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Septiembre 18     Versión imprimible
Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en el encuentro de ‘Enlaces Municipales’ del Programa Familias en Acción

Cartagena, 17 sep (SP). “Los saludo con todo afecto, con inmensa admiración. Ustedes son reconstructores del tejido social de la Patria. Ustedes son artesanos que están construyendo el tejido social de la Patria. Ustedes son cirujanos plásticos que están realizando una cirugía muy especializada, muy exigente, a una Patria que quedó desgarrada por el terrorismo, la pobreza, el desempleo.

Acudo aquí a saludarlos, a expresarles toda la gratitud.

Quiero recordar la gran tarea de Luis Alfonso Hoyos Aristizábal, hoy nuestro embajador en la Organización de los Estados Americanos. Con gran paciencia, con conocimiento, con un trabajo muy profesional, dirigió durante todos estos años a Acción social.

¿Por qué surge Acción Social?

En esa entidad fusionamos tres programas relativamente dispersos y eso ha ayudado a que esos programas marchen mejor en Colombia y con unas coberturas muy grandes.

Quiero saludar al doctor Diego Molano, quien fue su compañero durante tantos años y vuelve a serlo, en reemplazo de Luis Alfonso.

Quiero darle un saludo lleno de afecto a Rita Combariza (Directora Nacional del Programa Familias en Acción). Me impresiona su generosidad; tan querida conmigo, debería ser bien repelente. Porque yo a toda hora la llamo. Por ahí en los concejos comunitarios: ‘Llamen a Rita Combariza, llamen a Rita Combariza’.

Porque ese teléfono mío se lo saben un buen número de compatriotas y por ahí llegan muchos reclamos: ‘Que no me han pagado, que tal cosa, que tal otra’. Entonces, ¿qué me toca a mí? Llamar a Rita. No hay más camino.

Pero ella ha ejercido su tarea de Familias en Acción como se requiere en el trabajo público, en un país con tantas dificultades como Colombia: con apostolado.

Esta tarea pública hay que ejercerla con apostolado, con gran amor a los compatriotas. Rita ha sido un ejemplo de un ejercicio público con apostolado,  con infinito amor a los compatriotas.

Congreso ha apoyado programas sociales

Quiero agradecer enormemente al Congreso de la República.

En este periodo, el Congreso de la República no ha tenido auxilios. Nosotros hemos introducido el concurso de maestros, el concurso de notarios. En el tercer año de nuestro primer Gobierno tomamos la decisión de no nombrar parientes de los parlamentarios en la Cancillería. El Congreso aprobó una legislación para incorporar 120 mil cargos más a la carrera administrativa. Y hemos reformado 427 entidades del Estado: clínicas del seguro social, etcétera, para que sean entidades eficientes al servicio de la comunidad y no controladas por la politiquería.

Les agradezco a los congresistas que han apoyado esta tarea y les agradezco que en lugar de haber exigido auxilios parlamentarios individuales para hacer una inversioncita allí, para llevar una plática para allí, otra para allá, han apoyado programas estructurales de Colombia como Familias en Acción y como el Programa de los Planes Departamentales de Agua.

Uno que critica tanto al Congreso. Los políticos somos muy criticados y más los congresos. Uno tiene el deber de expresar agradecimientos. A los aquí presentes nuestra gratitud: a Darío Bustillo, a Lucero Cortes, a Fernando Taffur, a Silfredo Morales, a Pedrito Tomás Pereira.

Y quiero agradecer a todos los alcaldes de Colombia que nos han ayudado, aquí representados por el Alcalde de Barranquilla, el doctor Alejandro Char; por la señora Alcaldesa de Cúcuta, María Eugenia Riascos; nuestro Alcalde de Soacha (Jesús Ochoa), un saludo con mucho afecto.

¿Cuántas tiene ya en Soacha (Familias en Acción)? ¿22.900? Bueno.

Confianza en Colombia

Yo ando con esta casita. Yo me imagino a Colombia como una casita donde todo el mundo tiene que caber. Entonces, en el techo de la casita escribimos una palabra que se llama confianza y esa palabra esta respaldada por tres pilares:

La seguridad. Pero no la seguridad de la dictadura; la seguridad con valores democráticos. La inversión; pero no la inversión del capitalismo salvaje; la inversión con responsabilidad social. Y la cohesión social con libertades.

¿Cómo se relacionan?

Antes no se relacionaban, se consideraban excluyentes.

