En Colombia el número de secuestros extorsivos cayó de 1.708 a 160, según Fondelibertad, que reveló el segundo informe de ‘Realidad de las víctimas del secuestro en Colombia’.

Bogotá, 5 abr (SP). El secuestro extorsivo cayó en un 90,6 por ciento en el país entre 2002 y 2009, gracias a la política de Seguridad Democrática, y hasta febrero pasado había en el país 79 personas secuestradas y no 2.800 como se afirma, de acuerdo con el Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal (Fondelibertad).

“Al 28 de febrero de 2010 en Colombia había 79 personas secuestradas y no 2.800 como muchas entidades y personas han dicho”, aseguró el Director de Fondelibertad, Harlan Henao Serna, al presentar el segundo informe ‘Realidad de las víctimas del secuestro en Colombia’.

El funcionario destacó que la política de Seguridad Democrática “ha sido vital” en la lucha contra este delito y en la caída de la cifra de secuestros extorsivos.

Fondelibertad, entidad adscrita al Ministerio de Defensa, indicó que luego de depurar y corroborar la información que había, se logró establecer que de las 2.800 personas que figuraban como secuestradas y que se creía continuaban en cautiverio, 2.126 no están cautivas, 79 sí lo están y 614 continúan en estudio, ya que no se ha encontrado mayor información y registros que permitan identificar a la presunta víctima.

De las 2.126 personas que figuran como no cautivas, 1.148 están libres, 767 fueron víctimas de otros delitos que no corresponden a secuestros y 211 están muertas.

De las 767 personas que fueron víctimas de otros delitos diferentes al secuestro, 744 sufrieron desaparición forzada, 20 reclutamiento forzado y 3 trata de personas.

“Es importante entender que la desaparición forzada es diferente al secuestro. Mientras este último está motivado por un interés económico o por un chantaje político exigiendo un canje y obliga al secuestrador a vigilar todo el tiempo a su víctima, la desaparición puede tener múltiples motivaciones pero el victimario no está interesado en exigir cobros o en tener contacto con las familias o con el exterior, ni en dejar rastro alguno de su delito y menos en mantenerse vigilando a la víctima”, explicó el Director de Fondelibertad.

Manifestó que la desaparición forzada en Colombia se debe en gran medida a grupos al margen de la Ley como las guerrillas de las Farc y Eln, y las autodefensas.

“Este nuevo informe es fruto de un arduo trabajo de más de dos años, liderado por Fondelibertad y en asocio con las Fuerzas Militares, la Policía Nacional, el CTI, el DAS, la Unidad Nacional contra el Secuestro de la Fiscalía, alcaldías, gobernaciones y entidades públicas y privadas”, dijo Henao Serna.

Añadió que uno de los principales motivos de la desinformación que existía es que lamentablemente el país no contaba con un protocolo para el manejo de la base de datos de los secuestrados.

“Por eso esta investigación es tan importante, porque se permite entender la inexactitud que había. Pero además permite conocer hoy la realidad de las víctimas de este flagelo en el país”, puntualizó.

Por su parte, el Ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, exaltó la labor realizada y dijo que esta investigación permitió descubrir situaciones muy particulares como la del actual Secretario de Gobierno de San Francisco (Antioquia), quien aparecía en la base de personas secuestradas.

“El propio funcionario, al enterarse de la situación, envió un documento donde señalaba que efectivamente estuvo en poder del Eln (Ejército de Liberación Nacional) durante 10 días en el 2000 pero que fue liberado desde hace más de nueve años”, explicó el Ministro.

De las frías cifras —agregó-, Fondelibertad pasó al análisis profundo de la situación del secuestro en Colombia para establecer la situación o dónde estaban las personas que aparecían registradas en la base de datos.

“La tarea continúa y el compromiso del Ministerio de la Defensa es encontrar a todas las personas que aparecían en la base de datos, así como dar una atención integral a las víctimas y sus familias”, expresó el jefe de la cartera de Defensa.