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El Presidente Álvaro Uribe Vélez en La Hora de la Verdad, de Radio Súper

El Presidente Álvaro Uribe Vélez en La Hora de la Verdad, de Radio Súper

Bogotá, 24 nov (SP). El siguiente es el texto de la entrevista que el Presidente Álvaro Uribe Vélez dio a Fernando Londoño Hoyos, de La Hora de la Verdad, en Radio Súper:

Fernando Londoño Hoyos: Doctor Álvaro Uribe Vélez, Presidente de la República, muy buenos días.
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Doctor Fernando, muy buenos días a usted, a todos sus compañeros de Radio Súper, de la Hora de la Verdad, y a los oyentes que están en sintonía a esta hora.

Pregunta: Señor Presidente, hacía rato no se hablaba en el continente americano, nadie mencionaba, ningún Jefe de Estado, la palabra ‘guerra’. La ha mencionado Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, y el pretexto es el acuerdo que acaba de celebrar Colombia con los Estados Unidos para que unos aviones americanos y tecnología americana estén en bases colombianas,  protegiendo nuestros cielos y nuestros mares, en la lucha contra el narcotráfico. Y aquí hemos dicho que lo único que nos molesta de ese acuerdo es que no se cumpla ya. Señor Presidente, ¿en qué está ese tema que es el pretexto que se está utilizando para esta nueva ofensiva diplomática y verbal contra Colombia?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Primero, doctor Fernando, el acuerdo con los Estados Unidos es altamente conveniente para Colombia  y para toda la región. ¿Por qué para Colombia? Y después, ¿por qué para la región?