Les quiero contar esto a todos ustedes y muy especialmente a nuestra Alcaldesa de Cartagena (Judith Pinedo), con quien tanto nos hemos integrado en estos temas:

Cuando mi generación se estaba formando en la cívica y en la política, el discurso político en Colombia no unía la seguridad con la política social. Inclusive, daba pena hablar de seguridad. Se creía que la seguridad era fascismo, que la seguridad era dictadura, que era restricción de libertades. Y se hablaba solamente de lo social, pero no se cumplía.

Eso me ha llevado a mí varias reflexiones:

Sobre este punto, lo social no es un discurso, lo social son hechos. Yo oí durante muchos años un discurso social en Colombia muy rico, pero muy pobre en resultados. Y se excluía la seguridad; no interesaba la seguridad.

Yo creo que el país ha venido dando un vuelco en eso bien importante, que es entender que la seguridad y la inversión social van juntitas, que no se pueden separar. La seguridad permite que haya inversión, prosperidad, recursos. Y esos recursos permiten financiar lo social.

Ustedes van a pagar en diciembre, con la ayuda de Dios, 2 millones 700 mil Familias en Acción. Van a pagar ahora en octubre 2 millones 400 mil. Multipliquen eso por el costo de cada familia.

Y a pesar de la crisis de la economía hemos podido financiar eso, porque el país ha tenido seguridad y una serie de medidas económicas que han hecho posible que avance la inversión.

Y al mismo tiempo, se necesita que la política social acompañe la seguridad. Así como se necesita la seguridad para que haya inversión y se pueda financiar la política social, se necesita la política social para acompañar la seguridad y la inversión.

Yo recuerdo, en la Gobernación de Antioquia, y recién llegado a la Presidencia de la Republica, una queja de las comunidades y una queja del Ejército y la Policía.

Las comunidades decían -y recuerdo, lo tengo patentito en la mente, un día de 1995 siendo Gobernador de Antioquia en Mutatá, decían: ‘Gobernador, ¿pero para que nos dice usted que apoyemos el Ejército y la Policía, si vienen y se van, no están aquí permanentemente? Entonces se van y a los diítas llegan los guerrilleros y nos asesinan por haber sido amigos del Ejército, de la Policía, y después llegan los paramilitares y nos asesinan por haber recibido a los guerrilleros’.

Y las comunidades de muchas regiones de la Patria al principio del Gobierno me decían: ‘Presidente, necesitamos Fuerza Pública pero estable’.

Muy desconfiados, me decían: ‘¿Pero para qué la vamos a apoyar si la traen y se la llevan?’.

Eso nos ha llevado a pensar que la Seguridad Democrática tiene que tener una gran permanencia y en todo el territorio. No puede ser flor de un día.

Y el otro reclamo. Decían: ‘Es que no se puede llegar solamente con los soldados. Se necesita acompañar la seguridad con la política social’.

Por eso, desde que empezó el Gobierno, yo recuerdo que los primeros esfuerzos de política social se dieron con un programa de Bienestar Familiar en septiembre del 2002, aquí, en los Montes de María, que también lo extendimos a Arauca. Y fue empezando lentamente.

Es bien importante tener en cuenta eso.

Por ejemplo, lo que se ha logrado hoy en las zonas de consolidación que es bien, bien interesante. Eso merece que lo vea el mundo entero. Y ustedes son parte sustancial de esa tarea.

Yo, más que orgulloso, me siento admirado de lo que ustedes y la Fuerza Pública han hecho en la zona de consolidación de La Macarena, en el Meta, o se está empezando a hacer en la zona de consolidación de los Montes de María.

¿Qué vi el sábado pasado en el Consejo Comunitario de Colosó? Me decían: ‘Presidente, allí donde va la zona de consolidación va muy bien, lo que pasa es que muy pequeña frente a toda la necesidad de todos los municipios de los Montes de María’.

Yo creo que ustedes han visto esa necesaria integración entre la  seguridad y la política social.

¿Por qué le propuse yo a los colombianos el tema de confianza?

Porque en el año 1999, en el año 2000, preguntaba en las universidades a los muchachos si en algún momento habían pensado irse definitivamente del país, sin tiquete de regreso, y la inmensa mayoría decía ‘sí’.

Había como una falta de arraigo, una sensación de desprendimiento, de ausencia del aferramiento a la Patria. Y         eso nos llevó a proponer ‘confianza’ como la palabra clave.

Y recuerdo que se decía: ‘No, esto va a ser el Gobierno de la guerra; Uribe es paramilitar, de derecha, fascista. Esto va a ser un desastre, no va a haber nada social’.

Y decían –a mí siempre me maltratan con mucho embuste, pero uno se tiene que volver paciente-: ‘No, que va a cerrar el Sena, que va a acabar Bienestar Familiar, etc.’

