilla, de los grupos paramilitares, les impedían a los ciudadanos trasladarse de Valledupar a Riohacha, de Valledupar a Santa Marta o de Valledupar a Bucaramanga. Y empezamos nosotros a trabajar esa política de Seguridad y encontramos un gran obstáculo: que la ciudadanía no tenía, por ejemplo en esos trayectos viales, la posibilidad de una comunicación a través de un teléfono móvil para informar a la Fuerza Pública sobre una anomalía.
En los primeros meses de Gobierno, en los primeros años, la lucha era por instalar una antena, por instalar la otra; por crear un sistema de comunicación en radio.
En los últimos años de Gobierno la situación se ha facilitado porque la cobertura de celular se ha esparcido por casi todo el territorio y eso ha ayudado muchísimo a que la ciudadanía pueda dar información oportuna.
Nosotros tenemos hoy más de 4 millones de colombianos que cooperan con la Fuerza Pública. Y la cooperación es básicamente una comunicación oportuna. Y es a través de Internet, a través de un teléfono celular. Eso ha ayudado muchísimo.
Hace poco hubo un rebrote de grupos violentos en el norte de Boyacá, donde estaban bastante derrotados. Y cuando llegué a Boyacá a mirar el tema, el primer reclamo no fue por más Ejército o más Policía, sino que lográramos que hubiera una señal de celular en la parte norte de la cordillera boyacense, del oriente, a fin de que la ciudadanía pudiera tener un contacto que todavía no tenía con la Fuerza Pública.
Para nuestro proyecto de seguridad democrática es fundamental este avance.
Nosotros confiamos que trámites de seguridad como el certificado del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), etcétera, sean unos trámites que se puedan ir agilizando y sus costos reduciéndose, gracias a que los ciudadanos lo pueden hacer por la vía electrónica.
Confianza inversionista y comunicaciones
En el tema del segundo camino, el de confianza inversionista.
Recientemente nuestro país ha recibido dos menciones importantes en materia de avance en competitividad. Una de ellas del Banco Mundial y otra del Foro Económico Mundial.
El Banco Mundial ha dicho que en su índice de competitividad, el Doing Business, Colombia es uno de los países que más ha avanzado.
Y en efecto, durante tres años consecutivos, Colombia ha recibido la mención positiva por ser uno de los países que más ha introducido reformas para avanzar en competitividad, no obstante todo lo que nos falta.
En el Banco Mundial, en ese índice, Colombia pasó de ocupar el puesto 80 al puesto 37. Es hoy el país cabeza en América Latina en ese escalafón.
Y en el Foro Económico Mundial recientemente Colombia avanzó cinco posiciones.
Pues bien, eso está bien relacionado con el tema de la informática. En la medida en que nosotros podamos avanzar en simplificación de trámites a través de la informática; en la medida en que nosotros podamos disminuir los tiempos de los permisos de construcción, a través de una comunicación electrónica; en la medida en que sea menor el número de días, el número de horas para obtener el permiso para la instalación de una empresa, etcétera, el país va avanzando en competitividad.
Aquí juega un papel bien importante esta revolución de las comunicaciones. Sin ella es imposible avanzar en competitividad.
Ahora, uno vive muy angustiado, porque uno ve esfuerzos de Colombia grandes, pero es que los están haciendo todos los países del mundo. Yo no diría que la división pueda ser hoy entre los que hacen esfuerzos y los que no hacen esfuerzos.
La carrera hay que plantearla en condiciones distintas: quiénes están haciendo los mayores esfuerzos. Y ahí es donde nosotros nos tenemos que situar.
Política social
En el tema de política social algunos, ustedes van a tener oportunidad de mirar como está avanzando el país, por ejemplo, en la relación alumnos-computador, como está avanzando el país en el tema educativo y en banda ancha para los diferentes establecimientos escolares.
Nosotros confiamos que en agosto del año entrante más del 70 por ciento de la matricula pública de Colombia ya tenga una conectividad de banda ancha de buena calidad.
¿Qué me preocupa? Que todavía son muy marcados los desequilibrios regionales: en unas partes del país ya hemos avanzando mucho, en otras estamos bastantes atrasados todavía.
La lucha tiene que ser para hacer esos equilibrios regionales y para que todos sigamos avanzando a la mayor velocidad.
Nosotros hemos avanzando mucho estos años en cobertura, también en calidad.
Por ejemplo, en cobertura universitaria Colombia ha pasado de una cobertura del 22 por ciento y va a estar, dentro de poco, en una cobertura del 37 por ciento.
Teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios. Ahora estamos dando el salto de millón y medio a millón 700. Es fundamental la universidad virtual a distancia. Es imposible sin ella.