Es bueno ahora que estamos en la víspera de la Independencia hacer una reflexión; preguntarles a los historiadores, leer nuevamente la historia y llegar a la conclusión de que esta Patria nuestra, en 200 años de vida independiente,  apenas ha tenido escasos 47 años de paz.
Desde los años 1940, cuando empezó la violencia partidista; después las guerrillas marxistas, el paramilitarismo, el tema del narcotráfico, las generaciones vivas no han vivido un solo día de paz.
Colombia ha perdido mucho tiempo, Colombia ha tenido excelentes líderes, buenos gobiernos, buenos presidentes, buenas políticas públicas, pero no resultados en la misma proporción. ¿Y por qué? Una de la causas es la violencia. Nosotros nos tenemos que quitar este problema de encima, para que este siglo sea el siglo de la prosperidad, el siglo del desquite. Las nuevas generaciones requieren que les dejemos este país seguro, en paz. En esa dirección va el acuerdo con los Estados Unidos. Por eso es conveniente para Colombia.
Segundo, ¿por qué es conveniente para la región? Porque en la medida en que acabemos con el narcoterrorismo en Colombia, la región reduce las posibilidades de que haya contagio en cualquiera de los países de la región, donde ya sufren problemas que todavía no les asignan toda la importancia, pero que pueden ser muy graves, si no les ponen el debido cuidado.
Paradójicamente, Colombia que al decir de muchos es el problema, es un país que tiene hoy mejores índices de seguridad que algunos de los países de la región.
Y entonces el tema final a esta pregunta, el tema de guerra. No, Colombia lo que tiene es el imperativo de superar un problema doméstico que ha sacrificado a muchas generaciones de colombianos. Ese es nuestro único objetivo. De parte de Colombia no hay un solo gesto de guerra ni lo habrá con la comunidad internacional, menos con países hermanos, menos con pueblos hermanos como el pueblo de Venezuela.
Otra cosa muy distinta es que como debimos hacerlo, y en efecto lo hicimos el pasado sábado en Cúcuta, el Gobierno colombiano reclame por la justicia en la comunidad internacional para que la justicia investigue crímenes contra nuestros compatriotas. Nosotros tenemos que proteger a los compatriotas estén aquí, en Venezuela, o en la Patagonia. Y además tenemos autoridad moral porque nosotros aplicamos aquí una política de Seguridad Democrática que no discrimina para proteger a los colombianos, a los venezolanos que vengan o vivan aquí, a los ecuatorianos, a todo el mundo.
Y además, nosotros pensamos que el derecho a la vida es un derecho que no se puede manejar a través de juicios políticos. Tiene que, primero que todo, respetarse cuando alguien lo irrespeta; enfrentar al criminal con la justicia. No explicar el crimen con el juicio político.
En Colombia ha habido una mala costumbre que ojalá corrijamos. En los años de tanto asesinato, asesinaban a alguien y en lugar de aparecer el repudio al crimen, se oía la murmuración de la justificación: que lo mataron porque debía un dinero, que lo mataron porque era guerrillero, que lo asesinaron porque tenía un hermano paramilitar.
Nosotros hemos dicho en todos estos años: el respeto a la vida es un respeto intangible que no puede tener dobleces ni esguinces. Aquí hay que respetar la vida de los buenos y la vida de los malos. A los malos hay que respetarles la vida. Otra cosa es que la justicia los meta a la cárcel.
Entonces, nosotros en la protección de nuestros compatriotas que viven en Venezuela, no podemos aceptar, primero, que no los protejan, y después, que cuando haya un asesinato como los que se han presentado, simplemente eso se justifique con un juicio político, con una declaración política.
Además, eso va contra la política mundial de Derechos Humanos. Eso va contra los acuerdos humanitarios. Colombia, si hiciera eso, tendría un enorme problema con la comunidad internacional. Y el Gobierno tiene que proteger la vida y los derechos de los ciudadanos que viven aquí y en otros países.
El otro tema es el de la infraestructura comunitaria de frontera, sobre lo cual ya nos hemos expresado ampliamente.
Son unos puentes construidos por la comunidad hace muchos años, unos puentes que los utiliza la ciudadanía de frontera, que tiene un derecho natural, mucho más importante que el derecho legislado, a cruzar la frontera libremente y Colombia respeta eso. Porque un hermano vive en un lado de la frontera, el otro hermano al otro lado de la frontera; compran el arroz en un lado de la frontera, la carne al otro lado de la frontera; viven en un lado de la frontera, van a un colegio al otro lado de la frontera; viven en Venezuela, vienen a la Universidad de Pamplona, etc. Entonces, uno tiene que respetar ese derecho de los ciudadanos de hacer su vida en la frontera, a lado y lado de la frontera.
Por eso nosotros protestamos por las circunstancias de que se destruya infraestructura que es de la comunidad.
Ahora, si hay algún problema de narcotráfico o de contrabando, eso se examina entre los Estados que concurren a esa línea de frontera, sobre todo con un Gobierno como el Gobierno de Colombia que todos los días mantiene toda la disposición de enfrentar todas las expresiones del crimen.
El camino es acuerdos entre los gobiernos para enfrentar el crimen; no ir unilateralmente a destruir infraestructura que es de la comunidad.

Pregunta: Señor Presidente, nuestro acuerdo con su punto de vista es total, lo hemos expresado aquí en múltiples ocasiones. Pero, con todo respeto, permítame insistir: ¿cuándo se aplicará el acuerdo con los Estados Unidos que tan interesados nos trae porque sabemos que este va a ser el puntillazo final que le dé Colombia a esta tragedia que se llama el narcotráfico?
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Yo creo que ya se va implementando,  apreciado doctor Fernando; ya se va implementando.

Además, quiero decirle lo siguiente:
Yo tengo esperanza, fe, de que este acuerdo además nos va a dejar buena infraestructura para uso civil. Por ejemplo, una de nuestras aspiraciones es que ese acuerdo pueda servir para construir el aeropuerto internacional de Buenaventura, para uso dual: uso en la política contra los criminales y uso civil. Y seguramente en el futuro será el gran aeropuerto de uso civil de Buenaventura.
Tengo fe en que este acuerdo lo vamos implementando rápidamente.

