Montería, 1° ago (SP). “El próximo sábado asumirá como Presidente de los colombianos el Presidente Juan Manuel Santos Calderón, quien fuera nuestro Ministro de Defensa por tres años.
A pocas horas de tener el gusto de transferir la Presidencia de la República al doctor Juan Manuel Santos Calderón, quiero expresarles a todos los soldados y policías de la Patria gratitud y afecto.
Hoy a ustedes, que tienen a su cargo esta Brigada del componente de la Armada, la Fuerza de Paramillo y la Policía de Córdoba.
Este departamento, como el Caribe colombiano, no fue afectado por la violencia dentro de los partidos políticos de los año 40, que terminaran con los acuerdos del Frente Nacional de finales de los años 50.
Pero este departamento ha tenido una tragedia desde 1960. Una tragedia cuyas secuencias siguen: la aparición de las guerrillas marxistas, el derramamiento de sangre y el secuestro a cargo de esas guerrillas; la reacción igualmente cruel del paramilitarismo y la penetración del narcotráfico.
Hemos avanzado en estos años gracias a las Fuerzas Armadas, al apoyo de nuestros compatriotas, pero no lo suficiente.
Antioquia y Córdoba confluyen a uno de los sitios estratégicos del terrorismo colombiano: el Nudo de Paramillo.
En las partes más altas del Nudo de Paramillo la narcoguerrilla, el narcoterrorismo de la guerrilla ha tenido una ubicación histórica. Desde allí han hecho inmenso daño en Córdoba, en el Chocó; inmenso daño en el Urabá antioqueño, en el Urabá chocoano; inmenso daño cruzando a Sucre, a Bolívar. Por ahí han tenido uno de los corredores de Centroamérica, al oriente colombiano.
Continuar hasta capturar último terrorista
La Fuerza de Tarea que adelanta operaciones en el Nudo de Paramillo puede mostrar el resultado de que por primera vez esa guerrilla está debilitada, pero sigue con capacidad de hacer daño.
En el empalme entre los ministros de Defensa y en mi empalme con el Presidente Santos les pediré que esa Fuerza de Tarea continúe hasta capturar al último de los terroristas, porque si se deja allí la semilla del terrorismo, se vuelve a propagar, a hacer todo el daño que nos hizo en el pasado.
En las estribaciones de Paramillo tuvo su asentamiento el paramilitarismo. Hoy desmontado, y unos y otros fueron cooptados por el narcotráfico. El departamento todavía continúa con una violencia proveniente de las bandas criminales del narcotráfico.
Se han hecho unas buenas capturas. Yo los felicito, apreciados comandantes, soldados y policías, pero faltan muchos por capturar. En Caucasia, en Jardín y en Tarazá; que en la apartada Buenavista, que en Planeta Rica, que en Valencia, que en Tierralta, que en Arboletes, que en San Juan de Urabá, que en los corregimientos, que en Canaletes y en la orilla del mar. Faltan muchos por capturar.
Este domingo, el último domingo de este privilegio que me dieron los colombianos, de ser Presidente de la República durante ocho años, quiero, al expresar mi gratitud a ustedes, invitarlos a que con todo su entusiasmo se capture hasta el último integrante de las bandas del narcotráfico.
No hay derecho que sigan vinculando en el narcotráfico a jóvenes de Córdoba y llevándolos a al asesinato.
Anticipo de la victoria final
Nos quedan pues esos dos riesgos. Ese núcleo de guerrilla narcotraficante que quiere persistir en Paramillo; allá produce coca y esa coca la comercializan las bandas del narcotráfico que están en los planes del San Jorge y del Sinú, en las sabanas cordobesas y del Sucre, en la orilla del mar. Ahí vemos esa alianza entre las narcoguerrillas y las bandas narcotraficantes.
Son dos integrantes del narcoterrorismo y tenemos que derrotarlos totalmente.
Lo que ustedes han logrado en este departamento y en el país demuestra, apreciados soldados y policías de mi Patria, que estas victorias parciales son el preludio del anticipo de la victoria final.
