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Septiembre 28     Versión imprimible

Palabras del Presidente Álvaro Uribe Vélez en la ‘XIII Conferencia Latinoamericana de Zonas Francas’ en Cartagena

Cartagena, 28 sep (SP). “Celebro esta reunión, porque nosotros somos convencidos de que solamente un proceso de prosperidad con responsabilidad social, puede llevar a nuestra América Latina, a nuestro Caribe, a superar pobreza y a construir condiciones de equidad.

Nosotros pensamos desde el Gobierno de Colombia que la división obsoleta y anticuada entre izquierda y derecha ha hecho mucho daño a nuestra América Latina. Creemos que está montada hoy sobre aspectos más emocionales que estimulan actitudes políticas irascibles, que sobre realidades.

Pensamos que lo que requieren nuestras democracias, hoy cuando todos estamos comprometidos a respetar la regla democrática, es tener un punto de referencia de altísima democracia, de modernísima democracia, y hacer esfuerzos todos los días, para tratar de aproximarnos a ese punto.

Confianza, seguridad, inversión y equidad

¿Cuál es el punto de referencia en el que nosotros pensamos, apreciados visitantes y compatriotas? Una democracia con cinco elementos: seguridad, libertades, cohesión social, un estado formado de instituciones independientes, que no excluye a la deliberación y que por supuesto obliga a la colaboración armónica. Y finalmente, alta participación de opinión pública, que es aquello que garantiza transparencia y se constituye en el gran presupuesto para la confianza.

La confianza derivada de la participación y de la transparencia es el eje que unifica a un ciudadano con el otro, que va creando la Nación desde lo individual, que desde la Nación va generando confianza para lo individual, y que va creando también lazos amables, indisolubles, entre los pueblos.

Pensando en este punto de referencia para una democracia moderna para nuestra América Latina, nosotros aquí en Colombia, en este Gobierno –como acabamos de verlo en la parte inicial del Ministro (de Comercio, Industria, Comercio y Turismo) Luis Guillermo Plata–, hemos asimilado Colombia a esa ‘casita’ que él presentó en la pantalla de su power point , en la que creemos que el techo tiene que ser equivalente a una palabra: confianza.

Si ustedes me preguntaran qué buscan ustedes en una palabra en su acción de Gobierno, yo les diría: crear más confianza en Colombia. Crear confianza en lo doméstico y en lo internacional.

Y la soportamos en la búsqueda de la seguridad con libertades democráticas, en la promoción de la inversión con responsabilidad social, como anotó el señor Presidente de la Asociación de Empresarios de Colombia (Andi, Luis Carlos Villegas), y en nuestras políticas de cohesión social.

Creemos que es imposible avanzar hacia lo social, si no hay un proceso ininterrumpido de lucha por la seguridad y de promoción de la inversión. La seguridad, la orientación de la economía hacia la inversión, finalmente ayudan a que esta inversión se dé y cuando la exigencia es la responsabilidad social, se crean las condiciones para poder avanzar en las coberturas sociales. Superar la pobreza, construir equidad, es imposible si no hay seguridad y si no hay confianza de inversión.

A su vez, lo que llamamos nosotros cohesión social, esa construcción de índices de oportunidades para que con su mantenimiento en el tiempo se pueda superar la pobreza y construir equidad, se constituyen en el gran validador de la seguridad y de la promoción de inversiones que garantizan en el afecto popular, que los pueblos puedan insistir en esas variables. Hemos avanzado bastante en seguridad y en todos estos aspectos, pero reconocemos que es mucho lo que falta.

Qué bueno que Colombia sea sede hoy de una serie de eventos internacionales de la mayor importancia, que solamente se han hecho posibles en nuestro país por el avance en seguridad. Y qué bueno que hoy una reunión tan promisoria para el continente se pueda llevar aquí acabo en la ciudad de Cartagena.

En la seguridad, primero, me preguntan muchos interlocutores: ‘¿Y por qué el Gobierno de Colombia y el pueblo de Colombia denominan el proyecto de seguridad, un proyecto de Seguridad Democrática?’ Porque la nuestra ha sido una seguridad con libertades, ha sido una seguridad en la cual importa tanto la eficacia como la observancia de los derechos humanos. P, porque es una seguridad para todos los colombianos, independientemente de su afinidad o de su desacuerdo con las ideas del Gobierno del momento.

