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Octubre 29     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe en el ‘Congreso Evolución de las Redes de Protección Social en América Latina’

Cartagena, 29 oct (SP). “Este es un programa que emociona mucho. Oírlos a ustedes, verlos a ustedes, lo llena a uno de fe y de energía en Colombia. Los quiero felicitar de todo corazón.

Permítanme hacer un poquito de recorderis para ubicarnos en la Red Juntos. Diría yo al oído de los distinguidos visitantes internacionales algunas cosas: cuando empezaron los Estados Unidos y Colombia tenían el mismo ingreso per cápita. Hoy la diferencia es abismal.

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial teníamos el mismo ingreso per cápita de algunos países asiáticos; hoy nos superan con creces. Cuando terminó la Guerra de Corea teníamos el mismo ingreso per cápita de Corea del Sur; hoy nos superan con creces.

Colombia es un país que ha tenido mejor liderazgo que resultados, ha tenido mejores gobiernos y mejores políticas públicas que resultados. Uno se pregunta por qué no hemos alcanzado la prosperidad que habrían merecido las series de buenos gobiernos de Colombia.

La constante histórica de la violencia

Hace una semana aquí en Cartagena, en el seminario introductorio al Bicentenario sobre historia, nos propusimos ir destacando una buena política pública de cada gobierno en la historia de Colombia. Y preguntarnos por qué un país gobernado por — para no citar si no algunos, que nos acompañan desde la historia—, Bolívar, Santander, por Núñez, Rafael Reyes, Pedro Nel Ospina, López Pumarejo, Olaya Herrera, tan buenos líderes, no ha tenido la suficiente prosperidad. ¿Por qué llegó a una pobreza del 60 por ciento? ¿Por qué llegó a desempleo del 20 por ciento?

La verdad es que hemos tenido mucha violencia. Violencia en la conquista, en las guerras de la independencia, entre los nuestros. Todo el siglo XIX fue de violencia. En el siglo XX apenas tuvimos 40, 42 años de paz.

En el siglo XIX —refiriéndome al historiador doctor Rodolfo Segovia—, hubo unos años de paz del período de Rafael Núñez, el gran Presidente cartagenero. Una gran expresión del Cribe colombiano que nos dejó una gran lección para la historia, que la espontaneidad caribe no es desorden, sino todo lo contrario, orden, disciplina.

Y ese período muy corto del Gobierno de Núñez, de relativa paz, un período que permitió que florecieran industrias en Cartagena, en Barranquilla y que empezará a florecer la caficultura en la Colombia andina. Pero fue un período muy corto y entonces las guerras civiles que habían terminado renacieron.

Vino la Guerra Civil de 1985, la Guerra de los Mil Días, que en realidad fue de mil 128 días, que terminó con 100 mil muertos en la época. Y terminó con los pactos de paz de septiembre, octubre y noviembre de 1902. Un país postrado, deprimido y con la separación de Panamá de 1903.

Y tuvimos unos años de paz, en esos años de paz prosperó la industria, prosperó la agricultura.

El país iba por una gran prosperidad industrial. Y cuenta, por ejemplo, el historiador barranquillero Eduardo Posada Carbó que en 1915 Barranquilla era un centro fabril exportador exitoso y decayó por la Guerra Mundial. Se nos cerraron los mercados de exportación de la época, pero vivíamos con relativa paz en Colombia. Hace parte de esos 40, 42 años de paz del siglo pasado.

Destellos de progreso y de nuevo violencia

Y allí hubo destellos de progreso. El Gobierno del general Reyes avanzó mucho en infraestructura; el Gobierno de Pedro Nel Ospina invirtió los 25 millones de dólares que los Estados Unidos pagaron por indemnización de Panamá en un conjunto de obras públicas importantes.

El Gobierno de Alfonso López Pumarejo fue un Gobierno que le encontró salida a las grandes contradicciones sociales, que modernizó ampliamente al país.

Pero en los principios de los años 40 empieza la violencia, óigase bien apreciados visitantes internaciones. Situémonos hacia atrás.

Principios de los años 40, empieza una violencia que no ha terminado. Que violencia entre los partidos que se supera con el Frente Nacional; que aparecen las guerrillas marxistas, que crecen; que aparece el paramilitarismo, que todos reúnen con el narcotráfico y es un recorrido de violencia sin pausa hacia la fecha.

