Escuche Radio Nacional de ColombiaBoletín de Noticias - SP - Correo Presidencia Video Audio Ir al inicio Noticias Fotografía Mapa de Sitio
2002 - 2003 - 2004 - 2005 - 2006 -
2007 - 2008 - 2009 - 2010

Noviembre 2009
  Enero
  Febrero
  Marzo
  Abril
  Mayo
  Junio
  Julio
  Agosto
  Septiembre
  Octubre
  Noviembre
  Diciembre
L M M J V S D
            1
2 3 4 5 6 7 8
9 10 11 12 13 14 15
16 17 18 19 20 21 22
23 24 25 26 27 28 29
30            
 

Secretaría de PrensaNoticias 5629349

     
   
   
 
Noviembre 25     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la Tercera Cumbre Empresarial China-América Latina

Bogotá, 25 nov (SP). “Quiero agradecer inmensamente el honor y la oportunidad para Colombia de ser sede en esta gran ciudad de Bogotá, de este Tercer Encuentro entre los empresarios chinos y los empresarios latinoamericanos.

Agradezco la decisión que se tomó hace 13 meses, cuando nos reuníamos con el Presidente de China en Lima, para firmar con él el Acuerdo de Protección Recíproca de Inversiones, de que fuera Colombia el candidato a apoyar para esta sede de la tercera reunión.

Integración con China sin disparidades

Todos los países latinoamericanos tienen un inmenso interés en la integración con China. Unos han avanzado más en el comercio y en la inversión que otros. En alguna forma hay un interés muy elevado, pero unos avances dispares.
Si algo quisiéramos pedir en nombre de toda la región es que en ese proceso de integración con China todos podamos avanzar velozmente.

Por supuesto, hay diferencias: unos que tienen más materias primas demandadas por la economía China, que han avanzado más en minería, que tienen más hidrocarburos; otros que tienen unas economías más caracterizadas por la misma producción de manufactura de China, pero con menores economías de escala.
Tenemos que trabajar para ir superando todas esas diferencias y obtener un primer logro: que la integración de la América Latina con China sea una integración sin disparidades.

Por eso, quiero agradecer inmensamente la oportunidad de esta reunión. Agradecerle a la Asociación Nacional de Empresario de Colombia (Andi), a la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), a Proexport, a la Cámara de Comercio, a la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Agradecerle al Bureau de Convenciones. Agradecerle inmensamente al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Agradecer a todos los empresarios de la región y de China, a sus misiones diplomáticas, su presencia en Bogotá.

Pertenezco yo a una generación que la formaron en las bancas universitarias con una gran admiración y con una pretensión de mucha adhesión al pensamiento chino.

En mi época universitaria eran obligados como textos de filosofía, de economía, de ciencia política, todos los textos de Mao Tse Tung.

Recuerdo que un día, en una clase de Teoría del Conocimiento, el profesor nos dijo que después de leer las cuatro tesis filosóficas, el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, había renunciado a 30 años de formación filosófica en Platón, Aristóteles, Santo Tomás, San Agustín, Santa Teresa. Que tenía algunas nociones de Hegel, pero que abandonaba toda su vieja formación y adhería plenamente a Mao Tse Tung.

Recuerdo a mis compañeros de universidad en las bibliotecas, en las cafeterías, leyendo el librito rojo del Presidente Mao Tse Tung; leyendo las narraciones de toda la epopeya de esa larga, de esa larga correría. Leían poco a Confucio.

Yo leía todos esos temas, los estudiaba. Creo que fui muy aplicado en la clase, pero poco aplicado en la práctica, porque siempre he sido disidente, como disidente ha sido China frente a los valores que le han querido impulsar desde afuera.

Si ustedes me preguntaran: ¿cuál es mi mayor motivo de admiración a China? Yo les diría: el ejemplo que nos ha dado China de ser capaz de ser independiente frente a todo el mundo y, al mismo tiempo, de integrarse con todo el mundo. Es una gran lección que nos deja el proceso de China.

Y uno hoy mirando el tema de la dialéctica, retrospectivamente, encuentra que China la propuso en la filosofía y la practicó. Todavía es muy temprano para que los historiadores hagan un juicio completo sobre la transición que se empezó con Deng Xiaoping. Yo diría que eso tendrá que registrarse ante la historia como uno de los grandes acontecimientos.