Y nosotros trabajando con toda la mística, con toda la mística. Yo les admiro a ustedes la mística. No la pierdan. El servicio público es de amor, de mística. En el servicio público uno se siente muy impotente.

Ahora preguntaba yo: ¿cuántas Familias en Acción en tal parte? Y me decían: ‘Treinta mil, pero hacen falta otras treinta mil’.

Yo me imagino que a ustedes les pasa eso todos los días: más que la alegría del contacto con quienes están en el programa, es el sentimiento de impotencia por el reclamo de aquellos que no hemos podido vincular al programa.

Entonces, ese sentimiento de impotencia, que lo maltrata a uno todos los días en la vida pública ante los requerimientos justos de los compatriotas que no somos capaces de atender de inmediato, lo único que suple ese sentimiento de impotencia es trabajar con amor, trabajar con mística.

Entonces, con la mística de ustedes, de mis compañeros de Gobierno, nos propusimos llevar de la mano seguridad y coberturas sociales, seguridad y coberturas sociales. Llevarlas de la mano.

Y por eso derramamos el impuesto a la Seguridad Democrática en septiembre de 2002 y lo renovó el Congreso en diciembre de 2006. Y ahora estamos pidiéndole al Congreso de la República que lo vuelva a renovar.

Porque es bueno que los sectores más pudientes de Colombia paguen un impuesto al patrimonio para la seguridad y así la seguridad se pueda financiar sin deterioro de la política social.    

Hay que financiar la seguridad y financiar la política social. Pero la seguridad no le puede quitar financiación a la política social. Por eso, el impuesto al patrimonio.

Estoy seguro que este distinguido grupo de congresistas asumirá un gran liderazgo en las semanas que vienen, para apoyar en el Congreso de la República y sacar adelante el impuesto al patrimonio.

Eso honra a este país: poderle decir al mundo que un país con bastante déficit y bastante endeudamiento ha podido avanzar en seguridad y al mismo tiempo en coberturas sociales porque los sectores más pudientes han pagado el impuesto al patrimonio.

Yo creo que eso va creando tejido social, va creando confianza entre los colombianos.

Para poder llevar de la mano eso de seguridad – política social, ustedes sí que lo entienden, porque muchos de ustedes trabajan en regiones que han sufrido mucho la violencia y les ha tocado ver estos secuestros por la seguridad y ser ustedes los gestores de los esfuerzos por la política social.

Ustedes constituyen un grupo de colombianos de mayor importancia. Por eso yo no quiero concentrarme solo en su programa, que ustedes lo conocen mejor que yo, sino aprovechar esta gran oportunidad -que mucho me emociona- para hablarles de muchos temas del país.

Por ejemplo, en todo nos falta. Yo no quisiera 2 millones 800 mil Familias en Acción. Quisiéramos poder tener todo el estrato uno y todo el estrato dos en Familias en Acción. Eso es el ideal.

En seguridad también nos falta.

Algunos se aterrarán de lo que les voy a decir:

El país hizo la paz de la Guerra de los Mil Días en 1902. Quedó destruido. En 1903 se nos fue Panamá. Quedamos destruidos.

Y vivimos en una relativa paz hasta los años 1940. De ahí a la fecha, en violencia.

Esa violencia empezó en la violencia entre los partidos; se supera con los pactos del Frente Nacional; aparecen las guerrillas marxistas finalmente convertidas en mercenarios del narcotráfico; el narcotráfico; la reacción paramilitar a las guerrillas; un paramilitarismo finalmente convertido en mercenario, en narcotráfico.  

¿Cuántas generaciones llevamos?

Hubo apenas un pequeño espacio de la vida colombiana entre 1902 y los años 1940, sus inicios, en el que los ciudadanos vivieron en relativa paz.

Desde el irrumpimiento de esa violencia entre los partidos, en los años 1940 hasta la fecha, las generaciones que han vivido en este periodo de la vida colombiana no han tenido un día completo de paz.

Pero yo creo que el país va avanzando en seguridad y hay que perseverar y estar corrigiendo y ajustando y mejorando.

Ustedes pueden ser grandes pedagogos. Ustedes tienen que ser líderes de la comunidad. Y no solo en su programa, sino de manera general. Inviten a la comunidad todos los días a trabajar con los soldados y policías.

En Medellín, el pasado domingo decíamos: ‘Cada uno de los compatriotas que esté en Familias en Acción tiene que ser un promotor de vida’. Yo vengo a pedirles eso a ustedes hoy.

Y en la conversación con los soldados y policías sean muy cariñosos con ellos, pero también indúzcanlos a tener el mejor tratamiento a los campesinos, a la población urbana. Y estimulen en el diálogo a todos los compatriotas, para que apreciemos la seguridad. Además, una seguridad que el país la tiene con libertades, y para que todos ayuden en la seguridad.