Y el resultado es violencia, falta de prosperidad, falta de equidad social, enorme nivel de pobreza, enorme nivel de desempleo.

Lanzamiento de la Seguridad Democrática y sus avances

Nuestro Gobierno empieza en el entendido de que Colombia tiene una crisis histórica que hay que procurar superarla y lanzamos la política de Seguridad Democrática, pero entendimos que una de las razones del calificativo de democrática a esa política de seguridad era que fuera una política integral.

Y que se tenía que hacer acompañar de una política de promoción de inversiones y de una política social. Y van de la mano. Sin seguridad no hay inversiones y sin inversiones no hay maneras de recaudar los recursos para financiar la política social.

Pero a su vez, la política social se convierte en un gran validador de la política de seguridad y de la política de promoción de inversiones. Lo primero que quiero concluir es eso: se necesita de un todo —creo yo— de tres elementos inseparables, que son la seguridad, la promoción de inversión y la política social para que el país avance hacia la prosperidad con equidad y para que los colombianos adquieren más y más confianza en el país y para que la comunidad internacional tenga razones para confiar más y más en el país.

Ustedes conocen la política de Seguridad Democrática. Falta mucho pero hemos avanzado, indudablemente. Ahora hablaba con los compañeros de los Montes de María y me repetían lo que estamos viviendo allí que yo creo que es una situación bastante diferente a la que vivíamos.

A esta ciudad se le habían acabado los cruceros. Confiamos que este año a Cartagena y Santa Marta llegaran aproximadamente 400 mil pasajeros en cruceros.

El lunes estuve con la señora Alcaldesa (de Cartagena, Judith Pinedo), con el Alcalde de Santa Marta (Juan Pablo Díaz Granados) y con el Gobernador de San Andrés (Pedro Gallardo Forbes).

Fuimos un rato a la isla de Santa Lucia a reunirnos con las empresas de cruceros y han recuperado inmensa confianza en Colombia.

Avances que no se cuantifican

Creo que hay avances también de esos que no se cuantifican. Es que este país, apreciados visitantes, tenia una rata de 66, 68 asesinatos anuales por cada 100 mil habitantes; todavía tenemos 33, 34. Teníamos 4 mil secuestros al año; todavía este año llevamos unos 108, 110 secuestros extorsivos.

Hemos recuperado el monopolio del Estado para combatir a los violentos. Es algo bien importante, nunca se debió perder. Se ha desmantelado el paramilitarismo.

Las regiones de Colombia son testigos hoy que la única organización combatiendo la delincuencia es la Fuerza Publica, la organización constitucional.

Hay guerrillas fusionadas con el narcotráfico, bandas criminales el narcotráfico. Tienen una relación mafiosa. En unas partes del país se enfrentan por los dividendos del narcotráfico y en otras partes del país están aliados para repartirse esos dividendos.

Hemos recuperado otro monopolio, el de la justicia. Colombia tiene una justicia autónoma, independiente. Pero fiscales y jueces en muchas partes del país no podían actuar, eran usurpados por los líderes del terrorismo, guerrilleros, paramilitares. Se ha recuperado hoy esa vigencia de la justicia.

Reparación y democracia regional

Las victimas en Colombia no reclamaban, por temor, lo encontraban inútil. Hoy tenemos reclamos registrados de 270 mil victimas.

Estamos haciendo un esfuerzo para avanzar hacia la reparación. Sabemos que reparación total no hay, pero todo esfuerzo de reparación anula la venganza, el odio. Creemos que la más importante reparación es el derecho a la no repetición.

Que nada ganaríamos en hacer un esfuerzo de reparación si esta violencia no se frena totalmente, si no se les garantiza a las nuevas generaciones el derecho de no repetir esa violencia que ha consumido, que ha maltratado a tantas generaciones de colombianos.

Este es un país de libertades, de descentralización. Un país con 32 alcaldes de elección popular. Mil 102 alcaldes de elección popular, 32 gobernadores de elección popular.

Es un país en el cual, a pesar de todo lo que nos falta en materia de recursos, las regiones ejecutan el 52 por ciento del gasto público total del Estado. Un país que ha avanzado bastante en descentralización.