Quiero agradecer también a la Armada. Este departamento tiene una gran reserva en Urrá. Una de las últimas obras del Gobierno fue realzar la presa de Urra, para ayudar a amortiguar inundaciones del Sinú.
La presencia de la Armada Nacional en Urrá ha ayudado mucho en este combate al narcotráfico y a la narcoguerrilla.
Quiero agradecer la reciente presencia de la Armada en la Ciénaga de Ayapel (Córdoba). Necesitamos esa presencia; la Armada en las ciénagas y en los ríos, la Armada en Urrá, la armada en Ayapel, el Ejército en Paramillo y en los planes, la Policía en todas partes, para garantizarle a este departamento, a Sucre, al Urabá Antioqueño, al Chocó, el retorno definitivo a la seguridad sin esguinces, a la seguridad sin rendijas, a la seguridad sin riesgos.
Córdoba sufrió el descuido del Estado
La historia triste es esta. ¿Por qué guerrillas y paramilitares se apoderaron de Córdoba? Por el descuido del Estado. Hoy hay muchos en la cárcel por parapolítica, pero los jueces nunca han preguntado dónde están los responsables de las omisiones, del descuido del Estado, que permitieron que estas regiones fueran tomadas por la guerrilla y por el paramilitarismo.
Aquí falta superar la impunidad de la farcpolítica, superar la impunidad de la elenopolítica y falta un juicio. ¿Dónde están los responsables de los descuidos del Estado que permitieron que estas regiones se llenaran de guerrilla, de narcoguerrilla y de narcoparamilitarismo? Ese juicio no se ha hecho.
A estas regiones se les tuvo abandonadas durante décadas y ese abandono lo que hizo fue permitir más guerrilla, permitir más paramilitarismo, permitir más narcotráfico, más pobreza y más desempleo.
Las Fuerzas Armadas hoy tienen una mística, la ciudadanía una conciencia, que no permitirá que haya esos nuevos descuidos.
Tenemos plena fe que la conducción del Presidente Santos. La respuesta con todo el dinamismo del Ejército, la Policía, la Armada, la Fuerza Aérea, va a permitir que el país vaya consolidando la seguridad en todas las regiones.
Se ha avanzado en los procesos de extinción de dominio contra el narcotráfico, pero no lo suficiente. Dejamos dos leyes que permiten agilizar esos procesos.
En el mes de julio se aprobó la última de esas leyes. Hoy los jueces de la República pueden adelantar los procesos de extinción de dominio sin notificación personal, que era dilatoria; basta la notificación por edicto.
Confiamos que la Policía Judicial, la Fiscalía (General de la Nación), los jueces de la República, le arrebaten, le arrebaten los bienes a la corrupción y el narcotráfico. Que no vuelva a suceder lo que encontramos.
A mí me da tristeza saber que saber que alindes con el Batallón del Ejército de Caucasia (Antioquia), el narcotráfico estableció un emporio que duró durante mucho tiempo y que afortunadamente ha sido objeto de extinción de dominio.
Ustedes han ganado mucho, soldados y policías de mi Patria, desterrando la penetración del narcoterrorismo en su expresión narcoguerrillera, en su expresión narcoparamilitar. Esa penetración era causante de violaciones de derechos humanos.
Hoy entregamos unas Fuerzas Armadas más libres de la penetración del narcoterrorismo, unas Fuerzas Armadas más concientes de que no puede haber contaminación, unas Fuerzas Armadas que han sido valerosas para tomar todas las medidas a fin de que sean aislados y sancionados aquellos que se presten para la penetración narcoterrorista.
Era triste que al pie del Batallón de Caucasia hubiera un emporio del narcotráfico y en batallón las cosas sucedieran como si no sucedieran. Era triste que creciera la guerrilla, el paramilitarismo y las cosas avanzaran para males, como que nada ocurriera. Era triste el apoderamiento de la ruralidad y la vida urbana por todos estos terroristas, y las cosas avanzaran como que nadie viera. Eso no puede volver a suceder; ha sido nuestra tarea de estos años.