Avances de la Seguridad Democrática

A pesar de todo lo que falta hemos logrado bastantes cosas. No me voy a referir a descenso de homicidios, secuestros, masacres, que, sí, son cifras buenas, pero finalmente en seguridad la única cifra buena es total seguridad.

Porque en principio nos parecían muy graves 4 mil secuestros, pero todavía son muy graves 100, a pesar de la disminución. ¿Qué teníamos 30 mil homicidios?, el año pasado 17 mil 140, ojalá este año este por debajo. Pero todavía es mucho.

Las únicas cifras buenas en esta materia -porque la vida y la libertad no se pueden tasar- son las cifras de la total seguridad.

Pero miren qué hemos logrado:

Hemos recuperado unos monopolios que el Estado no debió perder. Se ha desmantelado el paramilitarismo, se ha recuperado el monopolio del Estado para combatir a los violentos.

La palabra ‘paramilitar’ surgió en Colombia para denominar las bandas privadas criminales cuyo propósito era combatir las guerrillas.

Hoy, las únicas fuerzas que combaten a los criminales son las fuerzas institucionales. En esas bandas criminales del narcotráfico que hoy tenemos que derrotar, el propósito es un propósito de narcotráfico.

Y entre esas bandas y las guerrillas hay lo que podemos llamar una alianza mafiosa. En algunas regiones del país se unen para repartirse los dividendos del narcotráfico y en otras regiones del país se enfrentan para disputarse las utilidades del narcotráfico. Una pura relación mafiosa.

Hay que derrotar todos esos factores.

Otro monopolio que recuperamos, que nunca debimos perder, el de la Justicia.

En muchos municipios de ustedes recuerden lo que pasaba: que los jueces y los fiscales no podían actuar. Que cabecillas terroristas de la guerrilla, cabecillas terroristas del paramilitarismo, usurpaban las funciones de la Justicia y eran los que querían conocer crímenes mayores y menores; entraban en las disputas de familias en los pleitos entre vecinos y la Justicia no podía actuar. Se ha recuperado ese monopolio. Yo creo que es un paso bien importante.

Las víctimas no reclamaban. ¿Y por qué no reclamaban las víctimas? Porque temían reclamar o porque lo encontraban inútil. Hoy tenemos 249 mil victimas registradas y estamos empezando un proceso de reparación.

Ahora, reparación total no hay, pero todo esfuerzo que se haga en reparación anula odio, evita venganza, construye senderos de reconciliación.

Hay un motivo de orgullo para Colombia: esta política de seguridad democrática se ha conducido sin legislación de Estado de Sitio, sin recorte de libertades; se ha conducido con legislación ordinaria, con garantías políticas, con garantías civiles. Díganles a todos los compatriotas.

Se ha recuperado la descentralización.

Yo recuerdo que el Gobierno nuestro se posesionó el miércoles 7 de agosto de 2002, y al otro día, a las 4:30 de la mañana, abordamos un avión para Valledupar.

Yo recuerdo todavía cuando aborde ese avión, un compañero allí dormido, el otro con uno ojo prendido, el otro apagado, iba el Procurador, ya estaba en el avión a esa hora el Fiscal y llegamos a Valledupar antes de las 6 de la mañana.

¡Oh tragedia! ¿Quién dijo que se podía salir de Valledupar a La Guajira o a Santa Marta o a Bosconia o a Bucaramanga? ¡Oh tragedia! Y los asesinatos en las mismas calles de Valledupar.

Y por la tarde fuimos a Florencia para empezar la política de la Revolución Educativa, de lo cual ustedes son un componente fundamental. Y encontré todos los alcaldes del Caquetá en Florencia. No podían ir a los municipios.

Entonces, una descentralización política bien importante se había perdido porque los grupos violentos tenían interferidos 400 municipios.

Y habían penetrado los presupuestos de esos municipios y se habían convertido en difusores de la corrupción.

Hoy, por lo menos, alcaldes y gobernadores están más tranquilos, ejerciendo sus funciones en sus localidades.

Y ayúdenme a divulgar esto: el Gobierno nuestro, por una consideración de Patria, de gobernabilidad, ha trabajado con todos los alcaldes y gobernadores sin preguntarles: ¿a ustedes les gusta o les choca el Gobierno? Sin importar el origen político de su elección. Con afecto para construir unidad de Patria.

Yo creo que en este Gobierno se ha recuperado la eficacia de la descentralización, de la vida política.