Recuperación de monopolio contra violentos y monopolio de justicia

En estos años hemos avanzado en la reducción del homicidio, muchísimo más en la reducción del secuestro, en la reducción de masacres, en la protección de dirigentes de los trabajadores, en la protección de dirigentes empresariales, en la protección de los periodistas, de los maestros. Pero hemos avanzado en algo que generalmente no se presenta porque difícilmente se puede sustentar en estadísticas, lo que llamamos los intangibles de la seguridad.

El país ha recuperado dos monopolios que nunca debió perder: el monopolio para combatir grupos violentos. Desmontamos el paramilitarismo. Aquí la palabra paramilitar se utilizó para denominar las bandas privadas criminales cuyo objetivo era combatir a la guerrilla. Hoy solamente las fuerzas institucionales del Estado democrático, combaten a todos los criminales. Se ha recuperado ese monopolio.

Se ha recuperado el monopolio de la justicia. La justicia en Colombia es independiente del Ejecutivo, pero además es autónoma. Pero el avance del terrorismo la había desplazado de muchas regiones, donde ya no ejercían fiscales y jueces, sino que eran víctimas de un intento de suplantación por parte de terroristas de la guerrilla, por parte de terroristas del paramilitarismo.

Hemos recuperado el ejercicio exclusivo de la justicia del Estado en todo el territorio.

Las víctimas no reclamaban. No lo hacían por temor o porque lo encontraban inútil. Este proceso ha llevado a que los colombianos pierdan el miedo a denunciar, pierdan el miedo a reclamar, encuentren que denunciar produce buenos resultados y que también hay oídos atentos a escuchar el reclamo justo.

Hoy tenemos 240 mil víctimas registradas en el proceso de reclamación, y estamos haciendo todo el esfuerzo para poder avanzar en una actividad de reparación. Sabemos que reparación total no hay, pero todo paso que demos en función de la reparación, ayuda a evitar la reacción de la venganza, la incubación del odio.

Descentralización, democracia y derrota del terrorismo

Este país es ampliamente descentralizado. El pueblo colombiano elige directamente a 32 gobernadores, a 1.102 alcaldes de los más diversos orígenes políticos. Nuestra Nación en el proceso de descentralización ha llegado a que las entidades territoriales sean responsables de la ejecución del 25 por ciento del gasto de todo el Estado.

El terrorismo había asfixiado la descentralización. Cuando empezó esta administración su lucha contra el terrorismo teníamos 400 alcaldes de los mil 102 que no podían ejercer. El terrorismo había abierto las puertas a través de la intimidación y de la corrupción para saquear presupuestos en muchos municipios. Hoy la seguridad ha recuperado el respeto a los dignatarios de elección popular, a su autonomía para la orientación de sus presupuestos.

Si ustedes me preguntaran por instituciones colombianas que yo quisiera destacar, además de la independencia de la justicia, de la libertad total de medios de comunicación, yo les diría que una institución colombiana fundamental, que ha ganado muchísima fuerza en estos años, por cuanto ha recuperado su autonomía y se ha liberado de la presión permanente de la amenaza terrorista, es la descentralización.

Este proceso, muy apreciados visitantes, lo hemos adelantado sin legislación de Estado de Sitio. Enfrentamos el terrorismo rico y criminal y autónomo, sui géneris.

Cuando hubo procesos de paz en Centroamérica, los directores del orden establecido contribuyeron a esos procesos de paz aportando posibilidades de ampliación democrática. Aquí tenemos una democracia plena.

El proceso de ampliación democrática de Colombia se ha dado a lo largo de muchos años y por supuesto, las guerrillas centroamericanas también dieron sus pasos hacia la reconciliación porque encontraban que ya no disponían de fuentes de recursos provenientes de donaciones de ONG de Europa Occidental.

Nosotros tenemos un terrorismo sumamente rico, soportado en el negocio del narcotráfico, autónomo, que no depende de aportes internacionales. Por eso, nuestra decisión también total, absoluta de derrotar el narcotráfico.