De los mil 102 alcaldes, 400 no podían atender en sus municipios sus obligaciones por las amenazas del terrorismo. Hoy todos están atendiendo sus obligaciones rodeados de las garantías de la Seguridad Democrática, independientemente del origen político de su elección.

Yo creo que hay algo que importante que quiero resaltar. Cuando los otros invitamos a los alcaldes y gobernadores a que participemos todos en estas acciones, es porque el Gobierno ha procurado un gran respeto y un gran entendimiento con todos los alcaldes y con todos los gobernadores sin detenernos en el origen político de su elección, sin reparar con ideas políticas.

Construir ese mínimo de entendimiento que es fundamental en la unidad de Patria y que da gobernabilidad en todos los niveles de la administración.

Los presupuestos públicos habían sido asaltados por el terrorismo, las regalías. Hoy los presupuestos públicos están protegidos por la Seguridad Democrática. Hoy la Seguridad Democrática es garantía de que no se van a robar el presupuesto público por ese camino. Otra cosa es que permitan corrupción.

Ese país había perdido muchísimo la libertad política. No por los gobiernos, que han sido muy respetuosos con los valores democráticos, sino por el avance del terrorismo.

Hoy yo creo que en todo el territorio se ha rescatado la posibilidad de ejercer libremente la política. Así lo acreditaron las elecciones de 2003, las elecciones de 2006, las elecciones de 2007 y las consultas que acaban de realizar algunos de los partidos políticos de Colombia.

Pero nosotros hemos creído que la seguridad hay que llevarla —como les decía—, de la política de promoción de inversiones y de la política social.

Detectamos dos problemas que había en Colombia en esa materia. Los ciudadanos decían: ‘¿Para que vienen los soldados y los policías si vienen y se van? Hacen presencia aquí dos semanas, y después llega la guerrilla y dicen: ¿Ah, ustedes le estaban ayudando al Ejército? Los asesinamos. Y después llegan los paramilitares y dicen: Ah, ustedes se entregaron a la guerrilla. Los asesinamos’.

Era un problema que detectamos. Hoy estamos procurando que la presencia sea permanente. Teníamos más de 400 municipios sin Policía; hoy todos tienen Policía.

Seguridad y política social van juntas

Y se ha presentado un fenómeno cultural bien importante en Colombia. A muchas generaciones, a mi generación la formaron en la idea de que había que trabajar era el instrumento social. Y la formaron en una gran indiferencia por el tema de la promoción de inversiones y en una gran resistencia, en una gran oposición, al tema de la seguridad. El tema de la seguridad se consideraba, no como lo debemos entender, como un valor democrático, sino que se consideraba como una postura dictatorial.

Hoy yo creo que hay un gran cambio cultural en Colombia, apreciados gestores, familia Juntos. Ustedes me corroborarán esto o lo rectificarán: las comunidades piden por igual hoy seguridad y política social.

A mí me asombra, para bien, en el diálogo con mis compatriotas que piden más Policía o una base militar, y más política social. Yo creo que se ha mutación en la conciencia colectiva bien importante, para entender cómo estas políticas tienen que ir de la mano las unas con las otras.

Y se nos presentaba un segundo problema: las Fuerzas Militares decían: ‘si, nos mandan allá, pero tienen que acompañarnos porque no hay carreteras, no hay escuelas, no hay política social’. Entonces desde un principio empezamos a trabajar ese acompañamiento.

Avances sociales

Lo primero que hicimos fue crear un nuevo programa en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, instituto de una gran historia, creado por la administración Lleras Restrepo (1966-70), muy fortalecido durante el Gobierno del Presidente Virgilio Barco (1986-90), que ha aumentado sustancialmente sus coberturas en nuestro Gobierno.

Ese instituto ha pasado de tener 5 millones de usuarios, hoy tiene 12 millones. Está ayudando a que Colombia rápidamente pueda decir que tiene total cobertura en nutrición infantil. Yo creo que es un gran avance, creo que es un orgullo para una democracia con tantas dificultades como la nuestra poder decir eso.

Entonces lo primero que hicimos fue crear un nuevo programa allí: alimentación para niños menores de 5 años, así no asistan a los Hogares Comunitarios. Y empezamos eso allí en los Montes de María y lo empezamos en Caquetá y en Arauca.