Algún día vendrá el juicio histórico. Siempre el juicio histórico es posterior a las investigaciones penales y a las sentencias. El juicio histórico dirá qué le pasó a Colombia para llegar a la Farcpolítica, a la parapolítica. Y el juicio histórico dirá cómo este país, en buena parte del territorio, estaba en poder de los terroristas; cómo los políticos habían perdido la libertad de acción. Eso no se ha dicho.

Cómo en muchos casos lo que había era una coacción insuperable y una indefensión derivada de la falta de voluntad del Estado para derrotar a los grupos terroristas.

Hoy en todo el territorio se ha recuperado amplísimamente la libertad de ejercicio político.

Es un gran logro de una política de Seguridad Democrática a la que reconocemos le faltan tantas cosas que hay que seguirla puliendo todos los días.

Inversión

Entre la seguridad y la política social hay un pilarcito en la mitad: el de la inversión. Esto no sale adelante sin inversión. Sin inversión, ¿a dónde están los recursos? Por eso nos hemos esforzado mucho nosotros por promover inversión, doméstica e internacional.

Cuando este Gobierno empezó esta Patria tenía de cada 100 pesos del producto, 12-14 por ciento de inversión. En los últimos años ha tenido 25-26-27 por ciento.

Este año, en medio de la crisis de la economía, en el primer trimestre 25 por ciento, en el segundo trimestre 26,5 por ciento.

Este país recibió una inversión al año de 500, 700 millones de dólares, a lo sumo 1.500, excepcionalmente 2.000. En los últimos años, en un año 8.500 millones dólares; en otro, 6.500; en otro, 9.028. El año pasado 10.564 millones de dólares.

Y miren, yo veía una cifra hoy: la inversión en el mundo este año se ha caído un 40 por ciento. En Colombia apenas un 9 por ciento.

A 30 de agosto llevábamos 5.375 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa, un 9 por ciento menos que el año pasado, pero mucho más que en periodos anteriores.

Yo veo la ciudad de Cartagena, señor Gobernador (encargado de Bolívar, Jorge Mendoza Diago) y señora Alcaldesa (de Cartagena, Judith Pinedo): una ciudad con muchas dificultades, tan bella, tan acogedora, tan interesante. Aquí el encuentro con la historia, con la encantación, con el futuro. Pero una ciudad que en poco tiempo pasó de 500 mil habitantes a un millón. Aquí sí que se recibió desplazamiento. ¡Qué difícil poderle responder a ese problema tan delicado!

Y uno le ve cosas muy buenas fuera de lo que ustedes están haciendo en política social, de que se ha reactivado el turismo. Yo nunca creí que Cartagena se pudiera afectar. Dije: será lo último que se afecte. Mentira. Dos días antes de empezar nuestro Gobierno, señor Gobernador, destruyeron la Gobernación con una bomba. Y se había restringido mucho la llegada de turistas por miedo. O los secuestraban en las carreteras o los extranjeros no venían. Se ha recuperado mucho.

En la temporada de buques que empieza deben bajarse en Cartagena no menos de 250 mil turistas. Ya la meta son 400 mil. Cada turista deja 80, 100, 150 dólares, que ayuda enormemente al taxista, al almacén, al que vende joyería, artesanías, al restaurante.

Y veo una cosa buena en Cartagena: todas las inversiones allí en Mamonal, en los puertos.

Nosotros hemos estimulado mucho la inversión con responsabilidad social. La inversión para crear empleo de buena calidad, con afiliación a la seguridad social. La inversión con honestidad en todos los contratos. Nosotros adjudicamos todos los contratos de obras públicas en audiencia pública.

¿Quién es enlace de la Jagua de Ibiríco?

Un saludo con mucho cariño. Recordará el enfrentamiento allá por el tema ambiental. Se ha hecho un gran esfuerzo. Nosotros hemos dicho: mire, la responsabilidad social es responderle a las comunidades por el tema ambiental. Entonces, cuando protestó la comunidad allá, nosotros no reprimimos la protesta y tampoco echamos al inversionista. Realizamos en la plaza de la Jagua unos diálogos y les hacemos seguimiento para que todos lo acuerdos se cumplan.

Estaban allí en la plaza de la Jagua sus autoridades locales, su comunidad y los inversionistas del carbón.

Responsabilidad social es -ayúdenme a predicarla, a difundirla-: relaciones laborales con fraternidad.

Qué bueno que cada uno de ustedes se convierta en un promotor de la inversión y de la responsabilidad social. Que diga: bueno, ¿usted está pagando las prestaciones? ¿Todos estos trabajadores están afiliados a salud, a pensiones, a riesgos profesionales?