Pregunta: Señor Presidente, ayer veíamos con mucha complacencia como todos los gremios de la producción y de los servicios en Colombia manifestaban su apoyo irrestricto, que es el apoyo de toda la gente que trabaja en Colombia, a esta posición del Gobierno colombiano, a este derecho a manifestar su soberanía en una cosa en que le va literalmente la vida que es la lucha contra el narcotráfico.
¿Queremos preguntarle si tuvo usted mismo apoyo ayer en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores y de la misma manera irrestricta y entusiasta que lo recibió de los gremios de la producción y de los servicios en Colombia?
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Usted sabe mi aprecio y mi gratitud con usted. Siempre lo menciono cuando hablo de pasos muy importantes que dio Colombia, uno de ellos la nueva Ley de Extinción del Dominio que tanto ha servido. Entonces, con ese aprecio déjeme decirle que yo estoy obligado a dar ejemplo en materia de aquello de reserva a las deliberaciones de la Comisión Asesora. No es el Presidente de la República el indicado para violar esa reserva.

Yo diría que sí ha habido un apoyo. Usted sabe que hay voces que se han expresado en público, disidentes, que en los medios de comunicación han hecho unas expresiones muy duras contra estas decisiones del Gobierno de Colombia. Nosotros no hemos entrado a discutir eso, pero yo diría que anoche,  en la Comisión Asesora, sí, hubo apoyo y en algunos casos un apoyo muy entusiasta.

Pregunta: Señor Presidente, esta lucha contra el narcotráfico tiene muchos factores, pero hay uno crucial, que es el tema de la famosa dosis personal que se nos planteó aquí con el sofisma del libre desarrollo de la personalidad. Ese macroconsumo es el que está volviendo la violencia a las grandes ciudades de Colombia. En eso están de acuerdo todos los analistas. Las cifras dramáticas de Bogotá, Medellín y Cali, donde está creciendo la criminalidad, toda esa criminalidad, está asociada con el microconsumo.

Señor Presidente, le faltan dos debates a esa reforma constitucional, y otra vez nuestra inquietud que el Congreso no se reúna y que el Congreso no tramite y que no tengamos este apoyo fundamental para terminar con el alcance de esa letal jurisprudencia de la Corte Constitucional, que introdujo la licitud en el consumo y en el porte de pequeñas cantidades de droga.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Así es, doctor Fernando. Pero yo confío en que el Congreso va a perfeccionar la tramitación del acto legislativo. Y es bueno, ya que usted me da la oportunidad de hablar del debate que se propone. Uno oye muchas voces en Colombia, y muy importantes, decir que el mundo está abandonando la política punitiva contra el tema de las drogas. Yo diría que el mundo la abandonó hace mucho tiempo y que ahora viene de reversa. El mundo hace mucho tiempo entró en esa tendencia de legalizar la dosis personal, lo cual finalmente ha hecho mucho daño.

Yo diría que la política punitiva no se puede abandonar, pero tampoco olvidar la política de salud pública. El error de este debate es querer, por uno, situarlo en el extremo de la política punitiva, y por otro, situarlo en el extremo de la política de salud pública, para esconder el ánimo de la legalización.
A mí me parece que eso hace daño.

He expresado lo siguiente, y anoche tuve oportunidad de decírselo a la Comisión de Expertos que está estudiando lo que tiene que ser la nueva política internacional de Colombia: a mi juicio Colombia necesita una política muy equilibrada entre la salud pública y lo punitivo en materia de droga.

Nosotros compartimos que uno no puede meter a los enfermos a la cárcel; que hay que rehabilitarlos, darles tratamiento médico, etc. Pero usted lo ha dicho,  aquí hay un problema de microconsumo que ha estimulado, o que está siendo estimulado por unos bandidos que distribuyen droga, corrompen a la juventud, la vinculan en la distribución en toda la criminalidad derivada y se protegen con la impunidad que surge de la dosis personal, porque esos distribuidores de droga van llevando dosis personal tras dosis personal.

Entonces, la Policía los registra, les encuentra una dosis personal y el juez de garantías dice: como les encontraron fue una dosis personal, yo no puedo ordenar la captura de este individuo. Eso no lo podemos permitir nosotros.