El pueblo y las Fuerzas Armadas, basados en el texto y en el espíritu de la Constitución, son la garantía de que el Gobierno del Presidente Santos, pueda consolidar la seguridad con la transparencia.
Se han hecho todos los esfuerzos para evitar esas penetraciones de la corrupción, del narcoterrorismo de las Fuerzas Armadas. Hoy tenemos unas Fuerzas Armadas en mejores condiciones para que el récord en derechos humanos sea impecable. En estos días no ha habido una queja de violación de derechos humanos por parte de las Fuerzas Armadas y tengo fe de que con lo que hemos hecho y que harán, el Gobierno del Presidente Santos podrá mostrar permanentemente un récord impecable y en materia de derechos humanos y en materia de eficacia para recuperar plenamente la seguridad.
A rodear de cariño y confianza a la Fuerza Pública
Quiero agradecer a todos ustedes, apreciados comandantes, oficiales, suboficiales, policías, infantes de Marina. Quiero agradecer su tarea, su gran tarea. Agradecer a sus familias. Por favor digan a sus familias que tenemos en el corazón gratitud, porque la familia del soldado, del policía, hace un gran esfuerzo, un enorme sacrificio. La exposición del riesgo a la cual se somete el soldado y policía de la Patria es un factor de permanente angustia a la familia. Las familias de ustedes los han rodeado con cariño, con solidaridad y hacen un gran apoyo para la tarea que ustedes cumplen en favor de todos los colombianos.
Invito a mis conciudadanos de Córdoba, de Antioquia, del Caribe en general, a mis compatriotas todos a rodear la Fuerza Pública, a apoyarla. Se necesita una relación del doble vía, el cariño del pueblo por la Fuerza Pública, la cooperación oportuna del pueblo con la Fuerza Pública y la reacción y la anticipación eficaz de la Fuerza Pública para evitar el avance del terrorismo.
Me explico. Que el ciudadano rodee de cariño y de confianza a los soldados y policías. La ciudadanía, no puede estar armada, las armas tienen que estar en los soldados y policías; pero la ciudadanía sí tiene que tener un arma, un celular. Y si ustedes promueven a los ciudadanos para que todos sean cooperantes, rodeando la Fuerza Pública con cariño y con confianza, y utilizando un celular para llamar. Estimulen esa confianza con su reacción diligente, con su capacidad preventiva, con su inteligencia para precaver el delito, para evitarlo; con su fuerza para capturar al delincuente y evitar la impunidad.
Sellar la costa para no salga coca
Quiero agradecer todos estos esfuerzos. Hay que sellar la costa; que no salga un kilo de coca, que aquello que intenten sacar se decomise. Que el país finalmente supere toda esa tragedia del terrorismo alimentado por el narcotráfico.
Todas esas bandas son de la misma pelambre. Son matones, unos más sofisticados que otros.
Y hay matones como ‘Alfonso Cano’, que posan de ideólogos en los periódicos, cuando esa ideología la escriben con la mano ensangrentada de asesinar a los colombianos. Y hay matones anónimos, a quienes todavía no hemos podido conocer; a todos hay que perseguirlos con total valentía.
Los colombianos hoy tienen más confianza en las Fuerzas Armadas, más cariño. Les quiero decir, que en todas partes del país cuando yo menciono a las Fuerzas Armadas, estalla el aplauso. Pero no el aplauso de cortesía para salvar las reglas de la apariencia; es el aplauso de unos colombianos agradecidos y esperanzados. Agradecidos por el esfuerzo de los soldados y policías, y esperanzados en que la Patria recuperará totalmente seguridad para bien de todos los ciudadanos y para la felicidad de las nuevas generaciones.