Como decía Diego (Diego Molano, Director de la Agencia Presidencial para la Acción Social) la crisis del 99 había llevado al país a hacer unos ensayos de política social: Familias en Acción, Jóvenes en Acción. Nosotros en los primeros pagos tuvimos 220 mil Familias en Acción, después se subió a 300 mil, rápidamente.

Pero era un programa transitorio, con una finalidad apenas transitoria. Lo que hicimos fue convertirlo en permanente. Por eso hace apenas cuatro años lo trajimos a Cartagena. Las dos primeras ciudades grandes, de más de 100 mil habitantes donde se incorporó el programa, fueron Cartagena y Quibdó.

Y empezamos a avanzar en esta política social.

¿Cómo hemos logrado la financiación, en un país con tanto déficit y con tanto endeudamiento? Porque una cosa es hacer política social donde hay un superávit primario o un déficit manejable o superávit o un bajo endeudamiento. Nosotros hemos tenido que financiar esto sin superávit primario, con un déficit que este año vuelve a ser alrededor del cuatro (por ciento), porque se nos aumenta por la crisis. Con un endeudamiento que estaba en el 48 por ciento del PIB, este año puede terminar en el 26.

Impuesto al Patrimonio

Esto se ha logrado financiar porque los sectores más pudientes de Colombia, con un impuesto que se llama Impuesto al Patrimonio, han financiado la Seguridad Democrática.

Eso nos ha permitido decir: hemos financiado la seguridad, no a expensas de la política social, sino en compañía de la política social. Por eso ahora cursa en el Congreso de la República un proyecto de Ley para prolongar en el tiempo el derrame del Impuesto al Patrimonio para poder seguir financiando la seguridad y al mismo tiempo la política social.

Y yo lo he dicho a esos contribuyentes, que son los sectores más pudientes de Colombia, les he dicho: ‘su contribución es un gran aporte a la democracia, a la armonía social, a la cohesión de país’.

Seguimos con dificultades en la financiación, pero para estos programas la única contabilidad es la que decía don Pepe Sierra. La regla de contabilidad de don Pepe Sierra era ‘tiene que haber’.

Hace pocos días me visitó a mí un ex ministro de Hacienda y me dijo: ‘hombre, en esta crisis, merme Familias en Acción’. Y le dije, ‘no me vaya a echar ese cuento. Para programas como Familias en Acción y la Red Juntos, la única regla contable mía es la de don Pepe Sierra’.

Me dijo: ¿cuál?

Le dije: ‘vea, para Familias en Acción, para la Red Juntos, mientras yo sea Presidente, la única regla contable es una regla de tres palabras: tiene que haber’.

Y otro me dijo: ‘hombre, Presidente, el país está muy atrasado en carreteras, mérmele a Familias en Acción y más platica para carreteras’. Ministros de Hacienda, colombianos ilustres.

Y le dije: ‘Ministro, no me haga hacer eso; lo que necesitamos es política social’. Un país nutrido, educado, con esperanza, construye carreteras. Un país frustrado en la miseria, así le construya carreteras, se encarta con ellas.

Entonces para nosotros esta política es muy importante también para proyectar el desarrollo económico del país. Y da mucho gusto ver el empeño de todos ustedes.

Empiezo por hacer un reconocimiento a Luis Alfonso (Hoyos) el anterior Director; a Diego (Molano), a todo el equipo. Este gran entusiasmo que muestran los gestores sociales, yo creo que hay que visibilizarlos. Invéntense con la Presidencia de la República un programita de televisión en el Canal Institucional, para que todos lo gestores sociales le vayan contando al país sus experiencias.

Y de pronto, no obstante, tan recargados y extensos que son los consejos comunitarios, de pronto también que haya un vocero de los gestores sociales que en los consejos comunitarios le vayan dando su testimonio del país.

Educación

Yo quiero contarles, apreciados integrantes de la comunidad internacional, algunos avances sociales en Colombia.

En educación. El país tuvo en algo así como 110 años o 120 años, tuvo 110 ministros. Una gran inestabilidad. Yo recuerdo, era Gobernador yo en el departamento de Antioquia —tenía ese inmenso honor—, y entraron en una junta que trabajaba el tema de educación con la Ministra de Educación, entonces la doctora María Emma Mejía.