Antes este negocio era un negocio criminal de exportación. Hoy es un negocio criminal de exportación y de consumo doméstico. Y detrás de ese microconsumo hay toda esa cadena de distribuidores, hay todo ese camino que involucra a la juventud en la criminalidad, que nos hace enorme daño.
Por eso, es importante yo creo que dar tres pasos:

Primero paso, ya, aprobar en los días que faltan del período legislativo el acto de reforma constitucional.
Segundo paso, entrar al Congreso de la República en el mes de marzo y aprobar rápidamente la ley que lo desarrolle.
Tercer paso, que se lo hemos pedido a la Policía, a los fiscales, a los jueces en todo el país: que busquemos, a pesar de la legislación de hoy, cómo a aquella persona que va llevando una dosis personal tras otra dosis personal, no se le aplica la imputabilidad de la dosis personal, sino que se le pueda judicializar,  alegando que ahí se va presentando, en ese proceso adicional de una dosis personal a otra, se va presentando un fenómeno de distribución que es criminal.

Pregunta: Señor Presidente, ese problema de la inseguridad que trae consigo el tráfico de drogas, no se presenta solo en las ciudades. Aquí estamos asistiendo a cosas muy dolorosas. Por esas rutas hacia el Pacífico acaban de atacar 200 guerrilleros en el Cauca, horas después de un Consejo de Seguridad que usted presidió, al Ejército de Colombia y ahí asesinaron seis militares. Y unos días después atacan un bus indefenso con unas personas de la región e incineran a 7.
Eso es droga, señor Presidente, y Colombia está pagando ese precio. Lo está pagando otra vez con sangre y con lágrimas.

¿Cómo puede uno entender que nuestros socios de Unasur, lejos de comprender eso y de declarar a las Farc como la peor y más despreciable organización terrorista del mundo, hagan una especie de causa común con ella y sigan insistiendo en que Colombia está desequilibrando la región porque acepta la ayuda norteamericana para combatir esa droga?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Yo diría lo siguiente, doctor Fernando:
Primero, hay unos países de Unasur que han entendido nuestra situación; de alguna forma nos van apoyando. Yo creo que la presión ha cedido. Que algunos ni quieren entenderse del tema del acuerdo entre Colombia y Estados Unidos, porque además hemos sido totalmente transparentes, hemos procedido con incurable buena fe.
En una reunión, yo le dije al Presidente Lula (Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula): si el Brasil lo que está pidiendo es una garantía de parte de Colombia, tan pronto nosotros suscribamos el acuerdo, inmediatamente se lo enviamos. No solamente se lo enviamos al Presidente Lula, sino a todas las cancillerías. Y se publicó, claramente. Hoy todo ciudadano que quiera tener acceso al acuerdo con los Estados Unidos puede tener acceso a ese acuerdo.
Ahora, en lo político también hay que hacer un análisis: en el pasado, la comunidad internacional, Suramérica, nos daba palmaditas en los hombros, pero nunca se vieron exigidos a que nos tenían que ayudar a derrotar estos bandidos.
Este Gobierno siempre les ha pedido a estos países que no se puede permitir la presencia de estos bandidos en sus territorios. Y yo creo que eso es algo en lo cual ha sido muy insistente este Gobierno y que, entonces, ha llevado a algunos países de Suramérica a pensar que en realidad no basta con declaraciones de solidaridad con Colombia, sino que tienen que comprometerse a no albergar estos bandidos en sus territorios.
Cuando nosotros hemos conocido la presencia de uno de estos bandidos en alguno de estos países, inmediatamente hemos requerido para que se le capture, para que se le extradite, etc.
Y hay algunos gobiernos de la región que lo que quieren es la estatización de los medios de producción, la estatización de los medios de comunicación, eliminar las libertades y eliminar el emprendimiento; unos van poco a poco hacia esa dirección, otros más apresuradamente, entonces no les interesa que prospere el modelo colombiano.
Ese es un tema que hoy hay que entender que no se daba en el pasado: como se han presentado esos cambios de orientación de modelo, ese proceso de negar libertades en algunos países de la región, de negar el emprendimiento privado, de negar presencia de instituciones libres, de sistemas de libre empresa, de libertad en medios de comunicación. Entonces, les fastidia que un sistema de libertades como el sistema colombiano tenga éxito.