Aplicó para el progreso de la humanidad el principio de la dialéctica, de la transformación. Y fue el primero en decir que la economía socialista no podía estar en un polo antagónico a la economía de mercado. Que la economía socialista se tenía que unir con la economía de mercado, porque el objetivo de la economía socialista no era el empobrecimiento, no era la distribución para mantener a la comunidad en condiciones de pobreza, sino la prosperidad colectiva, una gran prosperidad colectiva.

Diría yo que fue la primera ocasión en que escuchamos a un Jefe de Estado proponer esa integración entre la economía socialista y la economía de mercado. Fue la primera ocasión en que escuchamos a una potencia socialista decir que su objetivo no era igualar a la comunidad en la pobreza, sino obtener una gran prosperidad colectiva.

Muchos, muchos aspectos para destacar de la China milenaria, de su cultura, de todas sus transformaciones históricas, y para destacar de este último periodo.

Nuestros países tienen relaciones políticas estrechas, respetuosas con China. Están todos abiertos al comercio y a la inversión con China. Es algo bien importante.

Colombia ha sido un país profundamente respetuoso de las relaciones políticas con China.

Hemos querido avanzar en el comercio y en la inversión. Las cifras indican que si bien el comercio ha crecido mucho, todavía hay un gran desbalance. Porque no obstante que este año nosotros tenemos un gran decrecimiento del comercio internacional -nuestro comercio internacional este año, nuestra exportaciones pueden decrecer en un 20 por ciento- nuestras exportaciones a China crecen un 23 por ciento. Pero también las exportaciones chinas a Colombia continúan creciendo velozmente.

En pocos años hemos pasado de unas exportaciones colombianas a China de 120 millones de dólares, este año puede ser una cifra superior a los 700. Pero aquello que le compramos a China ha pasado de una cifra de 800 millones de dólares, este año puede ser superior a 4 mil 700 millones de dólares.

Y en esa contabilidad no se incluye lo que llega de producción China a través de terceros países, como todo el producto chino que a Colombia llega a través de la zona libre de Colón, en la hermana Panamá.

Integrar mejor las economías

Nosotros somos conscientes de este crecimiento, lo apreciamos, y también mantenemos preocupación por el desbalance. Pero pensamos que el desbalance se corrige no frenando el comercio, sino buscando cómo integramos mejor las economías.

A eso los queremos invitar. Que cuando miremos las cifras no esperen de nosotros una reacción para decir: el desbalance nos obliga a ser restrictivos, pero si esperen de nosotros una reacción para pedir que integremos mejor las economías, a ver cómo, a partir de esa integración, vamos corrigiendo el desbalance.

Hemos avanzado en inversión, por supuesto, pero falta mucho. Hay inversión importante de China en petróleo, en Colombia. Creo que han encontrado un país transparente; han encontrado un país con una política de instituciones; una política que no se maneja por lo que piensa una persona un día o al siguiente, sino una política sólida, radicada en instituciones.

En estos años, la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol) ha pasado a ser una empresa con poco reconocimiento mundial, a ser una empresa hoy con un gran reconocimiento mundial, que se ubica como una de las primeras 30 empresas de hidrocarburos en el mundo.

Colombia tiene mucho interés en que siga esta integración con China, en que siga este flujo de inversión china, en que se acentúe.

Energía

En materia de energía, las posibilidades nuestras son muchas. Nosotros tenemos grandes posibilidades en biocombustibles y otras energías alternativas. Y grandes posibilidades en el proceso de exportación de energía y de integración energética con toda la región.

Colombia no producía biocombustibles. Hoy produce millón 50 mil litros diarios de etanol, a partir de caña de azúcar; millón 800 mil litros de diarios de biodiesel, a partir de palma africana.

Dos anotaciones importantes, apreciados visitantes: nosotros, para producir biocombustibles, no necesitamos afectar la selva, a lo cual me referiré en la parte final de esta intervención, y tampoco necesitamos afectar la seguridad alimentaria.