Y eso iba muy bien- Ella concibió el Plan Decenal de Educación, que se acaba de revisar y de relanzar. Pero de la noche a la mañana se acabo eso porque la pasaron a la Cancillería.

Nosotros hemos tenido en esta oportunidad unos funcionarios muy buenos en el Ministerio de Educación, encabezados por una gran Ministra (Cecilia María Vélez), que han tenido la oportunidad de la estabilidad. Creo que es la primera vez que Colombia puede decir que tiene una Ministra de Educación que lleva siete años.

Yo le digo ‘prepárate, porque si los gobiernos que vienen piensan dos veces el tema, te dejan ahí hasta que mi Dios te llame’. El país para salir adelante debería condenar a la Ministra de Educación a una perpetuación.

Y ha logrado bastante en un proceso democrático muy bello. Este año ha tenido ocurrencia dos eventos democráticos, gran diálogo democrático: uno que evalúa y proyecta el nuevo Plan Decenal de Educación y otro sobre pertinencia.

Reducción del conflicto social

Y eso me lleva a esta afirmación: este país, con todo este proceso, tiene mucho debate político. Pero ha venido reduciendo poco a poco el conflicto social.

Debería ser este Gobierno que yo presido, por toda la leyenda que se teje sobre mí, ‘que Uribe dictador, que Uribe paramilitar, que Uribe fachista’. Voy a tener que hacer una colección de todo lo que se dice sobre mí. Debería ser el Gobierno con más paros de maestros y ha sido el Gobierno con el menos número de paros de maestros. Se ha venido logrando un gran entendimiento.

Hemos hecho unas reformas bien importantes como la de Ecopetrol. Con una oposición: ‘que Uribe neoliberal, que va a acabar con eso’. Lo que hicimos fue crecer enormemente ese Ecopetrol.

Hoy vi desde el avión allá donde estamos haciendo la Refinería de Cartagena, eso es lleno ya de trabajadores y de volquetas. ¿En qué dinámica? Gracias a esa reforma de Ecopetrol.

Pues bien. Miren, pruebas de que este país está disminuyendo el conflicto social. Acabamos de firmar una convención colectiva con los trabajadores de Ecopetrol a cinco años.

Ahí poco a poco vamos pasando de esas contradicciones antagónicas a un país con más armonía social. Eso hay que acelerarlo y la educación ayuda mucho.

Cobertura educativa y seguridad social

La Ministra presenta hoy un balance bueno: teníamos un 78 por ciento de cobertura en básica; estamos llegando al ciento por ciento. Cartagena está llegando ciento por ciento de escolaridad. Con un gran faltante de colegios; que allí hay otro programa para ponerse al día.

En la educación media estamos pasando del 57 por ciento de cobertura y ya estamos por encima del 80 por ciento.

Cuando empezó este Gobierno, Colombia graduó ese año 414 mil bachilleres. Este año en grado once tiene 737 mil. Teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios; tenemos más de millón y medio.

Yo creo que otra revolución ha sido la del Sena. Con la nueva cobertura de formación titulada en el Sena vamos a llegar a millón 700 mil estudiantes universitarios.

Ahora, nos falta mucho. Por ejemplo, cuando uno habla de Bienestar Familiar, de todos los grandes logros en el tema de nutrición infantil, hay un gran atraso, que es cobertura para educación de primera infancia, sectores pobres, niños menores de seis años. El país va a llegar apenas el año entrante a 400 mil. Allí tenemos un gran atraso. El Gobierno tiene que estar reivindicando en qué se ha avanzado y buscando dónde hay atrasos a ver cómo se sale adelante.

Yo veo esas discusiones en los Estados Unidos, que ojalá termine con un buen proyecto de Ley ahora en diciembre, porque tienen 50 millones de trabajadores sin seguro de salud. Un país con 44 o 47 mil dólares de ingreso per capita. Este país, con mucho menos, con UN ingreso per capita de 4 mil dólares, todavía con una gran inequidad distributiva, de 46 millones de habitantes tiene 41 millones de habitantes con seguro en salud. El país ha dado un gran salto en eso.

¿Que falta? Lo primero que falta es lo siguiente: los que están en Régimen Contributivo tienen un seguro que cubre mucho más eventos, un POS más completo. Los que están en Régimen Subsidiado un POS incompleto. Hay que nivelarlos.