Pregunta: Señor Presidente, dijo usted que esas naciones o algunas de las naciones de Unasur están siendo tocadas por los efectos del narcotráfico. Nosotros vemos la cosa mucho más grave. México, claro no está en Unasur, pero México es parte de la comunidad iberoamericana de naciones, y México lo que tiene con el narcotráfico es un problema que se le sale de las manos. Ya trajo el Ejército, ya está haciendo convenios con los Estados Unidos, ya está apelando a todo, porque algunas ciudades como Ciudad Juárez, por ejemplo,  es una de las ciudades más violentas del mundo; la frontera se le salió de las manos. Centroamérica con los Maras es un infierno. Y el Brasil se ha convertido en el primer país consumidor de droga y las ciudades como Río de Janeiro y Sao Pablo están sitiadas por el hampa, hampa que, desde luego,  alimenta la droga, alimenta el narcotráfico.

De Venezuela ni hablar. Los índices de criminalidad en Venezuela son crímenes afrentosos en todas las regiones de Venezuela y en Caracas, en particular, Y esto es la droga. Y Ecuador va a ser una nación que también se descompone si no hace rápidamente un acuerdo con Colombia para combatirlo.
¿Le pregunto, señor Presidente, si a pesar de estas evidencias se mantiene una posición tan beligerante contra Colombia por su acuerdo con los Estados Unidos, como lo han advertido algunos miembros de la Unasur?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Le voy a hablar con nombre propio la parte positiva y, por supuesto, por mis deberes como Presidente de Colombia, sin referencias individuales en la parte negativa.
La parte positiva: nosotros hemos tenido la oportunidad de trabajar con algunos de estos países y nuestra Policía les está ayudando.

Por ejemplo, a México le hemos venido respondiendo todas las inquietudes sobre nuestras experiencias. Estamos trabajando con la capacitación de la Policía. Lo mismo en países como Guatemala. Estamos colaborando muy estrechamente con el caso de Panamá, colaboramos mucho con Costa Rica, estamos colaborando con Paraguay y, ya lo ha dicho usted, países cuyos gobiernos no hablan del tema pero que empiezan a tener unos índices de inseguridad alarmantes.
Hay casos de ciudades de la región que ya tienen 130 asesinatos por cada cien mil habitantes al año, cuando Bogotá tiene 19. Entonces, uno ve países de la región ya con índices de asesinatos, de secuestros muy superiores a Colombia.
Yo empecé el Consejo Comunitario del sábado en Cúcuta leyendo las estadísticas de la disminución de la violencia en Norte de Santander. Y eso es sorprendente, ver cómo está Norte de Santander y todas estas dificultades que se presentan en el lado de los hermanos venezolanos. No quiere decir que nosotros estemos en un paraíso, pero la política de seguridad nuestra va dando sus frutos.
Y también se ve en el sur del continente un terrorismo muy capaz, con el negocio de la droga. Por ejemplo, han sido capaces de tumbar en países muy potentes helicópteros de la Policía, etc.
Este es un problema muy grave. Este es un problema que si no se le enfrenta por parte de todos puede constituirse en una gran mancha que afecte el desarrollo del continente.

