Octubre 30

   
La vigencia plena de la Corte Penal Internacional en Colombia es una buena noticia, afirma Embajador en la Haya

"Colombia entiende la Corte Penal Internacional como una aliada en el fin de combatir la impunidad de ciertos crímenes. Siendo así y entendiendo la complementariedad como corresponde, no existe razón para apreciar la Corte con prevención o temor", afirmó el Embajador Lloreda

Bogotá, 30 oct (SP). “La vigencia plena de la competencia de la Corte Penal Internacional (CPI) en Colombia es una buena noticia”, declaró el Embajador de Colombia en los Países Bajos, Francisco José Lloreda Mera.l

El Embajador en La Haya, donde tiene su sede de la CPI, pidió recibir a la CPI como corresponde: reafirmando el compromiso del Estado como un todo contra la impunidad de los crímenes atroces.

“Colombia entiende la Corte Penal Internacional como una aliada en el fin de combatir la impunidad de ciertos crímenes. Siendo así y entendiendo la complementariedad como corresponde, no existe razón para apreciar la Corte con prevención o temor”, durante un encuentro internacional sobre el tema en la Universidad de los Andes, en Bogotá.

Lloreda Mera recordó que Colombia “contribuyó significativamente y desde un inicio a su creación”, y ratificó rápidamente el Estatuto de Roma, que creó el tribunal sin fronteras; y no ha ahorrado esfuerzos en criminalizar conductas que riñen con los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

“Combatir la criminalidad, entre ellos la de impacto universal, debe ser un compromiso ineludible de toda nación civilizada”, expresó el Embajador y añadió que “la internacionalización de la justicia penal, inherente ésta a los estados, es vital. No para suplantarlos en su obligación de reprimir el crimen, sino, para complementarlos”.

Subrayó que la creación de la CPI, que entra en vigencia plena en Colombia en noviembre próximo, resulta ser una conquista sin precedentes y responde al anhelo de cerrarle el espacio a la impunidad de los crímenes atroces.

Justicia y Paz

Lloreda Mera destacó la magnitud del proceso de Justicia y Paz que se desarrolla en Colombia y dijo que la Ley 975 de 2005 “no es perfecta, pero es única en su propósito de conciliar los anhelos de Paz y Justicia de una sociedad como la colombiana, y como tal, merece una oportunidad.

“Apostarle a su fracaso, sugerir que ha fracasado, además de equivocado, es una visión miope”, indicó.

Manifestó que “en momentos en que el grueso de los diecinueve procesos de Desmovilización, Desarme y Reintegración que hay en el mundo se soportan en la amnistía y el indulto, Colombia da un paso de avanzada en la búsqueda de un equilibrio entre Justicia y Paz. No existe un modelo de justicia transicional igual. La disyuntiva: unir esfuerzos para que sea exitoso, superando los escollos existentes o apostarle a su fracaso, aunque riña con los intereses del país”.

Por último, señaló que infortunadamente, los grupos armados ilegales que persisten en su acción criminal no han sabido comprender las ventajas del modelo de Justicia y Paz.

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