En la parte oriental del país, en lo que llamamos nuestra Orinoquía, esa franja de Colombia que va desde la Cordillera Oriental al río Orinoco, Colombia tiene 180 mil kilómetros de sabana. Y en esos 180 mil kilómetros de sabana puede darse un gran crecimiento de seguridad alimentaria, con una visión internacional, y un gran crecimiento de biocombustibles, solamente utilizando la sabana, sin tocar para nada nuestra selva.

Y tenemos posibilidades muy grandes en energía solar, como país ecuatorial, y posibilidades muy grandes en energía eólica. Para todo eso hemos introducido formidables incentivos tributarios. Además, el país tiene un 60 por ciento de la capacidad instalada de generación de energía, en energía hidroeléctrica, y tiene una posibilidad, en los próximos años, de desarrollar otros 50 millones de kilovatios de energía hidroeléctrica.
Recientemente, se adoptó una nueva política de promoción de generadores. Esa política otorga a los generadores de energía el tratamiento de zona franca.

Ese tratamiento les da grandes estímulos tributarios.

La tarifa de renta de renta ordinaria en Colombia es del 33 por ciento; en zona franca del 15 por ciento. El IVA general en Colombia es del 16 por ciento; en zona franca no se paga IVA.

Además, estas zonas francas de generación de energía, como todas las zonas francas que se instalen en Colombia, tienen la posibilidad de acceder a contratos de estabilidad sobre las reglas del juego por 20 años con el Gobierno Nacional.

En el momento se han asignado procesos para instalar otros 4 millones de kilovatios en Colombia en los años que vienen. Sabemos del interés de las empresas chinas de participar en Hidrosogamoso.

Como lo decía esta mañana a ustedes, muy distinguidos representantes de las empresas chinas, aquí pueden contar con la transparencia en esos procesos de estudio y de adjudicación de licitaciones. Encuentran un país totalmente transparente, un país que da toda la claridad en las reglas de juego y que da un tratamiento igual a todos los proponentes.

Además, Colombia es un gran centro para producción y distribución de energía. Estamos totalmente integrados con el Ecuador. Hemos construido la segunda línea. Confiamos en que al mejorar todas las condiciones de integración con Ecuador y Perú, estemos totalmente interconectados hasta la Patagonia.

Tenemos también interconexión importante con Venezuela. Colombia es miembro del Plan Panamá-Puebla y ya se ha culminado el acuerdo para poder construir la línea de interconexión de Colombia a Panamá.

Y estamos estudiando el cable submarino de conducción de energía eléctrica, para poder proveer del fluido a República Dominicana, a Puerto Rico y a las naciones del Caribe.

En todo esto necesitamos una gran integración latinoamericana y necesitamos la participación de China. A ello los queremos invitar.

Infraestructura

Como lo ha dicho el señor Alcalde (Samuel Moreno), Colombia está en un proceso bien importante de construcción de infraestructura. Sabemos que la falta de infraestructura afecta la competitividad de Colombia.
Esta ciudad de Bogotá es un prodigio. Es difícil para un estudioso imaginarse cómo está ciudad, que a pesar de estar ubicada en la meseta más grande y más bella de la Cordillera de Los Andes, ha logrado tanto progreso con las distancias.

Esta ciudad tiene 580 kilómetros de distancia al Pacífico. La Paz, la capital de un país que no tiene costas, solamente tiene 540 kilómetros de distancia al Pacífico. Bogotá tiene 580 kilómetros. Pero estamos construyendo una autopista con los túneles en proceso de construcción en todos los tramos.

Y esta ciudad tiene mil kilómetros de distancia al Caribe. Está abierta la licitación. Se estudió con la agencia financiera del Banco Mundial. Queremos, necesitamos la participación de las firmas latinoamericanas y de las firmas chinas en esa licitación que está en pleno proceso.

Al aterrizar a Bogotá, en Bogotá ustedes habrán notado que el aeropuerto está en pleno proceso de modernización. Hemos construido, con la nueva concesión, las zonas de cargas más modernas del continente.
En los próximos días empezará la construcción de los nuevos edificios, y una vez esté construida la primera parte de los nuevos edificios, será demolido el viejo edificio.
Es que el mundo avanza.