Doctor Diego (Molano, Director de Acción Social) y Rita(Combariza, Directora del programa Familias en Acción), yo creo que todos estos compatriotas, en un acuerdo de ustedes con el Ministerio de Protección, nos pudieran ayudar muchísimo, muchísimo, en el tema de revisar la responsabilidad social en todas las empresas.

Hay vendrían dos nuevas tareas:

La primera, ayudarnos a predicar la necesidad de la Seguridad Democrática: cariño a los soldados, estímulo a la población, para que entre todos construyamos seguridad.

Esta segunda, un acuerdo con el Ministerio de Protección para que cada uno sea un vigilante. Que le digan a los empresarios: muy bien la inversión. Pero a ver, ¿esta todo el mundo aquí afiliado a la seguridad social, están pagando el Sena, Bienestar, cajas de Compensación, están pagando Régimen Contributivo de Salud, están pagando pensiones, están pagando riesgos profesionales? Es necesario eso.

Y no veo mejor contingente humano en Colombia para lograrlo que ustedes.

Este país ha crecido mucho en este Gobierno en afiliación en salud. En Régimen Subsidiado tenemos hoy 23 millones de cupos y estamos llegando a 18 millones de colombianos en Régimen Contributivo. 
Pero ustedes saben uno de los problemas grandes que tenemos: muchas personas están en Régimen Subsidiado y deberían estar en Régimen Contributivo.  
Y en muchas empresas del país les dicen: les damos empleo pero si traen un carné del Régimen Subsidiado. Cuando los tendrían que tener en el Régimen Contributivo y pagar por ellos las cotizaciones. Eso es responsabilidad social. Qué bueno que ustedes nos pudieran ayudar en todo eso. 
Nosotros hemos creído mucho en la inversión, este país la fomenta, este Gobierno la fomenta. Ahí están las zonas francas, los descuentos tributarios, todos esos cultivos de palma africana.
 ¿Quién es el enlace de María la Baja? Allá, por ejemplo, en María la Baja hay una gran integración -aquí está el doctor Silfredo-, una gran integración de los parceleros campesinos con industrias de palma africana. Y eso tiene unos grandes estímulos.
¿Quién es el enlace de Tibú? Allá hemos avanzado mucho también en este tema de palma. Estamos bregando a avanzar en ese tema de palma, como en el sur de Bolívar, en tantas regiones de Colombia.
Y hemos promovido esa inversión, que con estímulos fiscales, tributarios, etc.,  pero como todas las inversiones necesita responsabilidad social.
Si ustedes me preguntarán: bueno, Presidente, sí los programas sociales del Gobierno, que Familias Guardabosque, que Banca de Oportunidades, que salud, que el Sena, que Bienestar Familiar. Y ¿cuál es el principal? La Revolución Educativa.
Y ustedes son un gran soporte de la Revolución Educativa. En un momentito les digo de manera muy simple por qué lo pienso así.
Colombia tuvo, en 100 años, 90 ministros de Educación. Ahora tiene una Ministra (de Educación, Cecilia María Vélez) competentísima que lleva 7 años. ¡Qué bueno!
Se necesita estabilidad y compromiso, estabilidad y compromiso.
Nosotros en este Gobierno hemos pasado de un 78 por ciento a un ciento por ciento de cobertura en educación básica. En la media vamos llegando al 76 (por ciento).
Graduábamos 440 mil bachilleres. Estamos graduando más de 650 mil. Teníamos menos de un millón de estudiantes universitarios. Ahora, con técnicos y tecnólogos del Sena, llegando a millón 700 mil.