Colombia graduaba 414 mil bachilleres. Este año en grado 11 tiene 737 mil.
En todo municipio apartado de los grandes centros me preguntan: ‘Presidente, cuándo vamos a tener universidad aquí’.
Es imposible tenerla en todas partes. Es imposible uno dotar todos los municipios del Pacífico de una sede universitaria.
También les queda muy difícil tener en un municipio una sede universitaria para un conjunto de municipios, porque las distancias son muy extensas y los obstáculos de comunicaciones también son muy costosos.
Allí uno ve un camino que es tener en todas partes la posibilidad de que los muchachos estudien a distancia, pero a través de estos mecanismos virtuales. Ayudan mucho, facilitan poder llegar a cualquier lugar y al menor costo.
Porque uno pone una universidad a distancia no virtual tradicional en el Pacífico. Cuestan muchísimo los materiales y cuesta muchísimo estar mandando permanentemente los profesores, los monitores, etcétera. Cuando entra a operar la virtualidad se disminuyen muchísimo los costos, se aumenta enormemente la cobertura.
Este año hemos empezado con un programa bien importante que es el programa de maestrías virtuales para los profesores de educación pública.
Cuando yo tuve el honor de ser Gobernador de Antioquia -y el departamento se certificó en materia de educación- recuerdo que me pedían cita los profesores y me decían: ‘Gobernador, yo soy profesor en tal municipio del área rural; trasládenos para acá para el Área Metropolitana de Medellín’.
‘Profe, ¿y por qué quieres venirte?’. Y la mayor parte decía: ‘Porque es la única manera de hacer un posgrado: estar aquí donde tenemos las universidades’.
Ahora, con esta revolución, de la cual ustedes son titulares tan importantes, un profesor puede hacer una maestría en cualquier sitio, gracias a la oferta y a las posibilidades a distancia y virtuales.
Formación vocacional
En formación vocacional, Colombia ha avanzado mucho en estos años a través del Sena. Yo diría que es un instituto modelo en toda la región latinoamericana. Y a esa conclusión se llega después de ver como lo aprecian y lo reclaman en toda la región latinoamericana.
Colombia ha pasado de formar por año un millón 100 mil estudiantes en el Sena y este año forma 6 millones y medio. Pero de ellos, hay un millón en formación vocacional virtual y a distancia. Importantísimo.
Y por ejemplo, estas herramientas de la informática están causando allí una revolución. Antes para poder instalar un centro de formación del Sena, por ejemplo en mecánica, era necesario montar un taller con todas las herramientas, que el torno, que la soldadura, etcétera. Uno se sorprende de ver hoy como esos talleres de hierro, de acero, empiezan a estar en desuso, desuetos, y los están sustituyendo por los tutores virtuales.
Entonces, uno ve los muchachos aprendiendo en un tutor virtual. Una cosa magnífica.
Esta Patria nuestra, uno de los problemas que ha tenido para competitividad y para desarrollar unos grandes potenciales, es el problema de falta de masificar el manejo de una segunda lengua.
El Sena está completando un millón de colombianos que estudian inglés, pero a través de Internet. De lo contrario, sería imposible.
Nosotros tenemos una región de Colombia donde los ciudadanos nacen con dos lenguas maternas, nuestra lengua castellana y el inglés, en nuestro bello Archipiélago de San Andrés. La mayoría de los profesores que están enseñando inglés a ese millón de estudiantes del Sena a través de Internet están en San Andrés. Sería imposible si no fuera por estas herramientas.
Hoy todavía la transmisión se hace satelital, costosa y todavía con deficiencias.
El Ministerio de Comunicaciones ha contratado un cable que están instalando y que está llamado a hacer de San Andrés un gran centro de revolución de la informática.
En salud, hoy Colombia tiene 41 millones de ciudadanos asegurados. Cuando uno ve esta lucha de Estados Unidos todavía con 47 millones de trabajadores sin seguro, un país con 45 mil dólares de ingreso per cápita, y nosotros con 4 mil dólares ya con 41 millones de trabajadores asegurados, a pesar de lo que falta.
Pasos que tenemos que dar están relacionados con la informática. Por ejemplo, de atención oportuna. Nosotros necesitamos hoy que los 41 millones de colombianos asegurados estén conectados a través de Internet, a través de su celular, con las empresas promotoras de salud y con las instituciones hospitalarias.
Los ejemplos que uno ve en el mundo. Por ejemplo, en los pocos países donde eso se práctica, mejora enormemente la oportunidad de la atención y la calidad de la atención.
