Guarne, Antioquia, 27 abr (SP). "Yo me emociono mucho de ver esta inversión tan promisoria para el empleo, para la prosperidad, para el bienestar.

Quiero hacer llegar unos agradecimientos muy sentidos.

Hace aproximadamente tres años, en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, pude ver a Andrea Jung; lo vi en Bogotá en el año 2007, y a Elizabeth Smith, en Davos, en el año 2009, hace 14 meses. Con ambos se habló de esta posibilidad. Me explicaron su gran entusiasmo en Colombia; lo que estaban haciendo por la mujer colombiana; toda su confianza en Colombia, y la verdad es que yo veía esta inversión tan grande, y Avon, una empresa con presencia en todo el mundo, que a ratos pensaba que era muy remota. Pero está empezando.

Muchas gracias a Avon, encabezado por ellos. Muchas gracias a Andrea Jung, a Elizabeth Smith. Muchas gracias a los directivos latinoamericanos. Muchas gracias a los directivos nacionales. Muchas gracias al doctor Adnauer (Moraes Amorin, Vicepresidente de la Cadena de Suministro de Avon para América Latina), a Leopoldo Coronado (Vicepresidente de Estrategia y Transformación de Avon para América Latina), muchas gracias a Ben Legin; a usted, doctora María Adelaida Saldarriaga Estrada (Gerente General de Avon para el grupo de mercado de Colombia, Perú y Ecuador).

Esto le ayuda enormemente a Colombia.

Gobernador (de Antioquia, Luis Alfredo Ramos) lo felicito; que esta tierra antioqueña vaya atrayendo estas empresas tan importantes para el bienestar de nuestros compatriotas. Lo felicito Alcalde (Mauricio Montoya González, Alcalde de Guarne), apreciados concejales, porque este es otro paso para la prosperidad, para el bienestar de Guarne.

Y felicito a las Fuerzas Armadas. La verdad es que sin los pasos de seguridad de Colombia en estos años, no se darían estas decisiones de inversión.

Cuando nosotros hablamos de desempleo, de pobreza, de inequidad, algunos dicen: no, el problema del desempleo se resuelve quitando los parafiscales.

Yo creo que no. Eso genera 200 mil empleos por una vez. ¿Y después qué hacemos? Entonces nos quedamos sin el Sena, sin Bienestar Familiar, sin las cajas de Compensación y sin empleo. Sería muy grave.

Hace 20 días, a nosotros nos entregaron un estudio sobre ‘Competitividad Latinoamericana de las Normas Laborales de Colombia’. Y aparece que somos competitivos. Nuestra seguridad social es cara, pero en términos generales somos competitivos.

Pero esos estudios no tienen en cuenta otros elementos: en el país hay unas flexibilidades adicionales. Por ejemplo, el esquema de contratación de Avon con las 300 mil mujeres muestra que aquí hay un esquema de flexibilidades donde paga es el esfuerzo, donde paga es el buen resultado.

Colombia tiene otras flexibilidades que no han incorporado talvez en muchos de los estudios nacionales o las quieren o las sienten no representativas o las esconden, y que no han incorporado en otros estudios internacionales. Por ejemplo, este país permite las empresas de servicios temporales, las cooperativas de trabajo asociado, el contrato de aprendizaje.

En los últimos años hemos hecho dos reformas muy importantes del contrato de aprendizaje: una, que lo convierte en un contrato de servicios que garantiza la afiliación del aprendiz a la salud, y la afiliación del aprendiz a riesgos profesionales; pero no tienen que pagar por el aprendiz las otras cargas. Eso es bien importante. Y no es contrato laboral, sino contrato de servicios.

Solamente esa medida ha permitido, con los últimos años, que Colombia haya pasado de 30 mil aprendices, hoy tiene 200 mil. Yo creo que algo va de 30 mil a 200 mil.

Y se entendía, por nuestra reforma laboral, que cada empresa debía tener por cada 20 trabajadores un aprendiz, o en su defecto pagar una cuota, el valor de un trabajador. Con esa cuota es que hemos financiado el Fondo Emprender.

Pues bien, para quitar ese techo y para posibilitar que haya tantos aprendices cuantos se necesiten, el año pasado dictamos unos decretos que permiten que las empresas no solamente vinculen los aprendices que obligatoriamente tienen que vincular, uno por cada 20 trabajadores, sino que de ahí hacia arriba vinculen cuantos aprendices requieran.