Hace 50 años, cuando se inauguró, después de que lo construyó el ex presidente Gustavo Rojas Pinilla, abuelo del señor Alcalde, el edificio del aeropuerto en general guardaba toda la proporción con su nombre: El Dorado. Era, ha sido un dorado. Pero el mundo avanza. La ciudad, el país, el mundo se ha trasformado inmensamente.

Por eso ahora nos vemos en la obligación de demolerlo y está contratada la construcción de un nuevo aeropuerto.

Y el país en eso avanza mucho. El año pasado adjudicamos una concesión grupal de aeropuertos. Se la ganó un consorcio del cual participa una empresa china. Y este año estamos en el proceso de otras concesiones grupales de aeropuertos.

El país ha tenido dificultades para los ferrocarriles, por la Colombia andina. Pero hay un gran avance en ferrocarriles de carga que se están reconstruyendo, y hay proyectos de gran importancia.

Celebramos el interés de China en el río Magdalena. Cuando vino el Vicepresidente chino (Xi Jinping), en visita que nos honró mucho en febrero de este año, hablamos con él sobre la necesidad de que China se integre al proceso del río Magdalena.

Quiero informar a ustedes que está abierta la licitación para las obras del Canal del Dique, que constituyen obras muy importantes en el proceso de recuperación total del río.

Esas obras, además, están llamadas a generar un impacto muy positivo en la Bahía de Cartagena, a través de la disminución de los sedimentos que se constituyen en una gran amenaza a la Bahía de Cartagena.

La licitación está abierta. Invitamos a participar en esa licitación sobre las obras del río a las empresas chinas y a todas las empresas de los hermanos latinoamericanos.

Como ven, nosotros tenemos un gran atraso en infraestructura. Pero en esta época de crisis de la economía mundial, adelantar el desatraso se constituye en una gran oportunidad.

Integración con Asia

Queremos que China nos ayude a toda la integración con el Asia. El proceso ha sido lento. Unos países latinoamericanos van mucho más adelante en la integración con el Asia. Nosotros no. Y uno quisiera que fuera más veloz.
Diría yo que algo que no comprendemos los latinoamericanos es el sentido de los tiempos de los asiáticos. De pronto aquí queremos hacer las cosas muy rápido, pero también desistimos muy rápido.

Ustedes de pronto las hacen solidamente, pero se demoran mucho tiempo. Yo les propondría que las hagamos con la solidez con que ustedes quieren y lo han hecho históricamente, pero más rapidito. Porque aquí tenemos muchas dificultades que tenemos que superar rápidamente.

En sus memorias, Bertrand Russell (Bertrand Arthur William Russell), el gran matemático y filósofo inglés cuenta que estaba un día reunido con un profesor chino y el profesor chino le hizo muchísimas preguntas. Era el año 1950. Preguntas sobre toda la participación inglesa en las guerras mundiales, sobre lo que había sido el proceso liderado por Sir Winston Churchill (Primer Ministro del Reino Unido).

Dice el filosofo y matemático Bertrand Russell que él contestó todo de acuerdo a sus conocimientos, y que se sintió mal porque él nada le preguntaba al profesor chino. Y le preguntó al profesor chino, en 1950: ‘Profesor, ahora dígame, ¿usted que opina de la Revolución Francesa?’.

Y el profesor chino le dijo: ‘Es muy temprano para emitir una opinión sobre la Revolución Francesa’. Y aquella conversación era en 1950.

A raíz de esa conversación, Bertrand Russell hace unas bellísimas y profundas disquisiciones sobre el sentido de los tiempos del Asia, sobre el sentido de los tiempos de China. Pero ayúdenos, porque nosotros en Latinoamérica, en Colombia, tenemos unos atrasos que necesitamos corregir con algo de afán.

A eso también quiero invitarlos, porque hay muchos procesos de inversión, muchos procesos de integración que toman mucho tiempo. Ojalá podamos avanzar más rápidamente.

Entre el 2004 y el año pasado, cuando con el Presidente Hu Jintao (Presidente de la República Popular de China), firmamos el acuerdo, entre 2004 y 2008 lo negociamos.