El país va avanzando en la telemedicina. Ya tenemos muchos sitios de Colombia en los cuales se evitan remitir a los pacientes a las capitales en la cantidad que antes debían hacerlo. Hoy acude el paciente al centro donde están los equipos de telemedicina, allí le hacen los exámenes, los envían a través de Internet a la clínica de la Fundación Santa Fe, a otra clínica, allí los revisan, y de regreso, por el mismo canal de comunicación, les dan unas indicaciones a los médicos que están allá, en Inírida o en Puerto Carreño, sobre cómo proceder.
Y sorprende ver como se pueden hacer unas cirugías bastante sofisticadas, bastantes riesgosas, a distancia, a través de estas herramientas.
Nosotros tenemos unos programas sociales que queremos mucho: Familias en Acción, Banca de Oportunidades.
Casualmente anoche, cuando aprobábamos un documento Conpes sobre esta materia en la Presidencia, veíamos la necesidad de que avancemos con estos instrumentos de la informática.
En este momento, Colombia tiene dos millones 840 mil Familias en Acción. Las familias más pobres que están recibiendo un subsidio para garantizar todo el ciclo escolar de sus hijos, lo que finalmente puede cambiar las relaciones sociales: construir un país que supere la pobreza y que construya equidad.
Entonces, esas familias tienen que demostrar que tienen los hijos estudiando, que los están sometiendo a las pruebas de nutrición y a las pruebas médicas.
La relación con esas familias tiene que ser una relación electrónica. De lo contrario se dificulta mucho.
Las certificaciones tienen que ser electrónicas. Certificaciones de papel de dos millones 840 mil familias hoy se dificultan mucho. Eso tiene un costo muy alto. Eso consume muchísimo tiempo.
Si me preguntaran ahí qué aplicación práctica vemos: que esas familias presenten todas las certificaciones a través de los correos electrónicos.
Segundo, los pagos. Ustedes se habrán informado que cada rato el Gobierno recibe críticas por las filas enormes de Familias en Acción para recibir el pago en una u otra ciudad. Ahora las estamos bancarizando: que el pago les llegue directamente a su cuenta. Pero aparece otro problema: el costo de cualquier operación en esa cuenta.
¿Cuál es el paso que tenemos que dar? Que todas las operaciones ellos las puedan hacer desde un aparatito celular, vía electrónica. Y anoche nos contaban en la Presidencia el menor costo de eso.
Entonces, que el país esté cubierto por el sistema con señales en todas las regiones y que todas las Familias en Acción puedan mandar sus certificados a través de correo electrónico, recibir su dinero en una cuenta bancaria, mover esa cuenta bancaria a través de mecanismos electrónicos distintos a los convencionales de hoy que son tan costosos, pues eso va ayudar muchísimo a agilizar, a controlar, y va a ayudar muchísimo también a que las familias ahorren costos.
Las comunicaciones y los sistemas de controles
Nos parece de gran importancia el tema de controles. Por ejemplo: Superintendecia de Salud, para controlar 400 mil entidades.
Uno cree que es mucho mejor, en lugar de pensar en una expansión de cargos para tener una cobertura en todo el país, que es impagable -eso puede tener unos costos infinitos- que todas las instituciones estén línea con la Superintendecia de Salud.
Por ejemplo, en esos juegos de apuestas permanentes que se constituyen en una fuente importante de recursos para la salud, el control tiene que ser un control electrónico. Que la niña que esté en una calle, en lugar de estar vendiendo un formulario que llena a mano a alguien que quiere comprar una apuesta permanente, que tenga un aparatito y que digite, y que eso inmediatamente no llegue solo a la oficina central de la empresa, sino también a la Superintendecia, para que la Superintendecia pueda hacer el control y sea un control efectivo.
Es muy difícil controlar cuando los formularios son unos formularios que se llenan a mano y que hay que recoger una colilla de esos formularios, traer esa colilla a la empresa de apuestas permanente, y la empresa de apuestas permanentes recibir un inspector de la Superintendecia de Salud. En cambio si hay una digitación que permita que eso llegue de inmediato a la oficina central de la empresa, a la Superintendecia de Salud, se facilita mucho el control y se corrige totalmente la evasión.
Nosotros, en los últimos años, para evitar evasiones a la administración de Hacienda, evasiones en el pago de parafiscales, Sena, Bienestar Familiar, a las cajas, a la seguridad social, hemos venido avanzado en la parte electrónica.
Hoy, la administración de impuestos recauda el 80 por ciento del Impuesto de Renta y complementario, a través de los contribuyentes que se relacionan con la administración de impuestos por medios electrónicos. El 80 por ciento del recaudo.