Yo creo que eso da muchas posibilidades. Apenas está empezando a aplicarse en Colombia. Es bueno para el joven que tiene la posibilidad de la práctica y es bueno para las empresas. Estas son flexibilidades de gran trascendencia.

Además, el año pasado reglamentamos lo que es la Ley 590: toda pequeña empresa que nace en Colombia, el primer año tiene derecho a pagar solo el 25 por ciento de los parafiscales; el segundo año paga el 50 por ciento; el tercer año, el 25, y solamente el cuarto año paga el ciento por ciento.

El Ministerio me informaba la semana pasada que ya hay más de 30 mil empresas que se han beneficiado de nuestros decretos que desarrolla la Ley 590.

El sábado (próximo), en la ciudad de Popayán, en la conmemoración del Primero de Mayo, nuestro Gobierno va a lanzar el decreto reglamentario del contrato sindical que consideramos de la mayor importancia, para que los servicios de tercerización que contratan las empresas, los puedan contratar con sus propios sindicatos, en la idea de construir una sociedad más fraterna en las relaciones entre el capital y el trabajo.

Yo tendré mucha alegría el sábado, de volver a insistir en el último Primero de Mayo que corresponde a este Gobierno, que me corresponde a mí como Presidente, en la necesidad de que Colombia vaya haciendo ese tránsito del viejo antagonismo empresa-trabajadores, a una nueva fraternidad.

Ese tránsito de la empresa que solamente piensa en utilidad, a la empresa toda comprometida con el bienestar social. Ese tránsito del sindicato que solamente piensa en su reivindicación, al sindicato comprometido con la productividad, la competitividad, el bienestar, la sostenibilidad de la empresa.

Yo creo que esa armonía se requiere para la prosperidad del país, para ser competitivos en el mercado internacional, para atraer este tipo de inversiones tan importantes.

Yo diría que el tema laboral no debe ser el tema mayor de discusión en Colombia. El país tiene una legislación que se ha venido reformando y no fácil, bastante equilibrada.

Yo diría que la prosperidad colombiana depende de otros factores, de la seguridad. Si no hay seguridad, es imposible. Depende de la promoción de inversiones.

Los gobiernos anteriores, ninguno fue adverso a la inversión. Yo sí creo, apreciados compatriotas, que lo que caracteriza a este Gobierno es la dedicación a promover inversión. Yo pienso que ahí hay una marca fundamental de este Gobierno.

Y hay pruebas al canto. En esa crisis tan honda del mundo por esta situación económica, y en una crisis para nosotros doble: la crisis de la economía internacional y la crisis de Venezuela, Colombia el año pasado fue el país con más alta tasa de inversión en la región latinoamericana, 25,8.

Antes, de cada 100 pesos que producíamos invertíamos 12, 14; picos de 16. En los últimos años por encima del 25. Pero no podemos estar contentos. China lleva 20 años invirtiendo por encima del 30. O sea que todavía tenemos que invertir más en Colombia.

El año pasado, en medio de esta crisis, apreciados compatriotas, Colombia tuvo el segundo año récord en materia de Inversión Extranjera Directa.

Nosotros, cuando empezábamos los años picos, eran de 2 mil 100 millones de dólares; en los últimos años, 10 mil 500, 8 mil 500, 6 mil 500 (millones de dólares). El año pasado 9 mil 530 (millones de dólares). Inversión bruta que llega a Colombia.

Y me contaba esta mañana el Viceministro Duarte (Ricardo Duarte, Viceministro de Desarrollo Empresarial) que este año vamos creciendo en un 23, 25 por ciento en inversión. ¡Qué bueno que los compatriotas sepan esto! Y lo digo aquí a los periodistas que nos acompañan.

Inversión creció un 23 por ciento

Este año, las cifras del primer trimestre indican que la inversión en Colombia creció un 23 por ciento. Es algo muy ilusionante para el país.

Y eso tiene consecuencias. Miren, apreciados compatriotas, consecuencias como esta:

En América Latina, el año pasado, por la crisis, el promedio de caída de la economía fue del 1,7 (por ciento). Cayó la economía en Venezuela, cayó en Brasil, cayó en México. Aquí crecimos levemente; crecimos el 0,4.

En América Latina, el año pasado, a consecuencia de la crisis, aumentó la pobreza. Nueve millones de pobres se aumentaron en América Latina. En Colombia el año pasado se redujo la pobreza. ¿Qué tal que no hubiéramos tenido esta tasa de inversión?