Y ahora hemos cerrado y firmado también el Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones con India. En los próximos días empezaremos las negociaciones de comercio con Corea y Singapur.

¿Qué queremos? ¿Qué necesitamos? Que China nos ayude para integrarnos plenamente al Asia. Y que nos ayude para integrarnos plenamente al Pacífico.

Colombia aspira que una vez se levante la moratoria para el ingreso de nuevos países a la Asociación de Países del Pacifico, nosotros seamos parte. Tenemos mil 300 kilómetros de costa sobre el Pacífico.

Los países latinoamericanos del Pacifico han reiterado, en México, esta semana, su decisión de crear un acuerdo de integración económica desde México hasta Chile. Todos, todos han reiterado esa voluntad. Eso nos puede ayudar para un mejor entendimiento con el Asia.

Seguridad

Llegan ustedes a un país que ha hecho un gran esfuerzo por superar un problema histórico de inseguridad. Este país tiene que hacer una reflexión ahora que estamos en el Bicentenario de la Independencia: Colombia ha tenido buenos gobiernos, buenos líderes, buenas políticas públicas, muy buenos empresarios, muy buenos trabajadores. ¿Y por qué no ha tenido suficiente progreso?
Seguramente historiadores, sociólogos, economistas darán muchas explicaciones.

Yo he querido proponer que se estudie un tema:

No hemos podido vivir en paz. En el siglo XIX apenas tuvimos 7 años de paz y en el siglo XX, escasos 40 años de paz.

La generaciones vivas, desde 1940 hasta la fecha, no han vivido un solo día de paz.

Para que el siglo XXI sea un siglo del desquite para la prosperidad colectiva de este país, tiene que ser un siglo de seguridad.

Destaco el respeto, la comprensión que hemos tenido del Gobierno y del pueblo chino a nuestra política de Seguridad Democrática.
En múltiples ocasiones hemos hablado del tema con el Gobierno de China. Esta política que lleva 7 años y 4 meses, ha contado con toda la comprensión y el respeto de ustedes.

Sea hoy la oportunidad, teniendo como testigos a estas delegaciones de los países hermanos de América Latina, de expresar, en nombre de los colombianos, nuestra gratitud al pueblo y al Gobierno de China por su comprensión, durante todos estos años, a nuestra política de seguridad.

Necesitamos mantener ese apoyo y esa comprensión. Porque como muy bien lo ha reiterado hoy usted, señor Vicepresidente (de China, Xi Jinping), la seguridad, la paz, son pilares irrenunciables para la prosperidad.

Confianza en la inversión

Colombia es un país que ha generado mucha confianza en la inversión.

Este año, la Inversión Extranjera Directa en el mundo ha caído un 44 por ciento. En Colombia ha caído un 11 (por ciento), mucho menos que en el mundo. Pero la caída en Colombia es a partir de un pico muy elevado; el año pasado Colombia registró la mayor inversión extranjera en su historia: 10 mil 574 millones de dólares. Este año confiamos no estar por debajo de 8 mil, 8 mil 300, 8 mil 500 millones de dólares.

Pero, además, la tasa general de inversión ha dado un buen salto en Colombia. Ha pasado de unos años de una tasa de inversión del 12-14 por ciento sobre el PIB, en los últimos años ha oscilado entre el 24 y el 28 por ciento.
En el primer semestre de este año, la tasa de inversión estuvo en el 25,9 y confiamos que la participación china nos ayude a crecer esa tasa de inversión.

Estamos próximos a que la Alcaldía de Bogotá abra una licitación muy importante: la licitación para el metro de esta ciudad, que habrá de complementar lo que esta ciudad viene haciendo por la iniciativa de un gran alcalde, Enrique Peñalosa, y los esfuerzos de sus sucesores. Un sistema modelo de transporte masivo, el Transmilenio, que hoy se replica en nueve ciudades colombianas.

El metro de Bogotá vendrá a hacer parte de esa gran revolución del transporte colectivo en esta ciudad.
Y estamos también próximos a abrir licitaciones con la Gobernación de Cundinamarca, que ejerce un gran liderazgo, para el tren de cercanías.