Y a pesar de tener este terrorismo con esa capacidad de hacer daño, el debilitamiento, la lucha de este período, que nos ha permitido avanzar, que vamos ganando sin haber ganado todavía, se ha adelantado sin restricción de libertades, sin censura de prensa. Se ha adelantado con plenitud de garantías individuales, de garantías políticas, con legislación ordinaria.

En Colombia hoy se puede respirar un ambiente democrático de seguridad, todos los días se consolida más. Y los eventos democráticos, como el que sucedió en el día de ayer, así lo van acreditando.

Inversión y apertura de mercados

Pues bien, el segundo pilar es el de la confianza de inversión. Para nosotros es fundamental.

Si ustedes me preguntaran, en un país de 46 millones de habitantes como Colombia, que tiene aún problemas graves de pobreza y de inequidad en la distribución del ingreso, dos herramientas económicas que el Gobierno tenga como prioritarias para que el país salga adelante, yo no vacilaría en contestarles: apertura de mercados y confianza de inversión.

Esa confianza de inversión ha dado sus frutos. Además de las cifras del Ministro Plata, que muestran dos períodos de inversión extranjera en Colombia –siendo este último bastante más fuerte– y que este año, mientras la caída en el mundo en inversión extranjera directa ha sido del 44 por ciento, en Colombia apenas se ha dado una caída del 8 y medio.

Además de ello, la tasa total de inversión en nuestro país ha pasado de porcentajes del 12, 14 sobre el PIB, a porcentajes en los últimos años superiores al 25.

Este año, en el primer trimestre, a pesar de las dificultades de la economía, la tasa de inversión estuvo en el 25 por ciento y en el segundo trimestre en el 26 y medio.

Nosotros ¿en qué la soportamos? Primero, nosotros exigimos responsabilidad social. Para nosotros la inversión no es un fin en sí mismo; es un medio de superación de pobreza, de construcción de equidad.

Libre emprendimiento y responsabilidad social

Pero también somos muy conscientes que los gobiernos, en lugar de arrinconar la inversión, de restringirla, de sustituirla por un proceso de agresión al inversionista que en algunas partes va culminando en estatización de medios de producción, nosotros creemos que lo que tienen que hacer los gobiernos es promover la inversión, promover el libre emprendimiento, promover la creatividad que de allí surge.

Para nosotros el libre emprendimiento es un valor fundamental, un valor sobre el cual no podemos transigir. Y ese libre emprendimiento se constituye en aquellos que nosotros consideramos el camino eficaz hacia la responsabilidad social. El libre emprendimiento, para ser sostenible llega a la conclusión de que requiere cumplir con todos los estándares de responsabilidad social.

Reforma del Estado

Hemos introducido a lo largo de estos años reformas estructurales de gran importancia en el nivel constitucional, en el nivel legal. Reforma constitucional para eliminar privilegios pensionales, reforma constitucional para racionalizar las transferencias a las regiones, reforma laboral, reforma administrativa, reforma tributaria.

Hemos reformado 427 entidades del Estado, seguimos en el proceso de reformar entidades del Estado. Nosotros creemos que a América Latina le han hecho daño los extremos frente al Estado, períodos en los cuales en nombre del neoliberalismo se quiso destruir al Estado y períodos en los cuales, en nombre de un nuevo socialismo, se quiere destruir al sector privado.

Nosotros hemos reformado al Estado sin destruirlo. Pero al mismo tiempo pensamos que la reforma del Estado se tiene que impulsar todos los días y también creemos que el Estado garante de la cláusula social, garante de la responsabilidad social, no puede ser obstáculo a la libertad de emprendimiento.

Tenemos reformas pendientes: el proceso reformista hay que mantenerlo siempre, hay que tener unos objetivos, moverse en el camino que conduce a acercarse lo más próximamente a esos objetivos, no caer en el estancamiento; tampoco en el abandono de ese camino. Por eso nosotros nos mantenemos en permanentes ajustes en este proceso.

Ahora estamos pendientes de otras reformas de gran importancia como la reforma para agilizar la justicia, de un pequeño ajuste tributario.

Colombia, por tercer año consecutivo ha ganado la mención positiva del Banco Mundial por su avance en la creación de condiciones de competividad de ambiente de negocios y ya empezamos –con el liderazgo del Ministro Plata y de su equipo– a trabajar en las nuevas reformas, para que Colombia en el año 2010 pueda ganarse esa mención del Banco Mundial.