En crisis anteriores, los trabajadores se desafiliaban de la salud, de las pensiones, de las cajas de Compensación. Ahora, a pesar de la crisis, siguió creciendo la afiliación a la seguridad social.

En crisis anteriores, señor Alcalde, señor Gobernador, el Gobierno Nacional decía: ‘como se me cayeron los recaudos, le tengo que disminuir las transferencias a las regiones’. En esta ocasión no se hizo. Hemos cumplido con las transferencias. Yo creo que eso es significativo.

En crisis anteriores, los niños se retiraban de las escuelas, los universitarios de sus universidades. En esta crisis ha continuado creciendo la población escolar y la población universitaria.

Y yo creo que eso tiene que ver con la política de promoción de inversiones, de inversión extranjera, de inversión nacional. Con lo grande y con lo micro.

De pronto ha pasado desapercibido esto, que nos tiene que haber ayudado: el año pasado nosotros, en el Banco de Oportunidades, entregamos millón 650 mil créditos a microempresarios. Alrededor de 350 mil créditos a microempresarios que nunca antes habían accedido a un crédito institucional.

Yo pienso que eso de fortalecer la pequeña empresa ayuda mucho a que los países afronten los choques de las crisis de la economía: promover inversión.

Y algunos compatriotas me dicen: ‘bueno, Presidente, ¿pero si hay tanta inversión por qué todavía hay tanto desempleo? ¿Por qué todavía hay tanta pobreza?

Porque es que esto no produce milagros de la noche a la mañana. En esto hay que persistir.

China lleva más de 20 años, más de 20 años generando una alta tasa de inversión, y apenas ha reivindicado de la pobreza a 400 millones, de mil 300 millones de chinos.

Pero si ustedes miran en los años 2003 a 2007 -cuando tuvimos ese gran crecimiento antes de esta crisis de la economía- en esos años, a medida que crecía la economía, bajaba el desempleo; a medida que crecía la economía con fraternidad, reducíamos la pobreza. Se nos desaceleraron estos beneficios en el último año y medio, por la caída de la economía internacional, pero inversiones como esta señalan que el país va en un rumbo promisorio.

En año de elecciones, este tipo de inversiones, en año de elecciones, enero-febrero-marzo, un crecimiento de la inversión extranjera del 23 por ciento, quiere decir que el país ha ganado bastante confianza.

Promover la inversión.

Por eso yo defiendo normas como las zonas francas, que tanto ayudan en este oriente antioqueño. Como los estímulos a aquellos empresarios que reinvierten las utilidades, esa deducción del 30 por ciento a nuevas inversiones. La regla esa que tenemos de que se puede hacer un acuerdo entre el Gobierno y una empresa para garantizar 20 años de estabilidad en las reglas de juego.

Pero si hay inversión, los inversionistas se preguntan: ¿y a dónde vendo? Ese es otro tema para la prosperidad: acceso a mercados.

Entre 1989 y el año 2003, nosotros abrimos la economía y se llenó de productos extranjeros. Pero nosotros no abrimos mercados para nuestros productos. Solamente tuvimos el mercado andino, un acuerdo que a la postre resultó insuficiente con México, y unas preferencias unilaterales de los Estados Unidos y de Europa, que como las ponen las quitan, entonces no generan confianza de inversión.

¿Qué hemos hecho en estos años, bajo el liderazgo del Ministro Plata (de Comercio, Industria y Turismo), su equipo? -El Ministro no nos acompaña hoy, aquí está su Viceministro, el equipo de Proexport, porque él está en un debate en el Congreso canadiense, tratando de sacar adelante la ratificación a nuestro acuerdo de comercio-, qué hemos hecho en estos años: acuerdos de comercio, para que esta producción que se da en estos corredores, como el corredor industrial de Guarne, pueda tener la posibilidad de llegar a todos, a todos los países del mundo.

Pero si uno va a producir, tiene seguridad, promoción de la inversión, hay acceso a mercados, tiene que hacerse otra pregunta: ¿qué vamos a vender?

Es muy difícil competir con agricultura básica, es muy difícil competir con agricultura sin valor agregado, es muy difícil competir con confección sin valor agregado, sin alto nivel de diseño. Para competir hay que innovar.

El Ministerio ha venido haciendo un gran esfuerzo para agregarle valor a la producción tradicional y para desarrollar los nuevos sectores.

Colombia, jugador de talla mundial en producción de cosméticos

Y cuánto nos honra a nosotros ver aquí, cuánto nos gusta, qué placer nos da, constatar aquí una gran inversión para uno de los sectores que se promueven en Colombia hoy como un nuevo sector, un jugador de talla mundial en materia de producción de cosméticos. Colombia puede ser un jugador de talla mundial.

