Abril 09

   

Palabras de la Decana de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de La Sabana en la Cátedra “En Directo”

Chía, Cundinamarca, 9 abr (SP). Desde hace ya 37 anos, la Facultad de Comunicación ha venido trabajando en la formación de profesionales que tengan no sólo las competencias profesionales para encarar los retos de unas carreras como las nuestras, sino que cuenten con la integralidad desde el punto de vista personal y humano.

Para ello, además, como es lógico, de los programas académicos y de los esfuerzos que evidentemente hacemos día a día con los planes de estudios, la mejor y mayor cualificación de nuestros docentes, la mejor oferta de salidas profesionales, los intercambios académicos, entre otros; intentamos estar muy cerca de la realidad que nos rodea aunque muchas veces en la Universidad, y a veces más en esta Universidad, vivimos resguardados como en una burbuja de cristal, que tan sólo se quiebra cuando se traspasan las fronteras que dan lugar al mundo laboral.

Y ello se evidencia en ejercicios como el de hoy. Cátedra en Directo es un espacio que creamos en la Facultad hace ya varios anos, con el que buscamos acercarnos a esa realidad. Por la cátedra han pasado cientos de invitados de todas las áreas de la vida pública, la economía, el deporte, la política, la cultura, la ciencia, les hemos confrontado, les hemos cuestionado y con ello, hemos realizado buenos ejercicios de reportería, de análisis y opinión, de redacción, de comunicación. Y seguiremos haciéndolos, convencidos de que estos acercamientos enriquecen nuestra formación y nos ponen, definitivamente en el contexto del país en el que vivimos y la vida que nos espera en el ejercicio profesional.

Hoy, hemos invitado al señor Presidente a esta Cátedra en Directo, justo porque queremos tener con la máxima autoridad de nuestro país, un gran ejercicio periodístico. Han sido estos, ocho anos de muchas y muchas noticias, de muchas realizaciones, de muchos cuestionamientos y ahora, al cierre de esta administración, tenemos inquietudes, muchas expectativas y el natural deseo de hacer balances, en nuestro caso, objetivos, claros, completos, como siempre intentamos desde la teoría, objetivos y muy profesionales.

Como siempre, con el mejor tono, respeto y altura, esperamos tener la apertura con la que creo que en general, a pesar de las críticas y las valoraciones que especialmente de fecha reciente se han hecho por parte de algunos medios de comunicación, el Gobierno ha dado respuesta a cientos de interrogantes de la prensa, en un ambiente democrático y de libertad.

Y antes de dar paso a nuestra actividad académica y periodística, no puedo dejar de dar el agradecimiento enorme al señor Presidente, especialmente en nombre de nuestra Facultad, no sólo por estar presente en esta oportunidad con nosotros, sino por la ayuda que desde Presidencia, a través de César Mauricio y de varios de sus periodistas, siempre hemos encontrado.

En especial, porque sé que es de bien nacidos ser agradecidos y que, no sólo en mi calidad de ciudadana, sino en especial de periodista (que seré siempre) y de decana de esta Facultad, tengo que reconocer que, Señor Presidente, nos sentimos gobernados. Siempre tuvimos Presidente. Y de usted aprendimos mucho. Y apenas, cito cuatro cosas porque no quiero extenderme.

Una. Aprendimos señor Presidente que se puede ser coherente. Que se puede vivir plenamente lo que se piensa y especialmente lo que se dice, en todos los escenarios, en todas las situaciones, ante las diversas vicisitudes.

Dos. Aprendimos Señor Presidente qué es trabajar bien. Usted lo sabe Señor Presidente, la inspiración de nuestra Universidad tiene como fondo el trabajo bien hecho. Y aunque con los anos se convirtió en una frase graciosa y que suscitó cientos de chistes e historias, eso de “trabajar, trabajar y trabajar”, es fácil decirlo, pero difícil vivirlo y sin embargo, cuán orgullosos nos sentimos, especialmente ante el mundo, de tener un Presidente que no sólo hace, sino que tiene la gran virtud de lograr que los demás hagan. Eso, esperamos que lo aprendan nuestros hijos, nuestros alumnos y que nos lo apliquemos nosotros mismos.  

Tres.  Aprendimos Señor Presidente, a vivir la tranquilidad. Aquí, en un momento, vendrán las críticas, las suspicacias, los cuestionamientos. Pero nadie puede negar que volvimos a las calles de nuestro territorio nacional. Muchos de nosotros salimos los fines de semana con la seguridad de que regresaremos a casa y eso lo supo el mundo y hay que ver el listado de personajes, empresarios, artistas que por cuenta de la seguridad, decidieron acercarse al país.  Muchos no pisaban el país desde hacía anos y lo hicieron a sabiendas de que además de saberse bien recibidos, contaban con la posibilidad del retorno.

Y cuatro. Aprendimos Señor Presidente o recobramos, el amor a la Patria. Incluso en las formas. De eso, me hizo caer en cuenta mi hijo de cuatro anos, que me dijo: mamá, el presidente Uribe es el de Oh Gloria Inmarcesible y se puso la mano en el pecho. A mí me dio risa, pero en realidad, pensaba en las muchas oportunidades en las que se evidenció ese amor a la Patria, al país y a la gente. Porque hasta eso hay que demostrarlo.

Y habría más señor Presidente. De cualquier manera, muchas gracias por todo.  Sabemos que queda mucho por hacer, mucho por construir. De eso hablaremos a continuación y esperamos que sus respuestas nos ayuden a pensar cuál es el paso que debemos dar y ante todo, cuál es el papel que cada uno, desde su posición, desde su condición, debe asumir.
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