Agosto 02

   

Palabras del Presidente Uribe al recibir las Alas de Piloto Militar Honorario por parte de la Fuerza Aérea Colombiana

Bogotá, 2 ago (SP). “No tenemos palabras para agradecer a la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). Yo no tengo sino motivos para exaltarla, motivos para decir lo importante que es para la Patria.

Y tengo que expresar una gratitud personal.

Muchas gracias por ese permanente apoyo, esa gran consideración a Lina María en estos años de Gobierno. Ella, con los diferentes programas, fue a poblaciones de mucha pobreza en la Patria, pudo llegar allí, algunas todavía en momentos en que había muchas dificultades de violencia, y estuvo protegida por la Fuerza Aérea Colombiana, que la condujo hasta todos esos sitios, y por los soldados y policías de mi Patria, una vez llegada a esos sitios.

En nombre de ella, todos los agradecimientos.

Muy apreciados generales, oficiales, suboficiales, técnicos; muy apreciados funcionarios de Satena; muy apreciados funcionarios de aquí de Catam (Comando Aéreo de Transporte Militar), de Aeroservicios. Yo no encuentro palabras para decirles cómo les agradezco.

¡Qué profesionalismo el de la Fuerza Aérea!

¡Qué responsabilidad!

¡Qué seriedad!

Alguna vez, discretamente, no por hacer comparaciones sino por esas curiosidades que uno tiene preguntaba: ¿Cuántas horas debería volar yo en un cuatrenio? Y me hablaban de mil y pico, alrededor de 1.000.

Yo no sé cómo lograron ustedes estas 5 mil 46 horas de vuelo en ocho años. No se nos quedó sitio del país sin ir, y en todas partes con tanta seguridad, tanto profesionalismo, tanto rigor en la preparación de los vuelos, tanto rigor de las tripulaciones, tanto rigor en el mantenimiento.

Sentí mucho afecto, mucha solidaridad de ustedes.

Creo que no los desvié sino para una parranda patriótica una noche. Veníamos de San Andrés con la señora que veía a ver lo de los cruceros, entonces yo le dije a Luis Guillermo Plata, que era el Director de Proexport: ‘Vámonos para la casa yo le muestro caballos a ver si trae esos cruceros a Colombia, a ver si se enamora de Colombia’.

¿Quién venía conmigo esa noche en el Fokker?

Y desviamos el vuelo y fuimos a Rionegro. Le mostramos el caballito ‘Juguete’, mi general (Raúl) Torrado y siempre ayudó a que vinieran 500 mil pasajeros de cruceros a Cartagena.

Muchas gracias, no tengo sino anécdotas gratas, gratas, y con la responsabilidad de todos ustedes.

Tanto profesionalismo, que para ustedes es lo mismo llevarlo a uno Apiay–París, Yopal–Lisboa, que llevarlo en los helicópteros a Ttitiribí (Antioquia) o a cualquier sitio de nuestra selva colombiana.

Muchas gracias.

Y esta mañana decía yo en Larandía (Caquetá), que el desarrollo de la Fuerza Aérea Colombiana uno lo puede resumir así:

Primero, mucha mayor capacidad profesional que acceso a aviones de última generación. Aquí lo de última generación no son los aviones, el país todavía tiene unos aviones modestos, aquí lo de última generación son los integrantes de la Fuerza Aérea, son de talla mundial, de talla mundial, ustedes saben por qué se los digo. Eso es muy importante, un motivo de orgullo para mantener la Fuerza Aérea en alza.

Segundo, a medida que se ha venido realizando esa combinación de inteligencia de tierra y operación aérea, se ha evitado la muerte de muchos soldados y policías y la mutilación. Eso es trascendente, trascendente. Además, ha sido la única manera de llegar a muchos sitios. Yo creo que ahí dejan un camino excelente.

Yo lo destacaría todo. El nivel de alistamiento, ese nivel tan alto de alistamiento. El prestigio en el país y en la Comunidad Internacional.

Cuando yo pienso en el futuro de las fuerzas, he dicho que la Fuerza Aérea Colombiana está llamada, primero, a garantizarle al país que recupere plenamente su seguridad –ahí falta un trecho largo, pero ustedes lo van a ganar- segundo, a prestar grandes servicios a la aviación militar de todo el continente, el continente se va a volcar aquí a pedirles servicios; tercero, a hacer desarrollos para vender servicios a la aviación comercial y civil tanto del país como del extranjero.

Yo los invito a que sean consientes de ese gran futuro, a que avancen en él.

Crecimos mucho Satena estos años. Yo creo que la multiplicamos como por cinco. Si uno contara los pasajeros movilizados 2002 por cinco, general (José Javier) Pérez Mejía, y un país muy seguro hoy de Satena, antes la reclaman en todas partes.

Muchas gracias, yo no tengo sino agradecimientos.

Muy apreciado general (Jorge) Ballesteros, a usted lo mejor. Usted es un héroe de la Patria, un héroe de la Patria; a su señora, a la coronel Marta Cecilia (Caina), nuestra gratitud.

Muy apreciado general Torrado, su señora, a todos, a usted, a sus antecesores, a todo ese equipo humano que siempre estuvo al pie de nosotros aquí en Catam, gratitud por siempre.

Esta gratitud no se borra, queda insertada.

Yo me acordaré siempre de la Fuerza Aérea con esas alas, pero ahí siempre leeré en mi alma: ‘¡Gracias Fuerza Aérea!’.

Muchas gracias.

Apreciados integrantes de las tripulaciones, muchas gracias. No hallo cómo decirles gracias. Su profesionalismo, su rectitud, su patriotismo, su responsabilidad.

Apreciadas niñas, muchas gracias. A sus compañeras, a quienes no nos acompañan hoy, exprésenles en nombre nuestro todos nuestros agradecimientos.

A todos ustedes quienes estuvieron en Catam todas estas horas de estos ocho años, muchas gracias.

Pido a la Providencia por el futuro de la Patria, por el futuro de los compatriotas y pedimos a la Providencia el éxito a la Fuerza Aérea, el bienestar de sus integrantes, que es fundamental para el futuro de la Patria.

Estoy muy conmovido con todo ese apoyo de ustedes en estos ocho largos años.

Muchas gracias general Ballesteros, general Pérez, general (Flavio Enrique) Ulloa (Jefe de Operaciones Logísticas de la Fuerza Aérea), general Torrado.

Muchas gracias, apreciados coroneles, mayores, oficiales, suboficiales técnicos, ciudadanos de la parte civil.

Muchas gracias soldados.

Muchas gracias a todos, infinita gratitud”.

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