Este sector de Avon está incluido en la lista que ha sido concertada entre el sector privado y el Gobierno para darle un impulso como nuevo sector de la economía, como jugador de talla mundial.

Cosmética, y al mismo tiempo la mutación de la cosmética química a la cosmética natural. Esto que llaman aquí ‘el Ecobranch’ nos recuerda ese propósito: la transformación de la cosmética de origen químico a la cosmética de origen puro, de origen natural. Este sector tiene un gran porvenir.

Me decía un tío mío que se enteró de esta noticia: ‘Pero hombre, ¿para qué cosmética, si las mujeres colombianas no necesitan eso? Son muy lindas’.

Le dije: ‘No, lo que pasa es que nosotros con estas fábricas en Colombia le vamos a vender a las mujeres de todo el mundo, para que las de los otros países vean a las nuestras y digan: ‘voy a utilizar Avon de Guarne, para ponerme tan bonita como las colombianas’. Eso es lo que necesitamos.

Sector que tiene que tiene todo, todo el porvenir en nuestra Patria. Sectores de talla mundial.

Allí cerca están construyendo, en una zona franca, el nuevo Hospital de San Vicente. Porque esta Patria nuestra puede ser muy competitiva trayendo enfermos: turismo de salud, que bastantes llegan a Medellín a buscar un trasplante, y este hospital es otro gran factor de atracción. Ahí es donde tenemos que generar empleo, agregándole valor a esta economía, desarrollando talentos, creando posibilidades.

Y esa innovación productiva requiere una gran revolución educativa.

La gran revolución educativa ha sido factor fundamental para que este país tome otro camino, y es lo que conecta la seguridad y la inversión con la política social.

Aquí nos acompaña la Ministra (de Educación, Cecilia María Vélez). En 100 años el país tuvo 120 ministros de Educación. Ahora ha tenido un Ministerio estable, que no ha dependido de las vicisitudes de la política, con competencia, con excelencia, trabajando por ese camino, por la educación, que es lo que nos va a dar una Nación justa, una Nación equitativa.

Este país con 600 mil kilómetros de selva, el sexto país del mundo en biodiversidad, uno de los países más ricos en la proporción agua dulce-territorio; uno de los países campeones en algunos factores, en algunas mediciones ambientales; un país que tiene un 11 por ciento de su territorio en áreas de reserva; un país que contribuye mínimamente a las emisiones contaminantes; un país que aporta el 0,5 del producto del mundo y apenas el 0,3 de las emisiones, pocos países que aportan menos en emisiones que el aporte que hacen en el producto; un país que por cada punto del producto (Producto Interno Bruto, PIB) genera 240 toneladas de emisiones, mucho menos que el promedio latinoamericano por punto del producto.

Para este país que tiene un gran compromiso en la política contra el calentamiento global; este país que tiene un gran compromiso con la humanidad para preservar los recursos naturales; este país que está haciendo un gran esfuerzo para derrotar el narcotráfico -que no solamente ha querido derrotar la vida, las instituciones, sino también los recursos naturales de Colombia- es muy importante esta orientación de Avon, construir aquí un centro de logística con todos los requisitos ambientales.

Me decían que materiales ecológicos, luz natural, temperatura, climatizado naturalmente para el día y para la noche, reciclaje de aguas. Todo eso nos da un gran ejemplo.

Y a todas las mujeres que trabajan en Avon las felicito. Pero ayúdennos a una cosa:

Que no solamente desde aquí atendamos Colombia y unos pocos mercados. Convenzan a estos directivos de Avon que desde aquí hay que atender el mundo entero. Porque estas son las empresas que requerimos nosotros. ¡Bienvenidas!

Hay cuatro clases de gobiernos hoy en esta materia: unos que se oponen abiertamente a la inversión; otros que no se oponen a la inversión, pero que no la defienden; otros que la defienden cuando les conviene, cuando favorece a algunos amigos, y otros gobiernos que creen en ella, la defienden, y no la defienden por conveniencia, sino por convicción, y la defienden de manera institucional. Aquí, en esta última categoría, se ubica Colombia.

Muchas gracias a todos.

Y qué bueno, qué bueno que hoy empiece aquí, empiecen a crecer los arbolitos, a levantarse los ladrillos ecológicos y a crecer una nueva oportunidad de empleo, de bienestar para mis compatriotas.

Muchas gracias".