Agradecimiento a periodistas del Caribe
En esta ocasión quiero agradecer al periodismo de Córdoba y del Caribe. Unos periodistas valerosos. Cuantos años presionados y coaccionados por las guerrillas y por el paramilitarismo. La libertad depende de los soldados y policías de la Patria, de los buenos.
En la medida que no se permita la recuperación del narcoterrorismo y que lo derrotemos plenamente, la libertad, la que necesitan los periodistas para poder defender su oficio, la que necesitamos todos los colombianos para dar nuestra contribución a la prosperidad del país, la libertad se garantiza.
Estos periodistas sufrieron mucho la coacción y la amenaza. Un día de la narcoguerrilla, y al siguiente del narcoparamilitarismo, de las bandas criminales. Estos periodistas, estos compatriotas que ejercen el noble ejercicio del periodismo necesitan ese ambiente de libertades, ajeno a la coacción, ese ambiente que garantizan la Constitución, las Fuerzas Armadas y el pueblo.
Tengo mucho cariño por ustedes. He procurado todos estos años apoyarlos, defenderlos; lo seguiré haciendo. En mí tendrán un vocero ante la comunidad internacional y ante la comunidad nacional para defender a las Fuerzas Armadas. Un testigo para decir que nuestras Fuerzas Armadas han sido heroicas, además responsables. Que nuestras Fuerzas Armadas siempre que se ha presentado una violación de derechos humanos, han sancionado. Que nuestras Fuerzas Armadas no han sido cómplices de impunidad, sino líderes de depuración. Eso tendrán en mí.
Estaremos atentos a que la fundación que hemos creado, el acuerdo con la Defensoría del Pueblo, avance para la defensa judicial de los soldados y policías. Porque sabemos que a ustedes los acusan diariamente, que parte de sus sueldos y de sus pensiones se tiene que gastar pagando abogados, en detrimento del bienestar de sus hijos. Seguiremos muy atentos para que avance la defensa judicial de nuestros soldados y policías.
Algunas veces yo, en la angustia por el orden público, he llamado mucho la atención de ustedes. Les pido perdón porque lo he hecho con cariño, lo he hecho solamente por buscar el bienestar de los colombianos.
Ustedes saben la experiencia de estos años. Nuestros consejos de seguridad con participación de la comunidad. Nos han ayudado a ser nosotros más realistas. Porque muchas veces nosotros no vemos la presencia del terrorismo, pero si oímos a la comunidad, la comunidad informa.
Muchas veces nosotros creemos que todo está bien, pero si oímos a la comunidad, la comunidad nos hace ver que no todo está bien.
Estas bandas del narcotráfico son una prueba de que si no estamos conectados con la comunidad, es imposible derrotarlas.
Que van los soldados a Buenavista y allí nada vemos. Entonces regresan: listo, nada encontramos. Si se conectan con la comunidad la comunidad nos va informando, para ver todos los males.
Una carta a San Pedro
Me voy muy agradecido con ustedes, muy agradecido con mis compatriotas, soldados y policías de Colombia.
Le pedí al Obispo de las Fuerzas Armadas, a nuestro Obispo Castrense, Fabio Suescún Mutis, que le mandara una carta a San Pedro, y que le dijera: ‘San Pedro, esté preparado. Cuando Álvaro Uribe llegue por allá téngalo en su base de datos. Ahí le mando la identificación: Álvaro Uribe Vélez, vestido de civil, ciudadano colombiano, con alma de soldado y policía’.
Con alma de soldado y policía, con el privilegio de haber trabajado con ustedes todos estos años, les expreso mis agradecimientos, inmensos agradecimientos.
Y les anticipo los agradecimientos que siempre recibirán de las nuevas generaciones de colombianos por su heroísmo.
Colombia ha perdido mucho, ha dejado de progresar mucho por la violencia.
Ustedes, en su inmensa mayoría muy jóvenes, gracias a su sacrificio, verán una Patria más equitativa y una Patria más próspera.
Lo único que digo desde mi corazón es un ¡viva! a las Fuerzas Armadas de Colombia.
Muchas gracias”. |