Corozal, Sucre, 12 sep (SP). “Celebro mucho que podamos inaugurar esta planta.
Quiero agradecer a todos los que han intervenido, el interés de las autoridades de Sucre, de sus autoridades, de sus congresistas, de sus representantes en el Gobierno; el interés de los agricultores, la determinación de los ministros de Agricultura.
Desde aquí hacemos llegar la voz de gratitud al ex ministro (de Agricultura) Andrés Felipe Arias, que se comprometió totalmente con esta planta; al actual Ministro de Agricultura (Andrés Fernández Acosta); muy especialmente al doctor Criales (Luis Fernando Criales), Presidente de Finagro (Fondo para el Financiamiento de Sector Agropecuario), quien ha hecho posible este capital de riesgo para instalar esta planta.
Esto nos da la oportunidad de hacer varias reflexiones. Una reflexión sobre el papel del Estado y otra reflexión sobre la necesidad de agregarle valor al campo colombiano.
El papel del Estado. En mi concepto, América Latina se ha equivocado en muchas ocasiones y ojalá no se vuelva a equivocar. En unas décadas se ha destruido al Estado en nombre del neoliberalismo, se ha liquidado al Estado, en la idea equivocada de que esos proyectos surgen espontáneamente de la oferta y la demanda y eso no es así.
En otras décadas se han ido al otro extremo, a estatizarlo todo, a tener un Estado de rigideces burocráticas, y lo han quebrado.
Ahí vemos cómo los extremos se juntan. El neoliberalismo destruye al Estado porque lo liquida y el burocratismo destruye al Estado porque lo quiebra.
Nosotros hemos estado en el proceso –a lo largo de estos años– de transformar al Estado colombiano sin destruirlo. Hemos reformado a Corpoica
(Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria), hemos reformado al Ministerio de Agricultura, que se eliminaron cinco o seis entidades, que nació el Incoder (Instituto Colombiano para el Desarrollo Rural).
Hemos reformado 427 entidades del Estado, que el sector de las comunicaciones, que la reforma que avanza en el sector salud, pero sin destruir al Estado, sin que el estado se convierta en una interferencia al sector privado. Por el contrario, que el Estado apoye en todas las iniciativas privadas.
Aquí estamos en presencia de nuestro concepto reformista del Estado y del Estado promotor. El Estado tiene que promover oportunidades para que las iniciativas de los particulares, de los grupos asociativos, de las entidades sociales salgan adelante.
Aquí el Estado tiene buenas iniciativas, se le da gran apoyo a la iniciativa particular de los agricultores del departamento de Sucre.
Estamos en presencia de una expresión del Estado promotor que requerimos en Colombia para que regiones de la patria como Sucre puedan salir adelante.
Industrializar leche y yuca
El sector agropecuario. Colombia necesita darle valor agregado al sector agropecuario.
Antenoche veíamos en el departamento de Nariño cómo en toda esa área de los alrededores de Ipiales, donde se habilitará el aeropuerto para que sea un aeropuerto internacional, puede ser una gran productora de brócoli para exportación. Cómo se empieza a avanzar en los procesos de industrialización de la papa. Y cómo allí, como en todo el país, hay que industrializar la leche.
Eso es un caso aparte. Este país está produciendo hoy 18 millones 160 mil litros de leche al día y solamente industrializa 8. Ese es un problema muy grave.
Por eso creo que es una tarea del Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Agricultura, y los gremios, a través de Fedegan (Federación Nacional de Ganaderos), promover que el capital privado nacional e internacional industrialice la leche. Como hoy aquí acudimos en Sucre a este proceso de industrialización de la yuca, que tiene que agregarle valor al campo colombiano. Valor en el producto y valor en el ingreso.
Anoche en Santander veíamos ese gran desarrollo de la industria avícola, gran desarrollo que necesita nuevos pasos de agregación de valor. Por ejemplo, el huevo procesado, el huevo totalmente aséptico, que tiene hoy una gran posibilidad en las nuevas demandas de los mercados internacionales.
La planta y sus socios
Y regresando al tema de Sucre, aquí hay una gran posibilidad para todo el campesinado productor de yuca, para la generación de empleo. Se pensó inicialmente en la planta de alcohol. Nos propusimos que el Caribe colombiano tuviera en todos los departamentos plantas de alcohol.
Los estudios de factibilidad demostraron que en un país que tiene caña de azúcar y palma africana, la yuca todavía no hace factible a entrar a producir biocombustibles.
La alternativa a la cual se llegó con el Ministro Arias y las fuerzas vivas de Sucre fue desarrollar esta Planta de Almidones. Esta planta que va a cumplir el mismo propósito, porque es la planta que permite que avance el cultivo de yuca en el departamento, que tenga una demanda asegurada, que tenga una industrialización permanente.
Una vez esta planta salga adelante, me parece que debería promoverse que los productores de yuca del departamento sean socios de la planta. Creo que se puede definir desde ya un esquema de capitalización, que toda la yuca que vendan aquí se les pueda retener un poquito y se les entreguen acciones de la planta.