Pregunta: Hemos avanzado mucho, pero usted lo ha dicho también, siempre falta. Y hubo hace poco un acto del señor Ministro del Medio Ambiente y una declaración suya que nos llenó de estupor y tenemos que decirle también de un poco de indignación, cuando dijo que en materia de deforestación estábamos relativamente bien porque no estábamos perdiendo sino cien mil hectáreas por año.
Señor Presidente, estos malvados, fabricantes de cocaína y sembradores de coca, van a acabar con el país de nuestros hijos y de nuestros nietos. ¿Esa sola no sería causa suficiente para que la Unión Europea, los Estados Unidos, Unasur, la OEA, todo el mundo, nos apoyen en esta guerra contra el narcotráfico que está destruyendo una reserva irreparable de la humanidad?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Yo le pedí al Ministro que revisara esas cifras. A ver, qué vemos nosotros, que es bien importante para la política internacional de Colombia:
Empieza un nuevo énfasis en la política ambiental, en la política contra el calentamiento global, contra el cambio climático. La cita de Copenhague es una cita fundamental, donde Colombia está participando en el liderazgo para buscar ese nuevo acuerdo ambiental en Copenhague.

Hay sectores que han dicho que la lucha contra el narcotráfico en Colombia, por la fumigación en la erradicación, pugna con la lucha contra el calentamiento global. ¿Cuál es mi respuesta?
De ninguna manera. Si hay una solución que Colombia pueda aportar a la lucha contra el cambio climático es la protección de la selva. Colombia tiene, anoche se lo escuché nuevamente al doctor Mauricio Reina, más de un 40 por ciento del territorio que ha sido excluido prácticamente de la economía.

Colombia tiene un 11 por ciento del territorio en zonas de reserva. Colombia tiene un 52, 56 por ciento del territorio en selva. Preservar eso es una gran contribución de Colombia a la lucha contra el cambio climático. Y el gran enemigo de ese gran kilometraje que nosotros tenemos en selva es el narcotráfico.

Por eso, hoy cuando se piensa en ese flagelo del narcoterrorismo, que es bien difícil de separar en Colombia el narcotráfico del narcoterrorismo, cuando se piensa en ese flagelo hay que entender que nuestra lucha contra el narcoterrorismo no pugna con la lucha de la humanidad contra el calentamiento global, sino que se acompasa con esa lucha. Que nosotros, en la medida que derrotemos el narcoterrorismo, nosotros vamos a proteger esta selva que es el gran aporte de Colombia a la lucha contra el cambio climático.

Pregunta: Sabemos, señor Presidente, de sus limitaciones de tiempo, pero hay un tema en el que le rogamos a usted que nos dedique unos minutos. Usted habló de la Ley de Extinción de Dominio que, por sus instrucciones y con su ilustración, presentamos al Congreso y que el Congreso de Colombia aprobó y esa es la ley contra el lavado de activos más eficaz que se ha producido en el mundo entero.
Pero en Colombia no está funcionando, señor Presidente. Hay una conspiración contra esa ley. Y eso existe en la Fiscalía y en la ineptitud de la Dirección Nacional de Estupefacientes.
Y le voy a poner un ejemplo claro, que es sencillamente afrentoso: vamos a cumplir 3 años de haber descubierto las caletas de ‘Chupeta’, con 90 millones de dólares en billetes. Y esos billetes se están pudriendo en el Banco de la República, se están pudriendo no digo físicamente, eso no les va a pasar nada materialmente, pero allá están, sin producir un dólar y sin que esos 90 millones de dólares se puedan aplicar a las inmensas necesidades que el país tiene en la lucha contra el narcotráfico o en los otros frentes a los que usted decía.

No hay ninguna posibilidad, Presidente, que con la aplicación legítima de esa Ley, una sentencia de extinción de dominio dure más de seis meses. Ninguna posibilidad. Lo demás es corrupción.
Señor Presidente, vamos a perder esa guerra, no hemos sido capaces de hacer una reforma agraria porque la Fiscalía tiene más de 600 mil hectáreas incautadas en extinción de dominio, pero no hace absolutamente nada, señor Presidente. Ese es un cáncer para el país, un cáncer para la lucha contra las drogas, ¿no le parece?
Presidente Álvaro Uribe Vélez: Vamos por partes, doctor Fernando. Nosotros,  desde la Policía, hacemos todos los esfuerzos. Una de las razones por las cuales el Gobierno tomó la decisión de extraditar a los 14 cabecillas del paramilitarismo fue justamente esa: llevaban mucho tiempo aquí y no habían entregado sus bienes.