Queremos invitar a China a participar en todos estos procesos, y tienen la seguridad de toda nuestra transparencia institucional.

Política social

Este país está avanzando en lo social.

Muy apreciados visitantes, en estos años hemos hecho el esfuerzo de que la política de seguridad esté acompañada de la política social.

Hemos derramado un Impuesto al Patrimonio, que ahora, con el generoso consentimiento de los sectores más pudientes del país, se va a prorrogar en el Congreso de la República, para que Colombia pueda decir que a tiempo que financia la seguridad, también avanza en lo social.

Este país, en los últimos años, ha pasado de tener una cobertura en educación básica del 78 (por ciento); está llegando al ciento por ciento. En educación media era del 57 (por ciento); estamos superando el 80 (por ciento).

En 2002 graduamos 414 mil bachilleres; este año tenemos 737 mil estudiantes en el último año de bachillerato.

La cobertura universitaria ha pasado del 22 (por ciento) al 25 por ciento; teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios, estamos llegando a millón 700 mil.

Este país tiene una institución muy importante, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), financiada por dos puntos de la nómina que pagan los empresarios.

Esa institución es abierta a la formación vocacional de todos los colombianos. Formaba un millón 100 mil colombianos; este año forma 6 millones y medio de colombianos.

Ya tiene un millón de estudiantes aprendiendo inglés a través de Internet. Esperamos que en no mucho tiempo tenga un millón de estudiantes aprendiendo mandarín a través de Internet. Y las nuevas generaciones están mirando con todo el entusiasmo a Asia. Reconocen ese gran milagro asiático.

Este país, con un PIB per cápita de escasos 4 mil dólares, todavía con acentuadas diferencias en la percepción del ingreso, todavía con alta pobreza y con alta miseria, ha logrado llevar al seguro de salud a 41 millones de ciudadanos, de un total de 46 millones de ciudadanos.

Ustedes, apreciados visitantes, pueden tener la certeza de que Colombia avanza en seguridad con valores democráticos, en inversión, en generación de confianza y, también, en la construcción de cohesión social.
Tendremos mucho gusto, todos los aquí presentes, de ir con todas nuestras energías a ExpoShangai. Le asignamos toda la importancia.

Y muchas gracias, señor Vicepresidente, por su mención de los Juegos Olímpicos en esta América Latina, en Brasil, sede que tanto orgullo nos genera. Colombia también será la sede de la Copa Mundial Sub-20 en el año 2011, para lo cual nos estamos preparando con todo el entusiasmo.

Muchos países latinoamericanos han reconocido el carácter de economía de mercado de la economía china.
Los colombianos no nos negamos a examinar este tema con ustedes. Simplemente pedimos que en consideración a especiales dificultades económicas, y también al hecho de que muchas de las mercancías chinas entran a nuestro país no en el comercio directo sino a través de terceros, estudiemos especiales condiciones para poder hacer ese acuerdo que queremos hacer; encontrar con ustedes cuáles serían las reciprocidades y las seguridades que tendríamos al declarar, como lo han hecho muchos de los hermanos latinoamericanos, a China como economía de mercado.

Lucha contra el calentamiento global

Encuentran ustedes un país que ha hecho y hará grandes esfuerzos para contribuir en la lucha del mundo contra el cambio climático. Este país tiene 460 mil kilómetros de selva amazónica. En total tiene casi 600 mil kilómetros de selva; entre el 52 y el 56 por ciento del territorio está en selva.

Nuestra mejor contribución a la lucha contra el cambio climático es proteger la selva. El gran enemigo de la selva es el narcotráfico. De ahí que nosotros pedimos que se relacione el narcotráfico como un gran enemigo del medio ambiente, como un factor que contribuye al calentamiento global y que se opone al éxito de esa lucha.

Este país ha hecho los mayores esfuerzos y necesita todos los días las mayores efectivas solidaridades.
La administración del Presidente Virgilio Barco tomó una decisión sabia: reconocer la propiedad de las comunidades indígenas colombianas en buena parte del territorio. Y eso es una gran garantía para que no se destruya la selva colombiana.