Y se podría ir en un proceso paulatino que convierta a los productores de yuca de Sucre en accionistas de la planta, preservando un punto, que siempre hacia el futuro haya un socio estratégico que opere, porque la responsabilidad de la operación no se puede diluir, se anarquiza. Entonces yo les propondría que se tuviera desde hoy ese mecanismo.
¿Cuántos proveedores de yuca se espera que tenga la planta?
500 proveedores.
¿Cuánto vale la facturación en valor de esos 500 productores al año?
3.000 millones.
¿Cuánto podrían capitalizar?
Una capitalización de 200 millones de pesos al año inicialmente. Poco a poco ayuda enormemente, crea sentido de pertenencia. Y Finagro puede llamar en su momento otro poco y librar recursos aquí y poner ese capital a rotar.
Estado promotor para evitar fracaso de proyectos
Ahora, yo les propondría esto: en el momento que Finagro venda esa planta y que recupere la inversión, esa inversión la ponga en el departamento de Sucre. Entonces esto se constituya en un fondo rotatorio.
El doctor Carlos Lleras Restrepo, ilustre Presidente de Colombia (1966-70) trabajó mucho por el Estado promotor. Su idea en el IFI (Instituto de Fomento Industrial) era desarrollar proyectos, recuperar el capital e instalar nuevos proyectos. Pero el IFI fracasó. A nosotros nos tocó liquidarlo.
Entonces hay que garantizar que estos proyectos sean unos proyectos que no fracasen. Unos proyectos con rentabilidad social, con rentabilidad económica, con una tasa financiera que los haga sostenibles. Y poder cumplir el derrotero.
El Gobierno instala, garantiza la operación, vende, recupera la inversión e instala un nuevo proyecto.
Les propongo entonces que el capital invertido por Finagro en esta planta se constituya en un fondo para agregarle posibilidades industriales a la agricultura sucreña. Que acabe de salir adelante esta planta. Búsquenle socios, creen un mecanismo de capitalización a través de los productores de yuca, liberen ese dinero y vayan estudiando desde ya cuál es el nuevo proyecto industrial que debe instalarse en el departamento de Sucre.
Felicito a todos. Agradezco mucho a los proveedores de la maquinaria, la empresa brasilera representada aquí por el señor Schurt (Wiland Schurt, representante de la Fábrica de Máquinas Industriales del Brasil), al doctor Issac Nader, constructor de la obra civil. A todos, a los trabajadores que han participado en este buen proyecto.
Y gracias a Dios se le puede entregar a Sucre esta operación. Salió más rápido –es tan difícil todo en el Estado– que de pronto salió más rápido del escepticismo que uno habría podido tener en algún momento.
Ahora los nuevos pasitos. Y aprovecho que está el Director de Corpoica (Arturo Vega) para decirle que no nos deje fracasar la planta de alcohol carburante de Barbosa (Santander). Ya que estamos ahí metidos, ya que estamos entrados en gastos, terminemos. Y arreglemos el problema de las finanzas.
El Estado tiene que ser práctico y meter goles
Porque lo que no puede ser el Estado colombiano es un Estado de teóricos y a la hora de meter los goles votamos el balón. Miren, todos los proyectos industriales del Estado colombiano los manejó gente llena de títulos.
Para cualquier proyecto que instalaba el Estado colombiano se traían los mejores diplomas. Que este estudió en tal universidad, que tiene tales pergaminos académicos. Y fracasaron.
Yo por eso en el escritorio de la Presidencia tengo una cajita de herramientas. Uno la abre y encuentra ahí un alicate, un destornillador, un martillo, una llave inglesa. Y uno dice, el discurso colombiano ha sido excelente, pero la ejecución de operarios en el Estado muy mala.
El Estado colombiano tiene que ser un Estado más práctico, más metedor de goles. Por eso no podemos dejar que fracase la planta de alcohol carburante de Barbosa.
Y este esfuerzo tan importante que hemos hecho aquí tiene que ser un esfuerzo de éxito, un esfuerzo de triunfo
Ministro (de Agricultura), doctor Criales. ¿Cuándo podría empezar el proceso de conversación con los proveedores para definir con ellos un mecanismo especial de capitalización y el proceso de promoción de socios estratégicos que llegaren a vincularse a esta planta? Para que sean estratégicos de verdad, en la administración y en el aporte de capital. Que nos garantice recuperar este capital.
Y desde ya en el mismo Finagro, con la ayuda de la Corporación Colombia Internacional, a estudiar un nuevo proyecto agroindustrial para Sucre.
¿Esta semana hacen el gol con el nuevo proyecto? Esto tiene muchos problemas. Esta planta es un gran paso, pero es chiquitita en comparación con los problemas de Sucre.
O sea que esto hay que mirarlo apenas como una cuota inicial de la cuota inicial.
Muchas gracias a todos”. |