El Mandatario destacará la próxima semana en la Asamblea General de las Naciones Unidas que Colombia es el primer país en el mundo que asigna un presupuesto específico para pagar por el cuidado de la selva, a través de este programa de Acción Social.

Cartagena, 18 sep (SP). El Presidente Álvaro Uribe Vélez destacó este viernes que el programa Familias Guardabosques es la primera estrategia en el mundo que paga por el cuidado de la selva, como una herramienta en contra del calentamiento global.

Así lo manifestó el Mandatario durante el encuentro de enlaces municipales de Familias en Acción, que se llevó a cabo en Cartagena, y aseguró que este tema lo expondrá el próximo martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

“¡Como queremos Familias Guardabosques! Yo lo voy a decir el martes en Naciones Unidas: Colombia tienen casi 600 mil kilómetros de selva, nuestro gran aporte a la humanidad en la lucha contra el calentamiento global es cuidar esa selva y el gran problema que aquí sirve y va a servir en todo el mundo donde haya selva, es Familias Guardabosques”, dijo el Presidente.

Indicó que el interés del mundo por reducir los efectos del calentamiento global, obligará a los estados a financiar el cuidado de los recursos naturales, como lo hace Colombia con esta iniciativa.

“Es el primer país que empezó a pagarle a unas familias para que cuiden el bosque, abandonen la droga. Un mundo hablando a toda hora de la lucha contra el calentamiento global, va a tener que sacar plata de los bolsillos del los estados para pagarle a las comunidades a fin de que cuiden la selva. Familias Guardabosques es un programa vanguardista en el mundo, que Colombia le aporta al mundo y nosotros podemos tener motivos de orgullo”, aseguró.

Es importante recordar que el Programa Familias Guardabosques involucra a comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas localizadas en ecosistemas ambientalmente estratégicos, incluyendo zonas amortiguadoras, que estén afectadas o en riesgo por los cultivos ilícitos.

Estas comunidades se comprometen a la erradicación previa y a no sembrar ni resembrar cultivos ilícitos, con el fin de implementar alternativas productivas legales o proyectos ambientales que contribuyan con el manejo sostenible del bosque.