El Icetex, antes le prestaba a 60 mil. Hoy le presta a más de 250 mil.
Se está enseñando masivamente inglés a través de Internet. Yo confío en que este año terminemos con un millón de estudiantes en el Sena, a través de Internet, aprendiendo inglés.
Un buen número de profesores están en San Andrés y Providencia. Y como desde allá el enlace con el país es satelital, ahora se está instalando un cable submarino para hacer de San Andrés un gran centro de informática para la Patria.
En fin, yo creo mucho en todos esos programas sociales, y la importancia del programa de ustedes.
Solamente en la medida en que los hijos de los pobres puedan estudiar, los países abren las calles, las autopistas de la promoción social, del acento social, de la movilidad social.
Y el programa de ustedes es para que se garantice el ciclo escolar de los hijos de las familias más pobres de Colombia. Y eso finalmente es lo único que cambia el país.
Ahora, toma tiempo, mucho tiempo, porque ustedes empiezan hoy a atender un niñito de 6 años, ¿cuánto se demora para terminar la básica y terminar la media y terminar una técnica, una tecnología en el Sena y empezar un programa de emprendimiento, trabajar y obtener ingresos? Se demora 10, 12 años, 14 años.
Entonces, en esto hay que persistir y saber que este programa está llamado a ayudar a reducir sustancialmente la pobreza en Colombia. Pero no la reduce de la noche a la mañana.
Solamente en la medida que se garantice el ciclo escolar completo de todos estos niños colombianos, ellos van a tener mañana o pasado mañana la oportunidad de entrar con mejor suerte en el emprendimiento, en las actividades laborales; de mejorar la percepción de ingresos.
Índice de oportunidades
Ahora, yo diría que el programa de ustedes es un programa que le ayuda hoy a Colombia inmensamente a mostrar una mejoría sustancial: el índice de oportunidades.
Al país no se le puede medir solamente la pobreza; hay que medirle el índice de oportunidades.
Este país había llegado a un 60 por ciento de pobreza. No obstante que en este Gobierno han salido de la pobreza 3 millones de personas, nosotros necesitamos una reducción acelerada de la pobreza. Pero como eso toma tiempo y hay que persistir, y estas políticas no producen resultados de la noche a la mañana, hay que hablar del índice de oportunidades.
Los bancos internacionales han dicho que en el ingreso de Colombia, en el nivel de país – ingreso, es un país que ha hecho un gran mejoramiento en el índice de oportunidades. Y se demora para pasar de la oportunidad al mejoramiento del ingreso, pero lo vamos a lograr. Y ustedes son fundamentales para eso.
Ahora, tenemos muchas deficiencias. A mí me dicen: sí, Presidente, qué buena la cobertura escolar, pero no tenemos escuela. Es cierto.
Tenemos un gran avance en infraestructura en Medellín, en Bogotá.
Ahora, además de los esfuerzos, el Congreso nos aumentó también las transferencias a las regiones. Eso permite una mejor evolución de la construcción de la infraestructura.
Estamos haciendo en el país 50 colegios de excelencia en las zonas más pobres. Creo que el área de Barranquilla va a tener 4; Cartagena, 4 también. El primero se va a inaugurar en los próximos días en Cali.
Vamos a lograr apenas un 76 por ciento, en agosto del año entrante, de matrícula de educación pública conectada a una banda ancha. Un avance. Pero también hay problemas, porque el 76 por ciento no es uniforme en todo el país. Hay muchas diferencias. Hay ciudades logrando ya un ciento por ciento y  comunidades rurales con cero.
Ahora, ¿qué pienso yo? El país no se puede ni estancar ni salir de la ruta. Ni estancamiento ni bandazos. Hay que estar introduciendo mejoras todos los días, pero sabiendo para dónde vamos.
Y es muy importante sembrar esto en el corazón de los colombianos.
Nosotros hemos progresado enormemente en el Sena. Ustedes lo habrán notado en muchas partes de Colombia. Eso ha pasado de capacitar un millón 100 mil estudiantes por año a capacitar 6 millones. Pero todos los días le demandan más. Y un motivo para que Colombia se sienta orgullosa.
El único instituto de la región que le compite al Sena es el Instituto de Capacitación del Brasil. Pero el Instituto de Capacitación del Brasil solamente les sirve a los hijos de los trabajadores de las empresas afiliadas. El Sena, en Colombia, es abierto a toda la población y gratis. Y en eso le lleva una gran ventaja al instituto de formación del Brasil.
Hemos hecho un gran avance en Bienestar Familiar, en todos los programas. Antes tenía 5 millones de usuarios. En nuestro Gobierno ha llegado a 12 millones de usuarios. Está repartiendo 14 millones y medio de porciones alimentarias al día.
Pero, estamos muy atrasados todavía en cobertura escolar para la primera infancia. Ahí tenemos que hacer un gran esfuerzo, apenas lo estamos empezando.
El Congreso aprobó un recurso en la Reforma Constitucional de Transferencias para primera infancia. Eso está permitiendo que les llegue a los alcaldes el Conpes 115 y el 123. Ayúdennos, hablando con los alcaldes, a mirar todos esos recursos.
Ellos hoy tienen hoy más transferencias, tienen el Conpes 115 y el 123, que es una platica que les manda Bienestar Familiar para cumplir con ese mandato del  Congreso, para construir los hogares múltiples, los jardines infantiles, para cobertura de primera infancia.
Tienen la platica de gratuidad educativa. Este año, la platica de gratuidad educativa vale 150 mil millones. Eso es plata. Se giran 30 mil pesos por estudiantes de niveles uno y dos, y eso nos debe alcanzar para 5 millones de estudiantes este año.
Le estamos girando a cada alcaldía 140 millones al año para vías tercerías. No alcanza. Pero es mucha plata para el Gobierno. Para un municipio es poquita, pero para un Gobierno que tiene que mandarle a mil 102 municipios es mucho.
Y yo lo que les he dicho a los alcaldes es: si esa platica la manejan bien, la unen con el departamento, se juntan alcaldes por regiones, y como llegan cada año, cada año –no es ocasionalmente, sino cada año- puede mejorar mucho.
Ustedes pueden ser unos grandes orientadores de la inversión en los municipios y de las regalías.
Qué cosa tan dispar el tema de regalías: unos que no tienen nada y otros que tiene la plata del mundo en regalías. Y en muchas partes eso no se ha manejado bien. Yo creo mucho en los enlaces de Familias en Acción, para revisar el buen manejo de todos esos dineros y para crear conciencia en la comunidad.