Ni estancamiento ni bandazos; un objetivo y toda la febrilidad dentro del camino que conduce a ese objetivo para impulsar el avance diario del país.

Ajuste tributario e incentivos

Para nosotros ha sido muy importante lo tributario. Nosotros no hemos rebajado de manera sustancial los impuestos para todos los contribuyentes. Nos parece que en un país con tanta exigencia de capital físico y de capital humano hay que premiar la inversión, que no se puede dar el mismo tratamiento al contribuyente que no invierte que al contribuyente que sí invierte.

Esta es la razón de nuestra política de incentivos. Que ha sido bastante controvertida, más fácil exponerla que aclimatarla en el ambiente político, sacarla adelante en las corporaciones y defenderla todos los días.

Nos han pedido una reforma tributaria estructural y cuando he preguntado ¿En qué consiste? Me han dicho: ‘una tributación que baje los impuestos para todo el mundo, tenga una tarifa plana, una tarifa universal, elimine esos incentivos que algunos llaman exenciones.

Nosotros hemos preferido nuestro esquema que el de esa reforma estructural. ¿Por qué? Porque adoptar una reforma de esa naturaleza traería dos consecuencias. Primero, eliminaría lo que consideramos necesario: darle estímulos al contribuyente que invierte en relación con aquellos estímulos que no puede disfrutar el contribuyente que no invierte.

Y segundo, una tarifa plana y universal elimina la progresividad, que es fundamental en la tributación en las sociedades con inequidad en la distribución del ingreso y de la propiedad.

Tenemos estímulos generales y estímulos sectoriales. Estímulos sectoriales de gran importancia para los biocombustibles. Este país no producía biocombustibles. A pesar de una gran diferencia en producción, hoy es el segundo en alcohol carburante después de Brasil, a partir de caña de azúcar. Y se ha constituido en el primero en la región con un millón 800 mil litros diarios de biodiesel, a partir de palma africana.

Estímulos sectoriales para el impulso de cultivos de tardío rendimiento, estímulos sectoriales para la informática, para la investigación, para el turismo.

En fin. Después de un largo proceso de deliberación y análisis se han introducido un conjunto de estímulos sectoriales y estímulos generales. Todo dólar que se invierte hoy en Colombia tiene una deducción tributaria de 40 centavos. En el ajuste tributario estamos proponiendo que quede en 30 centavos, porque en nuestro periodo 2002 — 2006 la deducción del 30 por ciento mostró sus virtudes, que eran suficientes.

¿En qué momento se puede hacer uso de esa deducción? En cualquier momento posterior al año en que se realiza la inversión. Creemos que eso ha sido un estímulo general bien importante. Someros estudios sobre el año pasado demuestran que un costo de 4 billones es responsable de una generación de inversiones cerca de 30 billones.

Los más pesimistas frente a estas propuestas al inicio de nuestro Gobierno reconocen hoy que, por lo menos, estos estímulos tributarios han anticipado inversiones. Y sí que se requieren en un momento de tantas dificultades e la economía internacional que ha nosotros nos golpea.

Las zonas francas

Otro estímulo general de gran importancia es el de las zonas francas, el cual ha sido presentado en detalle por el Ministro Plata.

Quisiera yo agregar allí, resaltar algunos puntos que él mencionó y agregar algo sobre el tema laboral. Qué bueno poder decir que la zona franca no tiene que ser iniciativa del Gobierno ni del terreno público, que se da por iniciativa de los particulares en cualquier sitio de la geografía. Que no es el Gobierno el que va asignando privilegios, escogiendo un sitio o el otro. Creemos que allí se da un gran avance.

Algunos me preguntan ‘Presidente, pero es que la pequeña empresa no puede reunir los requisitos que se exigen para zona franca. Pues bien, hay esa posibilidad de una zona franca que albergue muchísimas pequeñas empresas.

Creo que algo que conviene en esta Conferencia Latinoamericana de Zonas Francas es hacer claridad sobre las infinitas posibilidades de las pequeñas empresas en esta figura. Porque el lector que no entre en detalles, cuando se informa de los requisitos iniciales para una zona franca, reacciona automáticamente diciendo ‘bueno, pero la pequeña empresa no puede cumplir estos requisitos’.