En enero del año 2007, yo tomé la siguiente decisión: dije, mire, no podemos esperar nosotros indefinidamente que estos señores entreguen los bienes. No vamos a proceder solamente esperando que se aplique la Ley de Justicia y Paz. Busquemos que se aplique también la Ley de Extinción de Dominio. Y se le dio la orden a la Policía de avanzar en la búsqueda de los bienes de estos señores y perseguirlos a través de la Ley de Extinción de Dominio, que  encontramos que es una ley que no se excluye, sino que se complementa con la Ley de Justicia y Paz. En eso ha avanzado la Policía nuestra. ¿Lo que pasa es que la Policía nuestra hasta dónde avanza?

La Policía nuestra hace unas pesquisas preliminares. Enseguida le pide autorización a un fiscal. El fiscal examina ese acervo probatorio. Si encuentra que ese acervo es sólido, entonces el fiscal autoriza la medida preliminar, la medida cautelar de interceptación del bien y a partir de ahí tiene que empezar la Fiscalía el proceso de ahondar en la investigación, para finalmente pedirles a los jueces de la República la sentencia de extinción.
Nosotros hacemos todo el esfuerzo en lo que nos corresponde, en esa etapa policiva. Y todos los días hablamos con Fiscalía y con jueces de la República sobre la necesidad de acelerar los procesos.
Voy a hablar nuevamente con el Ministro Fabio Valencia, con Estupefacientes.
Ahora, sobre esos escondrijos de los 90 millones de dólares ya mismo voy a preguntar qué pasa con esa sentencia. Pero nosotros venimos aplicando los recursos con un programa de vivienda sumamente ambicioso que avanza en Buenaventura y otro programa de vivienda sumamente ambicioso que avanza en la ciudad de Cali.
Pero usted tiene toda la razón, lo que podamos hacer para acelerar esas aplicaciones lo necesita el país.
Pregunta: Y es que daría la impresión, señor Presidente, que el Gobierno de Colombia abandonó la lucha contra el narcotráfico como una lucha de Estado. Me voy a explicar:

El Consejo Nacional de Estupefacientes es, después del Consejo de Ministros,  la organización que tiene más ministros como miembros de esa institución. Consejo Nacional de Estupefacientes. Ahí está la clave en la lucha contra el narcotráfico.

Aquí tengo la certificación, señor Presidente, que me dice que en este año, en el 2009, fuera del Ministro Valencia Cossio, que preside el Consejo Nacional de Estupefacientes, que asistió a la mitad de sus reuniones, fuera de él, ningún Ministro asistió a una sola reunión del Consejo Nacional de Estupefacientes. Asisten funcionarios de segundo y tercer nivel del Gobierno Nacional. Y tiene que ser por eso que ni el Procurador ni el Fiscal titulares volvieron. El Director del DAS, señor Presidente, que yo llamo el sepulturero del DAS, no ha ido a una sola reunión del Consejo Nacional de Estupefacientes.
Uno se pregunta: ¿se abandonó la lucha contra el narcotráfico como una política de Estado?

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Doctor Fernando, este es el Gobierno que introdujo la erradicación manual. Es el Gobierno que más resultados ha mostrado en esa incautación preliminar de bienes. Un Gobierno que ha extraditado más de mil personas. Es un Gobierno que ha avanzado muchísimo en eso. Es un Gobierno que es difícil encontrar un año en el cual se hayan asperjado o fumigado menos de 130 mil hectáreas. El año pasado se erradicaron manualmente más de 90 mil hectáreas. Ojalá este año podamos cumplir con las 70 mil hectáreas, que todos los días se nos está volviendo más difícil la erradicación manual y también la fumigación.
La erradicación manual por dispersión de los cultivos, mimetización con la agricultura comercial y por las minas antipersona, y la aspersión, por cultivos muy escondidos en las cordilleras y muy escondidos entre la agricultura comercial. Sin embargo, nosotros hacemos todo el esfuerzo. No en vano las cifras. A pesar de las discrepancias este año, la medición de Estados Unidos y la medición de Naciones Unidas dieron unas grandes reducciones.