Labor tan bella tienen ustedes para realizar en sus municipios.

Ahora, ¿cómo? Con amor. Que ustedes sean difusores de amor. Porque la crítica amarga genera odio, la crítica tiene que ser alegre, constructiva, siempre buscadora de opciones; la crítica agria genera odio y no construye; desata pasiones destructoras. Nosotros necesitamos construir.

Este programa lo queremos mucho como queremos Familias Guardabosques. Yo lo voy a decir el martes en Naciones Unidas:

Colombia tiene casi 600 mil kilómetros de selva. Nuestro gran aporte a la humanidad en la lucha contra el calentamiento global es cuidar esa selva. Y el gran programa que aquí sirve y va a servir en todo el mundo donde haya selva  es Familias Guardabosques.

El primer país que empezó a pagarle a unas familias para que cuiden el bosque, abandonen la droga. Un mundo hablando a toda hora de la lucha contra el calentamiento global va a tener que sacar plata de los bolsillos de los Estados para pagarles a las comunidades a fin de que cuiden la selva. Por eso es una gran importancia.

El programa Familias Guardabosques es un programa vanguardista en el mundo, que Colombia le aporta al mundo.

Y nosotros podemos tener motivos de orgullo en Familias en Acción, porque la idea de este Gobierno siempre ha sido es para los más pobres, sin politiquería.

Jamás ha pasado por la mente Rita (Combariza), Diego (Molano), de usted, por la mía: ‘vea, vinculen a aquella que votó por mí, a aquella no la vinculen que no votó’. Para que hablemos las cosas con crudeza.

Esto ha sido una política pública para loas más pobres, sin politiquería. Y para que este programa todos los días se asiente más profundamente en el corazón de los colombianos, así hay que manejarlo.

Porque este programa puede ayudarle a este país a superar, a través del estudio y la nutrición, el gran drama de la pobreza.

Yo los felicito de todo corazón a ustedes.

Venía con mucho el entusiasmo, pero el entusiasmo de ustedes es desbordante y además contagiante.

Ustedes son el ejército contra la pobreza. Eso son ustedes: el ejército contra la pobreza.

No es fácil encontrar en un país del mundo un grupo como el que ustedes integran. Hay que sentirse orgulloso de eso.

Porque uno solamente tiende a ver las cosas malas. Pero yo veía ahora este auditorio y decía: ¿cuántos países del mundo pueden darse este lujo? Tener este grupo con estos brios, preparados, capaces, con estas ganas realizando esta tarea. No muchos países del mundo. Ustedes constituyen lo que los sociólogos llaman ‘el tejido de capital social’.

No muchos países del mundo se pueden dar el lujo de tener una reunión de enlaces sociales como ustedes.

Ayúdenme, promotores de vida, que toda Familia en Acción en Colombia sea una luchadora contra el crimen.

Ayúdenme hablando con los soldados y los policías, tratándolos con mucho  cariño y diciéndoles: miren, traten con cariño a esta comunidad, enfrenten aquella banda’.

Ayúdennos diciéndoles a las comunidades. Ayúdenles a los soldados y policías. Ayúdennos, diciéndoles a todos los empresarios, a los finqueros, en todas partes: paguen prestaciones, paguen Régimen Contributivo, no hagan trampa.

Ayúdennos, diciendo a alcaldes y concejos: buen manejo de estos dineros. Ustedes tienen hoy más transferencias, aquí tienen regalías, aquí no. Reciben esta otra platica: que de Bienestar Familiar, que vías, que gratuidad educativa, etcétera. Buen manejo de ese dinero.

Una tarea  muy bella tienen ustedes para realizar.

Yo los felicito de todo corazón. Y Rita (Combariza), Diego (Molano), si algunos quisieran hacer una pregunta, con el mayor gusto”.

(Fin)                  

 

 

 


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