Y se ha mejorado mucho la red hospitalaria del Seguro Social, la red hospitalaria pública, pero todavía nos quedan por reestructurar unos 450 hospitales públicos.

Redes de protección social

¿Qué buscamos con la red de protección? Históricamente los bancos multilaterales hablaban de las redes de protección para enfrentar crisis. Lo explicaba muy bien Diego. Nosotros entendimos que Colombia estaba en crisis y empezamos a estimular estas redes desde que llegamos al Gobierno.

Por eso, cuando aparece la crisis de la economía del año pasado, nosotros veníamos avanzando mucho en la integración de estas redes. A nosotros, por fortuna, gracias a Dios, no nos sorprendió la crisis de la economía impreparados.

Si apenas hubiéramos empezado el año pasado con la crisis de la economía, habría sido esto funesto. Por fortuna le habíamos puesto todo el acelerador desde que llegamos en 2002.

Pero hay un valor agregado. La idea nuestra es que estas redes no deben ser para resolver problemas de crisis, para operar como herramientas anticíclicas, sino para superar problemas de miseria, de pobreza y de inequidad distributiva.

Por eso hay que proyectarlas en un largo plazo para ir consiguiendo esos objetivos. Y también irlas ajustando para buscar cuáles son las metodologías más eficaces. Ese es un punto bien interesante.

Ahora, yo creo mucho en la Red Juntos y en su programa clave Familias en Acción. Si no fuera por eso, en este año de crisis de la economía, nosotros habríamos tenido una tremenda deserción escolar.

Y miren lo que ha pasado, la paradoja. En lugar de que se hubiera aumentado la deserción escolar a causa de la crisis de la economía, hemos continuado rebajando la deserción escolar.

Las universidades colombianas me dijeron en enero de este año: ‘Presidente, vamos a tener una catástrofe, con esta crisis de la economía nos va a derrotar la deserción. Y gracias a todo lo que se ha venido logrando con el Icetex, con la universidad pública, a pesar de lo que falta.

Hoy, por ejemplo, en las universidades públicas unos poquitos se atreven a decir que hay un gran avance. La mayoría dice: ‘no, necesitamos todavía mucho más’. Hemos logrado que siga aumentando la cobertura en lugar de que se incremente la deserción.

Y este aumento de cobertura se ha hecho sin afectar la calidad. Nos dicen: ‘ah, ¿ustedes van a doblar el número de bachilleres? Esperen cómo e les cae la calidad’.

Hemos logrado mantener la calidad a pesar de la masificación y empezarla a subir. Y hoy es el país latinoamericano que más expone a sus estudiantes a pruebas internacionales de calidad. Y después de México, el país colombiano que más exigente es con las pruebas domésticas de calidad.

Tenemos mucha confianza en este programa, mucho entusiasmo. Qué bueno que rápidamente toda esta energía de ustedes le diga al país ya tenemos en la Red Juntos millón y medio de familias. ¿Ya van cerca del millón, no? Me decían ahora. Ya pasaron los 950 (mil). En octubre 30 casi al millón? Eso entusiasma muchísimo.

¿Cuándo cree que podamos tener el millón y medio Diego (Molano)?

Ahora, esto tiene un gran efecto sobre la economía. Yo le digo a los economistas: hombre ¿por qué no van a una ciudad como Sincelejo?

¿Quiénes hay aquí de Sincelejo? ¿Cuántas Familias en Acción están pagando en Sincelejo? 24 mil en Sincelejo. En el tamaño de Sincelejo el día que pagan se reactiva la economía.

En Quibdó. ¿Quién está de Quibdó? ¿Cuántas tenés en Quibdó? Ocho mil. El día que pagan se reactiva la economía. En el tamaño de la ciudad de Quibdó, en el tamaño de la ciudad de Sincelejo, ese número de familias, el día que pagan, reactivan la economía. O sea que este es un gran reactivador de la economía, porque las Familias en Acción se gastan esa plata en vestuario, en calzado, en alimentación. Esto es un gran reactivador de la economía.

Aquí se encuentran la política social y la política económica. Y aquí se prueba el axioma de que la política social se constituye en un gran dinamizador de la economía vía demanda”.

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