Este país llegó a producir más de 700 toneladas de coca. Algunos hablan que llegó a producir 900. El año pasado, de acuerdo con los Estados Unidos, un informe reciente, se produjeron 295 y hubo una disminución del 25 por ciento en las áreas cultivadas.

Este año el Consejo de Estupefacientes ha tomado decisiones muy importantes, como la decisión de crear una agencia del Estado, parecida a aquella que maneja los bienes de dación en pago, que hace una agencia muy exitosa, parecida a Cisa, para trasladarle el manejo de todos los bienes de estupefacientes.
Si usted me preguntara un dolor de cabeza nuestro a lo largo de todo el Gobierno ha sido el manejo de los bienes de estupefacientes. Necesitamos un manejo institucional, totalmente institucional como el que ha hecho Cisa de los bienes de extinción de dominio, y trabajando en eso nos encontramos.

Voy a preguntarle al Ministro Valencia Cossio y voy a llevar al Consejo de Ministros el tema de quiénes están asistiendo al Consejo de Estupefacientes,  que yo aquí los he reunido en ocasiones para mirar temas cruciales, como la creación de la nueva agencia de extinción de dominio. Y la verdad es que en la Presidencia de la República no hay día que no nos ocupemos del tema. Es fundamental.
Ahora, hay unas entidades del Estado muy comprometidas. Por ejemplo, todo lo de erradicación manual lo manejan Acción Social y la Policía. Lo de fumigación lo maneja la Policía. Entonces, ahí hay una cosa que se llama la implementación del día a día, que no depende del Consejo.

Fernando Londoño Hoyos: Claro, señor Presidente, hay una visión de conjunto, hay una visión universal. A los problemas hay que dárselos. El Consejo Nacional de Estupefacientes es la sede para mirar todo eso, hay seis ministros de Estado que no asisten, el Procurador no asiste, el Fiscal no asiste, el Director del DAS no asiste.

Están haciendo otro manejo y usted tiene razón: los resultados en esta lucha son sorprendentes y las cifras en materia de producción de coca, que son mucho mejores que las cifras en materia de erradicación de cultivos. ¿Por qué razón? Pues, algún día tendrán que armonizar lo uno con lo otro. Pero lo cierto es que estamos produciendo menos cocaína y con esos menos desastres para el país.

Señor Presidente, si fuera por nuestros oyentes lo tendríamos aquí a usted el resto de la mañana. Sabemos que usted tiene un tiempo limitado y que si abusamos de ese tiempo limitado suyo no nos vuelve a pasar.
Entonces, para no perder esa oportunidad, me tengo que quedar con un mundo de preguntas por hacerle, porque con usted la conversación sería interminable y a cada pregunta y a cada inquietud siempre tiene usted buenas respuestas, amplias y transparentes, así como es su corazón, señor Presidente.
Entonces, salvo que usted me diga que dispone de tiempo, yo por mi parte y en un acto de cortesía elemental, le digo que tenemos que declararlo liberado de este gran esfuerzo que usted ha hecho para comunicarse con nuestra audiencia.

Presidente Álvaro Uribe Vélez: Yo se lo agradezco inmensamente, doctor Fernando, a usted, a sus compañeros que trabajan con usted diariamente en ese apostolado que es el Periodismo y la manera como usted lo ejerce, a todos los oyentes.

Es que tengo una agenda bastante estrecha. Pero coordinamos en estas dos semanas, con la ayuda de Dios, continuamos el temario, doctor Fernando. Toda mi gratitud y voy a llamar ya al tema del Consejo de Estupefacientes y de esa sentencia del dinero de los escondrijos de Cali.
Le agradezco inmensamente, apreciado doctor Fernando, a los oyentes y a sus compañeros y en estas dos semanas continuamos su temario.

Muchas gracias”.


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