En el certamen participarán representantes gubernamentales y de entidades como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que analizarán experiencias sobre la coyuntura actual de la migración y los últimos avances normativos para hacer del control migratorio un factor decisivo en la prevención de delitos transnacionales que afectan a los países iberoamericanos y cuya solución requiere de la cooperación internacional.

Bogotá 9 abr (SP). Representantes de más de veinte países fueron invitados al Primer Congreso Iberoamericano de Migración ‘Tráfico de Migrantes: un delito sin fronteras’, organizado por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), y que se llevará a cabo en Cartagena el 15 y 16 de abril próximos.

En la reunión participarán representantes gubernamentales y de entidades como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que analizarán experiencias sobre la coyuntura actual de la migración y los últimos avances normativos para hacer del control migratorio un factor decisivo en la prevención de delitos transnacionales que afectan a los países iberoamericanos y cuya solución requiere de la cooperación internacional.

El Congreso se desarrollará en el Hotel Las Américas, de Cartagena y será inaugurado por el Director del DAS, Felipe Muñoz Gómez, con la participación del Gobernador (e) de Bolívar, Jorge Mendoza Diago; la Alcaldesa de la ciudad, Judith Pinedo y el Director del Departamento Nacional de Estadística (Dane), Héctor Maldonado Gómez.

Las fronteras iberoamericanas, los derechos y deberes de la migración, la cooperación internacional, la legislación migratoria, la problemática mundial del tráfico de migrantes y las estadísticas del movimiento migratorio en la región, serán algunas de las temáticas que se desarrollarán durante el Congreso.

El movimiento migratorio es un fenómeno global que afecta a todo el mundo y sus mayores efectos se han dado sobre la economía, la política y en general, sobre las sociedades de los países emisores y receptores.

Este fenómeno, además de romper y crear vínculos entre familia, comunidad y Estado, origina cambios en los modelos laborales y económicos, y fomenta la propagación de algunos delitos que atentan contra los derechos de las personas, como es el tráfico de migrantes.

Según la OIM, en el 2009 se movilizaron cerca de 200 millones de personas y de esta cifra, que corresponde al tres por ciento de la población mundial, lo hicieron de manera irregular 30 millones de migrantes.