Hay que ir más profundo en el texto de la legislación para encontrar cómo en una zona franca caben infinidad de pequeñas empresas.

En lo laboral, de gran importancia el avance, de nuestro país en esa materia. El beneficio tributario de zona franca tiene una compensación laboral, no solamente en exigencia de empleos, sino en calidad de contratación.

El contrato precario laboral se excluye en zonas francas. La contratación imperante debe ser una contratación a término indefinido, sin intermediación laboral y con afiliación a la seguridad social.

Creemos que el gran aspecto que entra a darle justificación en el significado político de la economía en las zonas francas es la creación de posibilidades de emprendimiento y de empleo con buena calidad, con afiliación a la seguridad social. Quería resaltar ese punto.

Ahora, todo esto está apoyado en una ley que fue muy debatida en Colombia, pero que finalmente se aprobó y que está en plena aplicación, que es la ley que garantiza la estabilidad en las reglas del juego, a la cual se han referido mis distinguidos antecesores en el uso de la palabra. Eso que llaman la seguridad jurídica, creemos que es un buen avance.

¿Qué ajuste tributario estamos impulsando en el Congreso de la República? Creo que es bueno decirlo aquí para demostrar nuestra voluntad de garantizar estabilidad en lo fundamental. Porque a muchos que critican esta medida yo les digo ‘Pero por qué las quieren echar para atrás si apenas empezaron a producir efectos?’ Hay que dar tiempo para que los procesos maduren.

Este país que hace poco introdujo estos incentivos tributarios cómo los va a desmontar. Hace poco tiempo me decía un empresario, dijo ‘vea, yo tengo la fábrica de confites más grande de China y ahora quiero instalar una en el continente americano. En el pasado yo no pensaba en Colombia sino por una mala noticia de violencia. Por primera vez estoy considerando a Colombia para instalar la fábrica de confites en el continente americano’. Bastante entusiasmado.

Y eso me llevó a esa reflexión: si este país empieza apenas a ser la ‘niña de los ojos’ de muchos agentes de inversión, si apenas empieza a producir esa inversión, a estas normas hay que darles tiempo de madurar.

Puede ser que en el futuro se adopte una reforma en la cual se diga tarifa baja, universal para todo el mundo, la misma. Habrá que ver las condiciones en ese momento de empleo, de distribución del ingreso. Habrá que ver en ese momento las condiciones de competitividad del país, etcétera. Pero creemos que en este momento hay que preservar, mejorándolo, este sistema de incentivos.

Por eso hemos comprometido ante los colombianos nuestra voluntad de darle estabilidad con ajustes ¿Cuál es el ajuste que se propone? Primero, que la deducción tributaria no sea del 40 por ciento sino del 30 por ciento ¿Por qué? Porque nuestra primera deducción que introdujimos en el año 2003 funcionó bien hasta el año 2006: fue del 30 por ciento.

El Congreso de la República introdujo en el 2006 la deducción del 40. Creemos que ese diferencial de 10 puntos, después de esta experiencia de otros tres años, no se requiere.

Segundo, creemos que es bien importante que los beneficios no sean acumulativos sino excluyentes. Esto es, hoy una zona franca tiene derecho legal a hacer una deducción por sus inversiones. Nosotros pensamos que ahí hay un exceso que se debe corregir, que se tiene un incentivo o el otro, que se tiene el incentivo de la zona franca o el derecho a la deducción del 30 por ciento a la inversión. Por eso estamos proponiendo que no se puedan acumular esos dos incentivos.

Tercero, así como el Estado le tiene que dar reglas claras, seguridad jurídica a los inversionistas, también es muy importante que la inversión le dé al Estado herramientas de defensa.

Por eso proponemos que haya un nuevo tributo a los altos patrimonios, para ayudarnos a financiar la Seguridad Democrática, y que no se pueda en la ley que garantiza estabilidad tributaria, no se pueda garantizar, no se pueda poner al Estado ante el imperativo de no poder introducir estos impuestos transitorios al patrimonio.

Que el Estado mantenga la posibilidad de hacer estos derrames transitorios a los altos patrimonios. Eso ha ayudado mucho.