Entonces, en eso hemos avanzado mucho: en el porcentaje del recaudo a través del sistema electrónico. Todavía no en la cantidad de contribuyentes que se relacionan con la administración a través de los medios electrónicos.
En los últimos años introdujimos un sistema que se llama Pila (Planilla Integrada de Liquidación de Aportes).
Colombia tenía las declaraciones de seguridad social y de los parafiscales con mucho trámite y con mucho riesgo de evasión.
¿Por qué mucho trámite?
Algunos recordarán que antes de que introdujéramos el Pila, tenían los colombianos que hacer muchas declaraciones sobre el tema: una declaración para Régimen Contributivo de Salud, que podía convertirse en tantas cuantas EPS afiliaran a los trabajadores de esa empresa; otra para pensiones, con el mismo resigo; otras para riesgos profesionales; otra para el Sena, cajas de compensación y para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
Todo eso está ahora comprimido en una sola declaración y ya la mayoría de los declarantes la hacen a través de sistemas electrónicos. Eso ha ayudado mucho a evitar evasión y a simplificar trámites. Dio mucha dificultad introducirla.
Comunicaciones y transparencia
Es bien importante el tema para la transparencia.
Por ejemplo, nosotros estamos procurando que todos los listados de políticas oficiales, de beneficiarios de políticas oficiales estén exhibidos al público, a través de páginas de Internet, a través de bases de datos.
Es bien importante para la contratación. Nosotros hoy publicamos los prepliegos, antes que sean pliegos definitivos, para las licitaciones en Internet.
Se invita a la ciudadanía a hacer un análisis crítico. Solamente después de que se procese ese análisis crítico, se convierten esos prepliegos en pliegos definitivos.
Este Gobierno introdujo el concepto del prepliego para garantizar una etapa crítica de la comunidad, antes de que se adopten los pliegos definitivos. Y el Internet ha ayudado enormemente en eso.
La presentación de propuestas electrónicas para compras y contratación oficial ayuda muchísimo a controlar, a garantizar vigilancia comunitaria, a que haya transparencia, ahorra tiempo y ahorra mucho costo en papelería y mucho riesgo de manejo de papelería.
También, las audiencias públicas, para poder hacerle seguimiento a todas las disputas que se presentan en los procesos licitatorios de la contratación del Estado.
Y esto ayuda muchísimo en la comunicación entre los diferentes niveles del Estado; entre nosotros, los integrantes del Gobierno Nacional, lo que ayuda un mensajero electrónico.
Yo no sé cuánto trabajo se ha trasladado del conmutador de la secretaria, a la atención del aparatito por parte de cada funcionario. Pero la comunicación sí es instantánea, instantánea, y sufre uno mucho cuando se daña el aparatito. A mí se me dañó el aparatito ese el sábado en el Putumayo. Eso lo vuelve a uno compulsivo. Yo creo que amanecí del sábado al domingo reconstruyendo la base de datos. Y esta mañana se me volvió a dañar.
Y eso ayuda mucho en la comunicación, en la comunicación con los compañeros de Gobierno, en la comunicación con otras instancias de Gobierno, con la misma opinión pública.
Nosotros estamos haciendo un Consejo Comunitario y empieza la gente a mandarle a uno a ese aparatito y a los ministros mensajes de todo el país: ‘Que miren que no han hablado de esto, que hacemos tal reclamo, que tal otro’.
Ayuda muchísimo a que el Gobierno esté mucho más conectado, sea más responsable, le dé más la cara a la ciudadanía. Ahorra mucho.
En cualquier capital de departamento, lunes o martes por la mañana, ustedes llegan a un aeropuerto y ven gobernadores y alcaldes abordando aviones para venirse a Bogotá. Eso tiene un costo muy alto de pasajes, de hoteles, de tiempo.
Nosotros estamos procurando hoy hacer esa reunión virtual, a través de la plataforma del Sena. Entonces, una reunión con 15 alcaldes del Cesar, en lugar de que tengan que desplazarse a Bogotá, con esos altos costos, buscar que esa reunión sea virtual.
En fin.
Qué les voy a decir yo a ustedes de aplicaciones, si ustedes son los que ofrecen este servicio tan importante y los que saben de él. Nosotros le encontramos gran utilidad para el avance de un país como Colombia y para que sus gobiernos puedan ser más conectados con la ciudadanía, más responsables frente a la ciudadanía, ofrezcan mejores garantías de transparencia y procedan también con menor gasto de recursos y con mayor rapidez.
Les deseo muchos éxitos en esta conferencia, que sea muy útil y estaremos muy a la expectativa de sus resultados.
Muchas gracias”. |