En este Gobierno hemos introducido la política de Familias Guardabosques. Noventa mil familias rurales de Colombia han hecho pacto con nosotros para que cuiden la selva, eviten su destrucción, mantengan las áreas libres de droga, y se les paga una suma anual y el proceso está bajo la vigilancia de las Naciones Unidas.

Colombia aporta el 0.5 del PIB (Producto Interno Bruto) del mundo y aporta menos, proporcionalmente, a las emisiones: el 0.37.

Mientras en el mundo el promedio hoy es de más de 500 toneladas de emisiones por cada punto del producto, en América Latina, 290; en Colombia, 250 toneladas. Pero queremos todavía mejorar más.
Estamos dispuestos a acudir a Copenhague a hacer todos los esfuerzos para que de allí salgamos con unos acuerdos exitosos que le salven el planeta a las nuevas generaciones.

Sepan ustedes esto: las diferentes decisiones de Colombia han llevado a que este país tenga hoy el 11 por ciento del territorio en zonas de reserva. Y si a eso se le suma las zonas entregadas a las comunidades indígenas, los derechos reconocidos a las comunidades afrocolombianas, más del 40 por ciento del territorio de Colombia ha sido excluido de transacciones comerciales.

He ahí, pues, una gran disposición de Colombia de contribuir en la lucha contra el calentamiento global.
Ustedes encuentran en Colombia muy buenos empresarios, muy buena gerencia, muy buenos trabajadores. Encuentran con quien desarrollar sociedades.

Todos los países que han invertido aquí y han desarrollado sociedades viven contentos de los socios colombianos que han encontrado. Encuentran transparencia en las instituciones.

Hace pocos días, en la ciudad de Cartagena, abordé un bus de turismo con mis compañeros de Gobierno. Y me llamó la atención un bus con un vidrio panorámico hermoso, muy confortable; un aire acondicionado potentísimo, con un tablero todo digitalizado. Y empecé a conversarle al conductor, profesional, y me dijo: ‘No, es que yo compre este bus’. Le pregunté: ‘¿Y por qué te entusiasmaste?’. Y me dijo: ‘Porque aquí antes ya no venían casi turistas y hoy vienen mucho’. Tenía al día las cifras del Ministro Plata (Ministro de Industria, Comercio y Turismo Luis Guillermo Plata).

Este país, mientras el mundo entero está decreciendo este año un 12 por ciento en el turismo, en Colombia aumenta el 9 por ciento.
Y confiamos pasar de cero a un millón de visitantes a través de los cruceros del Caribe, en nuestras ciudades del Caribe.

Él tenía todas esas cifras. Me las recordaba el conductor y me dijo: ‘Por eso compré el bus’. Y le dije: ‘¿Y tenía la cuota inicial?’. Y me dijo: ‘No. Es de fabricación China, me lo financiaron. Me costó 26 millones de pesos menos que otras opciones’. ‘¿Y ha resultado bueno?’. Y me dijo: ‘Hasta ahora muy bueno’.
El hombre estaba feliz.

Este país vendía 60 mil motos. Este año estamos muy preocupados por el descenso en la venta de motos. Pero ocurre que es que habíamos dado en pocos años el brinco de 60 mil motos a 500 mil motos. Y por todas partes encuentran ustedes las motos chinas.

Y eso está muy bien.

¿Saben qué queremos? Verles a esas motos chinas más partes latinoamericanas, mas partes de Colombia.
Que cuando yo tenga la posibilidad, o alguien de mis compatriotas, de tener un diálogo semejante con conductores y dueños de estos buses, en la conversación ellos puedan agregar alguna cosita y nos digan: ya este bus tiene un porcentaje latinoamericano colombiano integrado muy, muy considerable. Eso aspiramos.

Ese conductor no había leído a Mao Tse Tung, como lo leyó mi generación, pero sí mucho a Confucio. Y me dijo: ‘No, Presidente. Yo en este bus me conseguí una varita de pescar. Y estoy muy contento porque yo no pido que me den pescado pero sí que me den la oportunidad de sacar pescado. Y en este bus voy bien’.

Avancemos en esta integración, a ver cómo entre todos nos proporcionamos varitas de pescar de aquellas de las cuales hablaba Confucio.

Muchas gracias”.


  Compartir