Más debate político y menos conflicto social

Colombia es un país hoy con más debate político y con menos conflicto social. En el diálogo diario con mis compatriotas así lo vamos observando. Intenso debate político.

Pero se ha venido poco a poco tornando el conflicto social en una relación de más fraternidad, lo que encontramos bueno.

¿Saben qué ha sido fundamental para eso? Financiar la seguridad con un impuesto a los altos patrimonios y no hacerlo a expensas de la política social.

Para eso ha sido fundamental poder avanzar en la seguridad y al mismo tiempo en la revolución educativa, en Familias en Acción, en los beneficiarios de los programas de nutrición, en Bancas de Oportunidades.

Avanzar mano a mano en seguridad y en cobertura social ayuda a que el país todos los días vaya avanzando en ese tránsito de la pugnacidad, de la conflictividad social, a un país con más fraternidad.

Para nosotros es fundamental el largo plazo. Y de la estabilidad en el largo plazo depende de la capacidad de todos los colombianos de hacer tránsito de la pugnacidad en lo social, al tránsito de la pugnacidad en lo social.

Y eso lo conectamos con la legislación tributaria. Nos parece que para lograrlo es fundamental que el Estado mantenga unos espacios en los cuales pueda actuar para enfrentar este tipo de problemas.

Esas son, en síntesis, las disposiciones que hemos propuesto al Congreso de la República en este ajuste. Yo creo que al examinarlas el lector puede llegar fácilmente a la conclusión de que hay toda la voluntad de mantener la estabilidad.

Nuevos sectores clave y biocombustibles

A esto se suman otros esfuerzos grandes que hace el Ministro Plata, su equipo, en concertación con el sector privado, para escoger qué sectores de talla mundial se pueden estimular en Colombia. Ya hizo algunas referencias: que el sector del Business Process Outsourcing, como derivado que agrega valor al básico del call center .

Los medicamentos. Este país es uno de los países megadiversos. Este país es uno de los siete países del mundo más ricos en recursos naturales ambientales. Este país tiene una gran posibilidad de desarrollar la producción de medicamentos a partir de estos recursos ambientales, la producción de la industria cosmética, los biocombustibles, sin afectar la selva.

Tenemos un 51 por ciento del territorio colombiano todavía en selva. Este país tiene casi 600 mil kilómetros en selva. Y los biocombustibles sin afectar la seguridad alimentaria, gracias a la posibilidad de crecimiento de áreas de siembras en la Orinoquía colombiana.

Todos estos sectores –y el sector de IP–, todos estos sectores vienen siendo estimulados porque se les ha estudiado su posibilidad de ser en Colombia sectores de talla mundial, sin olvidar los sectores tradicionales, que tienen que vivir en un proceso de agregación de valor, en un proceso de mejoramiento continuo.

Claro, tenemos dificultades. De aquí a Bogotá hay más de mil kilómetros y la carretera todavía es muy angosta. De nuestra capital al mayor puerto del Pacífico hay 580 kilómetros, pero el país está haciendo un gran esfuerzo para desatraso de infraestructura.

El puerto principal de Cartagena cuando empezó nuestro Gobierno movilizaba 100 mil contenedores; este año moviliza millón y medio de contenedores. Hoy hay, gracias al esquema de desatraso de infraestructura y al mecanismo de zonas francas, una gran actividad en inversión y en modernización portuaria en Colombia.

Tenemos un reto de infraestructura, pero confiamos que podamos salir adelante.

Quiero darles la bienvenida a Colombia a los ilustres visitantes. Agradecer la reunión de las zonas francas de América Latina en esta ciudad de Cartagena. Y tenemos mucho entusiasmo que nuestros países puedan salir adelante y esta figura ayuda muchísimo.

Nosotros tenemos 51 zonas francas, pero al Ministro Plata, que no hay que acosarlo porque es muy diligente, cuando me dice: ‘llevamos 51’; le dije: ‘¿y cuántas vamos a tener la semana entrante?’.

En unas sociedades con tantas dificultades sociales, con tantos retos, en esto hay que vivir marchando muy, muy a la carrera.

Les deseo que sean muy fructíferas estas deliberaciones de ustedes en Cartagena.

Muchas gracias”.

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